domingo, 3 de febrero de 2019

COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE II: DESDE EL 2200 HASTA EL 1000 a.C. (del nacimiento de El Argar hasta el Bronce Final) -Capítulo 124/b de: "Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo"-.

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Los capítulos se desarrollan en un texto escrito en negro y se acompañan de imágenes con un amplio comentario explicativo (recogido en rojo y cuya finalidad es razonar ideas). Si desea leer el artículo entre líneas, bastará con seguir la negrilla y las letras rojas destacadas.
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ESTE ARTÍCULO TIENE UNA PRIMERA PARTE, TITULADA:
COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE I: DESDE EL 5000 HASTA EL 2200 a.C.
PARA LLEGAR A ELLA, PULSE SOBRE EL SIGUIENTE ENLACE.
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JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Vitrinas del Museo de Zuheros (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Al lado, restos de cerámica “a la Almagra” y a su lado, un molino para triturar esa almagra -hematites- con los que daban color a los recipientes. Este tipo de barro de tono rojo, tintados con polvo de hematites mezclados en las arenas; es típico de la Andalucía neolítica, apareciendo con profusión desde el 6000 al 3000 a.C.. Su técnica y estilo habla de una cerámica muy cuidada y que hasta se bruñía para darle brillo o belleza.
Abajo: Cerámicas impresas e incisas procedentes de la Cueva de los Murciélagos. Esta caverna guardaba un enterramiento colectivo (de una reina y varios hombres) fechado entorno al 5000 a.C.; procedente de una cultura ajena a la peninsular. Se puede determinar el enterramiento de Los Murciélagos como uno de los más antiguos de Iberia, marcando el comienzo de unos ritos funerarios que se mantendrán durante el megalitismo -iniciado hacia esas fechas-. Considerándose así que desde el 5000 a.C. nacerá el Eneolítico en el Sur de la Península, a la vez que se origina la cultura dolménica.
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INTRODUCCIÓN (resumen artículo anterior):
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En el artículo de hoy seguiremos comentando los dos capítulos en los habíamos desarrollado una cronología del Mundo Antiguo -recogidos en cita (1) -. Esas cronologías comprenden hechos de Oriente Medio, Egipto, Anatolia, El Egeo, Creta y Chipre; así como los acontecimientos sucedidos en Asia Menor y en diferentes culturas antiguas del entorno. Describiendo el desarrollo de estos sucesos, conforme pudieran haber influido en la Península Ibérica -contando con el impacto que (en mi opinión) tuvieron sobre nuestras tierras-. Unos acontecimientos que gracias a la arqueología y a la ciencia podemos hoy conocer; pese a que no sabemos lo que ocurrió en la península, durante esas fechas. Pero a través de lo sucedido en áreas más o menos lejanas, podemos llegar a deducir algunos acontecimientos; aunque apenas existan testimonios acerca de lo que vivió nuestro territorio. Comparando otros hechos que influirían -a mi parecer- en el devenir de la Prehistoria y Protohistoria de Iberia. Nos referimos a cataclismos, revoluciones, avances, convulsiones, aparición de nuevas culturas y civilizaciones o la expansión de imperios -acaecidas en extremo Oriente, en Asia Menor, el Egeo, Anatolia o en Egipto-.
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Transformaciones y catástrofes, que aunque se produjeran en zonas muy lejanas, traerían hasta nuestras costas innovaciones, progresos y nuevas gentes. Primero, a consecuencia de la búsqueda de oro, ámbar y plata; durante el quinto y cuarto milenio a.C. (con las rutas del ámbar). Pero tras la aparición de los metales, estas novedades llegarían por mano de expedicionarios venidos hasta las costas atlánticas, obligados por la búsqueda de cobre y estaño. Unos metales tan imprescindibles para sobrevivir durante la Edad del Bronce, como escasos en el Mediterráneo y sus proximidades. Donde apenas existían filones de casiterita ni grandes minas de cobre, a excepción de los yacimientos cúpreos de Chipre, Eubea, Córcega y Cerdeña -habiendo también estaño en tierras sardas, aunque de muy baja calidad-. Debido a ello, el eneolítico y el calcolítico llegará al Sur peninsular en tiempos muy tempranos, ya en el 3200 a.C. y por vía marítima. Apareciendo el uso del cobre en el litoral hispano mucho antes de hacerlo en el francés, o en el de las costas marroquíes, argelinas y tunecinas. Todo lo que -a mi juicio- se debió a la riqueza mineral que tenían por entonces nuestras tierras; llegando a ser muy famosas en yacimientos preciosos. Un hecho que traerá expedicionarios venidos de zonas muy lejanas, quienes iniciarán las primeras civilizaciones occidentales (peninsulares).
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AL LADO: Imagen compuesta: En medio, flores de adormidera -fotografiada por mí-, entre algunos tejidos de esparto aparecidos en la Cueva de los Murciélagos; donde fueron halladas diversas zapatillas de ese tejido, junto a cestas votivas, fechadas entre el 5200 y el 4600 a.C. (propiedad del Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos permita divulgar la imagen)-. Contenían algunos de esos capacetes, flores de opio; lo que nos indica el sentido ritual e iniciático de este enterramiento de Los Murciélagos, en el que aparecieron doce cadáveres de hombre rodeando al de una mujer. Fue tristemente expoliado a principios del siglo XIX, pero un sabio coetáneo sería capaz de recuperar cuanto allí dejaron sus ladrones, e incluso describir en qué forma encontraron todo los que primero entraron (antes de llevarse una diadema de oro y algunas cosas de valor).
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Esta persona de enorme calidad humana y humanística fue Manuel de Góngora y Martínez, que en 1868 publicó un libro en el que dedica un extenso capítulo a la mencionada cueva; titulado "Antigüedades prehistóricas de Andalucía”. Donde su autor explica el modo en que los mineros que hallaron los restos, tomaron una diadema de oro y algunos utensilios de aquella caverna. Describiendo asimismo la forma en que se encontraron los cadáveres dispuestos en su interior, detalló todos los pormenores. Destacando el hecho de que los allí enterrados aparecieran vestidos con trajes de esparto y que algunos de los difuntos tenían hasta un "casco" de este tejido. Por lo demás, los distintos tipos de cáñamo concedían una aplicación médica y bélica. Proporcionando el esparto cuerdas y medios para cubrirse o hacer ropas junto a enseres protectores; mientras la adormidera daba también cordajes, aunque sus extractos permitían parir y "operar" sin dolor; pero también batallar sin sufrir miedos ni angustias. Siendo mi teoría que los ejércitos antiguos proporcionaban este tipo de drogas a sus soldados antes de entrar en confrontación, todo lo que actuaba como "una poción mágica" -normalmente realizada con opio-
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BAJO ESTAS LINEAS: Sandalias, cestas y diversos objetos de esparto aparecidas en la Cueva de los Murciélagos (Albuñol, Almería) que se fechan entre el 5200 y el 4600 a.C. (propiedad del Museo Arqueologico Nacional, al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Podemos considerar esa zona (Almería) y estas fechas, como punto de partida para el inicio de lo que posteriormente sería el eneolítico y el megalitismo. Una civilización seguramente importada -o inculcada- por misioneros y expedicionarios llegados desde Oriente Medio (buscando nuevas tierras, metales preciosos, gemas y ámbar). A mi juicio, esta cueva de los Murciélagos sería uno de los primeros santuarios donde enterraron a varios de los que comenzaron aquella cultura de las piedras ciclópeas. Monumentos de gran tamaño, levantados principalmente para orientarse y poder regresar anualmente al punto de partida (sirviéndose de las sombras de los menhires o de las coordenadas que les prestaban los cromlechs). Lo que decimos no significa que el megalitismo proceda del Oriente mediterráneo, sino que fue impulsado por aquellos visitantes llegados desde tierras lejanas hasta las nuestras. Quienes introducirían nuevas ideas religiosas y técnicas de inhumación; que fraguarían la civilización dolménica. Ya que como sabemos, los primeros megalitos se datan hacia el 5000 a.C. en el litoral atlántico; mientras la arquitectura ciclópea de Oriente Medio es más tardía.
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En estos párrafos de introducción -resumiendo el artículo anterior- concluimos que entre el 5000 y el 2200 a.C., se producen diversas culturas peninsulares. La primera fue puramente atlántica y se trató del megalitismo; que desde el 5000 a.C. nacería en las costas de Portugal, Galicia y de Bretaña francesa; llegando de forma aislada a la isla de Malta hacia el 4100 a.C.. Posteriormente, durante el cuarto milenio, ese dolmenismo se difunde por todo el Atlántico y Cantábrico de Iberia, por el Oeste de Francia y por las Islas Británicas; llegando a Jutlandia y el Mar del Norte (buscando ámbar y oro, seguramente). Avanzando también ese fenómeno ciclópeo entre el 4000 y el 3000 a.C., por las costas del norte de África cercanas a Iberia (Marruecos, Argelia y Túnez); apareciendo aisladamente en zonas cercanas a Biblos -a mi juicio, como una moda importada desde el Occidente remoto-. Por su parte, desde el 3500 a.C. se inicia otra cultura en el Sur Peninsular (concretamente en Almería) llamada Los Millares. Civilización de clara influencia mesopotámica y que adoraba al ídolo con forma de ojos -tal como se hacía en Tell Brak o en el mundo sumerio-. Los Millares conocerán la llegada del cobre, expandiéndose el calcolítico penínsular desde el 3200/3000 a.C.; en tiempos muy tempranos con respecto a otras zonas occidentales.
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Finalmente aparecerá el Bronce en nuestras tierras (entorno al 2800 a.C), generando una nueva cultura: La del Vaso Campaniforme, que convivió con Los Millares. Pese a ello, los hombres del Campaniforme, variaron el tipo de construcciones dolménicas; realizando vandalismo sobre las antiguas y creando unas nuevas más “modernas”. Tumbas de corredor -que anteceden al Tholos- que llegan a las Islas Británicas, levantadas en túmulos, de gran cúpula y con lajas en las paredes (normalmente orientando sus entradas o aperturas hacia puntos astrales). Más tarde llegará el Bronce Pleno a la Península Ibérica (entorno al 2200 a.C.), generando otra nueva civilización, en Almería y sus proximidades: El Argar. Cultura que acabó -o sustituyó- a Los Millares y que convive con la Campaniforme. Aunque esta del vaso en forma de campana perdura desde el 2800 al 1800/1600 a.C. (aprox); mientras El Argar se inicia hacia el 2200 a.C. y finaliza entorno al 1550/1400 a.C..
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Consecuentemente los hechos referidos, en el artículo anterior concluíamos que estas fases peninsulares se debieron en gran parte a la visita de expedicionarios del Levante; llegados desde Oriente Medio por mar, durante los meses de bonanza. Primero buscando ámbar; más tarde oro, plata y gemas; pero necesitando venir desde el 3000 a.C. hasta nuestras tierras, obligados por el estaño y el cobre (para fabricar herramientas y armas de bronce). Así pues, habíamos relacionado la difusión y origen del megalitismo atlántico, con las rutas del ámbar (desde el 5000 al 3000 a.C.); promovidas por ciudades satélites de Egipto y Mesopotamia asentadas en Oriente Medio (Biblos y Tell Brak). Luego, relacioné la llegada del cobre a nuestras tierras, con el nacimiento del Egipto dinástico (3100). Tanto como la posterior aparición del bronce en nuestras costas y del Vaso Campaniforme (hacia el 2700 a.C.); con la caída de Tell Brak y el inicio del Imperio Antiguo faraónico. Finalmente, el Imperio Antiguo decae hacia el 2200 a.C., en el momento en que aparece El Agar, en el Sur ibérico. Cultura del bronce peninsular que perdura hasta el inicio del Imperio Nuevo egipcio (hacia el 1550 a.C.); mientras el Vaso Campaniforme comienza a finalizar en la misma época que se produce el tremendo terremoto del Tera-Santorino (desde el 1680 a.C.). Catástrofe que destruye el mundo minóico coétaneo y que empuja a anatolios, cretenses y canaáneos hacia el Nilo (estableciéndose los huidos en el Norte del reino faraónico, tras fundar el reino Hicso).
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SOBRE ESTAS LINEAS: Cerámica calcolítica expuesta en el Museo de Zuheros (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Las piezas que vemos se fechan entorno al 3000 a.C., aunque por su estilo y diseño más me recuerdan al tipo argárico que al de Los Millares o el Vaso Campaniforme. Por cuanto, probablemente sea unas piezas más cercana al 2200, que al 3000 a.C..
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JUNTO ESTAS LINEAS: Diversas piezas de la Edad del Bronce, expuestas en el Museo Arqueológico de Burgos -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. A nuestra izquierda, hachas planas de la Primera Edad del Bronce de la Meseta castellana (entorno al 2000 a.C.). A la derecha, tres hachas de anillas y talón de la Edad del Bronce Final (entorno al 1300 a.C.). Observando estas armas, nos viene rápido a la memoria escenas y grabados egipcios, donde vemos personajes luciendo hachas de este tipo (aunque montandas con mango). Es más, si nos fijamos en las más antiguas (las planas) apreciaremos claramente un diseño oriental y muy semejante a las bipennas de Creta o del Nilo.
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A) - DEL 2200 a.C. AL 1500 a.C. (desde el nacimiento, al final de El Argar):
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a-1) Cronología comparativa con Malta, Cerdeña, Chipre, El Egeo y Anatolia (2200 al 1500 a.C.):
Comenzaremos por lo que sucede desde estas fechas en Malta, El Egeo, Anatolia y otros archipiélagos cercanos. Aunque previamente hemos de recordar que en El Egeo y proximidades hay una fecha crucial; como es la de 1680 a.C., cuando en Tera-Santorini revienta la caldera de su volcán, desapareciendo gran parte de esta isla situada frente a Creta (provocando un cataclismo de terribles consecuencias en la zona). Pero pasemos a resumir lo que sucedió en Malta, que desde el 2500 a.C. se había sumido en un vacío arqueológico, desapareciendo las culturas anteriores y despoblándose sus tierras. Llegando hasta ella nuevas gentes, entorno al 2400 a.C.; que ya introducen el bronce y que por primera vez construyen poblados con murallas y en altos. Pues hasta entonces, las poblaciones maltesas carecían de protección (siquiera pertrechos) y estaban elevadas en los llanos. Este periodo de la Edad del Bronce maltesa perdurará desde el 2400 hasta el 1500 a.C. y continuando hasta el 750 a.C.; fechas desde las que entra paulatinamente el hierro en la isla (2) . A su vez, en Cerdeña aparece el bronce en los mismos años y se mantiene como norma hasta el comienzo del primer milenio a.C.; abarcando la Edad del Bronce sardo desde el 2300 a.C., hasta el 1000 a.C., en diferentes etapas que mostramos en cita (3) . Además, desde el 2100 al 1600 a.C. se vive el periodo campaniforme sardo; una fase que procede de una cultura ibero peninsular, como es la del Vaso Campaniforme (trasladada a la isla). Pues como sabemos, este vaso campana nace en las inmediaciones de Almería -hacia el 2800 a.C.- y se extendió por casi toda Europa -llegando principalmente a lugares ricos en estaño y cobre, tal como fue la antigua Cerdeña-.
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Por su parte, en el Egeo se origina el Heládico entono al 2300 – 2200 a.C.; fechas paralelas a El Argar y a la difusión del bronce en Malta y Cerdeña. Siendo las fases del periodo Heládico las siguientes: 2300 al 2200 a.C.: Heládico Antiguo I // 2200 al 2000 a.C.: Heládico Antiguo II // 2000 al 1850 a.C.: Heládico Antiguo III // 1850 al 1650 a.C.: Heládico Medio // 1650 al 1450 a.C.: Heládico Reciente I (llamado Micénico antiguo) // (4) . Así pues, se observan claros paralelos entre las tres fases de El Argar hispano con esos periodos heládicos del continente en el Egeo. Pero además, las fases coetáneas de Chipre son también paralelos a las anteriores, tal como podemos ver (5) . Pues desde el 2300 al 2200; 2200 al 2100 y 2100 al 2000 a.C.: Bronce Antiguo I, II y III // desde el 2000 al 1600 a.C.: Bronce Medio // desde el 1600 al 1450 a.C.: Bronce Medio al Bronce Reciente // desde el 1400 a.C.: Bronce Reciente o Chipriota Reciente. Momentos que coinciden con las heládicas, pero también con las de Cerdeña, que son: Desde el 2300 al 2250 a.C: Filigosa // 2250 al 2100 a.C.: Abealzu // 2200 al 2100 a.C.: Montecaro // 2100 al 1600 a.C.: Campaniforme // 1600 al 1500 a.C.: Bonnano.
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En lo que se refiere a Creta, los periodos marcan las siguientes fechas (6) : 2160 al 1900 a.C.: Minoico Medio IA Pre-palaciego // 1900 al 1800 a.C.: Minoico Medio IB Proto-palaciego (periodo del palacio antiguo) // 1800-1700 a.e.v Minoico Medio II // 1700-1650 a.e.v Minoico Medio IIIA /// 1680 DESTRUCCIÓN DE CRETA POR EL TERA SANTORINO // 1650-1600 a.e.v Minoico Medio IIIB Neo-palaciego (periodo del palacio nuevo) // 1600-1480 a.e.v Tardo Minoico IA (ERA DEL REY MINOS EN CNOSSOS). Estas fases, cretenses encajan nuevamente con los periodos de la Península ibérica. Que en el 2200 a.C. vivía el nacimiento de El Argar con el final de Los Millares, y que desde el 1950 a.C. entraba en el apogeo de la Cultura de El Argar ( Argar II, en paralelo con el Minoico Medio I). Pasando luego al Argar III, desde el 1750 a.C., que entra en crisis desde el 1550 a.C.; aunque a su vez y entorno al 1600 a.C., desaparece el Vaso Campaniforme, en fechas paralelas a la destrucción de Creta por el Tera-Santorino..
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Finalmente, incluiremos los periodos que vive Anatolia durante fechas paralelas; que desde el 2300 al 1700 a.C. se encuentra en Bronce Antiguo (fundándose el imperio hitita entorno al 1700 a.C.). Así pues, desde ese siglo XVIII hasta el XV a.C., vive Anatolia en pleno el imperio Hitita; que se funda en tiempo coetáneo al Tera-Santorino y que decae hacia el 1500 a.C.. Tras ello, desde el 1450 a.C. se inicia el periodo del Imperio Nuevo de Hatti, que caerá definitivamente con la aparición del hierro, unos siglos después (hacia el 1200 a.C.) (7) .
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Consecuentemente, realizando un paralelo entre La Península, El Egeo, Anatolia, Chipre, Malta y Cerdeña; se observan fases muy cercanas, del siguiente modo:
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- ARGAR I (2200 a 1950 a.C.) // Egeo, Heládico Antiguo I (2300 al 2200 a.C.) y Heládico Antiguo II (2200 al 2000 a.C.) // Chipre, Bronce Antiguo I, II y III (2300 al 2200; 2200 al 2100 y 2100 al 2000 a.C.) // Cerdeña Filigosa (2300 al 2250 a.C.); Cerdeñla Abealzu (2250 al 2100 a.C.); Cerdeña Montecaro (2200 al 2100 a.C.) // Anatolia, Bronce Antiguo (2300 al 1700 a.C.) // Creta Minoico Medio IA Pre-palaciego (2160 al 1900 a.C.) y Minoico Medio IB Proto-palaciego (1900 al 1800 a.C).
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- ARGAR II (1950 a 1750 a.C.) // Egeo, Heládico Antiguo III (2000 al 1850 a.C) y Heládico Medio (1850 al 1650 a.C.) // Chipre, Bronce Medio (2000 al 1600 a.C.) // Cerdeña, Campaniforme (2100 al 1600 a.C) // Anatolia, Imperio Hitita (1700 al 1450 a.C.) // Creta, Minoico Medio II (1800-1700 a.C) y Minoico Medio IIIA (1700-1650 a.C.) /// 1680 a.C. DESTRUCCIÓN DE CRETA POR EL TERA SANTORINO
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- ARGAR III (1750 a 1550 a.C.) y desaparece el Vaso Campaniforme (1700 a.C.) // Egeo, Heládico Reciente I (llamado Micénico antiguo) 1650 al 1450 a.C. // Chipre, Bronce Medio al Bronce Reciente (1600 al 1450 a.C.) y Bronce Reciente o Chipriota Reciente (desde el 1400 a.C.) // Cerdeña, Bonano (1600 al 1500 a.C.) // Anatolia, Reinos Neohititas (1450 a.C. hasta el Hierro) // Creta, DESTRUCCIÓN DE CRETA POR EL TERA SANTORINO (1680 a.C.) y 1Minoico Medio IIIB Neo-palaciego 650-1600 a.e.v (periodo del palacio nuevo) y Tardo Minoico IA (ERA DEL REY MINOS EN CNOSSOS) (1600-1480 a.C).
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ARRIBA Y ABAJO: Dos gráficos míos que contienen las temperaturas y las fases de la Historia. En el superior, podemos ver los cambios en grados, marcando con una linea roja la temperatura actual. Abajo, esas modificaciones climáticas se recogen junto a los hechos históricos que las rodearon. Para resumirlas diremos que poco antes del 8000 a.C. parece que algún astro se estrella contra el Sol, provocando una enorme subida de temperaturas. Ese ascenso es paralelo, o lo que provocaría, el inicio del Neolítico y de la agricultura. Después del 6000 a.C. vuelven a ascender las temperaturas y poco más tarde se genera el Megalitismo occidental. Otros periodos de bonanza darán como resultado el calcolítico, la Edad del Bronce y la Era de las Pirámides. Asimismo, las fases de frío parece que generaron etapas de ruptura y pobreza (como la caída del Minóico, la desaparición de Grecia y la del Imperio Romano)
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ARRIBA AL LADO Y ABAJO: Tres fotos tomadas en Pino de oro (Zamora) y en sus proximidades -en el paso del Duero-. Arriba, imagen del puente llamado de Requejo, obra que los lugareños atribuyen al ingeniero francés Eiffel, aunque en verdad es del hispano-luso, Eugenio Ribera Dutaste. Técnico español, que nació y vivió su infancia en Portugal, donde estudió el famoso puente de Don Luis, levantado por Eiffel en Oporto. Siendo el modelo que siguió para este que cruza el río Duero a la altura de Pino de Oro; un pueblo que fue así denominado por las famosísimas minas áureas que tenía. Al lado, cartel de Pino de Oro, indicando los antiguos lavaderos de metal preciado, hechos por los romanos. Abajo, otra foto del Duero a su paso por este pueblo; donde vemos a mi mujer y se observan los cortes y caídas de terreno, desde las que nacen esas vetas áureas. Pues este caudal antaño fue denominado el río del oro (Duero); debido a la enorme cantidad de ese metal que arrastraban sus aguas.



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a - 2) Cronología comparativa con Canaán y Egipto (2200 al 1500 a.C.):
Por su parte, en Canaán durante los años finales del tercer milenio a.C. se suceden los hechos que ya habíamos destacado en el artículo anterior: Sobre el 2200 a.C. llegaron para invadir Oriente Medio unas tribus que atacaron también Mesopotamia. Su nombre -“amurru”- era un apelativo summerio que puede traducirse por “Occidentales”; pues “amorrita” en lengua de Summer parece que significaba: “venido de Oeste”. Hemos de pensar que aquellos Amorritas que desde el 2200 a.C. se adueñan de Canaán y de la zona sur de Oriente Medio; fueron una unión de pueblos trashumantes, que se unificaron con el fin de liberarse del gran poder comercial y político de Egipto en la zona de Canaán. Consiguieron para este fin un gran apoyo de Mesopotamia, que les ayudó precisamente cuando el Imperio Antiguo faraónico se debilitaba; logrando así hacerse con tierras que antes habían sido dominadas por el Nilo. Aunque más tarde, esos amorritas también atacarán Mesopotamia, fundando Babilonia. Por su parte, no hay que desestimar una teoría (propia), por la que estos de “Amurru” fueran siglos más tarde llamados “Apiru”; que tal como sabemos era el primer nombre dado a los Hebreos.
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Acerca de cuanto sucedía por entonces en Egipto, recordaremos que hacia el año 2300 a.C., el faraón Pepi I se vio obligado a enviar sus ejércitos varias veces a las zonas de Fenicia y Sinaí, para acabar con las revueltas y seguir dominando esas tierras antes sometidas (del Sinaí hasta Biblos). Pero le sucede Pepi II; poco eficiente, que reina casi hasta los cien años y deja un Egipto en plena decadencia. A ello se suma una fase de sequía y hambrunas que lleva a revoluciones internas. Se suceden revueltas y diversas guerras intestinas, en las que el clero se subleva. De este modo termina el Imperio Antiguo y se llega al Primer Periodo Intermedio (del 2200 a 2050 a.C. -aprox-); durante el cual entra en crisis el reino, división y revolución generada por los abusos de poder de los gobernadores y por invasiones de pueblos nómadas. Desde el 2100 a.C. se producen terribles convulsiones sociales y duras contiendas en Egipto, llegando a quemar los sacerdotes rebeldes las tumbas de los Faraones (como hicieron en Abidos). Este estado de crisis plena perdura unos cien años; pero finalmente se llegará a la paz. Refundándose el imperio del faraón y llegando así la fase de Reino Medio (2050 a 1750 a.C.). Momento de reunificación y de fortalecimiento; donde el faraón vuelve a ser el centro del poder, trasladando la capital a Tebas (actual Luxor).
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Ese estado de debilidad fue aprovechado por los amorritas, quienes viendo la decadencia del Antiguo Imperio Egipcio, ocupan finalmente las tierras cercanas al Mediterráneo antes dominadas por los faraones (Canaán). Tras esa invasión amorrita de la costa canaánea y aún cien años después de la caída del Imperio Antiguo del Nilo; la mitad de la población que vivía en Biblos era egipcia (hablando y vistiéndose en esta ciudad a modo faraónico). Pese a ello, se vieron repetidamente asediados por sus vecinos de Amurru, hasta que entorno al 2050 a.C. llega un nuevo faraón reunificador. Quien hacia el 2000 a.C., lucha contra los sublevados del Norte e instaura un nuevo reino. Este será el Imperio Medio del Nilo, que se convierte en un estado con tintes medievales y regido por señores de castillos o fortalezas (2050 a 1750 a.C.).
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Es en estos mometos (entre el 2000 al 1800 a.C.) es cuando podemos fechar el episodio bíblico de Abraham. Que narra los contactos entre amorreos (pre-isrraelitas) y egipcios en época del Imperio Medio. Cuando esas tribus nómadas y comerciantes -emigrados desde Arabia y Mesopotamia-, debieron tener buena relación y pactos con el Nilo, justo antes de que Sestrosis III enviara sus ejércitos contra Canaán (en el 1850 a.C.). Por cuanto hemos expuesto, hubo de ser absolutamente innovadora aquella religión surgida en Canaán sobre 1850 a.C.; cuando en la montaña de Moirá se prohíbe el sacrificio del hijo primogénito -como recoge la Biblia-. Un ritual de inmolación que los semitas practicaban como iniciático, pero que asimismo era llevado a cabo por la mayoría de los pueblos de entonces. Siendo la erradicación del sacrificio de infantes un hecho tan transcendental -históricamente hablando-, que explica la creencia de los judíos a ser el pueblo de Dios (tras haber negado la inmolación humana ritual). Todo lo que asimismo explicaría la existencia y cohesión de estas gentes bajo un mismo culto; pues hay que recordar que el pueblo judío no lo compone una raza y ni siquiera un país determinado, sino de una religión. De tal modo, la delimitación de lo propiamente hebreo ya aparece con Abraham, hacia el XIX a.C.; partiendo de que estas tribus -o pueblos- que van a formar luego Israel, proceden de las que huyen de Ur en el siglo XX a.C. (viviendo de comerciar y pastorear en el Sinaí). A mi modo de ver, los pre-israelitas de Abrahám se establecerían en estas tierras fronterizas con el Imperio faraónico con la ayuda y aceptación de Egipto (actuando como sus aliados o mercaderes) y sin colaborar en las razzias con otros pueblos amorritas.
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ARRIBA Y AL LADO: Dos fotos tomadas en Egipto. En la superior podemos ver la Gran pirámide y la esfinge. Junto estas lineas, una de las vitrinas del Museo de El Cairo (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra foto), con una de las máscaras de oro de Tutankhamon. Durante el Imperio Antiguo, el Reino Medio y el Imperio Nuevo (desde el 2800 al 1180 a.C.), los egipcios debieron de necesitar toneladas de oro y plata, para aderezar a sus difuntos y adorar a sus dioses. Muchos de estos metales los encontarían en Somalia y en África; pero la gran mayoría vendrían importados por el Mediterráneo y desde las costas atlánticas (donde el oro y la plata abundaba, sin ser todavía en su lugar de origen tan valorados, como en Oriente Medio o en Asia Menor). Pareciendo evidente que los cretenses, los chipriotas y los navegantes de Biblos, fueron quienes abastecieron al faraón, de esos metales preciosos obtenidos en el lejano Occidente (principalmente en tierras atlánticas).
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AL LADO Y ABAJO: Fotos de Las Médulas (León). Junto estas lineas, el autor del artículo dentro de una de las múltiples cuevas que aún existen en las Médulas, nacidas del sistema de explotación romano del terreno. Método para obtener oro que consistía en arruinar los montes; excavando en ellos grandes galerías, que más tarde llenaban de agua, hasta que las laderas reventaban. Abajo, el río Sil a su paso por las proximidades de Las Médulas. Adolf Schulten en sus libros, menciona haber visto todavía mujeres bateadoras de oro en el río Sil; aunque sabemos que desaparecieron tras construirse la presa de Orense. Una ciudad y provincia cuyo nombre procede de la cantidad de oro que allí obtenían los antiguos.


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AL LADO Y ABAJO: Dos fotos de Las Médulas. Al lado, un panel del centro de interpretación (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). En este vemos representadas las bateadoras de oro, tal como las citaba Estrabón; quien en su Geografia (III, 2, 9) menciona el modo en que los ártabros recogían con odres y tamices, el oro, la plata y el estaño que sus ríos arrastraban. Abajo, los montes arruinados y con cortes en forma de médulas, tras haber sido derruidos por efecto del agua, hace miles de años.






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Tal como decíamos, entorno al 1850 a.C. se produce el ataque del Sestrosis III sobre el vecino “creciente fértil”, venciendo el ejército faraónico a los rebeldes de aquellas tierras canaáneas. Desde ese momento nuevamente cayó el yugo egipcio sobre el Sinaí, llegando hasta Biblos; aunque un siglo más tarde, el Imperio Medio se debilitaría. A esta crisis del Nilo habrá que sumarle la fuerza que alcanzaría el Estado de Hammurabi (Babilonia); que se convierte en el 1770 a.C. en la capital del Mundo Antiguo. Finalmente, Egipto recibe un golpe mortal con la aparición de los Hurritas en tierras de Canaán, atacando con carros de guerra. Estos hurritas eran una tribu “bárbara” (entiéndase extranjera y sin civilización común a la del Nilo), que nace en el Asia Central; cuyo secreto bélico fue el dominio y doma del caballo, pero sobre todo la creación del carro de guerra. A mi juicio el nombre de Hurritas procedería del radical indoariano “URRE” cuyo significado es “ROJIZO”. Siendo así una primera invasión de gentes procedentes de las llanuras indoarianas; seguramente blandiendo “bronce muy elástico y duro”. Metal que quizás les dio el nombre, ya que en estas lenguas arias se denomina “URRE” (voz que significa rojo y que denominó al “uro”, al “oro” y en Italia al “cupre” -de ello las voces “cobre” y “Chipre” como análogas-).
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De tal modo, durante el siglo XVIII a.C. los Hurritas del Caúcaso, valiéndose del caballo y carro se lanzaron primero hacia Babilonia, llegando a vencer a Hammurabi y luego se dispusieron a invadir Canaán. Fundaron el reino de Mitani y asimismo se hicieron con el poder de gran parte de Anatolia (exceptuando sus costas) donde crearon el imperio Hittita entorno al 1700 a.C.. Finalmente, tras atacar Oriente Medio, se alían con los Canaaneos para actuar contra Egipto. Conforme a estos hechos, el egiptólogo Jaques Pirenne considera 1730 a.C. como fecha más probable para la llegada de los Hurritas a las fronteras de Egipto. Un momento que -a mi juicio- deberíamos marcar como inicio de asedio e intento de invasión bárbara; aunque no la del nacimiento del posterior reino hicso. Pues nunca debemos confundir la aparición de los Hurritas en Mesopotamia y en Canaán; con la entrada de los Hicsos en Egipto. Ya que -a mi entender- la invasión de los extranjeros Hicsos en el delta del Nilo, fue consecuencia de la huida de los cretenses, chipriotas, hurritas, mitanios y canáneos; escapando del desastre del Tera-Santorino y no fruto de unas campañas militares preparadas desde Anatolia.
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Por cuanto decimos, paulatinamente y durante esos años el reino del Nilo se disgrega; entrando en crisis durante todo el siglo XVIII a.C., debido a luchas internas. Llegándose al Segundo Periodo Intermedio (1750 a 1580 a.C.) durante el cual el Alto Egipto (zona Sur) se mantendrá en manos de faraones verdaderamente egipcios, mientras el Bajo (el Delta) termina siendo invadido por extranjeros, llamados Hicsos. Este reino del Norte fue gobernado por gentes llegadas hasta la desembocadura, tras el desastre del Tera y a través de Canaan. Repetidamente hemos hablado de esa dinastía de Faraones extranjeros (llamados Hicsos), que a mi juicio procedían de Creta y de la zona del Tera-Santorino. Tratándose de población cretochipriota y anatólica, que tras la explosión del volcán se vería obligada a huir del área del Tera, refugiándose en Canaán. Donde fundan un nuevo reino; pero más tarde, aprovechando que los egipcios habrían abandonado el Delta del Nilo (tras la erupción, cuyos maremotos piedras y humos llegaron hasta las costas nilotas). Entraron esos migrantes en tierras del faraón, asentándose en ellas y creando el reino Hicso; que perdura en la desembocadura desde el 1660 al 1560 a.C. (aprox).
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AL LADO Y ABAJO: Junto estas lineas, torques de oro hallado en El Viso (Córdoba) y fechado en el Bronce Antiguo (hacia el 2000 a.C.) -propiedad del Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Observemos que en sus extremos contiene un “labrys” o hacha doble. Estas bipennas eran el símbolo sagrado máximo de la cultura minóica. Asimismo, el signo fue exportado a Chipre, que igualmente lo usó como marca de su cultura durante la Edad de Bronce. Sabemos que el último lugar del Mediterráneo que conservó este diseño como un signo de veneración, fue la Península Ibérica. Donde se han hallado cientos de objetos con esa forma, que también se relaciona con el metal, la riqueza y los lingotes “piel de buey” -incluso se encontró este diseño en plantas de edificios sagrados y altares; preferentemente tartessios (siendo esta la linea que también guardan los pectorales de oro del Tesoro de El Carambolo)-.
ABAJO: Mapa que ya habíamos publicado, donde se marca el reino Hicso de Avaris, y el reino Hicso de Canaán. En rojo, estos dos territorios; a la izquierda en que tuvieron en la desembocadura del Nilo desde el 1660 al 1560 a.C. (aprox). A la derecha, la extensión del reino Hicso en Canaán (a quienes se atribuye la fundación de Jerusalén). El mapa que vemos está trazado sobre uno de Israel publicado en el libro de M.J.STEVE “Por los caminos de la Biblia” (página 86 -Barcelona 1967-). En lineas discontinuas rojas he marcado las fronteras de ese reino hicso; en lineas azules, el área de gran influencia de su gobierno, que tenía como frente Norte de importancia la zona de Meggido y Hazor (señaladas con un círculo rojo). Asimismo podemos ver en letras rojas la capital hicsa Avaris y su segunda ciudad Memfis; y en letras verdes la situación de Biblos. Puerto de influencia egipcia, de cuya destrucción o sustitución nacerían los emporios fenicios desde el siglo XV a.C. (Sidón y Tiro), fronterizos con Israel y con las tierras de los filisteos (Gath -Gaza- y Golán).
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AL LADO Y ABAJO: Junto estas lineas, la famosa Estela tartessia de Solana de Cabañas (Cáceres), tal como la exhibe el Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Si observamos su parte baja, veremos claramente grabado un carro, del que conserva dos ruedas intactas. El personaje (a la derecha) es representado bajo una lanza y una espada; junto a su casco y su espejo, rodeado por un enorme escudo y sobre el carro de guerra. Estas grandes losas podemos fecharlas hacia el siglo IX a.C., momento en que parece también entró el carro de guerra en la Península. Abajo, una rueda de tipo “Toya” (tal como la exhibe el Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Varias ruedas de carro se encontraron en el enterramiento jienense de Toya (siglo V a.C:), donde pudieron recuperarse bastante completas, comprendiendo el funcionamiento de sus ejes. Estas se identifican con las que aparecen en las estelas decoradas Tartessias.
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ARRIBA, AL LADO Y ABAJO: En la imagen superior, una de las ruedas halladas en la tumba de Toya, tal como la exhibe el Museo Arqueológico de Jaen (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Observemos como la dificultad para que estas ruedas girasen bien, no solo está en la perfección de su circunferencia; sino principalmente en el eje, que siendo de hierro (como el que vemos) no tiene problemas. Pero en el caso del carro de guerra Hurrita, inventado hacia el 1750 a.C., hemos de entender que usaban bronces muy elásticos y sistemas sofisticados para que la rueda pudiera girar, sin partir el eje al calentarse.
Al lado y abajo: Estela tartessia de La Atalaya (Orellana) tal como la expone en dibujo y original, el Museo Arqueológico de Badajoz (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Observemos de nuevo un carro, junto a un personaje, al lado de su armamento. Como hemos dicho, estas estelas se fechan entorno al siglo IX-VII a.C.; un momento en que el uso del carro debía estar muy extendido entre los guerreros peninsulares. Es de destacar que el carro es un elemento típico de quienes luchaban en el desierto; donde al no existir pedregales ni bosques en sus campos de batalla, podían utilizar este noble sistema. Muy por el contrario, en tierras como las de España, el carro tan solo podría manejarse si había extendida una gran red de caminos bien cuidados. Siendo casi imposible batallar con esos vehículos en los montes o en los valles de Iberia (por muy llanos que fueran; ya que existen centenares de accidentes que actúan como impedimentos para manejar un carro). Así pues; la profusión con la que aparecen estos carros en las estelas de lo siglos X al VII a.C., habla de una extensa red de caminos peninsulares, perfectamente cuidados y -a mi juicio- usados desde el neolítico para practicar la trashumancia.
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a - 3) Cronología comparativa en la Península Ibérica (2200 al 1500 a.C.):
Comenzaremos mencionando que en Creta, desde principios del II Milenio a.C. se había producido el auge pleno del Minoico Antiguo, llegando a su mayor desarrollo hacia el 1800 a.C.. En estas épocas hemos de suponer que llevaban al menos mil años viniendo hasta tierras iberas expedicionarios llegados desde Oriente explotando sus minas (fundamentalmente las de Almería). Se sabe que igualmente llegaron los cretenses en estos milenios hasta Galicia, donde se documenta el grabado en un petroglifo con un barco del tipo minoico temprano. De ello consideramos que desde este siglo XIX a.C., navegantes cretochipriotas y de Oriente Medio irán aculturando las costas peninsulares -del litoral andaluz y portugués, llegando al gallego y cantábrico-, creando una “civilización” que siglos más tarde se conocerá como ibérica. Esta será el fruto de los contactos entre precolonizadores orientales y las diferentes fases culturales que vivió la Península. Que ya vimos fueron las siguientes: Desde el 2200 a.C., se extingue la cultura de Los Millares; dando paso a El Argar. Aunque estas dos culturas peninsulares del Bronce (Millares y Argar) habían convivido con el Megalitismo y con el Vaso Campaniforme. Este último fenómeno, extendió por toda Europa -desde las costas de Almería- el vaso en forma de campana, comenzando entorno al 2800 a.C. y decayendo mil años después, para desaparecer definitivamente hacia el 1600 a.C.. De tal manera, en nuestras tierras tenemos desde el 3500 al 2200 a.C. (8) : Los Millares. Del 2800 al 1700 a.C.: El Vaso Campaniforme. Desde el 2200 hasta el 1550 a.C.: El Argar. Pero además, entorno al 1600 a.C., cuando El Argar queda de forma residual, irá apareciendo una nueva cultura que se denomina Cogotas I. Esta fase distinta y que toma el nombre de un cerro cercano a Ávila capital (el de Las Cogotas, donde se hallaron sus primeros vestigios); es una etapa de plena recesión y que comprende desde el 1500 al 950 a.C.. Recordando sus enseres a los anteriores, aunque no llegan a la perfección del Campaniforme ni a la de El Argar; caracterizándose por cerámicas “excisas” o bien en técnica de “boquique”.
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En lo que refiere al Egeo, desde el 1800 hasta el 1680 a.C. se produce la época de primer esplendor del mundo Minoico; que perdurará hasta su destrucción en el siglo XVII a.C. (con la erupción del Tera-Santorino). Siendo nuestra teoría que en estos años los cretenses aculturizan los litorales de las costas peninsulares; desde Levante hasta las Atlánticas (cubriendo todo lo que sería la actual Valencia, Andalucía, Sur y Norte portugueses, tanto como Galicia y el Cantábrico). En lugares cercanos al litoral peninsular se asentaría una cultura minera, en contacto con los Cretominóicos; dedicada a la compra e intercambio de metales procedentes de las minas y ríos españoles. Asimismo en nuestra teoría, desde el 1800 al 1200 a.C. nacería lo que a mi juicio conocemos como “la civilización peninsular” y que luego genera “la ibérica”. Una cultura común a toda la Península, nacida después del Campaniforme y venida desde Oriente preferentemente tras la erupción del Tera; portando un idioma cercano al Lineal A de Creta y unas costumbres semejantes a las minoicas. Ellos es lo que denominamos en nuestra teoría “la primera protocolonización de los indomediterráneos”; gentes llegadas de Creta, Chipre (e incluso Anatolia) y que trajeron por mar su idioma, sus caracteres raciales y su cultura, durante el II milenio a.C.. Creemos que la lengua ibera y parte de la actual vascuence, procedería del Lineal A cretense. Y que a su vez, del tipo racial que hemos llamado indo-mediterráneo (creto-anatolio del II milenio) descenderían: Lusitanos, Galaicos, Cántabros, Astures, Vascos y Pirenaicos. Cuyos ADN son muy distintos a los de otros pueblos europeos (fundamentalmente al de los Helenos, Fenicios y sobre todo, al de los Celtas –a quienes quedarían unos mil años para hacer acto de presencia en nuestras tierras-).
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Por su parte, el seísmo del Tera-Santorini (1680 a.C.), iría antecedido y precedido por siglo y medio cargado de movimientos telúricos y erupciones, que azotaron y devastaron la zona durante mas de ciento cincuenta años. Lo que motivaría la huida de sus pobladores. Debido a ello, Creta en esos momentos sufrirá un enorme cambio de periodo, dando paso al Minoico Medio III (conocido como “era de Los Palacios 2º” o etapa de Minos). Todo lo que además explica que Creta tenga por entonces una cronología en paralelo con Egipto y que se desarrolle el Minoico Medio III en iguales fechas al final del Segundo Periodo Intermedio y con el Reino Hicso del Nilo (iniciándose en el 1730, culminando en el 1680 y acabando entorno al 1580 a.C.). Dataciones que su vez coinciden con el final de El Argar; cuya fase tercera es desde el 1750 a.C. al 1550 a.C. (casi en paralelo con el periodo segundo intermedio del Nilo y con el Minóico Medio III). Estas fases coinciden también con las que vive Anatolia y su Imperio Hitita, que como dijimos se funda en el 1700 a.C. y decae hacia el 1450 a.C..
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AL LADO Y ABAJO: Dos fotografías del abrigo y peñas de La Atalaya, en Muñopepe (provincia de Ávila). Junto estas lineas vemos la entrada a una de estas formaciones rocosas naturales, que guardan pinturas esquemáticas fechadas entre el 3500 y el 2200 a.C.. Son las únicas de este tipo, en la provincia de Ávila y a mi juicio se deben al parecido de este lugar con una atalaya llena de dólmenes. Debido a que sus enormes peñas, forman de manera natural abrigos y refugios, que hacen ver construcciones megalíticas artificiales. A ello seguramente se debieron sus primeros asentamientos, que se han datado entre el 4500 y el 3500 a.C.; con la llegada de población en etapa del megalitismo, quienes -a mi juicio- lo consideraron un lugar sagrado. Pues, tal como podemos ver en las fotografías, estas rocas semejan construcciones ciclópeas, lo que pudo atraer hacia la atalaya a personas unidas a los dólmenes. Posteriormente, llegarían allí gentes coetáneas a Los Millares; quienes entre el 3500 y el 2200 a.C. grabaron infinidad de pinturas esquemáticas. Pese a ello, gran parte de su historia y datos se han perdido, al haber sido usada la zona como cantera hasta hace pocos decenios -tal como podemos ver en la foto de abajo-. Pero además, las pinturas que se descubrieron y protegieron hace algunos años; han sido destruidas recientemente (esta vez por el vandalismo, las hogueras y los graffitis; que ciertos salvajes hacen para divertirse -acabando con un importante patrimonio milenario-).
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AL LADO: Dos de los paneles de pinturas de Muñopepe (Ávila), fechados entre el 3500 y el 2200 a.C. -tal como los muestran sus carteles indicativos-. A día de hoy, estas manifestaciones apenas se pueden observar, debido al vandalismo que casi ha terminado con ellas. Sin lugar a dudas, se trata de signos esquemáticos hechos por gentes cercanas a Los Millares o quizás mas bien podríamos atribuirlos al Vaso Campaniforme. Pues en Castilla y León -más concretamente en Ávila-, hay diversos yacimientos campaniformes.
ABAJO: De nuevo uno de los abrigos donde se encuentran las pinturas de Muñopepe; como podemos observar, su apariencia es la de un dolmen natural, lo que explicaría los asentamientos allí en época del megalitismo (para usar la zona como lugar de culto o simplemente para habitarla).

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AL LADO: Mapa que presenta J.Francisco Fabián García en su estudio: “El enterramiento campaniforme de túmulo 1, en Aldeagordillo, Ávila”. En este gráfico vemos los hallazgos en la zona de dólmenes, de tumbas campaniformes, túmulos y de fosa. Aldeagordillo dista muy pocos kilómetros de la capital avulense, situándose al comienzo del Valle de Ambles y muy cerca de Muñopepe (donde están las pinturas esquemáticas fechadas entre el 3500 y el 2200 a.C.).
ABAJO: Vaso y cazuela campaniforme procedente de Aldeagordillo, tal como los exhibe el Museo Provincial y Arqueológico de Ávila (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).


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a - 4) Conclusión a las cronologías comparativas (del 2200 al 1500 a.C.):
Tras lo que hemos explicado, nos es fácil entender por qué entre el estallido del volcán Tera y la expulsión de los Hicsos (desde el 1680 al 1560 a.C.); cambian todas la eras y etapas históricas de Egipto, Oriente Medio, Anatolia, El Egeo y del Mediterráneo. Incluyendo las de nuestra Península, que desde el final de El Campaniforme (1700 a.C.) llega a El Argar III (1750-1550 a.C.) y termina generando Cogotas I (1500 a.C.). Por su parte, en Creta, durante esos siglos cae el Imperio Minoico Palacial (Medio I y II, del 2200 al 1700 a.C.); destruyéndose esa civilización antigua y pasando al periodo Minoico Neopalacial (Medio III 1650-1600 a.C.). Llegando muy pronto el Minóico Tardío; la famosa era de Cnossos (1550 a.C.). Asimismo, en El Egeo y en tierras de la posterior Gracia, se cierra el ciclo de Cicládico-Heládico Antiguo y Medio (2200 al 1650 a.C.) y se pasa al Cicládico-Heládico Reciente, donde comienza a nacer Micenas (desde el 1600 a.C.).
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En lo que se refiere a Anatolia, ya vimos como en fechas cercanas al volcán Tera (entorno al 1700 a.C.) se funda el Imperio Antiguo Hitita (quizás por refugiados llegados desde Creta; ello explicaría que el idioma hitita y el luwio pasen a escribirse en forma minóica -alfasilábica-). Mientras hacia el 1450 a.C. decae el mundo hitita y nace el Imperio Nuevo de Hatti, que desaparecerá hacia el 1200 a.C. con la caída de Troya (surgiendo entonces la etapa de los reinos neohititas). Asimismo, Cerdeña había vivido una etapa de influencia peninsular ibérica, cuando comienza su etapa Campaniforme, hacia el 2100 a.C., que termina en el 1600 a.C.. Surgiendo por entonces la fase sarda llamada Bonnano, que tan solo dura un siglo y termina hacia el 1500 a.C.; mientras Cerdeña permanecía en el Bronce Medio. Finalmente diremos que en Malta termina la fase llamada Cementerio de Tarxien (2500 al 1500 a.C.) y pasa durante esos años a la Edad del Bronce Final, que comienza entorno al 1500 a.C. en la isla (perdurando hasta la llegada plena del hierro -750 a.C. aprox-).
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Por su parte, ya habíamos visto el modo en que desde el 1700 a.C., los hurritas habían atacado Mesopotamia (el reino de Hammurabi), batallando luego en Oriente Medio (fundando Mittani) y llegando hasta Canaán, ocupando las fronteras de Egipto. Un imperio nilota que se tambaleaba por entonces; más aún tras el estallido del Tera-Santorino, cuando sus élites temerosas se refugian en el Sur, abandonando el Delta (ante las malas señales que observan de humos y aguas polucionadas por la erupción). La desembocadura del Nilo quedará sin protección y muy pronto la atacarán los canaáneos, los cretenses y los hurritas, cruzando desde tierras vecinas y fundando allí en reino Hicso (entorno al 1660 a.C.). Aunque cien años más tarde son expulsados del delta por los verdaderos egipcios, que llegan hasta el norte para echar de sus tierras a esos “falsos faraones” extranjeros. Iniciándose de ese modo el Reino Nuevo, entorno al 1560 a.C.. Así, desde mediados del siglo XVI a.C. no solo se inicia el Imperio Nuevo faraónico, sino también varían radicalmente la gran mayoría de las fases históricas de Oriente Medio, en El Egeo, en Creta, Anatolia, Cerdeña, Malta y la Península Ibérica.
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En lo que se refiere a nuestras tierras, vimos que desde el 1650 al 1550: Comienza el Bronce Final peninsular. Cambiando por entonces todo el armamento y el modo de trabajar el bronce. De tal manera, el siglo XVI a.C. culmina con el desarrollo y plenitud en el Sudeste Peninsular de El Argar (en la zona fundamentalmente del Sureste Peninsular). Esta cultura que comienza en el siglo XXII a.C. en el litoral almeriense, se habría iniciado por buscadores de metal venidos desde el Mediterraneo Oriental (a mi juicio cretochipriotas). En nuestra opinión, ya hemos dicho que el nacimiento de El Argar III -fase última- se debió a la venida hasta nuestras costas de los huidos tras el terremoto del Tera, desde zonas próximas a Creta (después de la destrucción del Imperio Minoico hacia el 1680 a.C.). La llegada de estas gentes es lo que en nuestra teoría denominamos “Segunda oleada indomediterranea”; donde vendrían a Iberia primeramente los cretenses huidos de Tera. Aunque varios siglos más tarde (desde el XIII a.C.) seguirían el mismo camino de huida hacia el Occidente lejano, los pueblos asentados en Creta, Chipre y Canaán, que se ven acosados por la expansión del Hierro. Asimismo, las numerosas convulsiones que se producen desde este siglo XVI al XIII a.C., en Oriente Medio, traerán lógicamente a nuestras tierras a quienes antes solo venían a ellas para comerciar.
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Todos estos hechos van aculturando progresivamente las costas de Iberia con pueblos “indo-mediterráneos”. Pero sobre todo, tras 1560 a.C., la caída del reino Hicso de Egipto debió “arrastrar” gentes de todos los lugares hacia el Oeste. Fundamentalmente cuando Egipto -tras su victoria contra esos hicsos- comienza a adueñarse nuevamente de Canaán, batallando en las zonas vecinas y llegando a asediar incluso a Biblos (a la que consideró colaboracionista de los reyes hicsos). Así, la caída de Biblos, que fue atacada por su traición y apoyo a los extranjeros; debió marcar el final de los viajes hacia el Occidente remoto, realizados por esa ciudad portuaria. Pasando desde entonces la cabeza thalasocrática a Creta y Chipre; quienes desde esas fechas podrían llevar a cabo expediciones hasta nuestras tierras, vendiendo los metales al faraón. Ya que Biblos fue considerada fuera de la órbita egipcia, pasando a la influencia de Ugarit; siendo finalmente el puerto gibliota absorbido por el mundo fenicio -que nace paulatinamente desde esas fechas-. Sin duda alguna, todo ello provocaría en nuestra Península el final de la cultura argárica (de Almería) derivando hacia el mundo de Cogotas I -originando el Bronce Final-. Siendo la cultura de El Argar III y la de Cogotas I, las que posteriormente generarían el mundo ibérico; constituyendo asimismo algunos de los sustratos y antecedentes mas importantes a la de Tartessos. Aunque Argar III y Cogotas I desaparecerán sobre el año 1000 a.C., con las primeras importaciones de hierro (fundamentalmente con la llegada en nuestro litoral de precolonizadores orientales, previos a los fenicios).
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ARRIBA, AL LADO Y ABAJO: Tres fotografías de Las Cogotas. Arriba, una imagen del Castro durante el atardecer. En el monte que vemos a nuestra derecha se encuentra el yacimiento de Las Cogotas; que fue descubierto como un campamento vettón; aunque en sus excavaciones hallaron restos previos a la ocupación celtibérica y que se remontaban hasta el 1500 a.C.. Tras estudiar estos sustratos inferiores de Las Cogotas -ajenos al mundo ibérico y muy anteriores al castro prerromano-, observaron materiales de una cultura que sucedió a El Argar y que se extendió por toda la Península. Siendo esta nueva fase arqueológica denominada: Cogotas I; periodo que comienza entorno al 1500 a.C. y termina con la primera llegada del Hierro a nuestras tierras (hacia el 950 a.C.).
Al lado: Subida al Castro de Las Cogotas, por el lado opuesto de la foto anterior. Está también situado en las proximidades de Ávila, pero en este caso en Cardeñosa (a unos diez kilómetros, en dirección a Olmedo). En ese lugar se halló el famoso yacimiento vettón, bajo el que aparecieron los restos de una cultura muy anterior, que -como hemos dicho- se denomina: Cogotas I.
Abajo: Restos procedentes de Cogotas I, tal como los exhibe el Museo Provincial y Arqueológico de Ávila (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Parece absolutamente lógico pensar que Cogotas I desciende directamente de las gentes del Vaso Campaniforme y Argar III, asentadas en la Meseta (especialmente en lugares ricos en minas de metales, pero también gemas y sobre todo de sal). Esta cultura permanece como forma residual del Argar III y se extendió por toda la Península, desde el 1500 al 1000 a.C.; cuando los hombres del Bronce Final y del Primer Hierro acaban con ella.
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ABAJO: Mapa nuestro con las rutas del ámbar y de los metales. En rojo, rutas del ámbar, oro, plata y gemas de los V y IV milenios a.C.. En azul, rutas cobre y estaño del III milenio a.C. (durante la Edad del Bronce). En verde, las rutas del Estaño puro, durante el II milenio a.C. la época del Bronce bajo.
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B) - DEL 1500 a.C. AL 1000 a.C. (del final de El Argar hasta el de Cogotas I):
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b-1) Cronología comparativa con Malta, Cerdeña, Creta, Chipre, El Egeo y Anatolia (1500 al 1000 a.C.):
Como habíamos dicho, en Malta esta fase será en la que termina la Edad de Bronce Antiguo y Medio, llamada “Cementerio de Tarxien” (del 2400 al 1500 a.C.); comenzando el Bronce Final, que perdura desde el 1500 a.C. hasta el año 750 a.C. (cuando aparece el Hierro en la isla). Pues la llegada del nuevo metal a Malta se lo debemos a fenicios asentados en costas muy cercanas; en la famosa Cartago (fundada en el 825 o bien en el 814 a.C.). De este modo vemos como desde el 1500 a.C. Malta se desvincula de los hechos que se suceden en el resto del Mediterráneo. Algo que -quizás- nos habla de la unión entre esta isla y Biblos; ya que Malta se aísla en tiempos en que Egipto ataca Biblos (separándose el faraón de ese puerto, al considerarlo colaborador de los hicsos). Parece así, que las costas maltesas pudieron ser principalmente una base giblita; y que a finales del Bronce no necesitaban llegar hasta Malta los minóicos, los chipriotas -ni menos los egeos-, cuando navegaban hacia tierras del extremo occidente. Un hecho que habría aislado esa isla tras la caída de Biblos (1500 a.C.). Momento en que surge paulatinamente Fenicia, que cuando se desarrolla y viaja hacia el Oeste (durante el sigo IX a.C.), decidirá poner su base en Cartago y no en Malta (pues a mi juicio, los viajeros anteriores -durante los milenios IV y III a.C.- llegaban a la Península desde Oriente Medio costeando África; costumbre que siguieron los giblitas, parando en Malta y posiblemente usándola como base oculta).
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Lo que expresamos se entiende observando el mapa anterior, donde comprendemos que la ruta más rápida desde Creta o Chipre sería poner rumbo Oeste puro y alcanzar Sicilia con Cerdeña; para arribar finalmente a la Península Ibérica. Pero durante los milenios IV y III a.C., las embarcaciones eran más ligeras y las singladuras solo podrían hacerse de cabotaje. De tal manera, para viajar desde Oriente Medio hasta el extremo Occidente mediterráneo, el método sería ir costeando el Norte del Mediterráneo; y mejor, por el Norte de África. De ese modo se entiende que los primeros expedicionarios que se dirigían hacia nuestras tierras (realizando cabotaje por el Mediterráneo Sur), podían parar y en Malta, utilizándola como base intermedia. Pero ya desde la caída de Biblos, las naves eran de mayor tamaño y los conocimientos en náutica permitirían singladuras de varias jornadas en alta mar; por lo que al final de la Edad del Bronce se podría viajar de forma directa desde Creta y Chipre hasta Sicilia y Cerdeña (para alcanzar después nuestras costas).
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Observando las cronologías antes referidas, entenderemos que en El Egeo -y tierras de la posterior Grecia- comenzase el periodo Micénico (desde el 1650 al 1150 a.C.); marcando su inicio el volcán Tera-Santorini (1680 a.C.), para desarrollar lo que posteriormente iba a ser Micenas. Así pues las fases de estos periodos Egeos o Continentales -también llamados Heládicos ó Cicládicos: Reciente I, II y III- son las siguientes: Micénico Antiguo (1650-1450 a.C.), Micénico Medio (1450-1400 a.C.) y Micénico Reciente (1400-1150 a.C). Correspondiéndose la primera etapa con el tiempo sucedido entre la explosión del Tera y el nacimiento del Imperio de Minos, tras la reconstrucción de Creta y el final del poder de los Hicsos en Egipto. La segunda (1450-1400 a.C.), es paralela al tercer Palaciego minóico y a la fase de florecimiento de palacios como Cnossos. Mientras que el periodo final del Micénico (1400 -1150 a.C.) marca claramente la fase de expansión de la Micenas continental, su separación de Creta hacia el 1150 a.C. y la llegada del Hierro por estas fechas (tras la caída de Troya y la dispersión de los pueblos dorios y aqueos por el Egeo).
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La última fase (Minoico Reciente) se produce tras la periódica difusión del acero; gracias al templado inventado en Anatolia en el siglo XIV a.C.. Lo que provocó finalmente la caída del Imperio Nuevo Hitita y la expulsión de gran parte de los habitantes de Anatolia, quienes buscaron tierras donde asentarse, navegando por todo Oriente Medio y por el Egeo. Gentes errantes a los que conocemos como Pueblos del Mar. Quienes llegan hasta Canaán; logrando allí una porción de territorio, al que llamaron de los filisteos y de las tribus de Dan -danaos-. Aunque los filisteos realmente fueron quienes huían del Egeo, de Creta y Chipre; cuando las hordas del hierro conquistan sus islas, sus mares y las tierras continentales. Tomando los nuevos dueños la actual Grecia el nombre de Aqueos, y más tarde, el de dorios (quienes acaban con Micenas y con el mundo minóico). Por lo demás, algunos de estos Pueblos del Mar, que vagaban errantes en ejércitos de grandes naves; llegaron a atacar las costas de Egipto. Y aunque el imperio del Nilo desde el siglo XIII a.C. pretendió combatirles, resistiendo repetidamente esas invasiones llegadas por el Mediterráneo. Finalmente el faraón se vio obligado a darles una patria en tierras propias y próximas a Egipto. Logrando los Pueblos del Mar que en el siglo X a.C., un general de su origen -navegante, emigrado y mercenario- subiera al trono del Nilo; con el nombre de Sesonq I.
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ARRIBA, AL LADO Y ABAJO: Tres fotografías con objetos paralelos, procedentes de Iberia, Creta y Chipre. Arriba, un cuenco con tapa cerámico, del Periodo Cretense Prepalacial (fechado entre el 3200 al 2600 a.C.) tal como lo muestra el Museo de Heraklion, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen. Observemos la decoración en triángulos similares a los que lucen incisos los enseres y objetos cerámicos de Los Millares (periodo peninsular fechado entre el 3500 y el 2200 a.C.) Al lado, dos joyas en forma de bandas de oro; también Prepalaciales cretenses y en este caso fechadas entre el 2250 y el 2300 a.C. -propiedad del Museo de Heraklion, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Observemos en la banda de abajo los dos ojos, muy semejantes a los que se representan en las figuras de Los Millares. Algunos consideran que esta faja áurea se situaba sobre los ojos del difunto; aunque el aspecto que tiene es de un objeto apotropáico, cuyos dibujos en esa forma servía para combatir el aojo (tal como se supone eran los diseños peninsulares iguales y los de ídolos con ojos mesopotámicos). Abajo, vitrina del Museo Arqueológico Nacional -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen- en la que podemos ver ídolos-placa de la época de Los Millares (3500-2200 a.C.), que lucen esas decoraciones en triángulos y con forma de ojos (tan similares a las que existían en Creta durante los mismos siglos).
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Pero sigamos con cuanto acontecía en Chipre y Creta durante el tiempo del que hablamos (desde el XVI al XI a.C.). Cuando desde el 1600 a.C. en la isla de Minos nace el periodo Neopalacial; fase de reconstrucción, tras los daños ocasionados por el Tera (ochenta años antes). Momento en que se llega a un nuevo florecimiento, promoviéndose hacia el 1450 a.C. la Era del rey Minos, con el periodo palacial. Una etapa en que esta isla ejercerá una enorme influencia en todo el Mediterráneo; logrando ser el centro mercantil y marinero de mayor importancia del Mediterráeo. Arribando -a mi juicio- con sus barcos hasta nuestras costas, para comerciar los metales (en especial el cobre y el estaño). Es así como entramos en la etapa de los Palacios cretenses (Cnossos, Faistos, Malía etc), observándose un enorme progreso y riqueza en la isla. Piélago que estaba suficientemente apartado de tierra como para evitar ser por entonces invadido; todo lo que explica las apenas defensas existentes en sus ciudades-palacio. Pese a ello, es mi teoría que en Creta existiría un sistema para repeler posibles ataques de extraños llegados por mar, valiéndose de toros bravos. Salvajes uros, que dispuestos en batanes junto al mar, evitarían que los extraños desembarcasen; bastando soltar esas reses en las playas y puertos, para repeler cualquier intención de conquista. A mi juicio, este sistema de defensa sería exportado por los cretenses a algunas de sus zonas de influencia; con el fin de que los expedicionarios extraños tampoco alcanzasen aquellas tierras donde los de Minos llegaban (para obtener oro, plata, estaño y cobre). Siendo así como creo personalmente que llegó el toro bravo a Iberia; donde sería criado sin castrarse y como una especie salvaje, cuyo uso era el de guardar las tierras -del mismo modo que los perros fieros se utilizan para guarecer una casa-.
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Este método de repeler a los extraños y la distancia de Creta hasta otras costas, les permitiría estar seguros durante la edad del Bronce (sin necesitar siquiera murallas, tal como se observa en las ciudades-palacio de la época). Aunque con la llegada del hierro, la situación cambió radicalmente. Pues el precio de las naves se abarató, debido a la facilidad de trabajar la madera con herramientas férreas; tanto como lo hicieron las armas, al ser el acero un metal fácil de encontrar y de forjar (a diferencia del cobre y el estaño). Así pues, es en el siglo XII a.C. cuando los aqueos y los dorios -procedentes de Anatolia- pudieron fabricar gran número de barcos y armar a miles de hombres gracias al hierro; llegaron primero hasta Troya, entorno al 1200 a.C. (tal como narra la Iliada). Pero un siglo más tarde ya dominarían las islas del Egeo, incluso la de Creta; haciendo caer Micenas y el reino de Minos. Pues ni micenios ni minóicos les podrían hacer frente, al estar armados principalmente con bronce. Por su parte, los batanes de toros bravos, que pudieron actuar como sistema de defensa contra invasores durante la Edad del Bronce. Serían muy poco efectivos durante la del Hierro, al ser fácilmente saeteados por los numerosos arqueros que tenían los ejércitos férreos. Capaces de fabricar miles de puntas de acero, cuyas flechas y lanzas lograrían acabar con los uros salvajes, antes de que se les acercasen. Estas razones motivaron que entre el 1100 y el 1000 a.C., se llegara al postminóico; finalizando la cultura eteo-cretense y comenzando la fase helena de la isla.
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Algo muy similar sucede en Chipre, cuyas etapas e Historia fueron paralelas a las de Creta -al menos, durante estos siglos-. De tal manera, en Chipre se produce entre el 1500 y el 1400 a.C. el Bronce Reciente (Chipriota Reciente); que marca un florecimiento paralelo al que vivió Creta durante el nacimiento del Neo-Palacial (cuando se crean palacios como el de Cnossos o el de Malia y Festos). Por su parte, los siguientes ciento setenta años (del 1400 al 1230 a.C.) se denominan etapa de “expansión comercial Micénica”; marcando un momento en que Chipre logra dominar el mercado de Oriente Medio los metales. En especial el del estaño y el cobre, tal como muestran pecios del tipo hallado en Uluburún; barco hundido cerca de la isla, en las costas de la actual Turquía, cargado con decenas de lingotes cúpreos y de casiterita (con marcas chipriotas). Asimismo, esa nave encontrada hace unos decenios en Uluburún también transportaba objetos de oro procedentes de Canáan y de Egipto; por lo que se supone, se trataba de un mercante de origen chipriota, que durante el siglo XIV a.C. realizaba la ruta: Egeo, Creta, delta del Nilo, Canaán, Ugarit, Chipre -y vuelta al Egeo-.
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Gracias a pecios como el antes referido, sabemos que estos barcos de origen chipriota comerciaban el metal de Cerdeña y lo fundían en lingotes, dándole una forma similar a la que siglos antes habían usado los cretenses: Semejante a la piel de buey (o a un gran hacha doble). Así pues, el hallazgo en distintos puntos del Mediterráneo de aquellos talentos con el diseño de un “pellejo” (oxhide); hace evidente que los cretochipriotas navegaban por todos los confines, para importar el metal al Egeo y a Oriente Medio. Llegando especialmente en su comercio, hasta Cerdeña, Córgea y el Sur de Francia (donde han aparecido ese tipo de talentos hoy llamados “oxhide” = “piel de buey”). No podemos demostrar la existencia de estos lingotes cretochipriotas en la Península Ibérica; aunque sí que habrían dejado el modelo de diseño, como una forma sagrada (imitando el cuero del animal). Todo lo que sería repetido por las generaciones posteriores y a finales de la Edad del Bronce Peninsular. Apareciendo repetidamente esta marca semejante al pellejo de toro (ox-hide) en altares, plantas de edificios, en joyas y en múltiples objetos sagrados ibéricos o tartessios.
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Así pues, en Chipre vimos una primera etapa en paralelo al reinado de Minos (del 1550 al 1400 a.C.), otra de florecimiento comercial micénico (desde el 1400 al 1230 a.C). Pero finalmente pasarán a una final de dominio aqueo, que comprende desde el 1230 al 1190 a.C.. Momento en que -como hemos dicho- se expanden los primeros pueblos del Hierro, entre los que destacaron estos, llamados Aqueos y que dieron nombre al Egeo. Nacidos seguramente en Anatolia, los aqueos avanzaron armados con el nuevo metal por todo el litoral que antes había pertenecido a Micenas; llegando a dominar finalmente Troya (y con ello, el comercio de los metales). Durante este periodo chipriota de invasión aquea, se tiene la constancia de que esa isla que antaño dominó las rutas marítimas del estaño y del cobre -hacia el remoto occidente-; decayó cuando el Hierro se difunde por la zona (antes del 1200 a.C.). Siendo así como se llega al una nueva crisis en Chipre, en la que además aparecen los Pueblos del Mar -de los que hablábamos antes-, arrasando sus tierras entre el 1190 y el 1150 a.C.. Todo lo que culminará con una fase de destrucción de la isla debida a movimientos sísmicos repetidos, acontecidos entre los años 1150 y 1050 a.C.. Lo que probablemente salvaría a Chipre del asentamiento definitivo de esas gentes errantes del Hierro. Unos Pueblos del Mar que seguramente huyeron de la isla, al vivir los terremotos que allí se producen continuamente, al poco de ocuparla -seismos que perduraron entre el 1150 y el 1050 a.C.-.
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Tras la marcha de los Pueblos del Mar, que seguramente escaparían de Chipre buscando mejor territorio (yendo hacia Canaán, e incluso a Egipto); quedaría un reducto de población en la isla, formado por gentes autóctonas y por otros huidos de las invasiones del Hierro. Principalmente por cretenses que se sabe llegaron a Chipre escapando de la ocupación aquea en su tierra (1190-1170 a.C.); pero especialmente durante la invasión doria, que destruyó el mundo micenio y el minóico (del 1100 al 1000 a.C.). Así pues, nos encontramos Chipre salvada de la llegada de las hordas del hierro (Pueblos del Mar, Aqueos o Dorios); a mi juicio debido a que entre el 1150 y el 1050 a.C. sufrió continuos terremotos. Lo que haría de aquella isla el refugio seguro para los cretenses y micenios, escapados de las invasiones del hierro. Todo ello permitiría que en Chipre continuara una cultura que se perdió en otros lugares (la autóctona de El Bronce). Siguiendo aquí la civilización creto-chipriota, con su periodo Chipro Geométrico (1050 al 700 a.C.); en gran parte gracias a la protección que los fenicios les proporcionan y a cambio de que este piélago actuase como “tapón” frente a la posible llegada de invasores a las costas de Fenicia.
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De este modo entendemos por qué los púnicos abrieron en esta isla varios puertos, pero nunca la llegan a invadir; ya que actuaban como aliados. Por ser los chipriotas los mayores enemigos de quienes se habían adueñado del Egeo desde el sigo XII a.C. (aqueos y los dorios, que tras destruir Micenas y la Creta de Minos, invadieron las tierras que antes dominaban los de Creta y sus ascendientes). De este modo, se comprende la alianza entre esa isla y los habitantes de las costas de Oriente Medio (púnicos, asentados frente a ellos en ciudades como Tiro y Sidón); pues el piélago chipriota serviría como defensa, para que no pasaran armadas a invadir el litoral de Fenicia. A mi juicio, a cambio de la protección y confianza que otorgaban a la isla estos fenicios, que fueron heredando los conocimientos náuticos y las rutas que Chipre y Creta conocían desde épocas muy remotas. Caminos marítimos para mercadear con los canaáneos y con el faraón; pero sobre todo, para alcanzar los metales del Occidente. Haciéndose paulatinamente los habitantes de Tiro y Sidón con una enorme armada comercial y con las rutas del metal hacia nuestras tierras; tras fundar diversas colonias de paso -como Cartago-.
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ARRIBA: Foto compuesta, con tres ejemplos de cultos compartidos en Creta, Chipre y en la Península Ibérica. A nuestra izquierda, un dibujo mío con el modelo altar de oficios hallado en Cueva de Almanzora y fechado a fines del II milenio a.C.. En medio, un pequeño altarcillo de cuernos cretense, hecho en cerámica, fechado entre el 1800-1700 a.C. y procedente de Cnossos (tal como lo muestra el Museo de Heraklion, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). A nuestra derecha, altar en Pigadhes (Chipre) fechado en el Bronce Tardío -entorno al 1500 a.C.-. Estos altares con cuernos, típicos del minóico y de la cultura cretochipriota, aparecen también en Canáan, despues del 1200 a.C.; seguramente tras la huida a zonas como Meggido, de gentes procedentes de Creta (llegados con el éxodo que la expansión del Hierro provoca en El Egeo). En España los veremos repetidamente durante el final del Bronce y también en el comienzo del Hierro; en forma de altarcillos tartessios con el diseño de piel de buey o con pequeños cuernos.
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ARRIBA, Y ABAJO: Dos imágenes con lingotes de la Edad del Bronce. Arriba, lingotes cretenses, procedentes de Agia Triada y fechados entre el 1500 y el 1450 a.C. (tal como los muestra el Museo de Heraklion, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Con estos talentos de cobre comerciaban su metal los minóicos en época de Cnossos (durante el Neopalacial) dando al cobre la forma de hacha doble o bien de piel de animal. Ambos diseños se explicarían en base a que cada lingote equivaldría a un número de bipennas (usadas como moneda de cambio, en la época) o bien a una determinada cantidad de cabezas de ganado (cuyo valor también se tasaba en pieles -utilizadas comúnmente para el trueque-).
Abajo, dos talentos de cobre; a la izquierda, pieza sarda fechada entre los siglos XIII y XII a.C. y perteneciente al Museo de Cagliari (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). A la derecha, uno de los muchos lingotes hallados en el Uluburún; pecio del siglo XIV hallado en aguas de Turquía, que se supone de un barco creto-chipriota. Este tipo de lingotes aparecen en las naves hundidas de Chipre y en las minas de Cerdeña. Todo obliga a pensar que la mayor parte del cobre que comerciaban los creto-chipriotas lo obtenían en el extremo occidente; fundiéndolo en Cerdeña con este diseño (semejante a la piel de toro). Pues en las proximidades del Mediterráneo se habían agotado las minas cúpreas a mediados del segundo milenio a.C.; sin existir apenas yacimientos de casiterita (que tan solo había en Cerdeña -de baja calidad- y en Almería o Murcia). Muy por el contrario; eran riquísimas en metales preciosos las costas del Atlántico; desde Huelva hasta Jutlandia, pasando por las Islas Británicas.
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Para terminar este epígrafe, describiremos lo que sucede en Anatolia durante esta etapa que analizamos -desde el 1500 a 1000 a.C.-. Donde, como ya dijimos, a mediados del siglo XV a.C. cae el imperio Hitita; debido a guerras internas. Estas luchas parece que se suceden en el corazón de Hattusa (la capital imperial) motivadas por reyertas entre familiares que pugnan por hacerse con el poder. Aunque la crisis hittita más bien deberíamos comprenderla, motivada por el enorme poder que extiende por entonces Egipto; tras expulsar a los Hicsos y rehacer su imperio, en una nueva fase de florecimiento llamada Imperio Nuevo (que comprende desde el 1580 al 1085 a.C. -apox.-). Pues tras retomar el poder del Delta y echar a los extranjeros de sus dominios, lo primero que promueven los faraones es guerrear en las tierras vecinas, hasta recuperar el corredor de Palestina (llegando pronto a Siria, para evitar nuevas invasiones del Nilo). Ello, y sus alianzas con Mittani, motiva que los hittitas entren en crisis y sus élites caigan, subiendo al poder nuevas familias, dispuestas a pactar con el faraón (sino a someterse a él). Así se funda un Nuevo Imperio Hitita, que finalmente llegará a vencer a Egipto, gracias a las armas de acero; pero cuya duración será bastante breve, también debido a la difusión del Hierro.
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De tal manera, sabemos que los de Hattusa regeneran su reino hacia el 1450 a.C. creando aquel Imperio Nuevo de Hatti, que dominarán nuevos nobles. Pero los tremendos fríos que se producen desde el 1400 a.C., a mi juicio son el motivo de que en el Cáucaso se logre templar el acero. Pues el hierro se conocía como metal dulce y se extraía de los meteoritos, creando con ese mineral puñales inoxidables pero de filo muy débil (como la daga de Tutankhamón, con la que fue enterrado en fechas anteriores a la Edad del Hierro). Pero entre el 1400 y el 1350 a.C. parece que se halló el método de templarlo y convertirlo en acero; algo que a mi juicio se debió a una enorme ola de frío, que obligaría a crear hornos de mayor fuerza y sobre todo a usar el carbón para calentarse. Método que permite lograr temperaturas superiores a los mil grados y que por lo tanto, funde el mineral férreo. Pese a todo, aún quedaría por descubrir el sistema de templado; que debió hallarse por casualidad, orinando sobre las piezas al trabajarlas. Ya que la temperatura ideal para convertir el hierro en acero, es trabajarlo sobre un baño líquido a unos 35 grados.
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Aquel gran invento haría caer todo el mundo del Bronce, comenzando por el propio del lugar en que se descubrió: Anatolia. Acerca de lo sucedido con el nuevo metal, conocemos que entorno al 1250 a.C. el rey hititta Hattusi III, regaló una espada de hierro al gran Ramsés II; cuando manda al Nilo a su hija, como esposa del faraón. Siendo este el momento en que el acero entra por vez primera en Egipto; pero debiendo de pensarse que unos cincuenta años antes, ya se forjarían buenas dagas con este material en Anatolia (más o menos perfectas y rígidas). Así pues, el comienzo del Hierro debemos fecharlo entorno a esas fechas (desde fines del XIV a mediados del XIII a.C.); considerando que hacia el 1300 a.C., los hittitas ya tendrían espadas férreas mucho más resistentes que cualquier arma de bronce. Ello supuso, en primer lugar, el avance de los de Hatti sobre Oriente Medio, logrando llegar a las fronteras del Nilo. Pero asimismo, la enorme preocupación de los faraones, tras conocer la existencia de este nuevo metal, del que ya en el 1350 a.C. tendrían noticias -pese a que por entonces aún no sería tan perfecto, ni sabrían forjarlo como acero-. Estos hechos nos llevan a entender por qué a mediados del siglo XIV a.C., Amenofis III y su hijo, Amenofis IV (Akhenatón), realizan una política de pactos continuados con Mittani y el mundo hititta. Viendo que sus vecinos les superaban en fuerza (seguramente tras la aparición de las primeras amas de hierro). Aunque sería ya en época de Ramses II, cuando se ven obligados a aceptar la superioridad del Imperio Hittita, tras ser derrotados y casándose el propio Ramsés con una princesa de Hatti (para lograr alianzas con ese reino que les superaba en fuerza).
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ABAJO: Pareja de leones neohititas, procedentes de una basa de columna hallada en Tell Tainat, fechados antes del siglo VIII a.C., propiedad del Museo de Antakya (al que agradecemos nos ermita divulgar la imagen). Observemos el paralelo entre estos leones que abundan en la estatuaria neohitita, entre los siglos X al VIII a.C. y los que posteriormente surgen en la Península Ibérica. Acerca de ello, hemos de recordar como el profesor Bendala dedicó parte de sus estudios a analizar los leones de la España prerromana (fechados entre los siglos VI al IV a.C.); que preferentemente aparecen en la zona de Levante y Andalucía. Comparándolos con los neohititas; llegando a la conclusión de que pertenecían a una misma cultura. Por cuanto -a mi modo de ver- hemos de considerar que tras la caída de los reinos neohititas (siglos VIII-VII a.C.); muchos de sus habitantes se refugiaron en la Península Ibérica. Donde sabemos que compraba su estaño el rey Midas; monarca neohitita famoso por su riqueza y su amor a los metales. Quien reinó en Gordión (Frigia), hasta que sus tierras fueron invadidas por tribus cimmerias, que le obligaron a suicidarse hacia el (670 a.C.); tras lo que se supone arrasaron la población y confiscaron todas sus riquezas (destruyendo el reino).
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Finalmente, el Hierro se difunde desde el imperio Hitita a sus alrededores, provocando la caída de Troya a manos de los aqueos; gentes marineras -conocedores el acero- asentados en tierras e islas del Egeo. Quienes asediarían ese punto de paso hacia el Mar Negro, demostrando que ya no interesaba aquel lugar que cerraba Troya en el estrecho del Bósforo. Pues con el nuevo metal férreo, no era necesario ir hasta el Cáucaso en barco, para buscar estaño o cobre y debiendo pedirse “portazgo” a Troya (que dominaba el paso). Todo ello significó que desde entonces, cualquier pueblo podría hacerse con un arsenal de armas; habida cuenta que las minas de hierro abundaban por doquier. Así pues, la caída de Troya entorno al 1212 a.C. no es más que el reflejo del derrumbe del mundo del Bronce y del hittita; un imperio cuya decadencia comenzó hacia el 1200 a.C. (para desaparecer definitivamente un par de decenios después). Quedando desde esta época, Anatolia entera sumida en la anarquía y en las razzias de los Pueblos del Mar; gentes autóctonas que se sublevan contra sus señores hittitas y los derrotan (llevando al desastre al imperio de Hatti hacia el 1180 a.C., pero viéndose pronto obligados a huir de su lugar de origen).
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Tras ello, aquellas hordas terribles del hierro, que arrasaron las tierras de la actual Turquía; se propusieron adueñarse de gran parte del Mediterráneo, promoviendo continuas expediciones, en las que atacaron primero: El Egeo, Creta, Chipre, Canaán y Egipto. Pero más tarde lanzaron sus ejércitos de mercenarios embarcándose hacia los litorales de: Italia, Sicilia, Cerdeña, Córcega y hasta las de España. Sabiéndose que los “danaos” de Canáan y de Cerdeña tienen este origen; así como los “sardos” (conocido Pueblo del Mar que dio nombre a la isla sarda). Incluso, los tirrenios y etruscos pudieron proceder de los “turta” y “teresh” (también citados entre estos pueblos errantes marineros, que atacaban las costas desde el 1200 a.C.). Siendo teoría de algunos historiadores que los mastienos y bastetanos del Sur de España, pudieron tener esta misma procedencia (de los “masawas”, otra tribu del mar). Mientras que Schulten propuso que los tartessios nacían de igual rama que los etruscos, venidos con las migraciones de ese Pueblo del Mar denominado “turta” o “teresh” (antes mencionado). Finalmente añadiré, que entre estos emigrados desde Oriente hacia el Occidente mediterráneo, a mi juicio habríamos que contar a los “cereteos”; como huidos de la Creta invadida por los aqueos hacia el 1200 a.C.. Unos creto-chipriotas o “cereteos” que en Canaán serían asimilados a los Filisteos; pero que en el extremo occidente -a mi entender- habrían tomado su nombre original, siendo conocidos aquí como “curetas” (pueblo citado entre los tartessios).
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Para terminar este epígrafe añadiremos que hacia el 1100 a.C. nacerán en Anatolia los reinos neohititas, como recuerdo del Antiguo y Nuevo Imperio de Hattusa (por entonces completamente desaparecido). Siendo aquellos reinos neohittas tan solo una memoria residual del mundo anterior; donde las diversas facciones del Hierro, llegaron a crear varios estados de poca importancia, que conservaban la lengua hittita (en forma de un nuevo idioma llamado luwio). Estos reinos neohititas perduraron hasta que Asiria -junto a los escitas-, y más tarde Grecia; cayeron sobre Anatolia. Pues los pueblos Cáucaso (que odiaban el mundo hittita) se unieron a los asirios, quienes junto a otros enemigos procedentes de Oriente Medio, les atacaron repetidamente, sometiéndoles. Aunque finalmente los reinos neohititas fueron aniquilados por invasiones como la helena. Que se hizo con el centro de la actual Turquía fundando allí el reino de Lidia y erradicando a toda la población anterior y a la que llamaban frigios. Unas gentes que se vieron obligadas a huir de sus tierras de origen durante los siglos VIII y VII a.C.; en los que griegos, asirios, cimmerios y otros enemigos, invaden repetidamente sus reinos, aniquilando su población y su cultura. Siendo forzados todos los antiguos habitantes del mundo hittita, a emigrar desde esta época (so pena de ser esclavizados o ejecutados, como se hizo con quienes no huyeron). Viajando hasta zonas como Italia y la Penínsua Ibérica, donde desde el siglo VIII a.C. veremos estatuaria, arte y joyería de tipo neohitita (preferentemente en el área levantina española y en la tatessia).
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JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, estela del Viso de Córdoba, fechada hacia el siglo VIII a.C., tal como la expone el Museo Arqueológico Nacional (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, leona ibérica del siglo V, propiedad del Museo Arqueológico de Córdoba (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Ambos son dos casos donde se manifiesta la llegada de precolonizadores venidos desde Anatolia (o del Egeo), importando a la Península nuevas modas. En la Estela del Viso de Córdoba, podremos observar un nuevo armamento y enseres que surgen en nuestras latitudes entorno al 1000 a.C.. Siendo de destacar el casco con cuernos (típico de las tribus de Anatolia), las espadas de tipo Bronce Final y el enorme escudo que luce el guerrero. Quien además va adornado con pendientes y luce entre sus atributos, un espejo y un peine. Finalmente, a sus pies, podemos ver un pequeño carro de guerra (similar a una biga romana), tirado por lo que parecen dos caballos. Por su parte, la leona del Museo de Córdoba, es uno de los muchos ejemplos de arte neohitita en nuestra Península.
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AL LADO: Monumento conocido como la tumba del famoso rey neohitita Midas -dibujada por Faucher-Gudin (de una lámina de Perrot and Chipiez; publicada en “History of Egypt ….” por G. Maspero)-. De este monarca dicen las fuentes clásicas que compraba sus estaños en tierras del Atlántico. En la cita (9) podemos ver que la mención de los textos antiguos acerca de la compra de metales hecha por el rey Midas en zonas cercanas al Estrecho de Gibraltar; tiene fundamentos históricos.
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b-2) Cronología comparativa con Egipto, Oriente Medio y Canaán (1500 al 1000 a.C.):
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Comenzaremos por describir lo que sucedía en Egipto durante estas fechas; con el fin de recoger paralelismos históricos que nos ayuden a comprender los acontecimientos de la Península Ibérica en una misma etapa. Así pues, sabemos que desde el 1560 a.C. el reino del Nilo entra en una nueva fase de florecimiento conocida como el Nuevo Imperio (que durará casi quinientos años). Por cuanto hasta el 1080 a.C., el país faraónico vivió su último gran periodo; etapa de crecimiento que fue truncada en su progreso en dos ocasiones: Primeramente por las crisis internas debidas a Akhenatón y la nueva religión que quiso imponer entre los suyos. Pero más tarde debido a la invención del hierro, que trajo nuevos pueblos hasta el Nilo; atacando inicialmente las fronteras, pero que finalmente llegaron a destruir las viejas estructuras faraónicas. Así pues, comenzamos por la sucesión de los hechos, tal como cronológicamente aparecen en la Historia:
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Después del 1550 a.C., tanto era el odio de los egipcios antiguos hacia los hicsos y a sus gentes asociadas, que fue denostada la misma ciudad de Biblos; pese a que durante miles de años había sido tenida por aliada del Faraón (colonia, casi hermana). Por su parte, sabemos que entre el 1570 y el 1550 a.C., Ahmosis y Tutmosis II expulsaron definitivamente a aquellos hicsos; tenidos por los faraones como “tiranos e ignorantes, bajo cuyo reinado no hubo prosperidad”. Consecuentemente, ese periodo anterior de dominación “extraña” (el Reino Hicso), llevaría a Egipto a tener un fuerte sentido patrio y a fortalecerse militarmente; pero sobre todo a desear destruir Canaán. Por lo que después del 1550 a.C., los nilotas se convirtieron en una sociedad en plenamente xenófoba. Tanto como para no desear contacto económico con países desconocidos; siquiera despertando su interés por crear una marina mercante -y aún menos, para enviar expediciones marítimas-. Debido a ello, tan solo dedicaron sus astilleros y los barcos egipcios, a la guarda y custodia de sus costas. Aunque con su capital en Tebas (hoy Luxor, a setecientos kilómetros tierra adentro), poco les preocupaba un ataque naval en el Delta. Así pues, decenios más tarde, fue bien recibida la aparición de naves extranjeras venidas desde las costas de Oriente Medio (cercanas a Biblos); pues ello suponía que los súbditos del faraón no necesitaban salir de sus dominios. Asimismo recibieron bien a las de Chipre y Creta; islas que les habían proporcionado barcos y realizado durante casi un milenio el trabajo comercial o marítimo.
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De ese modo, una nueva civilización de canaáneos -“hombres rojos” (púnicos o púrpureos)-, comienza a gestarse por entonces; al tener un gran éxito en su comercio con Egipto durante esa primera fase del Imperio Nuevo (desde el siglo XV a.C.). Por cuanto los Faraones de la XVIII Dinastía no solo dan a los canaáneos de las costas el “monopolio” y confianza para ser sus marinos mercantes; sino incluso, les dejan establecerse en pequeños barrios del Nilo -debido a que estaban originariamente mezclados y muy unidos con otros egipcios que habían emigrado a Canaán-. De este modo, comenzaron a establecer sus negocios en el delta estos cretochipriotas y pre-fenicios; tanto como para institucionalizarse como comerciantes, asesores y banqueros de ricos, o nobles faraónicos. Siendo este el momento en que comienza a nacer lo que luego sería Fenicia, que aún en el siglo XV a.C. era solo un “proyecto”. Aunque en los centenios siguientes se iniciará como el gran emporio comercial de las costas de Oriente Medio. Creando fortalezas sobre islas y cabos, suficientemente distantes o protegidos, como para poder defender sus ciudades solamente valiéndose de barcos (elevando capitales de la importancia de Tiro y Sidón, en mitad del mar y al modo que miles de años después imitarían puertos como Venecia). Consecuentemente, desde el siglo XVI a.C. hubieron de abrirse nuevos emporios y astilleros en las costas de Canaán, gracias a los bosques con cipreses del Líbano. Siendo históricamente evidente que esos canaáneos a los que luego llamaremos fenicios, heredaron paulatinamente la función mercantil ante el Faraón, que hasta entonces estuvo solo en manos de los bibliotas, cretenses y chipriotas.
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SOBRE Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Arriba, Siete pendientes de oro hallados en la cámara sepulcral de Djehuty (circa. 1470 a. C.), tal como los expone el Museo de Luxor desde 2014 -agradecemos al Museo de Luxor y a José Manuel Galán, nos permitan divulgar su imagen-. Abajo, reproducción de parte del tesoro de Villena tal como lo expone el Museo Arqueológico Nacional -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Observando detenidamente las piezas de ambos ajuares, se ven paralelismos en el diseño y en la forma de trabajar el oro. Aunque el tesoro de Villena se data mucho más tarde; fechándolo los expertos en el Bajo Bronce (entre el 1200 y el 900 a.C.). Pese a ello, no nos extrañaría la hipótesis de que aquel enorme ajuar hallado en Villena -del que sabemos fue trabajado por joyeros peninsulares-; fuera un encargo para entregar a mercaderes, que lo llevarían hasta Egipto (o bien a Oriente Medio). Quizás en unas fechas un tanto anteriores a la datación que actualmente tiene ese tesoro, y más cercanas al florecimiento del Nuevo Imperio (hacia el siglo XIV a.C.).
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Así pues, desde la caída de los Hiscsos, dejarán de ser los egipcios compradores o aliados de Biblos y llegan hasta este área del Líbano como recaudadores del faraón; cuyos cobros e impuestos en tiempos de los Tutmosis (II, III y IV) fueron verdaderamente duros -sobre todo para el puerto gibliota-. Tanta era la furia contra estos que hubieran ayudado a los hicsos, que Tutmosis II se alía con el reino de Mitani y unidos a Babilonia, deciden repartirse Canaán, para someterlo por completo. Creando así un fortísimo imperio nilota que comprendía Líbano y Siria, llegando hasta el Eúfrates. En esta intención de venganza no cesaron los faraones coetáneos, y Tutmosis III, desconfiando de sus aliados (en 1462 a.C.) incluso atacará Mitani por el Eúfrates; para controlar totalmente a los semitas -recordemos que esta civilización mesopotámica de Mitani, había sido de fundación Hurrita; de igual raíz a la de los Hicsos-. Así pues, los canaánitas que no huyeron del Nilo al caer el mundo Hicso, pasaron a ser esclavos en Egipto; al igual que cuantos prisioneros hicieron en Oriente Medio los ejércitos del faraón en las repetidas campañas (antes citadas). De tal modo, mientras los canaáneos se intentaban liberar como podían del yugo egipcio; los hebreos caerían en “desgracia” y los que vivían en el Nilo serían desplazados desde la clase alta, hasta los mas bajos estratos sociales. Muy posiblemente ello ocurrió entre el 1560 y el 1350 a.C.; debiendo por entonces soportar la esclavitud o bien la tiranía de los faraones más guerreros y fuertes de ese Imperio Nuevo (de la XVIII Dinastía: Amosis, los Amenofis y los Tutmosis).
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En lo que se refiere a las costas y tierras vecinas del Nilo, ya dijimos que desde el siglo XIV a.C. se asientan en Canaán tribus pre-israelitas y semitas, que van proporcionando un nuevo sustrato a la antigua civilización Giblita (de Biblos). De esta unión entre la cultura de Biblos, los hebreos y pueblos del Hierro llegados por mar, nacerá progresivamente Fenicia dos siglos después (en el litoral del actual Líbano). Mientras a estos puertos pre-fenicios irán viniendo oleadas de marineros que se desplazan desde Creta, Chipre y Asia Menor; quienes les aportarán los conocimientos náuticos y de astilleros, para crear una verdadera Civilización del Mar inigualable. Estas serán tribus que desde Anatolia y zonas del actual Mar Egeo comienzan a emigrar en ese siglo XIV, para buscar suerte como mercenarios, hallar nuevas rutas de metales, y encontrar un territorio donde asentarse. Son diversos pueblos “protoindoeuropeos” que hasta entonces habían convivido con el imperio Hittita, ocupando sus fronteras en la costa de la actual Turquía. Pero múltiples sucesos y convulsiones de este siglo, hacen que se movilicen buscando prosperar en el Mediterráneo a esas gentes que emigran de Anatolia. De las que creemos, en principio fueron preferentemente de origen cretochipriota, unidas a indoarianos (Hittitas) mezclados en Asia Menor con semitas y Canaanitas. Todo ello durante una época en la que los cretenses y chipriotas manejaban principalmente el comercio de la zona Norte del Mediterráneo; siendo quienes importarían los metales, desde el Occidente a Oriente (al menos hasta la aparición del Hierro).
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Aunque -como dijimos- el florecimiento del Nuevo Imperio dura hasta el 1350 a.C., pues con la llegada de Akhenatón, los canaaneos dejan de sufrir este férreo control del Nilo; ya que el “rey hereje” no impedirá que Canaán se “independice”, o que sea tomado por los Hittitas (olvidando toda obligación política y militar en esas tierras). Así pues, desde el 1377 a.C. (fechas aprox. +/- 30 años), cuando sube al trono Amenofis IV, el gran “rey hereje Akhenatón”; las tierras vecinas se ven liberadas, porque este faraón dedicará todo su reinado al mundo cultural y espiritual -sobre todo, a la reforma religiosa que personalmente decide llevar a cabo-. Una “herejía” con la que intentó imponer lo que se ha denominado “el monoteismo” de Egipto. Aunque realmente todo parece más bien un intento de ese Faraón por apoderarse de la fuerza de la iglesia egipcia y controlar la religión, pues lo que pretendía era una gran reforma administrativa para controlar el clero; tanto como un acercamiento de su pueblo a creencias más propias de semitas y canaáneos. Por lo que se piensa que este faraón trató de imitar cultos canaáneos y mitanios de su época; seguramente para llegar a una confluencia con estos pueblos vecinos.
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Así pues, hacia el 1350 a.C. hemos de destacar la gran crisis de Amarna, provocada cuando el rey Ameonofis IV pasó a llamarse Akhenatón; proclamando el nuevo culto a un solo dios, que debía ser adorado bajo el nombre de Atón. De este modo anuló los ritos del anterior Amón, declarando herejes a todos los que siguieran las antiguas veneraciones del Nilo y proclamando su nueva religión para Egipto entero. Las razones para esos cambios de rito y culto, ya las hemos estudiado en varios de nuestros artículos (10) ; aunque pueden resumirse diciendo que por entonces el Nilo necesitaba seguir dominando todo el corredor de Palestina, llegando hasta Mitani. Principalmente para que los Hittitas no prentedieran entrar en el Nilo, pero sobre todo para evitar que los pueblos de Oriente Medio no se aliasen en una liga conjunta para atacar al faraón. Siendo así, parece que Amenofis IV decide proclamarse como Akhenatón y promover un culto en sus tierras semejante a los que seguían los pueblos canaáneos, sináicos o de Oriente Medio. Copiando -de algún modo- el dios único de Abrahám y de algunas tribus del Sinaí, con el fin de procurar la paz con ellos. Pensando a su vez en controlar el clero; confiado en que aquella reforma religiosa sería fácilmente admitida entre los egipcios, porque -de algún modo- en el Nilo también se adoraba a un dios supremo y casi único. Como lo era Amón y la figura de Osiris.
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SOBRE JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Arriba un fresco faraónico donde vemos un barco enarbolado; este tipo de naves se usaron ya desde la primera Dinastía (3000 a.C.) para realizar expediciones hacia el actual Líbano (adquiriendo allí maderas) o bien a zonas como Nubia (en busca de metales preciosos). Al Lado, una pinaza vasca del sigo XVII, recuperada del mar (tal como la muestra el Museo Provincial de Bilbao, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Observemos en las cuadernas que la técnica para su fabricación ha sido la misma usada durante milenios; variando tan solo el tipo de maderas y los metales utilizados para ensamblar el casco de la nave (bronce o hierro). En este tipo de pinazas (de unos quince metros) navegaban los marineros vascos por todo el Cantábrico, llegando hasta Inglaterra sin problemas y logrando navegar por lugares verdaderamente lejanos en el Atlántico. Todo lo que explica que desde la Edad del Bronce ya tuvieran medios para alcanzar las Islas Británicas y navegar hasta Jutlandia, en busca de metales; pues en los bajorrelieves y frescos del IV, III y II milenio a.C. vemos naves semejantes a esas pinazas del Cantábrico. Abajo, El puerto de Bayona (junto a Vigo). En su muelle y atracada, se muestra una reproducción de la carabela en la que volvió Pinzón desde América en su primer viaje con Colón (llegando a Bayona). Si observamos esta embarcación con detalle, nos damos cuenta que no es ni más grande, ni más segura, a las usadas en tiempos de Fenicia y ni siquiera en los anteriores.
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Por todo cuanto explicamos, el Atón de Akhenatón; no solo es un nuevo dios, sino principalmente un intento de aliarse con Mitani, los Canaaneos y Amorritas. Pretendiendo ese faraón débil y decadente aunarse con aquellos pueblos vecinos, cuando observa como los Hittitas “bajaban” desde Anatolia, realizando terribles razzias y conquistando antiguas tierras de frontera faraónica en el Medio Oriente. Por lo tanto, y a nuestro modo de ver, no es aceptable la teoría extendida que afirma cómo los hebreos nacen en tiempos y del reinado de Akhenatón. Produciéndose el Éxodo tras la caída de este rey; cuando el faraón vencido y expulsado tiene que huir de Egipto, encaminándose hacia Canaán junto a sus seguidores y quienes le apoyaron en el Nilo. Pese a ello, es verdad que dentro del mundo hebreo hay dos tribus consideradas de origen egipcio -o extranjero- llamadas de Efraím y de Manases. Dichos grupos son los que fundan el reino de Judá (ajeno al de Israel) y se consideran llegados tras la época de Akhenatón al Jordán; creyendo que se establecen en este momento al Sur de Canaán. De tal manera, solo esas dos tribus se pueden considerar posibles migraciónes venidas desde el Nilo, tras la herejía de Akhenatón -en épocas cercanas a Ramsés II (tal como la Historia recuerda)-.
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Por su parte, algunas ciudades Oriente Medio ocupadas por egipcios, deciden continuar fieles al faraón; pero en época de Akhenatón no se les envía ayuda a fronteras y pronto caen pasto de los caudillos Caananitas revueltos, que ayudados por los Hittitas destruyen sus emporios. La fama de Egipto se desvanece y nadie puede permitirse mantenerse ya fiel a Amenofis IV (Akhenatón); quien mientras su reino se hundía, dedicaba sus principales esfuerzos para que los egipcios adorasen a Atón en vez de a Amón. De este modo, el reino del “Faraón hereje” y su herencia, se convierte en una anarquía; y en ese periodo de declive -dicen- aparece por primera vez en la zona del Sinaí un pueblo que los del Nilo llamaron “Apiru” y que creemos se traduce como “los del otro lado”. Dichos Apiru (o Hapiru) son según muchos autores los que luego se llamarían hebreos; quienes durante el reinado de Akhenaton se intentan establecer al Oeste del Jordán y más tarde parece que consiguen hacerlo al Este de aquel río. Pese a todo, en nuestro modo de ver, quizás es entonces cuando los hebreos (o Apiru) se escinden de Egipto, huyendo a tierras más lejanas, al otro lado del Mar Rojo. Muchos creen que es en esa época cuando huyen del Nilo, pero no debemos de pensar tanto en una huida como en el hecho de que en ese momento Egipto pierde la hegemonía sobre esas tierras de Canaán y del Sinaí. Por cuanto, en los ciento cincuenta años que median desde la muerte de Akhenatón, hasta el final de la XVIII Dinastía (desde el 1358 al 1200 a.C. +,-); los canaaneos que habían vivido bajo el yugo egipcio tras el comienzo del Reino Nuevo, van liberándose gracias a la decadencia de Egipto.
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Tras el fallecimiento del “rey monoteista” en el 1362 a.C. (aprox.) la anarquía se adueña de un dividido Egipto; que heredará su yerno, el famoso Tutankhamón. El nuevo soberano abjura de la religión de su suegro, e intenta reconvertir el reino al sistema antiguo; reponiendo la capital en Tebas y sustituyendo la que fundó Akhenatón dándole su mismo nombre y elevándola en el término medio del Nilo -ciudad que por entonces fue destruida y olvidada-. La nación egipcia se escinde prácticamente en esos tiempos, dividida en partidarios y detractores del nuevo culto. Luego, el fanatismo de unos y otros, deja inmerso el Nilo en una gran crisis, que casi hizo desaparecer el reino de Egipto (un debilitamiento tan solo similar a la situación que produjo la llegada de los Hicsos). Por su parte, los Hittitas aprovecharán esta situación de conflictos internos; llegando desde Anatolia a tierras del faraón y arrollando todos los puestos avanzados que tenía Egipto hasta el Norte de Siria. Alcanzando Líbano y aliándose con los Canaaneos, quienes les ven como libertadores y les facilitan el camino hacia el Sur. De ese modo consiguen los hittitas en pocos años dominar desde el Líbano al Sinaí -con alianzas o victorias- ; alcanzando -por el este- hasta la entonces egipcia Mitani, creando así los de Hattusa un imperio de extensiones desmedidas.
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En lo que se refiere al mundo fenicio y del mar; desde el siglo XIV a.C., las ciudades de las costas de Oriente Medio (Biblos, Ugarit, Sidón y etc) van situando una flota en todo el Mar Rojo. Un golfo que hubiera de haberse llamado Mar de Egipto (o de Israel), pero que se denominó “rojo”, porque quienes finalmente lo gobernaron fueron los fenicios (los rojizos o púnicos). Los habitantes de las costas de Oriente Medio (Tiro y Sidón) se adueñan tanto de este área, que desde los puertos judíos del Mar Rojo, accedían hasta el golfo arábigo o a la India. Cuanto hace evidente las alianzas entre judíos y fenicios, pero también entre egipcios, púnicos e israelitas; con el fin de mantener abierta tan interesante vía mercantil. Pues hasta ese momento en que los fenicios consiguen acceder hasta Asia por el Mar Rojo; el comercio entre La India y el Mundo Mediterráneo, se había realizado tan solo en caravanas. Consecuentemente, la confianza entre los fenicios y los del Nilo creció, tanto que desde el siglo XIII a.C. las ciudades púnicas de Tiro y Sidón, junto a los judíos, lograron abrir una ruta hasta las costas de la India por esa vía (embarcando en los puertos del Sur del Sinaí). Consiguiendo así importar hasta Israel, Egipto y el Mediterráneo, mercancías orientales. Siglos después abrirán el mismo comercio por el Mediterráneo, desde los puertos de Fenicia y Palestina, hacia el extremo Occidente; comerciando con los metales de Tartessos (la Tarshis bíblica).
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Continuando con Egipto; tras el faraón general Horemheb, se llega a Ramses I y a Seti I (en 1319 a.C.). Reyes guerreros que pretenden la reconstrucción del Reino Nuevo, con campañas en Siria y Líbano, durante los cuales hemos de imaginar que los hebreos aún permanecían en semi-esclavitud o huyendo; mientras en las fronteras de Oriente Medio se libraban múltiples batallas. Finalmente, sube al trono el famoso Ramsés II, quien deseoso de reconquistar Canaán, pierde la guerra frente a los Hittitas el año 1299 a.C. (en Siria y Líbano); derrota tras la que jamás volverá a gobernar Egipto el corredor de Palestina. Así, sobre 1283 a. C. (+,-) teóricamente los hittitas y egipcios se reparten Canaán en dos mitades, pero realmente ya ni unos, ni otros, la dominarán plenamente; pues están naciendo allí nuevos reinos y ciudades (entre los que se encontrarán los Estados fenicios y los judíos). Ramsés II se casará entonces con una princesa Hittita, para forzar el dominio de Oriente Medio y recibirá una espada del nuevo metal como regalo... . En este momento, la Era del Hierro había comenzado, y con ella se iniciaría la caída de todo mundo anterior (las culturas del Bronce, incluidas la Hittita y la Egipcia).
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JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, el sello real de Nefertiti (a esposa de Akhenatón) que tras haber sido saqueado de la tumba debió ser vendido a un comerciante cretochipriota de metales. Este lo llevaba en su barco, mientras transportaba una importante carga con unos quince mil kilos en lingotes de cobre y estaño (de tipo oxhide ó “pellejo”); aunque la nave naufragó frente a las costas de Uluburún. Frente a Chipre y en el litoral de la actual Turquía, donde el anillo de Nefertiti fue increíblemente rescatado de las aguas (unos cuatro mil trescientos años después de haberse hundido). Abajo, un dibujo mío tomado desde un fresco egipcio, donde se muestra al un médico egipcio de Nebaúm, que es pagado con un lingote oxhide (piel de buey) tras haber curado a un personaje sirio. A nuestra derecha, el servidor porta aquel enorme talento con forma de hacha doble o de cuero animal. A su lado una mujer vestida con traje cretochipriota, muestra un regalo; en el cetro, el personaje sirio agradece al médico su ayuda, haciéndole llegar los presentes que los otros dos le ofrecen.
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De tal manera, hacia el 1299 a.C. Ramsés II llegó a zonas de Palestina con sus ejércitos, adentrándose hasta Siria. Pero el hecho cierto es que fue vencido, pues ese área ya llevaba casi setenta años “independizada” de Egipto; con grandes apoyos del reino Hittita, que deseaba desgastar a sus enemigos del Nilo. Decide así Ramsés II casarse con una princesa Hittita, con el fin de de cercar Canaán y repartirse entre ambos reinos esa zona. Siendo ese el modo en como la dividen en dos partes hacia el 1283 a.C. (+,-); quedando el Sur para Egipto y el norte para los anatolios de Hatti. Aunque esta situación de nuevo dominio creó un sentimiento de nación y territorio común entre todos los pueblos originarios de Canaán, que desde entonces buscaron definitivamente unirse e independizarse de ambas culturas (la faraónica y la hittita). En este momento se produce un fuerte sentido nacional común entre los habitantes de aquellas zonas del Sinaí; intentando los fenicios, canaánitas y judíos, independizarse del vasallaje del Nilo. Hasta el mismo Biblos comienza a ser totalmente autónomo, consiguiendo marcar una frontera con Egipto y con los Hittitas (lograda plenamente sobre el siglo XII a.C.). A todo ello se sumarán dos hechos que hundirán al Nilo y Anatolia, como fueron: La aparición de los Pueblos del Mar, pero sobre todo la difusión de las armas de acero. Lo que desde el siglo XII genera unas nuevas migraciones y una nueva etapa en Oriente Medio. Un periodo durante el que se crean las tres civilizaciones que perviven en Canaán: La Fenicia, el reino de Judá-Israel y el de los Pueblos del Mar (los errantes del Hierro). Quienes habitaron la zona promoviendo gran prosperidad durante unos cinco siglos. Hasta que los Babilonios atacan Oriente Medio en el 722 a.C.; llegando a destruir sus ciudades principales unos ciento cincuenta años después.
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Debido a lo antes expuesto, creemos que desde el 1200 al año 1000 a.C. no solo emigraron expedicionarios fenicios desde Canaán hasta nuestras tierras, sino que asimismo llegarían hebreos y filisteos (debido a que este último, fue uno de los Pueblos del Mar, asentado en Gaza hacia el 1190 a.C.). Una muestra de esos viajes de los israelitas hasta Iberia son los mencionados en la Biblia como “barcos de Tarshish”, enviados por Salomón y Hiram de Tiro, cada tres años (siglo IX a.C.). Más tardío es el relato de Jonás (siglo VII a.C.); que partiendo desde Joppe (cerca de Haifa) llega a Tarshish, donde tiene “problemas” con los cultos marineros de adoración a los grandes monstruos del Atlántico -probablemente de veneración a los cetáceos-. Pese a todo, actualmente los arqueólogos ya han admitido la llegada de expediciones anteriores que aculturaron nuestras tierras, y a las que denominan “pre colonizaciones” de la Península; que se produjeron durante todo el Bronce Bajo (entre el 1300 y el 900 a.C.). A mi juicio, debido a estas convulsiones que el Hierro produjo en Anatolia y en Oriente Medio. Obligando a huir de sus tierras a gran parte de la población, que vio destruida su civilización y sometida a continuos ataques de hordas armadas con acero.
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Tras el 1200 a.C., los Pueblos del Mar emigrados a Canaán, junto con otros semitas, giblitas, tribus del Sinai, Filisteos y los isrealitas asentados junto a Tiro y Sidón; generan definitivamente Fenicia. Estas gentes de tres “mundos” antiguos distintos, proporcionan un sustrato cultural y de civilizaciones que iniciará “lo púnico”. La civilización de las costas de Canaán (Líbano), donde se dan poblaciones que comercian por mar con Egipto (y otras tierras), conservando buenas relaciones con este Imperio del Nilo, tanto como con el Hitita. Se genera un puente cultural, ayudado por los conocimientos de los Pueblos del Mar para navegar, que tienen asimismo como base, los Imperios Mesopotámicos (de los que descendían). Fenicia nace encabezada por sus dos grandes puertos comerciales y ciudades: Tiro y Sidón. Comienza por entonces la caída del Imperio Hittita en Anatolia (entorno al 1200 a.C.), quienes habían monopolizado durante unos cien años el descubrimiento del hierro y su templado. La decadencia de los Hittitas lleva a la difusión y conocimiento del nuevo metal que rápidamente se extiende hacia Oriente Medio y Micenas, generando la Edad del Hierro. Comienza así y en en este siglo, la “última oleada de indo-mediterráneos”, que terminará con la Guerra de Troya y la venida de los Pueblos del Mar migrantes desde Anatolia en estos años. Ello traerá sucesivas olas de gentes hacia el remoto Occidente mediterráneo; principalmente con la caída de Creta y la invasión de Canaán, por los llamados Pueblos del Mar (gentes errantes que tras la difusión del hierro quedan como mercenarios y navegantes).
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JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, representación de barco Heládico Reciente III (Micénio III), según Waschman en 1997. Abajo, mi sobrino japonés Tomoki, junto a la efigie del Príncipe Khafra de Egypt (hallada en la Tumba 75 de Giza) -agradecemos al Museo de El Cairo nos permita divulgar nuestra imagen-.








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El nuevo metal traerá a nuevas gentes al escenario histórico; muchos de ellos bárbaros e incultos, debido a que el hierro no precisaba casi de conocimientos para su obtención, ni era difícil su trabajo o aleación -aún menos para hallar sus minas-. Por ello, grupos formados por tribus, e incluso por bandas armadas, se bastarán para hacer frente y luchar contra los ejércitos de los grandes Estados del Mudo Antiguo. Así, a finales del siglo XIII, comienzan a bajar por el Mediterráneo turbas y hordas de piratas (en bandadas). Entre estos invasores, los más importantes fueron los grupos que surgen desde 1195 a.C hasta el 1155 a.C. (+,-), denominados Los Pueblos del Mar; que llegan a Egipto en época de Ramses III. Por cuanto en el 1156 a.C. ( +,-) ya Egipto estaba exhausto de los continuos ataques sufridos en sus costas y decide aislarse, haciendo la vida lejos del litoral marino, internándose aún más en el desierto para defenderse de esas razzias continuadas. Pese a ello, las estelas de Ramses III narran como en 1149 a.C. (+,-) este Faraón derrota a esos Pueblos del Mar y consigue que se establezcan en territorios lejanos al Nilo. Acerca de dicha victoria sobre los piratas, casi todos los arqueólogos dudan y se inclinan más a pensar que Egipto les facilita el medio para que se estas hordas marinas del Hierro encuentren hogar y puerto en lugares de Chipre, y Canaán -incluso en el Nilo-.
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Aunque aquellas gentes tan feroces ya habían entrado en territorio de Canaán, logrando establecerse al menos en sus costas unos treinta años antes, entre el 1195 y el 1185 a.C. (+,-); siendo llamados allí Danaos y también Filisteos. Por su parte, los relatos bíblicos de Sansón y David con Goliat, consideramos que refieren hechos ocurridos entre hebreos y filisteos en el siglo XII a.C. (tras convivir juntos). En los que ambos pueblos -al parecer- terminaron luchando por motivos de fé. Por todo ello, deducimos que esta leyenda bíblica se sitúa en los tiempos de la llegada de Filisteos a Canaán y hasta la formación de Israel-Judá (del 1195 a.C. al 1000 a.C.). Cuando ocupaban esas tierras los Peleteos, Filisteos o Cereteos de la Biblia; que como dijimos, son refugiados arribados hacia el 1095 a.C. a Canaán. Unos, huidos de Troya (Pueblos del Mar o Filisteos), otros de Creta y Chipre (Cereteos) y junto a ellos, todos los caídos en desgracia tras la llegada del Hierro. De tal manera, a principios del siglo X será cuando el pequeño rey David vence con una “pedrada de honda” definitivamente al gigante Goliat. Un Goliat que sería el símbolo de la capital filistea, ciudad (llamada Gat); situándose tras este hecho el nacimiento del reino de David (el comienzo del Estado unificado de Israel-Judá). Simbolizando la unión, o el dominio judío, sobre el resto de los pueblos que habitaban esa zona de Canaán.
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De este modo, hacia el año 1000 a. C. se considera que los israelitas vencieron a los filisteos; quienes en teoría eran mucho más poderosos que los de Judá e Israel juntos. Pero aquellos “débiles” judíos, actuaron tan unidos que consiguieron relegarles a una franja en la costa, no recuperando los filisteos nunca más sus tierras y debiendo vivir por siempre en aquella pequeña zona junto a las playas, llamada Gath (ver mapa bajo estas lineas); así el reino de David, triunfa ante el gran Filisteo Goliat. No es de extrañar que coincida la época de creación del reino de Judá Israel (1000 a.C.), con la llegada de colonizadores venidos desde Canaán hasta nuestras costas; gentes que hoy se denominan precolonizadores de iberia y que importaron objetos de tipo micénico y caánanita. Todo ello en un momento en que los dorios acababan de terminar con Micenas y el Egeo comenzaba de ser dominado por gentes del Hierro.
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Finalmente añadiremos que la aparición del Los Pueblos del Mar en las costas canaáneas a comienzos del siglo XII a.C., trajo como resultado inmediato el declive y casi la desaparición de Biblos y la cultura Giblita. Una antiquísima ciudad y emporio, fundada por Egipto en el cuarto milenio a.C. pero que quedó así reducida a un segundo plano. Mientras, emergieron como grandes potencias: Tiro y Sidón. Estas dos ciudades fenicias del litoral canaaneo, fueron “refundadas” y mejoradas con la llegada de esos Pueblos del Mar, que se unen a los oriundos de Canaán. Desde entonces Tiro y Sidón aparecen como dos núcleos capitales, que ya dominarían todo el comercio de la zona mediterránea oriental -hasta su caída y conquista por Babilonia (desde el siglo XII, hasta el VII a.C.)-. Por su parte, aunque los textos egipcios afirmen que desde época de Ramsés III (1200 a.C.), se rechazaron sucesivos intentos de invasión de los Pueblos del Mar y de poblaciones navegantes empujadas fuera de sus tierras en las costas de Anatolia. Finalmente, aquellas hordas se establecen en el Nilo como mercenarios y llegan a tener un faraón de su linaje (Shesonq I). Consecuentemente, en el 1085 a.C., comienza en el llamado Tercer Período Intermedio o Época Baja de Egipto (1085 a 712 a.C.); ocupando el trono hacia el 945 a.C., Sesonq I -el faraón de los Pueblos del Mar-. Desde este momento, el imperio estará ya muy dividido y los dos reinos del Alto y Bajo Nilo vivían en crisis permanente.
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SOBRE ESTE PÁRRAFO: Bajorrelieve del palacio de Sargón (en Kosrsabad) propiedad del Museo del Louvre, al que agradecemmos nos permita divulgar la imagen. La escena, del siglo VII a.C., muestra el modo en que se transportaban las maderas desde el Líbano.
ABAJO: De nuevo, mapa editado en el libro “Por los caminos de la Biblia” de M.J. Esteve (Barcelona 1967; página 86). En este podemos comparar las tribus de Israel y los Pueblos del Mar.
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b-3) Cronología comparativa y conclusiones finales: Península Ibérica (del 1500 al 1000 a.C.):
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Recordemos que hacia el 1680 a.C. nace en el Egeo el Heládico -y Cicládico- Final I, tras la explosión del Tera-Santorino. Un momento que a su vez se corresponde con el Chipriota Final I; que igualmente es paralelo al 1650 a.C., inicio del Minoico Medio IIIA (1680 a.C) y con el Minoico Medio IIIB (NEOPALACIAL, conocido como el Imperio de Minos). Todo lo que concuerda con la Península Ibérica, donde en esas fechas termina el Vaso Campaniforme y comienza a desaparecer El Argar. (hacia el 1625 a.C.). Iniciándose poco después la cultura de Las Cogotas I (entorno al 1500 a.C.). Asimismo, estas fechas serán las mismas que marcaron en Egipto la entrada de los Hicsos (1660 a.C.) y su expulsión, un siglo más tarde; naciendo por entonces el Reino Nuevo (1550 al 1085 a.C..). Por su parte, los paralelos con Anatolia son plenos, ya que es asimismo en el 1700 a.C. (+/-) cuando se funda el Imperio Hittita; cuyo esplendor se produce durante esos siglos XVI y XV a.C.. Mientras en esta época Canaán se vio sometido por los hittitas y por los egipcios; al menos hasta la aparición del hierro (entorno al 1350-1300 a.C.; cuando comienzan a enfrentarse los del Nilo y los anatolios).
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Por su parte, durante los siglos XVI al XIII a.C. parece que llegan a Cerdeña y a las Islas Baleares gentes -huidas seguramente- desde Anatolia y Creta. Así irá naciendo en Cerdeña y Las Baleares asentamientos muy relacionados entre sí, e igualmente conectados con El Argar y Creta. Finalmente, estos yacimientos que se originan en las islas hacia el comienzo del II milenio a.C., tienen su eclosión junto con El Argar (entorno al 1500 a.C.); darán como resultado las Culturas Talayóticas (en Baleares) y Nuragas (de Cerdeña). Creemos que ambas son de plena influencia argárico y cretense (así como igualmente maltesa). Constructivamente arraigadas con el Megalitismo Ibero, pero cuyos objetos de culto son iguales a los del Minoico. Asimismo, llama la atención el parecido de los Talayots y las Nuragas, con los templos de Malta; lo que obliga a suponer que estaban estas islas en las “escalas” y rutas de los buscadores de metal. del II milenio a.C.. Por ser el camino natural entre la Península Ibérica y Creta, puntos como Las Baleares, Cerdeña y Malta. Así pues, sabiendo que hacia el 1600 a.C. acaba en Vaso Campaniforme en nuestras tierras, pero también el periodo campaniforme de Cerdeña. Conociendo a su vez que en el 1500 a.C. la Isla de Malta entra en una nueva fase de tránsito, entre el Bronce final y el Hierro. A mi juicio, hemos de atribuir la creación de las culturas Talayótica y Nuraga a esos viajeros que aparecen en Malta hacia el 1500 y que acaban con el Campaniforme en la Península y en Cerdeña en igual fecha (creando un megalitismo final, entre el 1500 y el 750 a.C.).
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Por su parte, en el 1450 a.C. se produce en Creta el Minoico Tardío (TERCIOPALACIAL) y en Chipre, el Chipriota Final IIA; correspondiendo en nuestra tierra al Bronce Final IC, marcado por hallazgos de tipo Micénicos, como el de Llanete de los Moros, el de La cuesta del Negro y Belmeque. Todos ellos documentados como importaciones llegadas desde el Egeo, cercanas al siglo XIII a.C.. Además, tal como hemos dicho, personalmente nos llama la atención el parecido de Talayots y las Nuragas con los templos de Malta, lo que me obliga a suponer que estaban en estas islas las “escalas” entre Creta-Chipre-El Egeo y nuestras tierras (en las rutas de los buscadores de metal del II milenio a.C.). Al ser las singladuras más directas entre la Península Ibérica y el Oriente; atracar en Cerdeña, las Baleares o Malta. A todo ello, hemos de destacar que desde el siglo XIII al XI a.C., los chipriotas suceden culturalmente y económicamente a Creta; que cae en declive tras el 1200 a.C.. Estos cretochipriotas durante al menos dos siglos, distribuyen por Oriente Medio el cobre de Cerdeña y Occidente, comercializándolo en talentos con forma de piel de buey. Un diseño que fue el símbolo de las culturas cretochipriotas durante el bronce, pero que permaneció en las peninsulares hasta la del hierro y más concretamente en Tartessos (siendo los diferentes enseres y objetos en forma de cuero, pellejo u oxhide; el recuerdo del lingote piel de toro de Chipre, o del hacha doble -bipenna y labrys minóica-).
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JUNTO, BAJO Y SOBRE ESTE PÁRRAFO: Varias fotografías tomadas en el Museo Arqueológico Nacional (al que agradecemos nos permita divulgarlas). En ellas vemos algunos de los toros talayóticos de Costitx y cuernos de adoración, junto a palomas (objetos de culto de esa civilización balear). Estas piezas maravillosas pertenecientes a la Edad de Bronce local, muestran un enorme paralelo de cultos entre el mundo minóico y el talayótico. Pues tanto en Creta como en Baleares se adoraba al toro (bravo y a mi juicio simbolizando el totem protector); junto a la paloma (mensajera o de suelta y que considero significaba la guía en el mar).

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Desde el 1200 al 1100 y al 850 a.C. se produce en la Península la PREcolonización en el Bronce Final (decadencia de Cogotas I; término del Bronce, hasta inicio del Hierro y colonización). Estos Precolonizadores de las latitudes Ibéricas vendrían regularmente y se establecerían en tierra de forma continuada, ya en el 1200 a.C. (aprox.). Ello explica por qué desaparecería por entonces todo vestigio de culturas del bronce, como El Argar; por lo que se pasa al Bronce Bajo. Además, aproximadamente entre el 1300 y el 1100 a.C., en Cataluña se desarrolla la cultura de los Campos de Urnas que eclosiona hacia el 1100 a.C.; precisamente cuando en las Baleares se da la talayótica. Asimismo, entorno al siglo X a.C. se iniciará el camino para que nazca Tartessos (con fases como “Ria de Huelva” y sus armas del Bronce Final fechadas hacia el 900 a.C.). Cuando se supone que algunos Pueblos del Mar se dirigen hacia tierras de Iberia, como por ejemplo: Los Mashawa (que serían Mastienos o Bastetanos), los Tursha o Teresh (que podrían ser tartessios y etruscos). Otros, como los Shekeles, irían hacia Sicilia; a Palestina los Peleset ; a Cerdeña los Sardana, junto a los Danaos (que también se establecen en islas de Oriente Medio). Todo cuanto exponemos explicaría el vacío arqueológico del que se habla en nuestras tierras, observado entre el 1200 al 950 a.C.. Pues a mi juicio, este “famoso paréntesis” ó “vacío peninsular”, puede entenderse debido a las enormes convulsiones sucedidas en todo el Oriente mediterráneo, tras a la expansión del Hierro y a la caída de las civilizaciones de El Bronce.
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De tal manera, a consecuencia de los movimientos históricos antes recogidos, se produce la PREcolonizacíon de nuestras tierras, venida desde el Mediterraneo Oriental (canaaneos, micénicos, anatólicos, Pueblos del Mar y etc). Estos se unen o contactan desde ese siglo XIII a.C., con el sustrato ibérico de culturas peninsulares, por entonces en decadencia, como lo eran la del Vaso Campaniforme, Cogotas I y El Argar. Aunque fundamentalmente serán la Cultura de El Argar y Cogotas I, los antecedentes mas directos a esa precolonización que eclosiona finalmente en Tartessos. Por lo que -a nuestro juicio-, los nuevos visitantes llamados precolonizadores, fueron generando lo que mas tarde fue este reino turdetano. Asimismo, todos ellos entablarían contacto en nuestras tierras del Sur con otros viajeros y colonos mediterráneos anteriores (que yo denomino proto-colonizadores y considero principalmente cretenses y chipriotas). Establecidos en nuestras costas con anterioridad al siglo XIII, quienes debe suponerse que habrían promovido el nacimiento de las culturas anteriormente citadas (fundamentalmente El Argar). Estos contactos crearían desde comienzos de ese siglo XII a.C. el Bronce Final de Iberia, que culmina en Tartessos; civilización que florecerá plenamente en los siglos VIII y VII a.C., para decaer poco después.
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Por su parte, regersando a Oriente; diremos que al final del siglo XIII a.C se produce la guerra de Troya -a nuestro juicio, como consecuencia del descubrimiento y proliferación del nuevo metal (hierro)-. Siendo ese el momento en que numerosos pueblos se ven definitivamente obligados a huir de las costas orientales y hasta las nuestras. Gentes ya mencionadas y que en su mayoría eran fronterizos o cercanos a los hittitas; tanto como los que habían vivido bajo este imperio. Así se extienden estos Pueblos del Mar por todo el Mediterráneo, habiendo sido definitivamente obligados a dejar sus tierras anatólicas a fines del siglo XIII a.C.. Vagando en su mayoría por las islas y costas del Egeo, de Oriente Medio y de Egipto; buscando nuevos territorios donde asentarse, o dedicándose a la guerra como mercenarios. Aunque muchos de ellos no encuentran lugar en Levante mediterráneo, debiendo buscar patria en islas y costas de Italia; llegando hasta la Península Ibérica. Donde se localizan estos precolonizadores venidos con los Pueblos del Mar, principalmente en los litorales meridionales (sobre todo, en el futuro Tartessos). Destacando la aparición en el Sureste de los Meshwesh -Masavas o Mastienos- y en el Suroeste la de los Shardana -Sardanos o Sardos-. Acerca de los Danaos (otro Pueblo del Mar), no hemos de olvidar que que se sitúan en Israel, convirtiéndose algunos de ellos en la Tribu de Dan (una de las doce israelitas); mientras otros se establecen en la actual Gaza, uniéndose a los Filisteos. Aunque muchos de estos Danaos emigrarán hasta la isla de Cerdeña, llegando a la Cerdaña pirenáica y extendiéndose hacia las Baleares y la Península (tal como demuestran diversos hallazgos peninsulares de cerámicas o ritos funerarios sardos, fechados hacia el siglo XII a.C.).
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SOBRE ESTE PÁRRAFO: Gráfico mío en el cual podremos observar que la escritura ibérica y la turdetana es de origen cretochipriota. Así pues los diferentes alfasilábicos de la Península durante época prerromana, son tan solo parecidos y comparables a los de Creta y Chipre. Ello se explicaría -como hemos visto-, porque en esta segunda isla se produjo un vacío arqueológico entre el 1150 y el 1050 a.C., que impidió invasiones del hierro, que erradicasen su cultura del bronce. Todo lo que permitiría que la civilización de Chipre llegase hasta Iberia (en los viajes de colonización); donde aparecerán siglos más tarde unos alfasilabarios de tipo creto-chipriota, con los que escribirán los habitantes de la Península, antes de la llegada de los romanos. Un hecho que demuestra cómo la aculturación plena de Iberia, se produjo desde Creta y desde Chipre, importada por sus navegantes; pues de otro modo los iberos hubieran escrito con caracteres fenicios o bien griegos.
BAJO ESTE PÁRRAFO: Anuncio de una conferencia del prof. Miguel Serra sobre las estelas alentejanas. Estas extrañas losas que aparecen en tierras del Alentejo portugués; se fechan entorno a los siglos XIII al X a.C.. Están grabadas con armas y figuras de un tipo casi desconocido en la Península y la calidad de su trabajo artístico supera cuanto se hizo en toda la estatuaria de nuestra Edad del Bronce. Lo que indica una clara influencia oriental; posiblemente venida a través de Cerdeña.
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Todo lo que decimos explica los repetidos hallazgos en nuestras costas de materiales, e incluso enterramientos, de tipo sardo (fechados a finales del Bronce). Entre los que destacan cerámicas encontradas en El Carambolo, pero sobre todo el túmulo de la Roca do Casal do Meio -en la desembocadura del Sado, Setúbal, Portugal-. Asimismo, desde los siglos XII al VII a.C. aparecerán estelas funerarias de tipo “tartessio” en las que se representa un guerrero -o dama- luciendo preferentemente armas (espada de lengua de carpa, casco con cuernos, diadema, espejos, carros, liras y etc). Losas grabadas con dibujos antropomorfos y enseres ajenos a otros periodos peninsulares; que -a nuestro juicio- atribuimos a la colonización del Pueblo del Mar Sardano; pues lucen armas y cascos muy semejantes a los que veremos en la Cerdeña Nuraga. Estas estelas comienzan a desaparecer con la llegada y asentamiento de los Fenicios, extinguiéndose por completo hacia el siglo VII a.C.. Es esta la misma etapa en la que en nuestras tierras se produce el Bronce Final III (siglos XI y X a.C.) marcada por hallazgos como los de la Ría de Huelva -proliferando las espadas de bronce (en lengua de carpa, con pomo, y etc)-. Antes de que se introdujese el Hierro en la Península Ibérica, durante el siglo siguiente (el IX a.C.).
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Acerca de los hechos que empujarían hasta el Occidente a pueblos errantes desde la guerra de Troya (entorno al 1200 a.C.), recordaremos nuevamente lo que sucedió en El Egeo y alrededores en ese sigo XII a.C.: En Creta, desde el 1200 a.C. la isla se ve “visitada” por aqueos, que importan el Hierro. Poco después será atacada por los Pueblos del Mar, que la destruyen en gran parte (hasta el 1050 a.C.). Posteriormente la invaden los dorios que arrasan todo vestigio de la civilización Minóica. Se sabe que sus habitantes huyeron hacia Chipre, Palestina y otros lugares desde el 1100 a.C.. Esta etapa se denomina Posminoico y tras el año 1000 a.C. pasará a ser ya Subminóico. Por su parte Chipre (y costas frente a Anatolia) desde el 1200 a.C. ven el comienzo del Hierro, con la llegada de aqueos a la isla. Desde el 1190 y hasta el 1150 a.C. se inician las razzias y ataques de los Pueblos del Mar. Desde el 1150 a.C. varios terremotos asolan la isla. Ello creemos que salva a Chipre de las invasiones del Hierro y la convierte en refugio de cuantos huían de Los Pueblos del Mar y las hordas del Acero. Así termina la Edad del bronce y el Chipriota Tardío (III) que había comenzado en Enkomi hacia el 1425 a.C.; por lo que desde el 1050 a.C. da comienzo un nuevo periodo llamado Geométrico. Pese a todo, gracias a los cien años de terremotos, creemos que en Chipre se conservó una cultura autóctona, nacida del minóico y de los periodos anteriores de esa isla. En lo que se refiere a Anatolia, poco después de 1200 a.C. cae Hattusa, la capital de los hititas hundida por efecto de las invasiones del Hierro. El mundo hitita entra en involución y desaparición plena, hasta la creación de los reinos neohititas, hacia el 950 a.C. (promovida por la llegada de asirios y de invasores procedentes del Cáucaso). Finalmente, en el Egeo y Grecia; hacia el 1200 a.C. se inicia el Hierro y sobre el 1100 comienza el arcáico. Submicénico. Pero entorno al 1000 a.C. desaparece Micenas, dando paso al periodo Griego. Por su parte, las primeras apariciones de Hierro en la Península podemos fecharlas entorno al siglo IX a.C. (evidentemente importado desde el Oriente).
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BAJO Y SOBRE ESTE PÁRRAFO: Dos fotografías del túmulo Roca do Casal do Meio, que está en la sierra de Arábida, junto a Setúbal. Arriba, el monte y lugar donde se encuentra este enterramiento de tipo sardo fechado en el siglo XII a.C.. Abajo, foto tomada desde el lugar donde se halla ese curioso cenotafio semejante a los de Cerdeña. Como vemos, desde allí se domina toda la desembocadura del rio Sado y la salida hacia el Atlántico. Un lugar, que a más de ser paradisíaco, se trata de un estuario riquísimo y con unas condiciones climatológicas inmejorables. No hay que olvidar que desde antes del 5000 a.C. en las inmediaciones de este rio Sado se localizaron los primeros megalitos elevados en Europa. Siendo la linea de este río portugués una de las áreas más importantes de la arquitectura dolménica europea. A mi juicio, debido a la enorme cantidad de minas de oro y plata existentes por entonces en sus alrededores; tanto como a la riqueza animal que la desembocadura del Sado debió tener. Sobre todo en mamíferos marinos y en especial, ballenas; unos cetáceos que hace seis mil años debieron ser la fuente principal de alimentación de estos pueblos atlánticos.
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El Bronce Final ibérico II y III; sabemos ya que fue una etapa que comienza en el siglo XIV a.C. y termina hacia el IX a.C.. Siendo las fases de ese Bronce Bajo II, prácticamente coincidentes con la llegada de los precolonizadores (chipro-micénicos) peninsulares, hacia el 1300 a.C.; y con los primeros Campos de Urnas y que se fechan entorno al 1325 a.C.. Así pues, para terminar , debemos definir (siguiendo a Torres Ortiz); que la última fase del Bronce Final peninsular se divide en tres etapas -A, B y C- (11) . Periodos que comprenden desde el 1150 hasta el 850 a.C.. De estas, la que perdura desde el 1150 al 950 a.C., Torres Ortiz la denomina Bronce “chipriota” (etapa que se corresponde con el Bronce Final IIIA). Por su parte la del Bronce Final IIIB (del 950 al 825 a.C.) según este investigador, es ya marcadamente fenicia y presidida por el hallazgo de la Ría de Huelva. Para terminar añadimos que el Bronce Final IIIC -fechado tras el 825 a.C.- comprende en parte la Edad del Hierro y el establecimiento de bases fenicias en nuestras costas. Nada hemos de añadir acerca de quienes dominarían nuestras tierras durante esa fase de precolonización, que comprende desde el siglo XII al IX a.C.; pues es el mismo Mariano Torres Ortiz quien califica a esas últimas fases peninsulares como Bronce Chipriota (desde el 1150 al 950 a.C.).
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Para ir concluyendo recogemos que Torres Ortiz sitúa el inicio de la precolonización, ya en siglo XIV a.C.; tal como evidencia la fecha de la Cuesta del Negro de Purullena. Exponiendo que continúa la llegada de los expedicionarios orientales a fines de dicha centuria y durante el siglo XIII a.C.; etapa relacionada con micénicos, chipriotas y fenicios respectivamente. Así pues, durante los posteriores siglos XII-XI a.C. se produciría una segunda fase de contactos, que Torres Ortiz la relaciona al componente chipriota, y es principalmente coetánea de las culturas del Bronce Final del sur (sobre todo el sudoeste) y de la fachada atlántica de la Península Ibérica. Ya en el siglo X a.C. se produce la tercera y última fase, que tendría un matiz marcadamente fenicio (según Torres Ortiz) como evidencia el conjunto cerámico recientemente hallado en Huelva -del siglo X a.C.-. Finalmente añadiremos que el mismo autor, data entorno al año 900 a.C. el Santuario precolonial de Huelva y el hallazgo de la Ría de Huelva.
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Conforme a lo que hemos expresado, para finalizar este artículo, añadiremos algunos datos acerca de la precolonización (siguiendo los magníficos estudios de Torres Ortiz). De tal modo, el Bronce Final ibérico II y III; vimos que era una etapa que comienza en el siglo XIV y termina hacia el IX a.C.. Esas Fases del Bronce Bajo II, prácticamente coinciden con la aparición de los chipro-micénicos en el siglo XIV a.C. y con los primeros Campos de Urnas y que se fechan hacia el 1325 a.C.. Además y como antes vimos, el Bronce Final IIIA, IIIB, IIIC (del 1150 al 950 y al 825 a.C.), tiene una primera etapa que Torres Ortiz denomina “chipriota” y se corresponde con el 1150-950 a.C.; lo que ratifica la precolonización cretochipriota en nuestras tierras (de la que tanto hemos hablado). Aunque, según este investigador, el periodo del 950 al 825 a.C. ya sería dominado por colonos fenicios y presidido por el hallazgo de la Ría de Huelva (Bronce Final IIIB). Además y como vimos, durante los siglos XIII y XII a.C. se repite la aparición de cerámicas micénicas procedentes de la Hélade en las poblaciones de El Argar del Valle del Guadalquivir (concretamente en Montoro). Lo que obliga a deducir contactos entre Micenas y este Valle que luego sería Tartessos -antes de la llegada de los Fenicios-.
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SOBRE Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Dos imágenes del hallazgo de la Ría de Huelva; tal como lo expone el Museo Arqueológico Nacional (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Este grupo de espadas y puntas de lanzas se fechan entorno al 900 a.C. y marcan ya la tipología fenicia en el Bronce Peninsular.
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ESTE ARTÍCULO TIENE UNA PRIMERA PARTE, TITULADA:
COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE I: DESDE EL 5000 HASTA EL 2200 a.C.
PARA LLEGAR A ELLA, PULSE SOBRE EL SIGUIENTE ENLACE.
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CITAS:
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(1): Artículos:
- (A) CRONOLOGÍAS DEL MUNDO ANTIGUO, EN REFERENCIA A LA PENÍNSULA IBÉRICA. PARTE PRIMERA: ENEOLÍTICO Y EDAD DEL BRONCE: Donde analizamos las diferentes etapas y sucesos del Mundo Antiguo durante el Eneolítico y la Edad del Bronce (ligados a Egipto, el Mediterráneo, Canaán, El Egeo, Anatolia, Oriente Medio y Mesopotamia). Con el fin de comparar todo ello con los hechos observados en la Península Ibérica durante un igual periodo. PARA LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR:
- (B) CRONOLOGÍAS DEL MUNDO ANTIGUO, EN REFERENCIA A LA PENÍNSULA IBÉRICA. PARTE SEGUNDA: BRONCE FINAL Y EDAD DEL HIERRO: Donde analizamos las diferentes etapas y sucesos del Mundo Antiguo durante el final de la Edad del Bronce y la del Hierro (ligados a Egipto, el Mediterráneo, Canaán, El Egeo, Anatolia, Oriente Medio y Mesopotamia). Con el fin de comparar todo ello con los hechos observados en la Península Ibérica durante un igual periodo. PARA LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR:
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(2):
* MALTA:
PERIODO DE LOS TEMPLOS:Primeras construcciones desde el 4100 a.C.; destacan ya las de Ggantija (hacia el 3600 a.C.) y las de Tarxien (entorno al 3000 a.C.).
- 3.150 al 2.500 a.C.: Fase Tarxien
- 2.500 al 2.400 a.C.: Vacío arqueológico (posible despoblamiento de Malta). Hasta el 2500 a. C. las aldeas maltesas carecían de murallas y defensas. Al aparecer el bronce comienzan a verse pertrechos.
- 1.500 al 700 a.C. Borg in-Nadur FINAL DEL BRONCE
- 900 al 700 a.C. Bahrija FINAL DEL BRONCE, COMIENZO HIERRO
Al aparecer el bronce comienzan a verse pertrechos. Entre el 1500 a. C. y el 725 a. C., muchos de los valles son abandonados y pasan a hacer construcciones seguras en las colinas, fortificándolas. Estos edificios recuerdan a los minóicos, por entonces aparecen las primeras fortalezas.
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(3):
* CERDEÑA:
ENEOLÍTICO (2700 al 2300)
- 2700 a.C. al 2500 a.C: Ozieri Clásico
- 2500 a.C. al 2300 a.C.: Ozieri Pintado
BRONCE (2300 al 1000)
- 2300 al 2250 a.C: Filigosa
- 2250 al 2100 a.C.: Abealzu
- 2200 al 2100 a.C.: Montecaro
- 2100 al 1600 a.C.: Campaniforme
- 1600 al 1500 a.C.: Bonnano
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* CERDEÑA:
- 2300 al 2000 a.C.: BRONCE ANTIGUO I , Bonanno
- 2000 al 1700 a.C.: BRONCE ANTIGUO II, S. Iroxi
- 1700 al 1600 a.C.: BRONCE MEDIO I, Sa Turricula
- 1600 al 1500 a.C.: BRONCE MEDIO II
- 1500 al 1365 a.C.: BRONCE MEDIO III Cerámica Mettopale (san Cosimo)
- 1365 al 1200 a.C.: BRONCE RECIENTE Cerámica Pettine, C. decoración externa
- 1200 al 1150 a.C.: BRONCE FINAL I Nurágico y cerámica pregeométrica
- 1150 al 1000 a.C.: BRONCE FINAL II y III; Nurágico y cerámica geométrica
- 1000 al 750 a.C.: HIERRO I y II; Nurágico pleno
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(4): * EGEO * GRECIA:
FASES DEL HELÁDICO
- 2300 al 2200 a.C.: Heládico Antiguo I
- 2200 al 2000 a.C.: Heládico Antiguo II
- 2000 al 1850 a.C.: Heládico Antiguo III
- 1850 al 1650 a.C.: Heládico Medio
- 1650 al 1450 a.C.: Heládico Reciente I MICÉNICO ANTIGUO
- 1450 al 1400 a.C.: Heládico Reciente II MICÉNICO MEDIO
- 1400 al 1150 a.C.: Heládico Reciente III MICÉNICO RECIENTE
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(5): * CHIPRE:
- 2300 al 2200; 2200 al 2100 y 2100 al 2000 a.C.: Bronce Antiguo I, II y III.
- 2000 al 1600 a.C.: Bronce Medio
- 1600 al 1450 a.C.: Bronce Medio al Bronce Reciente.
- 1400 a.C.: Bronce Reciente o Chipriota Reciente.
- 1400 al 1230 a.C.: Expansión comercial micénica.
- 1230 al 1190 a.C.: Expasión aquea.
- 1190 al 1150 a.C.: Los Pueblos del Mar.
- 1150 al 1050 a.C.: Terremotos, destrucción, invasiones.
- 1050 al 700 a.C.; Chipro geométrico
- 700 al 475 a.C.: Chipro arcáico (dominación asiria, egipcia y persa)
- 475 al 325 a.C.: Chipro clásico ; 322 a.C. Alejandro conquista Chipre.
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(6): *CRETA en la eEdad del Bronce 3500 – 1000 a.e.v.
Datación Minoica Palaciega
3500-3000 a.e.v. AMI Pre-palaciego (anterior a la construcion de los palacios)
2900-2300 a.e.v AMII
2300-2160 a.e.v AMIII
2160-1900 a.e.v MMIA
1900-1800 a.e.v MMIB Proto-palaciego (periodo del palacio antiguo)
1800-1700 a.e.v MMII
1700-1650 a.e.v MMIIIA
1650-1600 a.e.v MMIIIB Neo-palaciego (periodo del palacio nuevo)
1600-1480 a.e.v TMIA
1480-1450 a.e.v TMIB
1450-1390 a.e.v TMII Tercer palaciego
1390-1370 a.e.v TMIIIA1
1370-1300 a.e.v TMIIIA2
1300-1190 a.e.v TMIIIB Post-palaciego (en Cnosos, periodo del palacio final)
1190-1170 a.e.v TMIIIC
1100-1000 a.e.v Postminoico Subminoico
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Fases desde 1800 a.C. hasta la desaparición del Mundo Minóico:
-1800-1700 a.e.v Minoico Medio II /// 1700-1650 a.e.v Minoico Medio IIIA ///
1680 a.C. DESTRUCCIÓN DE CRETA POR EL TERA SANTORINO
-1650-1600 a.e.v Minoico Medio IIIB Neo-palaciego (periodo del palacio nuevo).
RECONSTRUCCIÓN DEL MINÓICO, ERA DEL REY MINOS: 1600-1480 a.e.v Tardo Minoico IA // 1480-1450 a.e.v TardoMinoico IB // 1450-1390 a.e.v Tardominoico MII Tercer palaciego // 1390-1370 a.e.v Tardo Minoico IIIA1 // 1370-1300 a.e.v Tardo Minóico IIIA2 // 1300-1190 a.e.v Tardo Minoico IIIB Post-palaciego (en Cnosos, periodo del palacio final) // 1190-1170 a.e.v Tardo Minoico IIIC // DIFUSIÓN DEL HIERRO, INVASIÓN DE LOS DORIOS DE LA ISLA. HUNDIMIENTO PAULATINO DEL IMPERIO MINOICO // 1100-1000 a.e.v Postminoico Subminoico.
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(7): *ANATOLIA (Hititas):
- 1700 a.C.: Imperio Antiguo Hitita.
- 1450 a.C.: Imperio Nuevo de Hatti.
- 1200 a.C.: Caída, con Troya.
- 1200 al 950 a.C.: NEOHITITA I
- 950 al 800 a.C.: NEOHTITA II
- 800 al 750 a.C.: NEOHITITA III
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(8): * PENÍNSULA IBÉRICA:
- 5000 al 3500 a.C.: MEGALITISMO PLENO
- 3500 al 2200 a.C. Segunda fase del megalitismo y Los Millares.
- 2800 al 1700 a.C.: Última fase megalitismo y Vaso Campaniforme.
- 2200 al 1550 a.C.: El Argar.
ARGAR I (2200 a 1950 a.C.); ARGAR II (1950 a 1750 a.C.); ARGAR III (1750 a 1550 a.C.)
- 1600 a.C. El Argar queda residual, irá apareciendo una nueva cultura: Cogotas I.
- 1500 al 950 a.C. Cogotas I.
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(9): HABÍAMOS DEDICADO VARIOS ARTÍCULOS A ESTUDIAR LA CITA SOBRE ESTOS ESTAÑOS NEGRO Y BLANCO QUE SE DICE, MIDAS COMPRABA EN EL ATLÁNTICO. LO QUE MENCIONAN:
Higino, Fábula 274 "Midas rex, Cibeles filius, Phryx plumbum album et nigrum primus invenit" (que tambien se encuentra mencionado en Casiodoro Var. 3,31). Y la mención que del rey hace Plinio en HISTORIA NATURAL, 7, 197 "Plumbum (album) ex Cassiteride insula primus adportavit Midacritus" (Midácritus se lee para los investigadores como: "Midas, Cibeles filius, Rex Phryxus" y se corresponde con la cita de Higinio que afirma que este rey importaba estaño de las Cassitérides -Galicia, costa Atlántica o Islas Británicas).
IGUALMENTE, SCHULTEN EN SU LIBRO TARTESSOS (Austral 1972) en su cita -1- de la página 83, rebate la posible teoría de que Midashubiera podido ser el primero en importar hasta Grecia plomo (estaño) desde Tartessos. Exponiendo que es errónea la interpretación que así hacen y la afirmacíon en este sentido de: Kirchner en PROSOP. ATTICA (s.V); Bechtel en GRIECHISCHE PERSOSSENAMEN ( I, 1 ); Knaak en HERMES (1881, 587) y Salomón Reinach en L´ANTHROPOLOGIE y en CULTES MYTHES ETS RELIGIONS (III,29). Afuirmando el alemán que Midas no pudo ser el primero y que aquella frase solo contiene el nombre de un marinero, que había de llamarse Midocritus y no Midácritus. Corrigiendo hasta el taxto de Plinio, pues consideraba que Midas no pudo haber tenido contacto con Tartessos (seguramente por desconocerse entonces el significado y la importancia de los neohititas y sobre todo, del reino de Midas).
Según la cita de Higinio, Fábula 274. Lo que dicta Schulen tambien para rebatir la idea de que Midas pudiera comerciar con Tartessos, exponiendo que a su parecer nada hay que tener de cierto en estos que nos afirman que Midas comerciaba con plomo (estaño y "negro). Algo que unido a la frase de Plinio deja en evidencia que el rey de Frigia importaba estaño y plomo de las Cassitérides -islas del Atlántico-, via Tartessos (pese a la negativa que -sin argumentos- presenta Schulten).
FINALMENTE VIMOS COMO MIDAS ERA EL ÚLTIMO REY NEOHITITA, EXPULSADO O MATADO EN GORDION. TODO ELLO, Y LA APARICIÓN DE ESTATUARIA Y DE RASGOS IDIOMÁTICOS NEOHITITAS EN EL MUNDO DE TARTESSOS, NOS OBLIGA A PENSAR QUE LOS SÚBDITOS DE MIDAS PUDIERON LLEGAR HASTA NUESTRAS TIERRAS EN BUSCA DE METALES. HASTA DEBEMOS SUPONER QUE EL ENTERRAMIENTO DE POZO MORO PUDIERA SER UNA TUMBA DE "FAMILIARES" DE MIDAS (REYES NEOHITITAS EXPULSADOS DE ANATOLIA ENTORNO AL SIGLO VII A.C.).
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LOS ARTÍCULOS EN LOS QUE TRATÁBAMOS DEL ESTAÑO DE MIDAS, COMPRADO EN EL REMOTO OCCIDENTE ERAN:
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X: Los descendientes del rey Midas y su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón -el monumento neohitita de Pozo Moro-). -RELACIONES ENTRE EL MUNDO NEOHITITA (FRIGIO) Y TARTESSOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-9-y.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X : Los descendientes del rey Midas y su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón. El monumento neohitita de Pozo Moro -Continuación-). VER:
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-8.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte XI: Arganthonios y Midas. ¿Era de origen escita el monarca del oro?.). -
DE NUEVO, LA RELACIÓN ENTRE EL MUNDO ANATOLIO DEL SIGLO VIII AL VI A.C. Y EL SUDOESTE PENINSULAR- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1_28.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte XII: Midas. El rey de origen escita y los adoradores del oro que comerciaron con Tartessos.). -
DESCUBRIMOS CITAS HISTÓRICAS QUE MENCIONAN EL COMERCIO ENTRE MIDAS (REY DEL ORO NEOHITITA QUE GOBERNABA GORDION) Y TARTESSOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/07/1.html
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(10): ENTRE LOS ARTÍCULOS EN LOS QUE HEMOS ANALIZADO LA FIGURA DE AMENOFIS IV, RECOMENDAMOS:
Moisés: su significado histórico y arqueológico (parte primera).
Moisés: su significado histórico y arqueológico (parte segunda).
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(11): ETAPAS DEL BRONCE FINAL ibérico:
- Bronce Final IIIA (del 1150 al 950 a.C.)
- Bronce Final IIIB (del 950 al 825 a.C.)
- Bronce Final IIIC (del 825 a.C. y ss).
- En el 825 a.C., marca Torres Ortiz la colonización fenicia.