martes, 5 de abril de 2011

LO INVISIBLE EN LA PALABRA "Hispania"

LA PALABRA, TIENE UN PROFUNDO SIGNIFICADO INVISIBLE.

EN ESTA ENTRADA TRATAMOS SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA PALABRA ESPAÑA; QUE PUDIERA LLEVARNOS HASTA EL DESCUBRIMIENTO DE LA CIUDAD DE TARTESSOS... .
IMAGEN SUPERIOR E INFERIOR: Ensayo intitulado Qué significa España, publicado por mí hace veintiocho años. DIARIO INFORMACIONES: Páginas 2 y 3 de la edición con fecha 8-abril-1983

AÑOS DE JUVENTUD:


Hace ya casi trés décadas, un día 8 de abril de 1983, el DIARIO INFORMACIONES, publicaba un pequeño ensayo mio, que hoy recojo en las imágenes adjuntas. Con él, se muestra y se demuestra, que tan solo para la palabra y la idea, no pasa el tiempo (pues por su estado y colorido, bien vemos que se trata de un periódico "del siglo pasado"). Su texto y significado, ya en tono un tanto "acartonado", fué escrito mientras hacía yo la mili en Sevilla; aún cuando tenía veintiún años. Entre "guardias y mosquetón" de quien redacta estas lineas, se escribió aquello. Mientras cumplía el servicio militar, donde durante año y medio fuí un soldado más raso que la hierba. Aunque allí tuve la fortuna de aficionarme de manera "enfermiza", a la arqueología y a la Historia; aprovechando todo momento que el ejército me dejaba, para ir a bibliotecas o para estudiar sobre Tartessos. Mi desmedido amor por esa primera civilización que dió origen a Andalucía (y por ende, gran parte de la cultura hispana), surgió un año antes de este artículo, al tomar como fuente de inspiración musical, la llamada Tarshish bíblica.

No entraremos hoy en discusiones sobre si Tartessos es Tarschisch, ni menos nos atreveremos a denominar "Tartesos" a la cultura que el gran Adolf Schulten con "essos" describió, transcribió y repetidamente escribió  (con un locativo eteo-cretense  terminado en "SSOS", como el de Cnossos). Tan solo nos referimos hoy a Tartessos, para explicar que nuestra afición a la Arqueología partío de haber quedado enamorado del color del cielo de Andalucía, de su aire y de su cultura (musical, poética y artística). Tanto como de su luz, principalmente en invierno y en las puestas del Sol de Sanlucar de Barrameda  -lugar que habitaron los tartessios...-.  Así fué como poco antes de entrar en "la mili" (en verano de 1982) y cuando terminé de componer, lo que denominé  "Tartessos Ballet a la guitarra" , comencé a leer sobre esta civilización de manera "enfermiza".

Debiéndo haber titulado a aquella obra: "Tartessos. Poema Musical" a la guitarra; al terminarla de componer, realicé y escribí un guión (o argumento para su música); lo que me obligó a estudiar arqueología en profundidad. Cayendo con ello, en el "mal del sueño". Pues desde entonces, ya no pude dejar de soñar en el pasado mas remoto, cada vez que observaba la tierra o las aguas (especialmente andaluzas); siempre pensando quienes las habrían pisado o navegado hace miles de años. De igual manera, comencé a mirar a los cielos, intentando saber quién los habría estudiado decenas de siglos atrás; y con ello, mi trastorno se hizo irretornable, sufriendo la "visión del pasado", sin posibilidad de regresar nunca mas ya, hacia el presente -como un Ulises enloquecido, antes de partir hacia Troya-.

Entonces, era mi padre gran amigo de Juan Carlos Alonso; estudioso de Tartessos afincado en Sevilla, quien había publicado ese mismo año de 1982 un libro sobre la civilización que originó Andalucía. Esta obra que editaron gracias a la ayuda y apoyo de mi progenitor, "cayó" en mis manos en primavera de ese año y fué tal el impacto que realizó sobre mi mente, que comencé a soñar, basando mi vida y mis pensamientos desde entonces, en la arqueología. No hubo ya hora, en la que no pensara qué significado o uso, pudieran tener los objetos que el museo arqueológico mostraba. Tanto como no había un momento, en el que no soñara sobre Tartessos y su posible hallazgo. Tanto fué así, que en pocos meses, ya había compuesto cuarenta minutos de música, que ordené y expuse en lo que llamaba Ballet Tartessos; queriendo terminar la obra el día en el que cumplí los veintiún años (el 13 de julio de 1982). Tras ello decidí irme a la mili; como era obligado a todos hacer durante aproximadamente un año y medio (en nuestra época de jóvenes).

Para realizar este trámite, había de anularse la prórroga como estudiante universitario, con el fin de entrar en sorteo (pues un bombo, determinaba donde nos tocaba pasar aquellos dieciseis meses en el ejército). Increiblemente, cuando fuí a ver el resultado, el lugar asignado era Andalucía (Tartessos, me dije al ver mi destino). Finalmente, aquello me llevó a vivir esta época en Sevilla y estuve (semirefugiado, cuando salía del cuartel) en casa del mencionado Juan Carlos Alonso. Allí, en su vivienda, encontré gran cantidad libros sobre Tartessos, que a cada momento estudiaba. Su hijo Carlos, con tan solo quince años, me ayudaba a buscar nuevas fuentes; además de que era un ferviente admirador de mi obra homónima a la guitarra. De igual forma, aproveché en cuanto podía para escapar y salir a visitar lugares relacionados con la arqueología (yacimientos, bibliotecas o museos). El resultado de este año en el ejército en Sevilla, pensando día y noche en Tartessos, fué mi decisión definitiva de dedicarme a estudiar el Mundo Antiguo (tanto como un puñado de artículos y ensayos escritos durante mi estancia en "la mili").

El primero de estos escritos, fue este que me publicaron en Informaciones, arriba recogido. Intitulado "QUÉ SIGNIFICA ESPAÑA", en su momento tenía una proyección social, al margen del valor arqueolo-etimológico (que desearía comentar y ampliar). Aunque comenzaré por narrar la anécdota surgida en la mili. Pués, tras publicarlo, le enseñé un ejemplar al capitán de mi "compañía", quien sin preocuparse de ver ni el título, me regañó por escribir en un periódico, sin su autorización (temí por un momento ser duramente arrestado...). Menos mal que mi comandante quedó encantado al leerlo y me dió la enhorabuena -era un hombre culto y preparado, llamado Esquivias-. Igualmente, tuve la suerte de que a mi Capitan-General (del cual era a veces chófer), "le caía en gracia" mi afición y le gustó el artículo -quizás por ser amigo del citado Juan Carlos Alonso y por haber estudiado arquitectura de jóven-. Pero pasemos a lo que en "Qué significa España" se dice:



ANÁLISIS DEL ARTÍCULO, TRES DÉCADAS DESPUÉS:


En este ensayo, que entonces tenía un gran sentido político porque por aquellos años, se discutía si "unos y otros", eran españoles; presentaba mi teoría etimológica de la voz que da origen a la palabra "España", o "Hispania". Explicado de un modo conciso   -por la necesaria brevedad del periódico-  que, a mi modo de ver, estas dos palabras nacían del sánscrito SEVARI. Sin poder exponer entonces cómo nacía el término, hoy aprovecho para enseñar su origen. Así, el vocablo "Servari" o "Esvari", procede de la unión de dos voces indoarianas: "SVAR"  y  "VARI".  La primera ("svar") es raiz común en todas las lenguas indoeuropeas y significa en sánscrito SOL; siendo el origen de las palabras: Soleil, Sole, Sun, Sol... . La segunda ("vari"), significa en idiomas indoarianos: AGUA; y de este radical nacen las voces europeas como: Wasser, water etc. 

De la unión de SVAR y VARI (sol y agua), surgirían entre los idoeuropeos vocablos en diversas crasis, que terminan siendo similares a SERVARI, SEVARI o ESVARI -cuyo significado es "sol en el agua", es decir: Occidente o atardecer-. Siendo (en nuestra opinión) este, el origen de la conocida palabra griega "Hesperia", cuya traducción desde el idioma heleno es: "atardecer, occidente". De aquí, tomamos ya el origen de la voz con la que los antiguos denominaron nuestras tierras, que en primera forma se pudo hacer desde Hesperia a "Hespelia"; pasando luego a ser "Hispalis", "Hispania" (y de ella a España). Tanto como en otra deformación se debió constituir como "Esveria", luego "Eberia", de la que nacería "Iberia". Pues sometiendo ES-VARI o SE-VARI (sol y agua, en lengua indoarianas) a las reglas etimológicas, podemos ver que la "SV" se convierte facilmente en "P" o en "B", iniciando claramente las voces: IBERIA o HISPANIA.

De tal manera, la primera duda histórica al partir de tomar como cierta esta etimología, surge al pensar si era tan fenicia "ISPAL"; la ciudad "fenicio-tartessia" que  se dice, originó Sevilla. Puesto que por este nombre, procedente quizás directamente  de SEVARI y casi igual a Hesperia o Hispania, habríamos de pensar que su primera fundación pudo ser indoeuropea y no fenicia (seguramente anatólica o protohelena). Ello, nos llevaría a deducir directamente que Sevilla, la árabe Isbilla; que antes fuera la romana Hispalis, luego Spali y nacida de la "fenicia" ISPAL; es mucho mas probablemente, una fundación "proto-tartessia"... .

Con este "palabro de prototartessio", nos referimos a que sus primeros pobladores y los que le dieron nombre a Hispalis, fueran los pueblos llegados desde Anatolia a las costas del Bajo Guadalquivir, hacia finales de la Edad del Bronce ( sobre el siglo XII a.C.). Pues sabido y demostrado está, que desde el siglo XIV al X a.C., fueron llegando a Andalucía diversos pobladores. Unos, en búsqueda de metales, y los más, huyendo de quienes se estaban adueñando entonces del Oriente Mediterraneo: Los "Hombres del Hierro", que desde la expansión y difusión de este metal, fueron colonizando toda aquella zona, expulsando a los anteriores pobladores.

Siendo así, pudiéramos afirmar que ISPAL (la prerromana ciudad de Sevilla, que luego se llamó Híspalis) era una fundación con este nombre, "ya" en época Tartessia, y debida a colonizadores protohelenos. Probablemente, una urbe nacida (o así denominada) gracias a gentes venidas de Chipre y Creta, de las islas y tierras que luego serían griegas, o de las costas anatólicas. Siendo así, habría que llegar a pensar incluso, que la capital de Tartessos -tan buscada y rebuscada-; hubo de ser esa "Hispali"="Hesperia"  (en lengua proto-helena), a la que nosotros llamamos Sevilla. 

De tal manera, partiendo de la idea de que Sevilla pudiera ser la "capital" del Bajo Guadalquivir (quizás desde el siglo X a.C.), se podrían comprender varias hipótesis hasta ahira irresolubles:

-Primero: La aparición de piezas importantes de este época, como el Tesoro real de El Carambolo, encontrado en ese cerro alto, sito a poca distancia de Sevilla (en Castilleja de la Cuesta, a unos cinco kilómetros). Lo que quizás hace deducir que la capital, donde vivían los monarcas en el reino de los tartessios, pudiera estar muy cercana a este cerro de El Carambolo (lugar en el que se hallaron enterradas coronas, brazaletes y collares, de tipo regio y fechados en "años de Tarshish").

-Segundo: La importancia de esta ciudad de Sevilla desde tiempos inmemoriales. Algo que se explicaría por el hecho de que ya fuera "capital en época tartessia". Cuando gran parte del Valle del Guadalquivir estaba "ocupado" por el Lago Ligur. Un tremendo "embalse" de agua marina y dulce, nacido  del "Delta" y de la desembocadura; debido a la "presión" del océano Atlántico (de sus mareas), tanto como a los sedimentos que se iban depositando en la bocana del rio, junto al mar. De tal manera, todo lo que hoy son marismas, hasta prácticamente los cerros de la ciudad de Sevilla y de Carmona, se sabe que estaba cubierto por un gran lago (llamado, como dijimos: Ligustino, o Ligur). De ello, deduciríamos que esta primera ciudad llamada ISPAL ya en época cartaginesa, pudo ser embarcadero y capital, muy protegida para quienes tuvieran sus negocios y puertos en las costas del Atlántico  (frente a la fenicia Gadir; Cadiz). De lo que es perfectamente explicable que en ella se situara el palacio de los reyes de Tartessos, siendo así la ciudad principal de aquella civilización.

-Tercero: De ello se derivaría que en mitología, se llamen Hesperis o Hespérides, la esposa (o las hijas) de los reyes de Tartessos, tanto como las  del rey Atlas (monarca del extremo Occidente). Si partimos de que "hesperis" significa en griego "atardecer" (oeste); el famoso Jardín de las Hespérides, sería el lugar paradisiaco del extremo occidente -el país del atardecer, donde el sol se "pone en el agua"-. De tal manera, ello también explicaría que la ciudad homónima de la reina de Tartessos fuera ISPAL, que signifcaría lo mismo que Hesperis (o hespérides): Oeste lejano. Así, cuando las leyendas hablan de como el rey de Tartessos estaba casado con Hesperis, solo simbolizaría que aquel monarca vivía en esas tierras del atardecer y en la ciudad de igual nombre. Comprendiéndose así perfectamente por qué los textos mitológicos helenos, denoinan a las hijas y a la esposa del rey del remoto occidente como: Hesperis ("el atardecer, el occidente", Hispania, o Híspalis).

-Cuarto: Continuando otra la fábula, la  del mítico Can-Cerbero, este así  "traducido", sería el perro de Servari; o lo que es lo mismo, el  guardián del extremo occidente (Can - Hesperis). Por lo que entendiéndose entonces que el mundo terminaba en el Oeste, allí comenzaba el infierno, donde el Sol se escondía y vivía Cerbero. Podemos ya comprender el significado de este perro que se sitúa junto al Hades (el infierno); pués se suponía que allí donde terminaba el Mundo  -al menos, el mundo conocido-, comenzaba la entrada al lugar de los muertos: El Hades, territorio de las ánimas que cuidaba el famoso Can-cerbero. Que consecuantemente era el perro (o guardián) de las tierras de Occidente; algo que "traducido" en modo evemerista y desde la mitología, puede interpretarse claramente como los ejércitos (o las armas) de los tartessios. Pudiendo ser interpretado, este Cerbero (que hubo de matar Herácles para robar los bueyes al rey Gerión de Tartessos); como los ejércitos o las armas con las que aquel monarca tartessio defendía sus dominios  -tierras que muy pronto supieron los griegos, eran ricas en metales (preciosos o para fabricar armamento)-.

-Quinto: Según los textos clásicos, como los de Esteban de Bizancio, Skymnos de Chios, Eustátios, el Scholiasta de Aristofanes etc.. La "capital" -o ciudad principal-  de Tartessos, se encontraba en un alto, justo en la desembocadura del rio con igual nombre (actual Guadalquivir). Describiéndose esa urbe, situada sobre un monte, entre los dos brazos últimos del rio Tartessos. Muchos la han buscado en la desembocadura del actual Guadalquivir (concretamente, Schulten, la quiso hallar en las playas cercanas a Matalascañas  -junto al Cerro del Trigo-). Sin darse cuenta de que el rio, en los siglos anteriores a Roma, desembocaba en el Lago Ligur; precisamente junto a la actual Sevilla. Formando un gran "embalse", producido por las mareas y el delta final del rio (habido entonces en la zona de la actual Sanlucar). Dicho lago Ligur, ya dijimos que llegaba hasta las laderas de los montes que hoy son la ciudad de Carmona (a veinticinco kilómetros al norte de Sevilla) y su extensión era imensa, haciendo ver desde el Océano, que todo ello, era aún parte del mar.

Ese lago, tambien lo describen los textos arriba mencionados, denominándolo en ocasiones "Aorno"; nombre que, quizás, encajaría con la definición de un lugar cercano al Hades, como se tenía a nuestras tierras: El Averno (el infierno, o "Aorno" quizá).  Todo ello, nos hace pensar, que muy posiblemente esta ciudad de Tartessos, se encontrase en la actual Sevilla (más concretamente, en las cercanías del Cerro del Carambolo). Posiblemente si no se ha hallado todavía, es porque su búsqueda se hace difícil con estas descripciones anteriores, llevándonos siempre a intentar encontrarla cercana a la desembocadura actual... . Pues cuando el citado lago Ligur (o, Aorno) desaparece, la tendencia es pretender hallarla en la boca del Guadalquivir junto a Sanlucar.

La desaparición del lago Ligur, principalmente se debió a la sedimentación en su delta y  a la rotura del geosinclinal; zona que se hunde unos tres metros bajo las aguas  -como puede observarse actualmente en la ciudad de Carteya, en el mar-.  Pero de no haberse "vaciado" aquel lago, todo lo que actualmente es en el Bajo Guadalquivir, marismas y cultivos (en zonas a nivel del mar), estarían aún cubiertos por agua. Dando aspecto "aquello" de un gran golfo, que llegaría hasta las proximidades de Sevilla-Carmona. Lo que nos hace deducir que "Spali" fuese la capital del reino de Tartessos, por estar muy protegida de los posibles ataques o incursiones por mar, tanto como de los desbordamientos del Guadalquivir. Aunque de serlo,  solo  hubiera podido nacer en los altos y las laderas de las montañas de esa zona de Sevilla. De ello, consideramos que esta puede tenerse como la ubicación de Tartessos (ciudad), algo que coicide con la descripción de Rufo Festo Avieno en su obra "ODA MARÍTIMA":

"Tartessos está en la isla del golfo de su nombre, en la cual desemboca el rio Tartessos, que baña sus murallas, después de pasar por el lago Ligustino. El rio forma en su desembocadura varias bocas, de las cuales tres corren a oriente y cuatro al mediodia y las cuales bañan la ciudad"



-Desde el pasado terremoto de Japón, dedicaremos en cada entrada de nuestro blog un recuerdo a los damnificados de este trágico suceso; solicitando ayuda para ellos. Hay múltiples formas de colaborar con la Cruz Roja o UNICEF (para enviar  dinero, objetos y hasta alimentos).  Del mismo modo, recuerden que una de las mejores maneras de ayudar a Japón, es consumir sus productos (en especial su maquinaria y tecnología, que es inmejorable). Muchas gracias a quienes así lo hagan.-

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