.
Los
capítulos se desarrollan en un texto escrito en negro y se acompañan
de imágenes con un amplio comentario explicativo (recogido
en rojo y cuya finalidad es razonar ideas).
Si desea leer el artículo entre líneas, bastará con seguir
la negrilla y las
letras rojas destacadas.
.
.
ESTE
ARTÍCULO TIENE UNA PRIMERA PARTE, TITULADA:
COMENTARIO
A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE I: DESDE EL 5000 HASTA EL 2200 a.C.
PARA
LLEGAR A ELLA, PULSE SOBRE EL SIGUIENTE ENLACE.
JUNTO
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Vitrinas
del Museo de Zuheros (al
que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Al
lado, restos
de cerámica “a la Almagra” y
a su lado, un molino para triturar esa almagra -hematites- con los
que daban color a los recipientes. Este
tipo de barro de tono rojo, tintados con polvo de hematites mezclados
en las arenas; es típico de la Andalucía neolítica, apareciendo
con profusión desde el 6000 al 3000 a.C.. Su
técnica y estilo habla de una cerámica muy cuidada y que hasta se
bruñía para darle brillo o belleza.
Abajo:
Cerámicas
impresas e incisas procedentes de la Cueva de los Murciélagos. Esta
caverna guardaba un enterramiento colectivo (de una reina y varios
hombres) fechado entorno al 5000 a.C.; procedente de una cultura
ajena a la peninsular. Se puede determinar el enterramiento de Los
Murciélagos como uno de los más antiguos de Iberia, marcando el
comienzo de unos ritos funerarios que se mantendrán durante el
megalitismo
-iniciado hacia esas fechas-. Considerándose
así que desde el 5000 a.C. nacerá el Eneolítico en el Sur de la
Península, a la vez que se origina la cultura dolménica.
INTRODUCCIÓN
(resumen artículo anterior):
.
En
el artículo de hoy seguiremos comentando los dos capítulos en los
habíamos desarrollado una cronología del Mundo Antiguo -recogidos
en cita (1)
-.
Esas
cronologías comprenden hechos de Oriente Medio, Egipto, Anatolia, El
Egeo, Creta y Chipre; así como los acontecimientos sucedidos en Asia
Menor y en diferentes culturas antiguas del entorno. Describiendo el
desarrollo de estos sucesos, conforme pudieran haber influido en la
Península Ibérica
-contando con el impacto que (en mi opinión) tuvieron sobre nuestras
tierras-. Unos
acontecimientos que gracias a la arqueología y a la ciencia podemos
hoy conocer; pese a que no sabemos lo que ocurrió en la península,
durante esas fechas. Pero a través de lo sucedido en áreas más o
menos lejanas, podemos llegar a deducir algunos acontecimientos;
aunque apenas existan testimonios acerca de lo que vivió nuestro
territorio.
Comparando otros hechos que influirían -a mi parecer- en el devenir
de la Prehistoria y Protohistoria de Iberia.
Nos referimos a cataclismos, revoluciones, avances, convulsiones,
aparición de nuevas culturas y civilizaciones o la expansión de
imperios -acaecidas en extremo Oriente, en Asia Menor, el Egeo,
Anatolia o en Egipto-.
.
Transformaciones
y catástrofes, que aunque se produjeran en zonas muy lejanas,
traerían hasta nuestras costas innovaciones, progresos y nuevas
gentes. Primero, a consecuencia de la búsqueda de oro, ámbar y
plata; durante el quinto y cuarto milenio a.C. (con las rutas del
ámbar). Pero tras la aparición de los metales, estas novedades
llegarían por mano de expedicionarios venidos hasta las costas
atlánticas, obligados por la búsqueda de cobre y estaño. Unos
metales tan imprescindibles para sobrevivir durante la Edad del
Bronce, como escasos en el Mediterráneo y sus proximidades. Donde
apenas existían filones de casiterita ni grandes minas de cobre, a
excepción de los yacimientos cúpreos de Chipre, Eubea, Córcega y
Cerdeña -habiendo también estaño en tierras sardas, aunque de muy
baja calidad-. Debido a ello, el eneolítico y el calcolítico
llegará al Sur peninsular en tiempos muy tempranos, ya en el 3200
a.C. y por vía marítima. Apareciendo el uso del cobre en el
litoral hispano mucho antes de hacerlo en el francés, o en el de las
costas marroquíes, argelinas y tunecinas. Todo lo que -a mi
juicio- se debió a la riqueza mineral que tenían por entonces
nuestras tierras; llegando a ser muy famosas en yacimientos
preciosos. Un hecho que traerá expedicionarios venidos de zonas muy
lejanas, quienes iniciarán las primeras civilizaciones occidentales
(peninsulares).
AL
LADO: Imagen
compuesta: En medio, flores de adormidera -fotografiada por mí-,
entre algunos tejidos de esparto aparecidos en la Cueva de los
Murciélagos; donde fueron halladas diversas zapatillas de ese
tejido, junto a cestas votivas, fechadas entre el 5200 y el 4600 a.C.
(propiedad
del Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos permita
divulgar la imagen)-. Contenían
algunos de esos capacetes, flores de opio; lo que nos indica el
sentido ritual e iniciático de este enterramiento de Los
Murciélagos, en el que aparecieron doce cadáveres de hombre
rodeando al de una mujer. Fue
tristemente expoliado a principios del siglo XIX, pero un sabio
coetáneo sería capaz de recuperar cuanto allí dejaron sus
ladrones, e incluso describir en qué forma encontraron todo los que
primero entraron (antes de llevarse una diadema de oro y algunas
cosas de valor).
.
Esta
persona de enorme calidad humana y humanística fue Manuel de Góngora
y Martínez, que en 1868 publicó un libro en el que dedica un
extenso capítulo a la mencionada cueva; titulado "Antigüedades
prehistóricas de Andalucía”. Donde su autor explica el modo en
que los mineros que hallaron los restos, tomaron una diadema de oro y
algunos utensilios de aquella caverna. Describiendo asimismo la forma
en que se encontraron los cadáveres dispuestos en su interior,
detalló todos los pormenores. Destacando el hecho de que los allí
enterrados aparecieran vestidos con trajes de esparto y que algunos
de los difuntos tenían hasta un "casco" de este tejido.
Por
lo demás, los distintos tipos de cáñamo concedían una aplicación
médica y bélica. Proporcionando el esparto cuerdas
y medios para cubrirse o hacer ropas junto a
enseres protectores; mientras la adormidera daba también
cordajes, aunque sus
extractos permitían parir y "operar" sin dolor; pero
también batallar sin sufrir miedos ni angustias.
Siendo mi teoría que los ejércitos antiguos proporcionaban este
tipo de drogas a sus soldados antes de entrar en confrontación, todo
lo que actuaba como "una poción mágica" -normalmente
realizada con opio-
.
BAJO
ESTAS LINEAS:
Sandalias,
cestas y diversos objetos de esparto aparecidas en la Cueva de los
Murciélagos
(Albuñol, Almería) que
se fechan entre el 5200 y el 4600 a.C.
(propiedad del Museo Arqueologico Nacional, al que agradecemos nos
permita divulgar la imagen). Podemos
considerar esa zona (Almería) y estas fechas, como punto de partida
para el inicio de lo que posteriormente sería el eneolítico y el
megalitismo. Una civilización seguramente importada -o inculcada-
por misioneros y expedicionarios llegados desde Oriente Medio
(buscando nuevas tierras, metales preciosos, gemas y ámbar). A mi
juicio, esta cueva de los Murciélagos sería uno de los primeros
santuarios donde enterraron a varios de los que
comenzaron aquella cultura de las piedras ciclópeas. Monumentos de
gran tamaño, levantados principalmente para orientarse y poder
regresar anualmente al punto de partida
(sirviéndose de las sombras de los menhires o de las coordenadas que
les prestaban los cromlechs). Lo
que decimos no significa que el megalitismo proceda del Oriente
mediterráneo, sino que fue impulsado por aquellos visitantes
llegados desde tierras lejanas
hasta las nuestras. Quienes introducirían nuevas ideas religiosas y
técnicas de inhumación; que fraguarían la civilización dolménica.
Ya que
como sabemos, los
primeros megalitos se datan hacia el 5000 a.C. en el litoral
atlántico; mientras la arquitectura ciclópea de Oriente Medio es
más tardía.
En
estos párrafos de introducción -resumiendo el artículo anterior-
concluimos que entre el 5000 y el 2200 a.C., se producen diversas
culturas peninsulares. La primera fue puramente atlántica y se trató
del megalitismo; que desde el 5000 a.C. nacería en las costas de
Portugal, Galicia y de Bretaña francesa; llegando de forma aislada a
la isla de Malta hacia el 4100 a.C.. Posteriormente, durante el
cuarto milenio, ese dolmenismo se difunde por todo el Atlántico y
Cantábrico de Iberia, por el Oeste de Francia y por las Islas
Británicas; llegando a Jutlandia y el Mar del Norte (buscando ámbar
y oro, seguramente). Avanzando también ese fenómeno ciclópeo entre
el 4000 y el 3000 a.C., por las costas del norte de África cercanas
a Iberia (Marruecos, Argelia y Túnez); apareciendo aisladamente en
zonas cercanas a Biblos -a mi juicio, como una moda importada desde
el Occidente remoto-. Por su parte, desde el 3500 a.C. se inicia
otra cultura en el Sur Peninsular (concretamente en Almería) llamada
Los Millares. Civilización de clara influencia mesopotámica y que
adoraba al ídolo con forma de ojos -tal como se hacía en Tell
Brak o en el mundo sumerio-. Los Millares conocerán la llegada
del cobre, expandiéndose el calcolítico penínsular desde el
3200/3000 a.C.; en tiempos muy tempranos con respecto a otras zonas
occidentales.
.
Finalmente
aparecerá el Bronce en nuestras tierras (entorno al 2800 a.C),
generando una nueva cultura: La del Vaso Campaniforme, que convivió
con Los Millares. Pese a ello, los hombres del Campaniforme, variaron
el tipo de construcciones dolménicas; realizando vandalismo sobre
las antiguas y creando unas nuevas más “modernas”. Tumbas de
corredor -que anteceden al Tholos- que llegan a las Islas Británicas,
levantadas en túmulos, de gran cúpula y con lajas en las paredes
(normalmente orientando sus entradas o aperturas hacia puntos
astrales). Más tarde llegará el Bronce Pleno a la Península
Ibérica (entorno al 2200 a.C.), generando otra nueva civilización,
en Almería y sus proximidades: El Argar. Cultura que acabó -o
sustituyó- a Los Millares y que convive con la Campaniforme. Aunque
esta del vaso en forma de campana perdura desde el 2800 al 1800/1600
a.C. (aprox); mientras El Argar se inicia hacia el 2200 a.C. y
finaliza entorno al 1550/1400 a.C..
.
Consecuentemente
los hechos referidos,
en el artículo anterior concluíamos que estas fases peninsulares se
debieron en gran parte a la visita de expedicionarios del Levante;
llegados
desde Oriente Medio por mar, durante los meses de bonanza. Primero
buscando ámbar; más tarde oro, plata y gemas; pero necesitando
venir desde el 3000 a.C. hasta nuestras tierras, obligados por el
estaño y el cobre (para fabricar herramientas y armas de bronce).
Así
pues, habíamos relacionado la difusión y origen del megalitismo
atlántico, con las rutas del ámbar (desde el 5000 al 3000 a.C.);
promovidas por ciudades satélites de Egipto y Mesopotamia asentadas
en Oriente Medio (Biblos y Tell Brak). Luego,
relacioné la llegada del cobre a nuestras tierras, con el nacimiento
del Egipto dinástico (3100). Tanto como la posterior aparición del
bronce en nuestras costas y del Vaso Campaniforme (hacia el 2700
a.C.); con la caída de Tell Brak y el inicio del Imperio Antiguo
faraónico. Finalmente,
el
Imperio Antiguo decae hacia el 2200 a.C., en el momento en que
aparece El Agar, en el Sur ibérico. Cultura del bronce peninsular
que perdura hasta el inicio del Imperio Nuevo egipcio (hacia el 1550
a.C.); mientras el Vaso Campaniforme comienza a finalizar en la misma
época que se produce el tremendo terremoto del Tera-Santorino (desde
el 1680 a.C.).
Catástrofe que destruye el mundo minóico coétaneo y que empuja a
anatolios, cretenses y canaáneos hacia el Nilo (estableciéndose los
huidos en el Norte del reino faraónico, tras fundar el reino Hicso).
SOBRE
ESTAS LINEAS: Cerámica
calcolítica expuesta en el Museo de Zuheros (al
que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Las piezas que
vemos se
fechan entorno al 3000 a.C.,
aunque por su estilo y diseño más me recuerdan al tipo argárico
que al de Los Millares o el Vaso Campaniforme. Por cuanto,
probablemente sea unas piezas más cercana al 2200, que al 3000 a.C..
.
.
JUNTO
ESTAS LINEAS: Diversas
piezas de la Edad del Bronce, expuestas en el Museo Arqueológico de
Burgos
-al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. A nuestra
izquierda, hachas planas de la Primera Edad del Bronce de la Meseta
castellana (entorno al 2000 a.C.). A la derecha, tres hachas de
anillas y talón de la Edad del Bronce Final (entorno al 1300 a.C.).
Observando
estas armas, nos viene rápido a la memoria escenas y grabados
egipcios, donde vemos personajes luciendo hachas de este tipo (aunque
montandas con mango).
Es más, si nos fijamos en las más antiguas (las planas)
apreciaremos claramente un diseño oriental y muy semejante a las
bipennas de Creta o del Nilo.
.
A)
- DEL 2200 a.C. AL 1500 a.C. (desde el nacimiento, al final de El
Argar):
.
a-1)
Cronología comparativa con Malta, Cerdeña, Chipre, El Egeo y
Anatolia (2200 al 1500 a.C.):
Comenzaremos
por lo que sucede desde estas fechas en Malta, El Egeo, Anatolia y
otros archipiélagos cercanos. Aunque previamente hemos de
recordar que en El Egeo y proximidades hay una fecha crucial; como es
la de 1680 a.C., cuando en Tera-Santorini revienta la caldera de su
volcán, desapareciendo gran parte de esta isla situada frente a
Creta (provocando un cataclismo de terribles consecuencias en la
zona). Pero pasemos a resumir lo que sucedió en Malta, que
desde el 2500 a.C. se había sumido en un vacío
arqueológico, desapareciendo las culturas anteriores y despoblándose
sus tierras. Llegando hasta ella nuevas gentes, entorno al 2400 a.C.;
que ya introducen el bronce y que por primera vez construyen poblados
con murallas y en altos. Pues hasta entonces, las poblaciones
maltesas carecían de protección (siquiera pertrechos) y estaban
elevadas en los llanos. Este periodo de la Edad del Bronce maltesa
perdurará desde el 2400 hasta el 1500 a.C. y continuando hasta el
750 a.C.; fechas desde las que entra paulatinamente el hierro en la
isla (2) . A su
vez, en Cerdeña aparece el bronce en los mismos años y se
mantiene como norma hasta el comienzo del primer milenio a.C.;
abarcando la Edad del Bronce sardo desde el 2300 a.C., hasta el 1000
a.C., en diferentes etapas que mostramos en cita
(3) .
Además, desde el 2100 al 1600 a.C. se vive el periodo
campaniforme sardo; una fase que procede de una cultura ibero
peninsular, como es la del Vaso Campaniforme (trasladada a la isla).
Pues como sabemos, este vaso campana nace en las inmediaciones de
Almería -hacia el 2800 a.C.- y se extendió por casi toda Europa
-llegando principalmente a lugares ricos en estaño y cobre, tal como
fue la antigua Cerdeña-.
.
Por
su parte, en el Egeo se origina el Heládico entono al 2300 – 2200
a.C.; fechas paralelas a El Argar y a la difusión del bronce en
Malta y Cerdeña. Siendo
las fases del periodo Heládico las siguientes:
2300 al 2200 a.C.: Heládico Antiguo I // 2200 al 2000 a.C.:
Heládico Antiguo II // 2000 al 1850 a.C.: Heládico Antiguo III
// 1850 al 1650 a.C.: Heládico Medio // 1650 al 1450 a.C.: Heládico
Reciente I (llamado Micénico antiguo) //
(4)
. Así pues, se
observan claros paralelos entre las tres fases de El Argar hispano
con esos periodos heládicos del continente en el Egeo. Pero además,
las
fases coetáneas de Chipre son también paralelos a las anteriores,
tal como podemos ver (5)
.
Pues desde el 2300
al 2200; 2200 al 2100 y 2100 al 2000 a.C.: Bronce Antiguo I, II y III
// desde el 2000 al 1600 a.C.: Bronce Medio // desde el 1600 al 1450
a.C.: Bronce Medio al Bronce Reciente // desde el 1400 a.C.: Bronce
Reciente o Chipriota Reciente. Momentos
que coinciden con las heládicas, pero también con las de Cerdeña,
que son:
Desde el
2300 al 2250 a.C: Filigosa // 2250 al 2100 a.C.: Abealzu // 2200
al 2100 a.C.: Montecaro // 2100 al 1600 a.C.: Campaniforme // 1600
al 1500 a.C.: Bonnano.
.
En
lo que se refiere a Creta, los periodos marcan las siguientes
fechas (6) : 2160
al 1900 a.C.: Minoico Medio
IA Pre-palaciego
// 1900 al 1800 a.C.: Minoico
Medio IB
Proto-palaciego (periodo del palacio antiguo) // 1800-1700
a.e.v Minoico Medio
II // 1700-1650
a.e.v Minoico Medio
IIIA /// 1680 DESTRUCCIÓN DE CRETA POR EL
TERA SANTORINO // 1650-1600 a.e.v Minoico
Medio IIIB
Neo-palaciego (periodo del palacio nuevo)
// 1600-1480 a.e.v Tardo
Minoico IA
(ERA DEL REY MINOS EN CNOSSOS). Estas
fases, cretenses encajan nuevamente con los periodos de
la Península ibérica. Que en el 2200 a.C. vivía el nacimiento
de El Argar con el final de Los Millares, y que desde el 1950 a.C.
entraba en el apogeo de la Cultura de El Argar ( Argar II, en
paralelo con el Minoico Medio I). Pasando luego al Argar III, desde
el 1750 a.C., que entra en crisis desde el 1550 a.C.; aunque a su vez
y entorno al 1600 a.C., desaparece el Vaso Campaniforme, en fechas
paralelas a la destrucción de Creta por el Tera-Santorino..
.
Finalmente,
incluiremos los periodos que vive Anatolia durante fechas
paralelas; que desde el 2300 al 1700 a.C. se encuentra en Bronce
Antiguo (fundándose el imperio hitita entorno al 1700 a.C.). Así
pues, desde ese siglo XVIII hasta el XV a.C., vive Anatolia en
pleno el imperio Hitita; que se funda en tiempo coetáneo al
Tera-Santorino y que decae hacia el 1500 a.C.. Tras ello, desde el
1450 a.C. se inicia el periodo del Imperio Nuevo de Hatti, que caerá
definitivamente con la aparición del hierro, unos siglos después
(hacia el 1200 a.C.) (7)
.
.
Consecuentemente,
realizando un paralelo entre La Península, El Egeo, Anatolia,
Chipre, Malta y Cerdeña; se observan fases muy cercanas, del
siguiente modo:
.
-
ARGAR I (2200 a 1950 a.C.) //
Egeo, Heládico
Antiguo I (2300 al 2200 a.C.) y Heládico Antiguo II (2200 al 2000
a.C.) // Chipre,
Bronce
Antiguo I, II y III (2300 al 2200; 2200 al 2100 y 2100 al 2000 a.C.)
// Cerdeña
Filigosa (2300
al 2250 a.C.); Cerdeñla Abealzu (2250 al 2100 a.C.); Cerdeña
Montecaro (2200 al 2100 a.C.) // Anatolia,
Bronce Antiguo (2300 al 1700 a.C.) // Creta
Minoico
Medio
IA
Pre-palaciego
(2160
al 1900 a.C.) y Minoico
Medio
IB
Proto-palaciego (1900 al 1800 a.C).
.
-
ARGAR II (1950 a 1750 a.C.) //
Egeo, Heládico
Antiguo III (2000 al 1850 a.C) y Heládico Medio (1850 al 1650 a.C.)
// Chipre, Bronce
Medio
(2000 al 1600 a.C.) // Cerdeña,
Campaniforme
(2100
al 1600 a.C) // Anatolia,
Imperio Hitita (1700 al 1450 a.C.) // Creta,
Minoico
Medio
II
(1800-1700 a.C) y Minoico
Medio
IIIA
(1700-1650
a.C.) /// 1680 a.C. DESTRUCCIÓN DE CRETA POR EL TERA SANTORINO
.
-
ARGAR III (1750 a 1550 a.C.) y desaparece el Vaso Campaniforme (1700
a.C.) // Egeo,
Heládico Reciente I (llamado Micénico antiguo) 1650 al 1450 a.C. //
Chipre, Bronce Medio
al Bronce Reciente (1600 al 1450 a.C.) y Bronce Reciente o Chipriota
Reciente (desde el 1400 a.C.) // Cerdeña,
Bonano (1600
al 1500 a.C.) // Anatolia,
Reinos Neohititas (1450 a.C. hasta el Hierro) // Creta,
DESTRUCCIÓN DE CRETA POR EL TERA SANTORINO (1680 a.C.) y 1Minoico
Medio
IIIB
Neo-palaciego 650-1600 a.e.v (periodo del palacio nuevo)
y Tardo
Minoico
IA
(ERA
DEL REY MINOS EN CNOSSOS) (1600-1480 a.C).
ARRIBA
Y ABAJO: Dos gráficos míos que
contienen las temperaturas y las fases de la Historia. En el
superior,
podemos ver los cambios en grados, marcando con una linea roja la
temperatura actual.
Abajo,
esas modificaciones climáticas se recogen junto a los hechos
históricos que las rodearon.
Para resumirlas diremos que poco antes del 8000 a.C. parece que algún
astro se estrella contra el Sol, provocando una enorme subida de
temperaturas. Ese ascenso es paralelo, o lo que provocaría, el
inicio del Neolítico y de la agricultura. Después del 6000 a.C.
vuelven a ascender las temperaturas y poco más tarde se genera el
Megalitismo occidental. Otros periodos de bonanza darán como
resultado el calcolítico, la Edad del Bronce y la Era de las
Pirámides. Asimismo, las fases de frío parece que generaron etapas
de ruptura y pobreza (como la caída del Minóico, la desaparición
de Grecia y la del Imperio Romano)
ARRIBA
AL LADO Y ABAJO: Tres
fotos tomadas en Pino de oro (Zamora) y en sus proximidades -en el
paso del Duero-. Arriba,
imagen del puente llamado de Requejo, obra que los lugareños
atribuyen al ingeniero francés Eiffel, aunque en verdad es del
hispano-luso, Eugenio
Ribera Dutaste. Técnico
español, que nació y vivió su infancia en Portugal, donde estudió
el famoso puente de Don Luis, levantado por Eiffel en Oporto. Siendo
el modelo que siguió para este que cruza el río Duero a la altura
de Pino de Oro; un pueblo que
fue así denominado por las famosísimas minas áureas que tenía. Al
lado, cartel de Pino de
Oro, indicando los antiguos lavaderos de metal preciado, hechos por
los romanos. Abajo,
otra foto del Duero a su paso por este pueblo;
donde vemos a mi mujer y se
observan los cortes y caídas de terreno, desde las que nacen esas
vetas áureas. Pues este
caudal antaño fue denominado el río del oro (Duero); debido a la
enorme cantidad de ese metal que arrastraban sus aguas.
a
- 2) Cronología comparativa con Canaán y Egipto (2200 al 1500
a.C.):
Por
su parte, en
Canaán durante los años finales del tercer milenio a.C. se suceden
los hechos que ya habíamos destacado en el artículo anterior: Sobre
el 2200 a.C. llegaron para invadir Oriente Medio unas tribus que
atacaron también Mesopotamia. Su
nombre -“amurru”- era un apelativo summerio que puede traducirse
por “Occidentales”; pues “amorrita” en lengua de Summer
parece que significaba: “venido de Oeste”. Hemos de pensar que
aquellos Amorritas que desde el 2200 a.C. se adueñan de Canaán y de
la zona sur de Oriente Medio; fueron una unión de pueblos
trashumantes, que se unificaron con el fin de liberarse del gran
poder comercial y político de Egipto en la zona de Canaán.
Consiguieron para este fin un gran apoyo de Mesopotamia, que les
ayudó precisamente cuando el Imperio Antiguo faraónico se
debilitaba;
logrando así hacerse con tierras que antes habían sido dominadas
por el Nilo. Aunque
más tarde, esos amorritas también atacarán Mesopotamia, fundando
Babilonia. Por
su parte, no hay
que desestimar una teoría (propia), por la que estos de “Amurru”
fueran siglos más tarde llamados “Apiru”; que tal como sabemos
era el primer nombre dado a los Hebreos.
.
Acerca
de cuanto sucedía por entonces
en Egipto, recordaremos
que hacia
el año 2300 a.C., el faraón Pepi I se vio obligado a enviar sus
ejércitos varias veces a las zonas de Fenicia y Sinaí, para acabar
con las revueltas
y seguir dominando esas tierras antes sometidas (del Sinaí hasta
Biblos). Pero
le
sucede Pepi II; poco eficiente, que reina casi hasta los cien años y
deja un Egipto en plena decadencia. A ello se suma una fase de sequía
y hambrunas que lleva a revoluciones internas.
Se suceden revueltas y diversas guerras intestinas, en las que el
clero se subleva.
De este modo termina el Imperio Antiguo y se llega al Primer
Periodo Intermedio (del 2200 a 2050 a.C. -aprox-);
durante el cual entra en crisis el reino, división y revolución
generada por los abusos de poder de los gobernadores y por
invasiones de pueblos nómadas. Desde
el 2100
a.C. se producen terribles convulsiones sociales y duras contiendas
en Egipto,
llegando a quemar los sacerdotes rebeldes las tumbas de los Faraones
(como hicieron en Abidos). Este
estado de crisis plena perdura unos cien años; pero finalmente se
llegará a la paz. Refundándose el imperio del faraón y llegando
así la fase de Reino
Medio (2050 a 1750 a.C.).
Momento de reunificación y de fortalecimiento; donde el faraón
vuelve a ser el centro del poder, trasladando la capital a Tebas
(actual Luxor).
.
Ese
estado de debilidad fue aprovechado por los amorritas, quienes
viendo la decadencia del Antiguo Imperio Egipcio,
ocupan finalmente las tierras cercanas al Mediterráneo antes
dominadas por los faraones (Canaán). Tras esa invasión
amorrita de la costa canaánea y aún cien años después de la caída
del Imperio Antiguo del Nilo; la mitad de la población que vivía en
Biblos era egipcia (hablando y vistiéndose en esta ciudad a modo
faraónico). Pese a ello, se vieron repetidamente asediados por sus
vecinos de Amurru, hasta que entorno al 2050 a.C. llega un nuevo
faraón reunificador. Quien hacia el 2000 a.C., lucha contra los
sublevados del Norte e instaura un nuevo reino. Este será el
Imperio Medio del Nilo, que se convierte en un estado con tintes
medievales y regido por señores de castillos o fortalezas (2050
a 1750 a.C.).
.
Es
en estos mometos (entre el 2000 al 1800 a.C.) es cuando podemos
fechar el episodio bíblico de Abraham. Que narra los contactos entre
amorreos (pre-isrraelitas) y egipcios en época del Imperio Medio.
Cuando esas tribus nómadas y comerciantes -emigrados desde Arabia y
Mesopotamia-, debieron tener buena relación y pactos con el Nilo,
justo antes de que Sestrosis III enviara sus ejércitos contra Canaán
(en el 1850 a.C.).
Por cuanto hemos expuesto, hubo de ser absolutamente innovadora
aquella religión surgida en Canaán sobre 1850 a.C.; cuando en la
montaña de Moirá se prohíbe el sacrificio del hijo primogénito
-como recoge la Biblia-. Un ritual de inmolación que los semitas
practicaban como iniciático, pero que asimismo era llevado a cabo
por la mayoría de los pueblos de entonces. Siendo la erradicación
del sacrificio de infantes un hecho tan transcendental
-históricamente hablando-, que explica la creencia de los judíos a
ser el pueblo de Dios (tras haber negado la inmolación humana
ritual). Todo lo que asimismo explicaría la existencia y cohesión
de estas gentes bajo un mismo culto; pues hay que recordar que el
pueblo judío no lo compone una raza y ni siquiera un país
determinado, sino de una religión. De
tal modo, la delimitación de lo propiamente hebreo ya aparece con
Abraham, hacia el XIX a.C.; partiendo de que estas tribus -o
pueblos- que van a formar luego Israel, proceden de las que huyen de
Ur en el siglo XX a.C. (viviendo de comerciar y pastorear en el
Sinaí). A mi modo de ver, los pre-israelitas de Abrahám se
establecerían en estas tierras fronterizas con el Imperio faraónico
con la ayuda y aceptación de Egipto
(actuando como sus aliados o mercaderes) y sin colaborar en las
razzias con otros pueblos amorritas.
ARRIBA
Y AL LADO: Dos fotos tomadas en Egipto.
En la superior podemos ver
la Gran pirámide y la esfinge. Junto estas
lineas, una de las vitrinas del
Museo de El Cairo (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra
foto), con una de las máscaras
de oro de Tutankhamon. Durante el Imperio Antiguo, el Reino Medio y
el Imperio Nuevo (desde el 2800 al 1180 a.C.), los egipcios debieron
de necesitar toneladas de oro y plata, para aderezar a sus difuntos y
adorar a sus dioses. Muchos de estos metales los encontarían en
Somalia y en África; pero la gran mayoría vendrían importados por
el Mediterráneo y desde las costas atlánticas
(donde el oro y la plata abundaba, sin ser todavía en su lugar de
origen tan valorados, como en Oriente Medio o en Asia Menor).
Pareciendo evidente que los
cretenses, los chipriotas y los navegantes de Biblos, fueron quienes
abastecieron al faraón, de esos metales preciosos obtenidos en el
lejano Occidente (principalmente en tierras atlánticas).
AL
LADO Y ABAJO: Fotos
de Las Médulas (León).
Junto
estas lineas,
el autor del artículo dentro de una de las múltiples cuevas que aún
existen en las Médulas, nacidas
del sistema de explotación romano del terreno. Método para obtener
oro que consistía en arruinar los montes; excavando en ellos grandes
galerías, que más tarde llenaban de agua, hasta que las laderas
reventaban. Abajo,
el río Sil a su paso por las proximidades de Las Médulas. Adolf
Schulten en sus libros, menciona haber visto todavía mujeres
bateadoras de oro en el río Sil; aunque sabemos que desaparecieron
tras construirse la presa de Orense. Una
ciudad y provincia cuyo nombre procede de la cantidad de oro que allí
obtenían los antiguos.
AL
LADO Y ABAJO: Dos
fotos de Las Médulas. Al
lado, un
panel del centro de interpretación (al que agradecemos nos permita
divulgar nuestra imagen). En este vemos representadas las bateadoras
de oro, tal como las citaba Estrabón;
quien en su Geografia (III, 2, 9) menciona el modo en que los
ártabros recogían con odres y tamices, el oro, la plata y el estaño
que sus ríos arrastraban.
Abajo,
los
montes arruinados y con cortes en forma de médulas, tras haber sido
derruidos por efecto del agua, hace miles de años.
Tal
como decíamos, entorno al 1850 a.C. se produce el ataque del
Sestrosis III sobre el vecino “creciente fértil”, venciendo el
ejército faraónico a los rebeldes de aquellas tierras canaáneas.
Desde ese momento nuevamente
cayó el yugo egipcio sobre el Sinaí, llegando hasta Biblos; aunque
un siglo más tarde, el Imperio Medio se debilitaría. A
esta crisis del Nilo habrá que sumarle la fuerza que alcanzaría el
Estado de Hammurabi (Babilonia); que se convierte en el 1770 a.C. en
la capital del Mundo Antiguo. Finalmente, Egipto recibe un
golpe mortal con la aparición de los Hurritas en tierras de Canaán,
atacando con carros de guerra. Estos hurritas eran una tribu
“bárbara” (entiéndase extranjera y sin civilización común
a la del Nilo), que nace en el Asia Central; cuyo secreto bélico
fue el dominio y doma del caballo, pero sobre todo la creación del
carro de guerra. A mi juicio el nombre de Hurritas procedería
del radical indoariano “URRE” cuyo significado es “ROJIZO”.
Siendo así una primera invasión de gentes procedentes de las
llanuras indoarianas; seguramente blandiendo “bronce muy elástico
y duro”. Metal que quizás les dio el nombre, ya que en estas
lenguas arias se denomina “URRE” (voz que significa rojo y que
denominó al “uro”, al “oro” y en Italia al “cupre” -de
ello las voces “cobre” y “Chipre” como análogas-).
.
De
tal modo, durante el siglo XVIII a.C. los Hurritas del Caúcaso,
valiéndose del caballo y carro se lanzaron primero hacia Babilonia,
llegando a vencer a Hammurabi y luego se dispusieron a invadir
Canaán. Fundaron el reino de Mitani y asimismo se hicieron con el
poder de gran parte de Anatolia (exceptuando sus costas) donde
crearon el imperio Hittita entorno al 1700 a.C.. Finalmente, tras
atacar Oriente Medio, se alían con los Canaaneos para actuar contra
Egipto. Conforme a estos
hechos, el egiptólogo Jaques
Pirenne considera
1730 a.C. como fecha más probable para la llegada de los Hurritas a
las fronteras de Egipto. Un
momento que -a mi juicio- deberíamos marcar como inicio de asedio e
intento de invasión bárbara; aunque no la del nacimiento del
posterior reino hicso. Pues nunca debemos confundir la aparición de
los Hurritas en Mesopotamia y en Canaán; con la entrada de los
Hicsos en Egipto. Ya que -a mi entender- la
invasión de los extranjeros Hicsos en el delta del Nilo, fue
consecuencia de la huida de los cretenses, chipriotas, hurritas,
mitanios y canáneos; escapando del desastre del Tera-Santorino
y no fruto de unas campañas militares preparadas desde Anatolia.
.
Por
cuanto decimos, paulatinamente y durante esos años el reino del
Nilo se disgrega; entrando en crisis durante todo el siglo XVIII
a.C., debido a luchas internas. Llegándose al
Segundo Periodo Intermedio (1750 a 1580 a.C.) durante el cual el Alto
Egipto (zona Sur) se mantendrá en manos de faraones verdaderamente
egipcios, mientras el Bajo (el Delta) termina siendo invadido por
extranjeros, llamados Hicsos. Este reino
del Norte fue gobernado por gentes llegadas hasta la desembocadura,
tras el desastre del Tera y a través de Canaan. Repetidamente
hemos hablado de esa dinastía de Faraones extranjeros (llamados
Hicsos), que a mi juicio procedían de Creta y de la zona del
Tera-Santorino. Tratándose de población
cretochipriota y anatólica, que tras la explosión del volcán se
vería obligada a huir del área del Tera, refugiándose en Canaán.
Donde fundan un nuevo reino; pero más tarde, aprovechando que los
egipcios habrían
abandonado el Delta del Nilo (tras
la erupción, cuyos maremotos piedras y humos llegaron hasta las
costas nilotas). Entraron
esos migrantes en tierras del faraón, asentándose en ellas y
creando el reino Hicso; que perdura en la desembocadura desde el 1660
al 1560 a.C. (aprox).
AL
LADO Y ABAJO: Junto estas lineas, torques
de oro hallado en El Viso (Córdoba) y fechado en el Bronce Antiguo
(hacia el 2000 a.C.) -propiedad
del Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos permita
divulgar nuestra imagen-. Observemos
que en sus extremos contiene un “labrys” o hacha doble. Estas
bipennas eran el símbolo sagrado máximo de la cultura minóica.
Asimismo, el signo fue exportado a Chipre, que igualmente lo usó
como marca de su cultura durante la Edad de Bronce.
Sabemos que el último lugar
del Mediterráneo que conservó este diseño como un signo de
veneración, fue la Península Ibérica. Donde se han hallado cientos
de objetos con esa forma, que también se relaciona con el metal, la
riqueza y los lingotes “piel de buey”
-incluso se encontró este diseño en plantas de edificios sagrados y
altares; preferentemente tartessios (siendo esta la linea que también
guardan los pectorales de oro del Tesoro de El Carambolo)-.
ABAJO:
Mapa
que ya habíamos publicado, donde se marca el reino Hicso de Avaris,
y el reino Hicso de Canaán. En
rojo, estos dos territorios; a la izquierda en que tuvieron en la
desembocadura del Nilo desde el 1660 al 1560 a.C. (aprox). A la
derecha, la extensión del reino Hicso en Canaán (a quienes se
atribuye la fundación de Jerusalén). El mapa que vemos está
trazado sobre
uno de Israel publicado en el libro de M.J.STEVE “Por los caminos
de la Biblia” (página 86 -Barcelona 1967-).
En lineas discontinuas rojas
he marcado las
fronteras de ese reino hicso; en lineas azules, el área de gran
influencia de su gobierno, que
tenía como frente Norte de importancia la zona de Meggido
y Hazor (señaladas
con un círculo rojo). Asimismo podemos ver en
letras rojas la capital hicsa Avaris y su segunda ciudad Memfis; y en
letras verdes la situación de Biblos. Puerto de influencia egipcia,
de cuya destrucción o sustitución nacerían los emporios fenicios
desde el siglo XV a.C. (Sidón y Tiro), fronterizos con Israel y con
las tierras de los filisteos (Gath -Gaza- y Golán).
AL
LADO Y ABAJO:
Junto estas lineas, la
famosa Estela tartessia de Solana de Cabañas (Cáceres), tal
como la exhibe el Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos
nos permita divulgar nuestra imagen-.
Si observamos su parte baja,
veremos claramente grabado un
carro, del que conserva dos ruedas intactas.
El personaje (a la derecha) es representado bajo una lanza y una
espada; junto a su casco y su espejo, rodeado por un enorme escudo y
sobre el carro de guerra. Estas
grandes losas podemos fecharlas hacia el siglo IX a.C., momento en
que parece también entró el carro de guerra en la Península.
Abajo, una rueda
de tipo “Toya” (tal como
la exhibe el Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen). Varias ruedas de carro se
encontraron en el enterramiento jienense de Toya (siglo V a.C:),
donde pudieron recuperarse bastante completas, comprendiendo el
funcionamiento de sus ejes. Estas se identifican con las que aparecen
en las estelas decoradas Tartessias.
.
.
.
.
ARRIBA,
AL LADO Y ABAJO:
En la imagen
superior, una de las ruedas
halladas en la tumba de Toya, tal
como la exhibe el Museo Arqueológico de Jaen (al que agradecemos
nos permita divulgar nuestra imagen). Observemos como la
dificultad para que estas ruedas girasen bien, no solo está en la
perfección de su circunferencia; sino principalmente en el eje, que
siendo de hierro (como el que vemos) no tiene problemas. Pero en el
caso del carro de guerra Hurrita, inventado hacia el 1750 a.C., hemos
de entender que usaban bronces muy elásticos y sistemas sofisticados
para que la rueda pudiera girar, sin partir el eje al calentarse.
Al
lado y abajo: Estela tartessia de
La Atalaya (Orellana) tal
como la expone en dibujo y
original, el Museo
Arqueológico de Badajoz (al que agradecemos nos permita divulgar
nuestras imágenes). Observemos
de nuevo un carro, junto a un personaje, al lado de su armamento.
Como hemos dicho, estas estelas se fechan entorno al siglo IX-VII
a.C.; un momento en que el uso del carro debía estar muy extendido
entre los guerreros peninsulares. Es de destacar que el carro es un
elemento típico de quienes luchaban en el desierto; donde al no
existir pedregales ni bosques en sus campos de batalla, podían
utilizar este noble sistema. Muy por el contrario, en tierras como
las de España, el carro tan solo podría manejarse si había
extendida una gran red de caminos bien cuidados. Siendo
casi imposible batallar con esos vehículos en los montes o en los
valles de Iberia (por muy llanos que fueran; ya que existen
centenares de accidentes que actúan como impedimentos para manejar
un carro). Así pues; la
profusión con la que aparecen estos carros en las estelas de lo
siglos X al VII a.C., habla de una extensa red de caminos
peninsulares, perfectamente cuidados y -a mi juicio- usados desde el
neolítico para practicar la trashumancia.
a
- 3) Cronología comparativa en la Península Ibérica (2200 al 1500
a.C.):
Comenzaremos
mencionando que en Creta, desde principios del II Milenio a.C. se
había producido el auge pleno del Minoico Antiguo, llegando a su
mayor desarrollo hacia el 1800 a.C.. En estas épocas hemos de
suponer que llevaban al menos mil años viniendo hasta tierras iberas
expedicionarios llegados desde Oriente explotando sus minas
(fundamentalmente las de Almería). Se sabe que igualmente llegaron
los cretenses en estos milenios hasta Galicia, donde se documenta
el grabado en un petroglifo con un barco del tipo minoico temprano.
De ello consideramos que desde este siglo XIX a.C., navegantes
cretochipriotas y de Oriente Medio irán aculturando las costas
peninsulares -del litoral andaluz y portugués, llegando al
gallego y cantábrico-, creando una “civilización” que siglos
más tarde se conocerá como ibérica. Esta será el fruto de los
contactos entre precolonizadores orientales y las diferentes fases
culturales que vivió la Península. Que ya vimos fueron las
siguientes: Desde el 2200 a.C., se extingue la cultura de Los
Millares; dando paso a El Argar. Aunque estas dos culturas
peninsulares del Bronce (Millares y Argar) habían convivido con el
Megalitismo y con el Vaso Campaniforme. Este último fenómeno,
extendió por toda Europa -desde las costas de Almería- el vaso en
forma de campana, comenzando entorno al 2800 a.C. y decayendo mil
años después, para desaparecer definitivamente hacia el 1600 a.C..
De tal manera, en nuestras tierras tenemos desde el 3500 al 2200
a.C. (8) : Los Millares. Del 2800 al 1700 a.C.:
El Vaso Campaniforme. Desde el 2200 hasta el 1550 a.C.: El Argar.
Pero además, entorno al 1600 a.C., cuando El Argar queda de forma
residual, irá apareciendo una nueva cultura que se denomina Cogotas
I. Esta fase distinta y que toma el nombre de un cerro cercano a
Ávila capital (el de Las Cogotas, donde se hallaron sus primeros
vestigios); es una etapa de plena recesión y que comprende desde el
1500 al 950 a.C.. Recordando sus enseres a los anteriores, aunque no
llegan a la perfección del Campaniforme ni a la de El Argar;
caracterizándose por cerámicas “excisas” o bien en técnica de
“boquique”.
.
En
lo que refiere al Egeo, desde el 1800 hasta el 1680 a.C. se produce
la época de primer esplendor del mundo Minoico; que perdurará hasta
su destrucción en el siglo XVII a.C. (con la erupción del
Tera-Santorino). Siendo nuestra teoría que en estos años los
cretenses aculturizan los litorales de las costas peninsulares;
desde Levante hasta las Atlánticas (cubriendo todo lo que sería la
actual Valencia, Andalucía, Sur y Norte portugueses, tanto como
Galicia y el Cantábrico). En
lugares cercanos al litoral peninsular se asentaría una cultura
minera, en contacto con los Cretominóicos; dedicada a la compra e
intercambio de metales procedentes de las minas y ríos españoles.
Asimismo en nuestra teoría, desde
el 1800 al 1200 a.C. nacería lo que a mi juicio conocemos como “la
civilización peninsular” y que luego genera “la ibérica”. Una
cultura común a toda la Península, nacida después del Campaniforme
y venida desde Oriente preferentemente tras la erupción del Tera;
portando un idioma cercano al Lineal A de Creta y unas costumbres
semejantes a las minoicas.
Ellos es lo que denominamos en nuestra teoría “la primera
protocolonización de los indomediterráneos”; gentes llegadas de
Creta, Chipre (e incluso Anatolia) y que trajeron por mar su idioma,
sus caracteres raciales y su cultura, durante el II milenio a.C..
Creemos que la lengua ibera y parte de la actual vascuence,
procedería del Lineal A cretense. Y que a su vez, del tipo racial
que hemos llamado indo-mediterráneo (creto-anatolio del II milenio)
descenderían: Lusitanos, Galaicos, Cántabros, Astures, Vascos y
Pirenaicos. Cuyos ADN son muy distintos a los de otros pueblos
europeos (fundamentalmente al de los Helenos, Fenicios y sobre todo,
al de los Celtas –a quienes quedarían unos mil años para hacer
acto de presencia en nuestras tierras-).
.
Por
su parte, el seísmo del Tera-Santorini (1680 a.C.),
iría antecedido y precedido por siglo y medio cargado de movimientos
telúricos y erupciones, que azotaron y devastaron la zona durante
mas de ciento cincuenta años. Lo que motivaría la huida de sus
pobladores. Debido a ello,
Creta en esos momentos sufrirá un enorme cambio de
periodo, dando paso al Minoico Medio III (conocido como “era de
Los Palacios 2º” o etapa de Minos). Todo lo que además explica
que Creta tenga por entonces una cronología en paralelo con Egipto
y que se desarrolle el Minoico Medio III en iguales fechas al final
del Segundo Periodo Intermedio y con el Reino Hicso del Nilo
(iniciándose en el 1730, culminando en el 1680 y acabando entorno al
1580 a.C.). Dataciones que su vez coinciden con el final de El
Argar; cuya fase tercera es desde el 1750 a.C. al 1550 a.C. (casi en
paralelo con el periodo segundo intermedio del Nilo y con el Minóico
Medio III). Estas fases coinciden también con las que vive Anatolia
y su Imperio Hitita, que como dijimos se funda en el 1700 a.C. y
decae hacia el 1450 a.C..
AL
LADO Y ABAJO: Dos fotografías
del abrigo y peñas de La Atalaya, en Muñopepe (provincia de Ávila).
Junto estas lineas vemos la entrada a una de estas formaciones
rocosas naturales, que guardan
pinturas esquemáticas fechadas entre el 3500 y el 2200 a.C.. Son
las únicas de este tipo, en la provincia de Ávila y a mi juicio se
deben al parecido de este lugar con una atalaya llena de dólmenes.
Debido a que sus enormes peñas, forman de manera natural abrigos y
refugios, que hacen ver construcciones megalíticas artificiales. A
ello seguramente se debieron sus primeros asentamientos, que se han
datado entre el 4500 y el 3500 a.C.; con
la llegada de población en etapa del megalitismo, quienes
-a mi juicio- lo consideraron un lugar sagrado.
Pues, tal como podemos ver en las fotografías, estas rocas semejan
construcciones ciclópeas, lo que pudo atraer hacia la atalaya a
personas unidas a los dólmenes. Posteriormente,
llegarían allí gentes coetáneas a Los Millares; quienes entre el
3500 y el 2200 a.C. grabaron infinidad de pinturas esquemáticas.
Pese a ello, gran
parte de su historia y datos se han perdido, al haber sido usada la
zona como cantera hasta hace
pocos decenios -tal como podemos ver en la foto de abajo-. Pero
además, las pinturas que se
descubrieron y protegieron hace algunos años; han sido destruidas
recientemente (esta vez por
el vandalismo, las hogueras y los graffitis; que ciertos salvajes
hacen para divertirse -acabando con un importante patrimonio
milenario-).
AL
LADO:
Dos de los paneles de
pinturas de Muñopepe (Ávila), fechados entre el 3500 y el 2200 a.C.
-tal como los muestran sus
carteles indicativos-. A día de hoy, estas manifestaciones apenas se
pueden observar, debido al vandalismo que casi ha terminado con
ellas. Sin lugar a dudas, se
trata de signos esquemáticos hechos por gentes cercanas a Los
Millares o quizás mas bien podríamos atribuirlos al Vaso
Campaniforme. Pues en Castilla y León -más concretamente en Ávila-,
hay diversos yacimientos campaniformes.
ABAJO:
De nuevo uno de los abrigos
donde se encuentran las pinturas de Muñopepe; como podemos observar,
su apariencia es la de un dolmen natural, lo que explicaría los
asentamientos allí en época del megalitismo (para
usar la zona como lugar de culto o simplemente para habitarla).
.
.
AL
LADO: Mapa
que presenta J.Francisco Fabián García en
su estudio: “El enterramiento campaniforme de túmulo 1, en
Aldeagordillo, Ávila”. En este gráfico vemos
los hallazgos en la zona de dólmenes, de tumbas campaniformes,
túmulos y de fosa. Aldeagordillo dista muy pocos kilómetros de la
capital avulense, situándose al comienzo del Valle de Ambles y muy
cerca de Muñopepe (donde están las pinturas esquemáticas fechadas
entre el 3500 y el 2200 a.C.).
ABAJO:
Vaso y cazuela campaniforme
procedente de Aldeagordillo, tal como los exhibe el Museo Provincial
y Arqueológico de Ávila (al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).
a
- 4) Conclusión a las cronologías comparativas (del 2200 al 1500
a.C.):
Tras
lo que hemos explicado, nos es fácil entender por qué entre
el estallido del volcán Tera y la expulsión de los Hicsos (desde el
1680 al 1560 a.C.); cambian todas la eras y etapas históricas de
Egipto, Oriente Medio, Anatolia, El Egeo y del Mediterráneo.
Incluyendo las de nuestra Península, que desde el final de El
Campaniforme (1700 a.C.) llega a El Argar III (1750-1550 a.C.) y
termina generando Cogotas I (1500 a.C.). Por su parte, en
Creta, durante esos siglos cae el Imperio Minoico Palacial (Medio
I y II, del 2200 al 1700 a.C.); destruyéndose esa civilización
antigua y pasando al periodo Minoico Neopalacial (Medio III
1650-1600 a.C.). Llegando muy pronto el Minóico Tardío; la
famosa era de Cnossos (1550 a.C.). Asimismo, en El Egeo y en
tierras de la posterior Gracia, se cierra el ciclo de
Cicládico-Heládico Antiguo y Medio (2200 al 1650 a.C.) y se
pasa al Cicládico-Heládico Reciente, donde comienza a nacer Micenas
(desde el 1600 a.C.).
.
En
lo que se refiere a Anatolia, ya vimos como en fechas cercanas al
volcán Tera (entorno al 1700 a.C.) se funda el Imperio
Antiguo Hitita (quizás por refugiados llegados desde Creta; ello
explicaría que el idioma hitita y el luwio pasen a escribirse en
forma minóica -alfasilábica-). Mientras hacia el 1450 a.C. decae
el mundo hitita y nace el Imperio Nuevo de Hatti, que desaparecerá
hacia el 1200 a.C. con la caída de Troya (surgiendo entonces la
etapa de los reinos neohititas). Asimismo, Cerdeña había vivido
una etapa de influencia peninsular ibérica, cuando comienza su etapa
Campaniforme, hacia el 2100 a.C., que termina en el 1600 a.C..
Surgiendo por entonces la fase sarda llamada Bonnano, que tan solo
dura un siglo y termina hacia el 1500 a.C.; mientras Cerdeña
permanecía en el Bronce Medio. Finalmente diremos que en
Malta termina la fase llamada Cementerio de Tarxien (2500 al
1500 a.C.) y pasa durante esos años a la Edad del Bronce Final,
que comienza entorno al 1500 a.C. en la isla (perdurando hasta la
llegada plena del hierro -750 a.C. aprox-).
.
Por
su parte, ya habíamos visto el modo en que desde el 1700 a.C.,
los hurritas habían atacado Mesopotamia (el reino de Hammurabi),
batallando luego en Oriente Medio (fundando Mittani) y llegando hasta
Canaán, ocupando las fronteras de Egipto. Un imperio nilota que
se tambaleaba por entonces; más aún tras el estallido del
Tera-Santorino, cuando sus élites temerosas se refugian en el Sur,
abandonando el Delta (ante las malas señales que observan de
humos y aguas polucionadas por la erupción). La desembocadura del
Nilo quedará sin protección y muy pronto la atacarán los
canaáneos, los cretenses y los hurritas, cruzando desde tierras
vecinas y fundando allí en reino Hicso (entorno al 1660 a.C.).
Aunque cien años más tarde son expulsados del delta por los
verdaderos egipcios, que llegan hasta el norte para echar de sus
tierras a esos “falsos faraones” extranjeros. Iniciándose de ese
modo el Reino Nuevo, entorno al 1560 a.C.. Así, desde
mediados del siglo XVI a.C. no solo se inicia el Imperio Nuevo
faraónico, sino también varían radicalmente la gran mayoría de
las fases históricas de Oriente Medio, en El Egeo, en Creta,
Anatolia, Cerdeña, Malta y la Península Ibérica.
.
En
lo que se refiere a nuestras tierras, vimos que desde el 1650
al 1550: Comienza el Bronce Final peninsular. Cambiando por entonces
todo el armamento y el modo de trabajar el bronce. De
tal manera, el siglo XVI a.C. culmina
con el desarrollo y plenitud en el Sudeste Peninsular de El Argar
(en la zona fundamentalmente del Sureste Peninsular). Esta
cultura que comienza en el siglo XXII a.C. en el litoral almeriense,
se habría iniciado por buscadores de metal venidos desde el
Mediterraneo Oriental (a mi juicio cretochipriotas).
En nuestra opinión, ya hemos dicho que
el nacimiento de El Argar III -fase
última- se debió a la venida hasta
nuestras costas de los huidos tras el terremoto del Tera, desde
zonas próximas a Creta (después de la
destrucción del Imperio Minoico hacia el 1680 a.C.). La
llegada de estas gentes es lo que en nuestra teoría denominamos
“Segunda oleada indomediterranea”; donde vendrían a Iberia
primeramente los cretenses huidos de Tera. Aunque varios siglos más
tarde (desde el XIII a.C.) seguirían el mismo camino de huida hacia
el Occidente lejano, los pueblos asentados en Creta, Chipre y Canaán,
que se ven acosados por la expansión del Hierro. Asimismo,
las numerosas convulsiones que se producen desde este siglo XVI al
XIII a.C., en Oriente Medio, traerán lógicamente a nuestras tierras
a quienes antes solo venían a ellas para comerciar.
.
Todos
estos hechos van aculturando progresivamente las costas de Iberia con
pueblos “indo-mediterráneos”. Pero
sobre todo, tras 1560 a.C., la caída
del reino Hicso de Egipto debió “arrastrar” gentes de todos los
lugares hacia el Oeste.
Fundamentalmente cuando Egipto
-tras su victoria contra esos hicsos- comienza
a adueñarse nuevamente de Canaán, batallando en las zonas vecinas y
llegando a asediar incluso a Biblos (a
la que consideró colaboracionista de los reyes hicsos). Así, la
caída de Biblos, que fue atacada por su
traición y apoyo a los extranjeros; debió marcar el final de los
viajes hacia el Occidente remoto, realizados por esa ciudad
portuaria. Pasando desde entonces la cabeza thalasocrática a Creta y
Chipre; quienes desde esas fechas podrían llevar a cabo expediciones
hasta nuestras tierras, vendiendo los metales al faraón. Ya
que Biblos fue considerada fuera de la órbita egipcia, pasando a la
influencia de Ugarit; siendo finalmente el puerto gibliota absorbido
por el mundo fenicio -que nace paulatinamente desde esas fechas-.
Sin duda alguna, todo ello provocaría en nuestra Península el final
de la cultura argárica (de Almería) derivando hacia el mundo de
Cogotas I -originando el Bronce Final-. Siendo la cultura de El Argar
III y la de Cogotas I, las que posteriormente generarían el mundo
ibérico; constituyendo asimismo algunos de los sustratos y
antecedentes mas importantes a la de Tartessos. Aunque
Argar III y Cogotas I desaparecerán sobre el año 1000 a.C., con las
primeras importaciones de hierro (fundamentalmente con la llegada en
nuestro litoral de precolonizadores orientales, previos a los
fenicios).
ARRIBA,
AL LADO Y ABAJO: Tres
fotografías de Las Cogotas. Arriba,
una imagen del Castro durante el atardecer. En
el monte que vemos a nuestra derecha se encuentra el yacimiento de
Las Cogotas;
que fue descubierto como un
campamento vettón; aunque en sus excavaciones hallaron restos
previos a la ocupación celtibérica y que se remontaban hasta el
1500 a.C.. Tras estudiar
estos sustratos inferiores de Las Cogotas -ajenos al mundo ibérico y
muy anteriores al castro prerromano-, observaron materiales
de una cultura que sucedió a El Argar y que se extendió por toda la
Península. Siendo esta nueva
fase arqueológica denominada: Cogotas
I; periodo que comienza entorno al 1500 a.C. y termina con la primera
llegada del Hierro a nuestras tierras (hacia el 950 a.C.).
Al
lado: Subida al Castro de Las
Cogotas, por el lado opuesto
de la foto anterior. Está también situado en las proximidades de
Ávila, pero en este caso en Cardeñosa (a unos diez kilómetros, en
dirección a Olmedo). En ese
lugar se halló el famoso yacimiento vettón, bajo el que aparecieron
los restos de una cultura muy anterior, que -como hemos dicho- se
denomina: Cogotas I.
Abajo:
Restos procedentes de Cogotas I,
tal como los exhibe el Museo Provincial y Arqueológico de Ávila (al
que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Parece
absolutamente lógico pensar que Cogotas I desciende directamente de
las gentes del Vaso Campaniforme y Argar III, asentadas en la Meseta
(especialmente en lugares
ricos en minas de metales, pero también gemas y sobre todo de sal).
Esta cultura permanece como forma residual del Argar III y se
extendió por toda la Península, desde el 1500 al 1000 a.C.; cuando
los hombres del Bronce Final y del Primer Hierro acaban con ella.
ABAJO:
Mapa nuestro con las rutas del ámbar
y de los metales. En rojo, rutas del ámbar, oro, plata y gemas de
los V y IV milenios a.C.. En azul, rutas cobre y estaño del III
milenio a.C. (durante la Edad del Bronce). En verde, las rutas del
Estaño puro, durante el II milenio a.C. la época del Bronce bajo.
B)
- DEL 1500 a.C. AL 1000 a.C. (del final de El Argar hasta el de
Cogotas I):
.
b-1)
Cronología comparativa con Malta, Cerdeña, Creta, Chipre, El Egeo y
Anatolia (1500 al 1000 a.C.):
Como
habíamos dicho, en Malta esta fase será en la que termina la
Edad de Bronce Antiguo y Medio, llamada “Cementerio de Tarxien”
(del 2400 al 1500 a.C.); comenzando el Bronce Final, que perdura
desde el 1500 a.C. hasta el año 750 a.C. (cuando aparece el Hierro
en la isla). Pues la llegada del nuevo metal a Malta se lo debemos a
fenicios asentados en costas muy cercanas; en la famosa Cartago
(fundada en el 825 o bien en el 814 a.C.). De este modo vemos como
desde el 1500 a.C. Malta se desvincula de los hechos que se
suceden en el resto del Mediterráneo. Algo que -quizás- nos
habla de la unión entre esta isla y Biblos; ya que Malta se aísla
en tiempos en que Egipto ataca Biblos (separándose el faraón de
ese puerto, al considerarlo colaborador de los hicsos). Parece
así, que las costas maltesas pudieron ser principalmente una base
giblita; y que a finales del Bronce no necesitaban llegar hasta Malta
los minóicos, los chipriotas -ni menos los egeos-, cuando navegaban
hacia tierras del extremo occidente. Un hecho que habría aislado esa
isla tras la caída de Biblos (1500 a.C.). Momento en que surge
paulatinamente Fenicia, que cuando se desarrolla y viaja hacia el
Oeste (durante el sigo IX a.C.), decidirá poner su base en Cartago y
no en Malta (pues a mi juicio, los viajeros anteriores -durante
los milenios IV y III a.C.- llegaban a la Península desde Oriente
Medio costeando África; costumbre que siguieron los giblitas,
parando en Malta y posiblemente usándola como base oculta).
.
Lo
que expresamos se entiende observando el mapa anterior, donde
comprendemos que la ruta más rápida desde Creta o Chipre sería
poner rumbo Oeste puro y alcanzar Sicilia con Cerdeña; para arribar
finalmente a la Península Ibérica. Pero durante los milenios IV y
III a.C., las embarcaciones eran más ligeras y las singladuras solo
podrían hacerse de cabotaje. De tal manera, para viajar desde
Oriente Medio hasta el extremo Occidente mediterráneo, el método
sería ir costeando el Norte del Mediterráneo; y mejor, por el Norte
de África. De ese modo se entiende que los primeros
expedicionarios que se dirigían hacia nuestras tierras (realizando
cabotaje por el Mediterráneo Sur), podían parar y en Malta,
utilizándola como base intermedia. Pero ya desde la caída de
Biblos, las naves eran de mayor tamaño y los conocimientos en
náutica permitirían singladuras de varias jornadas en alta mar; por
lo que al final de la Edad del Bronce se podría viajar de forma
directa desde Creta y Chipre hasta Sicilia y Cerdeña (para
alcanzar después nuestras costas).
.
Observando
las cronologías antes referidas, entenderemos que en El Egeo -y
tierras de la posterior Grecia- comenzase el periodo Micénico
(desde el 1650 al 1150 a.C.); marcando su inicio el volcán
Tera-Santorini (1680 a.C.), para desarrollar lo que posteriormente
iba a ser Micenas. Así pues las fases de estos periodos Egeos o
Continentales -también llamados Heládicos ó Cicládicos:
Reciente I, II y III- son las siguientes: Micénico Antiguo
(1650-1450 a.C.), Micénico Medio (1450-1400 a.C.) y Micénico
Reciente (1400-1150 a.C). Correspondiéndose la primera etapa con el
tiempo sucedido entre la explosión del Tera y el nacimiento del
Imperio de Minos, tras la reconstrucción de Creta y el final del
poder de los Hicsos en Egipto. La segunda (1450-1400 a.C.), es
paralela al tercer Palaciego minóico y a la fase de florecimiento de
palacios como Cnossos. Mientras que el periodo final del Micénico
(1400 -1150 a.C.) marca claramente la fase de expansión de la
Micenas continental, su separación de Creta hacia el 1150 a.C. y la
llegada del Hierro por estas fechas (tras la caída de Troya y la
dispersión de los pueblos dorios y aqueos por el Egeo).
.
La
última fase (Minoico Reciente) se produce tras la periódica
difusión del acero; gracias al templado inventado en Anatolia en el
siglo XIV a.C.. Lo que provocó finalmente la caída del Imperio
Nuevo Hitita y la expulsión de gran parte de los habitantes de
Anatolia, quienes buscaron tierras donde asentarse, navegando por
todo Oriente Medio y por el Egeo. Gentes errantes a los que
conocemos como Pueblos del Mar. Quienes llegan hasta Canaán;
logrando allí una porción de territorio, al que llamaron de los
filisteos y de las tribus de Dan -danaos-. Aunque los filisteos
realmente fueron quienes huían del Egeo, de Creta y Chipre;
cuando las hordas del hierro conquistan sus islas, sus mares y
las tierras continentales. Tomando los nuevos dueños la actual
Grecia el nombre de Aqueos, y más tarde, el de dorios (quienes
acaban con Micenas y con el mundo minóico). Por lo demás,
algunos de estos Pueblos del Mar, que vagaban errantes en
ejércitos de grandes naves; llegaron a atacar las costas de
Egipto. Y aunque el imperio del Nilo desde el siglo XIII a.C.
pretendió combatirles, resistiendo repetidamente esas invasiones
llegadas por el Mediterráneo. Finalmente el faraón se vio
obligado a darles una patria en tierras propias y próximas a
Egipto. Logrando los Pueblos del Mar que en el siglo X a.C., un
general de su origen -navegante, emigrado y mercenario- subiera
al trono del Nilo; con el nombre de Sesonq I.
ARRIBA,
AL LADO Y ABAJO: Tres fotografías
con objetos paralelos, procedentes de Iberia, Creta y Chipre. Arriba,
un cuenco con tapa cerámico, del Periodo Cretense Prepalacial
(fechado entre el 3200 al 2600 a.C.)
tal como lo muestra el Museo de Heraklion, al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen. Observemos
la decoración en triángulos similares a los que lucen incisos los
enseres y objetos cerámicos de Los Millares
(periodo peninsular fechado entre el 3500 y el 2200 a.C.) Al
lado, dos
joyas en forma de bandas de oro;
también Prepalaciales cretenses y en este caso fechadas
entre el 2250 y el 2300 a.C.
-propiedad del Museo de Heraklion, al que agradecemos nos permita
divulgar nuestra imagen-. Observemos
en la banda de abajo los dos ojos, muy semejantes a los que se
representan en las figuras de Los Millares.
Algunos consideran que esta faja áurea se situaba sobre los ojos del
difunto; aunque el aspecto que tiene es de un objeto apotropáico,
cuyos dibujos en esa forma servía para combatir el aojo (tal como se
supone eran los diseños peninsulares iguales y los de ídolos con
ojos mesopotámicos). Abajo,
vitrina del Museo Arqueológico Nacional -al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen- en la que podemos ver
ídolos-placa de la época de Los Millares (3500-2200 a.C.), que
lucen esas decoraciones en triángulos y con forma de ojos (tan
similares a las que existían en Creta durante los mismos siglos).
Pero
sigamos con cuanto acontecía en Chipre y Creta durante el tiempo del
que hablamos (desde el XVI al XI a.C.). Cuando desde el 1600
a.C. en la isla de Minos nace el periodo Neopalacial; fase de
reconstrucción, tras los daños ocasionados por el Tera (ochenta
años antes). Momento en que se llega a un nuevo florecimiento,
promoviéndose hacia el 1450 a.C. la Era del rey Minos, con el
periodo palacial. Una etapa en que esta isla ejercerá una enorme
influencia en todo el Mediterráneo; logrando ser el centro
mercantil y marinero de mayor importancia del Mediterráeo. Arribando
-a mi juicio- con sus barcos hasta nuestras costas, para comerciar
los metales (en especial el cobre y el estaño). Es así como
entramos en la etapa de los Palacios cretenses (Cnossos, Faistos,
Malía etc), observándose un enorme progreso y riqueza en la isla.
Piélago que estaba suficientemente apartado de tierra como para
evitar ser por entonces invadido; todo lo que explica las apenas
defensas existentes en sus ciudades-palacio. Pese a ello, es mi
teoría que en Creta existiría un sistema para repeler posibles
ataques de extraños llegados por mar, valiéndose de toros bravos.
Salvajes uros, que dispuestos en batanes junto al mar, evitarían
que los extraños desembarcasen; bastando soltar esas reses en las
playas y puertos, para repeler cualquier intención de conquista. A
mi juicio, este sistema de defensa sería exportado por los cretenses
a algunas de sus zonas de influencia; con el fin de que los
expedicionarios extraños tampoco alcanzasen aquellas tierras donde
los de Minos llegaban (para obtener oro, plata, estaño y cobre).
Siendo así como creo personalmente que llegó el toro bravo a
Iberia; donde sería criado sin castrarse y como una especie salvaje,
cuyo uso era el de guardar las tierras -del mismo modo que los perros
fieros se utilizan para guarecer una casa-.
.
Este
método de repeler a los extraños y la distancia de Creta hasta
otras costas, les permitiría estar seguros durante la edad del
Bronce (sin necesitar siquiera murallas, tal como se observa en las
ciudades-palacio de la época). Aunque con la llegada del hierro, la
situación cambió radicalmente. Pues el precio de las naves se
abarató, debido a la facilidad de trabajar la madera con
herramientas férreas; tanto como lo hicieron las armas, al ser el
acero un metal fácil de encontrar y de forjar (a diferencia
del cobre y el estaño). Así pues, es en el siglo XII a.C. cuando
los aqueos y los dorios -procedentes de Anatolia- pudieron
fabricar gran número de barcos y armar a miles de hombres gracias al
hierro; llegaron primero hasta Troya, entorno al 1200 a.C. (tal
como narra la Iliada). Pero un siglo más tarde ya dominarían las
islas del Egeo, incluso la de Creta; haciendo caer Micenas y el reino
de Minos. Pues ni micenios ni minóicos les podrían hacer frente, al
estar armados principalmente con bronce. Por su parte, los
batanes de toros bravos, que pudieron actuar como sistema de defensa
contra invasores durante la Edad del Bronce. Serían muy poco
efectivos durante la del Hierro, al ser fácilmente saeteados por los
numerosos arqueros que tenían los ejércitos férreos. Capaces
de fabricar miles de puntas de acero, cuyas flechas y lanzas
lograrían acabar con los uros salvajes, antes de que se les
acercasen. Estas razones motivaron que entre el 1100 y el 1000
a.C., se llegara al postminóico; finalizando la cultura
eteo-cretense y comenzando la fase helena de la isla.
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Algo
muy similar sucede en Chipre, cuyas etapas e Historia fueron
paralelas a las de Creta -al menos, durante estos siglos-. De tal
manera, en Chipre se produce entre el 1500 y el 1400 a.C. el Bronce
Reciente (Chipriota Reciente); que marca un florecimiento paralelo al
que vivió Creta durante el nacimiento del Neo-Palacial (cuando
se crean palacios como el de Cnossos o el de Malia y Festos). Por su
parte, los siguientes ciento setenta años (del 1400 al 1230 a.C.)
se denominan etapa de “expansión comercial Micénica”; marcando
un momento en que Chipre logra dominar el mercado de Oriente Medio
los metales. En especial el del estaño y el cobre, tal como
muestran pecios del tipo hallado en Uluburún; barco hundido cerca de
la isla, en las costas de la actual Turquía, cargado con decenas de
lingotes cúpreos y de casiterita (con marcas chipriotas). Asimismo,
esa nave encontrada hace unos decenios en Uluburún también
transportaba objetos de oro procedentes de Canáan y de Egipto; por
lo que se supone, se trataba de un mercante de origen chipriota, que
durante el siglo XIV a.C. realizaba la ruta: Egeo, Creta, delta del
Nilo, Canaán, Ugarit, Chipre -y vuelta al Egeo-.
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Gracias
a pecios como el antes referido, sabemos que estos barcos de origen
chipriota comerciaban el metal de Cerdeña y lo fundían en lingotes,
dándole una forma similar a la que siglos antes habían usado los
cretenses: Semejante a la piel de buey (o a un gran hacha doble).
Así pues, el hallazgo en distintos puntos del Mediterráneo de
aquellos talentos con el diseño de un “pellejo” (oxhide); hace
evidente que los cretochipriotas navegaban por todos los confines,
para importar el metal al Egeo y a Oriente Medio. Llegando
especialmente en su comercio, hasta Cerdeña, Córgea y el Sur de
Francia (donde han aparecido ese tipo de talentos hoy llamados
“oxhide” = “piel de buey”). No podemos demostrar la
existencia de estos lingotes cretochipriotas en la Península
Ibérica; aunque sí que habrían dejado el modelo de diseño, como
una forma sagrada (imitando el cuero del animal). Todo lo que
sería repetido por las generaciones posteriores y a finales de la
Edad del Bronce Peninsular. Apareciendo repetidamente esta marca
semejante al pellejo de toro (ox-hide) en altares, plantas de
edificios, en joyas y en múltiples objetos sagrados ibéricos o
tartessios.
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Así
pues, en Chipre vimos una primera etapa en paralelo al reinado de
Minos (del 1550 al 1400 a.C.), otra de florecimiento comercial
micénico (desde el 1400 al 1230 a.C). Pero finalmente pasarán a una
final de dominio aqueo, que comprende desde el 1230 al 1190 a.C..
Momento en que -como hemos dicho- se expanden los primeros
pueblos del Hierro, entre los que destacaron estos, llamados
Aqueos y que dieron nombre al Egeo. Nacidos seguramente en Anatolia,
los aqueos avanzaron armados con el nuevo metal por todo el litoral
que antes había pertenecido a Micenas; llegando a dominar finalmente
Troya (y con ello, el comercio de los metales). Durante este
periodo chipriota de invasión aquea, se tiene la constancia de que
esa isla que antaño dominó las rutas marítimas del estaño y del
cobre -hacia el remoto occidente-; decayó cuando el Hierro se
difunde por la zona (antes del 1200 a.C.). Siendo así como se llega
al una nueva crisis en Chipre, en la que además aparecen los Pueblos
del Mar -de los que hablábamos antes-, arrasando sus tierras
entre el 1190 y el 1150 a.C.. Todo lo que culminará con una fase de
destrucción de la isla debida a movimientos sísmicos repetidos,
acontecidos entre los años 1150 y 1050 a.C.. Lo que probablemente
salvaría a Chipre del asentamiento definitivo de esas gentes
errantes del Hierro. Unos Pueblos del Mar que seguramente huyeron
de la isla, al vivir los terremotos que allí se producen
continuamente, al poco de ocuparla -seismos que perduraron entre el
1150 y el 1050 a.C.-.
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Tras
la marcha de los Pueblos del Mar, que seguramente escaparían de
Chipre buscando mejor territorio (yendo hacia Canaán, e incluso a
Egipto); quedaría un reducto de población en la isla, formado
por gentes autóctonas y por otros huidos de las invasiones del
Hierro. Principalmente por cretenses que se sabe llegaron a Chipre
escapando de la ocupación aquea en su tierra (1190-1170 a.C.); pero
especialmente durante la invasión doria, que destruyó el mundo
micenio y el minóico (del 1100 al 1000 a.C.). Así pues, nos
encontramos Chipre salvada de la llegada de las hordas del hierro
(Pueblos del Mar, Aqueos o Dorios); a mi juicio debido a que entre el
1150 y el 1050 a.C. sufrió continuos terremotos. Lo que haría de
aquella isla el refugio seguro para los cretenses y micenios,
escapados de las invasiones del hierro. Todo ello permitiría que
en Chipre continuara una cultura que se perdió en otros lugares (la
autóctona de El Bronce). Siguiendo aquí la civilización
creto-chipriota, con su periodo Chipro Geométrico (1050 al 700
a.C.); en gran parte gracias a la protección que los fenicios
les proporcionan y a cambio de que este piélago actuase como “tapón”
frente a la posible llegada de invasores a las costas de Fenicia.
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De
este modo entendemos por qué los púnicos abrieron en esta isla
varios puertos, pero nunca la llegan a invadir; ya que actuaban como
aliados. Por ser los chipriotas los mayores enemigos de quienes se
habían adueñado del Egeo desde el sigo XII a.C. (aqueos y los
dorios, que tras destruir Micenas y la Creta de Minos, invadieron las
tierras que antes dominaban los de Creta y sus ascendientes). De este
modo, se comprende la alianza entre esa isla y los habitantes de las
costas de Oriente Medio (púnicos, asentados frente a ellos en
ciudades como Tiro y Sidón); pues el piélago chipriota serviría
como defensa, para que no pasaran armadas a invadir el litoral de
Fenicia. A mi juicio, a cambio de la protección y confianza que
otorgaban a la isla estos fenicios, que fueron heredando los
conocimientos náuticos y las rutas que Chipre y Creta conocían
desde épocas muy remotas. Caminos marítimos para mercadear con
los canaáneos y con el faraón; pero sobre todo, para alcanzar los
metales del Occidente. Haciéndose paulatinamente los habitantes
de Tiro y Sidón con una enorme armada comercial y con las rutas del
metal hacia nuestras tierras; tras fundar diversas colonias de paso
-como Cartago-.
ARRIBA:
Foto compuesta, con tres ejemplos de
cultos compartidos en Creta, Chipre y en la Península Ibérica. A
nuestra izquierda, un dibujo mío
con el modelo altar de oficios hallado en Cueva de Almanzora y
fechado a fines del II milenio a.C.. En medio,
un pequeño altarcillo de cuernos cretense, hecho en cerámica,
fechado entre el 1800-1700 a.C. y procedente de Cnossos
(tal como lo muestra el Museo de Heraklion, al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen). A nuestra derecha,
altar en Pigadhes (Chipre) fechado en el Bronce Tardío -entorno al
1500 a.C.-. Estos altares con cuernos, típicos del minóico y de la
cultura cretochipriota, aparecen también en Canáan, despues del
1200 a.C.; seguramente tras la huida a zonas como Meggido, de gentes
procedentes de Creta
(llegados con el éxodo que la expansión del Hierro provoca en El
Egeo). En España los veremos
repetidamente durante el final del Bronce y también en el comienzo
del Hierro; en forma de
altarcillos tartessios con el diseño de piel de buey o con pequeños
cuernos.
ARRIBA,
Y ABAJO: Dos imágenes con lingotes
de la Edad del Bronce. Arriba,
lingotes cretenses, procedentes de Agia Triada y fechados entre el
1500 y el 1450 a.C. (tal como
los muestra el Museo de Heraklion, al que agradecemos nos permita
divulgar nuestra imagen). Con
estos talentos de cobre comerciaban su metal los minóicos en época
de Cnossos (durante el Neopalacial) dando al cobre la forma de hacha
doble o bien de piel de animal. Ambos
diseños se explicarían en base a que cada lingote equivaldría a un
número de bipennas (usadas como moneda de cambio, en la época) o
bien a una determinada cantidad de cabezas de ganado (cuyo valor
también se tasaba en pieles -utilizadas comúnmente para el
trueque-).
Abajo,
dos talentos de cobre; a la
izquierda, pieza sarda fechada entre los siglos XIII y XII a.C. y
perteneciente al Museo de Cagliari (al que agradecemos nos permita
divulgar nuestra imagen). A la
derecha, uno de los muchos lingotes hallados en el Uluburún; pecio
del siglo XIV hallado en aguas de Turquía, que se supone de un barco
creto-chipriota. Este tipo de
lingotes aparecen en las naves hundidas de Chipre y en las minas de
Cerdeña. Todo obliga a pensar
que la mayor parte del cobre que comerciaban los creto-chipriotas lo
obtenían en el extremo occidente; fundiéndolo en Cerdeña con este
diseño (semejante a la piel de toro).
Pues en las proximidades del Mediterráneo se habían agotado las
minas cúpreas a mediados del segundo milenio a.C.; sin existir
apenas yacimientos de casiterita (que tan solo había en Cerdeña -de
baja calidad- y en Almería o Murcia). Muy por el contrario;
eran riquísimas en metales preciosos las costas del Atlántico;
desde Huelva hasta Jutlandia, pasando por las Islas Británicas.
Para
terminar este epígrafe, describiremos lo que sucede en Anatolia
durante esta etapa que analizamos -desde el 1500 a 1000 a.C.-.
Donde, como ya dijimos, a mediados del siglo XV a.C. cae el
imperio Hitita; debido a guerras internas. Estas luchas parece
que se suceden en el corazón de Hattusa (la capital imperial)
motivadas por reyertas entre familiares que pugnan por hacerse con el
poder. Aunque la crisis hittita más bien deberíamos
comprenderla, motivada por el enorme poder que extiende por entonces
Egipto; tras expulsar a los Hicsos y rehacer su imperio, en
una nueva fase de florecimiento llamada Imperio Nuevo (que
comprende desde el 1580 al 1085 a.C. -apox.-). Pues tras retomar el
poder del Delta y echar a los extranjeros de sus dominios, lo
primero que promueven los faraones es guerrear en las tierras
vecinas, hasta recuperar el corredor de Palestina (llegando
pronto a Siria, para evitar nuevas invasiones del Nilo). Ello,
y sus alianzas con Mittani, motiva que los hittitas entren en
crisis y sus élites caigan, subiendo al poder nuevas familias,
dispuestas a pactar con el faraón (sino a someterse a él). Así se
funda un Nuevo Imperio Hitita, que finalmente llegará a vencer a
Egipto, gracias a las armas de acero; pero cuya duración será
bastante breve, también debido a la difusión del Hierro.
.
De
tal manera, sabemos que los de Hattusa regeneran su reino hacia el
1450 a.C. creando aquel Imperio Nuevo de Hatti, que dominarán nuevos
nobles. Pero los tremendos fríos que se producen desde el 1400 a.C.,
a mi juicio son el motivo de que en el Cáucaso se logre templar el
acero. Pues el hierro se conocía como metal dulce y se extraía
de los meteoritos, creando con ese mineral puñales inoxidables pero
de filo muy débil (como la daga de Tutankhamón, con la que fue
enterrado en fechas anteriores a la Edad del Hierro). Pero entre
el 1400 y el 1350 a.C. parece que se halló el método de templarlo y
convertirlo en acero; algo que a mi juicio se debió a una enorme ola
de frío, que obligaría a crear hornos de mayor fuerza y sobre todo
a usar el carbón para calentarse. Método que permite lograr
temperaturas superiores a los mil grados y que por lo tanto, funde el
mineral férreo. Pese a todo, aún quedaría por descubrir el sistema
de templado; que debió hallarse por casualidad, orinando sobre las
piezas al trabajarlas. Ya que la temperatura ideal para convertir el
hierro en acero, es trabajarlo sobre un baño líquido a unos 35
grados.
.
Aquel
gran invento haría caer todo el mundo del Bronce, comenzando por el
propio del lugar en que se descubrió: Anatolia. Acerca de lo
sucedido con el nuevo metal, conocemos que entorno al 1250 a.C. el
rey hititta Hattusi III, regaló una espada de hierro al gran Ramsés
II; cuando manda al Nilo a su hija, como esposa del faraón. Siendo
este el momento en que el acero entra por vez primera en Egipto; pero
debiendo de pensarse que unos cincuenta años antes, ya se forjarían
buenas dagas con este material en Anatolia (más o menos perfectas y
rígidas). Así pues, el comienzo del Hierro debemos fecharlo
entorno a esas fechas (desde fines del XIV a mediados del XIII a.C.);
considerando que hacia el 1300 a.C., los hittitas ya tendrían
espadas férreas mucho más resistentes que cualquier arma de bronce.
Ello supuso, en primer lugar, el avance de los de Hatti sobre Oriente
Medio, logrando llegar a las fronteras del Nilo. Pero asimismo, la
enorme preocupación de los faraones, tras conocer la existencia de
este nuevo metal, del que ya en el 1350 a.C. tendrían noticias
-pese a que por entonces aún no sería tan perfecto, ni sabrían
forjarlo como acero-. Estos hechos nos llevan a entender por qué
a mediados del siglo XIV a.C., Amenofis III y su hijo, Amenofis IV
(Akhenatón), realizan una política de pactos continuados con
Mittani y el mundo hititta. Viendo que sus vecinos les superaban
en fuerza (seguramente tras la aparición de las primeras amas de
hierro). Aunque sería ya en época de Ramses II, cuando se ven
obligados a aceptar la superioridad del Imperio Hittita, tras ser
derrotados y casándose el propio Ramsés con una princesa de Hatti
(para lograr alianzas con ese reino que les superaba en fuerza).
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ABAJO:
Pareja de leones neohititas,
procedentes de una basa de columna hallada en Tell Tainat, fechados
antes del siglo VIII a.C., propiedad del Museo de Antakya (al que
agradecemos nos ermita divulgar la imagen). Observemos el paralelo
entre estos leones que abundan en la estatuaria neohitita, entre los
siglos X al VIII a.C. y los que posteriormente surgen en la Península
Ibérica. Acerca de ello,
hemos de recordar como el
profesor Bendala dedicó parte de sus estudios a analizar los leones
de la España prerromana
(fechados entre los siglos VI al IV a.C.); que preferentemente
aparecen en la zona de Levante y Andalucía. Comparándolos con los
neohititas; llegando a la
conclusión de que pertenecían a una misma cultura.
Por cuanto -a mi modo de ver- hemos de considerar que tras la caída
de los reinos neohititas (siglos VIII-VII a.C.); muchos de sus
habitantes se refugiaron en la Península Ibérica. Donde sabemos que
compraba su estaño el rey Midas; monarca neohitita famoso por su
riqueza y su amor a los metales. Quien reinó en Gordión (Frigia),
hasta que sus tierras fueron invadidas por tribus cimmerias, que le
obligaron a suicidarse hacia el (670 a.C.); tras lo que se supone
arrasaron la población y confiscaron todas sus riquezas (destruyendo
el reino).
Finalmente,
el Hierro se difunde desde el imperio Hitita a sus alrededores,
provocando la caída de Troya a manos de los aqueos; gentes
marineras -conocedores el acero- asentados en tierras e islas del
Egeo. Quienes asediarían ese punto de paso hacia el Mar Negro,
demostrando que ya no interesaba aquel lugar que cerraba Troya en el
estrecho del Bósforo. Pues con el nuevo metal férreo, no era
necesario ir hasta el Cáucaso en barco, para buscar estaño o cobre
y debiendo pedirse “portazgo” a Troya (que dominaba el paso).
Todo ello significó que desde entonces, cualquier pueblo
podría hacerse con un arsenal de armas; habida cuenta que las minas
de hierro abundaban por doquier. Así pues, la caída de Troya
entorno al 1212 a.C. no es más que el reflejo del derrumbe del mundo
del Bronce y del hittita; un imperio cuya decadencia comenzó hacia
el 1200 a.C. (para desaparecer definitivamente un par de decenios
después). Quedando desde esta época, Anatolia entera sumida en la
anarquía y en las razzias de los Pueblos del Mar; gentes autóctonas
que se sublevan contra sus señores hittitas y los derrotan
(llevando al desastre al imperio de Hatti hacia el 1180 a.C., pero
viéndose pronto obligados a huir de su lugar de origen).
.
Tras
ello, aquellas hordas terribles del hierro, que arrasaron las tierras
de la actual Turquía; se propusieron adueñarse de gran parte del
Mediterráneo, promoviendo continuas expediciones, en las que
atacaron primero: El Egeo, Creta, Chipre, Canaán y Egipto. Pero más
tarde lanzaron sus ejércitos de mercenarios embarcándose hacia los
litorales de: Italia, Sicilia, Cerdeña, Córcega y hasta las de
España. Sabiéndose que los “danaos” de Canáan y de Cerdeña
tienen este origen; así como los “sardos” (conocido Pueblo
del Mar que dio nombre a la isla sarda). Incluso, los tirrenios y
etruscos pudieron proceder de los “turta” y “teresh” (también
citados entre estos pueblos errantes marineros, que atacaban las
costas desde el 1200 a.C.). Siendo teoría de algunos
historiadores que los mastienos y bastetanos del Sur de España,
pudieron tener esta misma procedencia (de los “masawas”, otra
tribu del mar). Mientras que Schulten propuso que los tartessios
nacían de igual rama que los etruscos, venidos con las
migraciones de ese Pueblo del Mar denominado “turta” o
“teresh” (antes mencionado). Finalmente añadiré, que entre
estos emigrados desde Oriente hacia el Occidente mediterráneo, a
mi juicio habríamos que contar a los “cereteos”; como huidos de
la Creta invadida por los aqueos hacia el 1200 a.C.. Unos
creto-chipriotas o “cereteos” que en Canaán serían asimilados a
los Filisteos; pero que en el extremo occidente -a mi entender-
habrían tomado su nombre original, siendo conocidos aquí como
“curetas” (pueblo citado entre los tartessios).
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Para
terminar este epígrafe añadiremos que hacia el 1100 a.C. nacerán
en Anatolia los reinos neohititas, como recuerdo del Antiguo y Nuevo
Imperio de Hattusa (por entonces completamente desaparecido).
Siendo aquellos reinos neohittas tan solo una memoria residual del
mundo anterior; donde las diversas facciones del Hierro, llegaron a
crear varios estados de poca importancia, que conservaban la lengua
hittita (en forma de un nuevo idioma llamado luwio). Estos
reinos neohititas perduraron hasta que Asiria -junto a los escitas-,
y más tarde Grecia; cayeron sobre Anatolia. Pues los pueblos
Cáucaso (que odiaban el mundo hittita) se unieron a los asirios,
quienes junto a otros enemigos procedentes de Oriente Medio, les
atacaron repetidamente, sometiéndoles. Aunque finalmente los
reinos neohititas fueron aniquilados por invasiones como la helena.
Que se hizo con el centro de la actual Turquía fundando allí el
reino de Lidia y erradicando a toda la población anterior y a la que
llamaban frigios. Unas gentes que se vieron obligadas a huir de sus
tierras de origen durante los siglos VIII y VII a.C.; en los que
griegos, asirios, cimmerios y otros enemigos, invaden repetidamente
sus reinos, aniquilando su población y su cultura. Siendo forzados
todos los antiguos habitantes del mundo hittita, a emigrar desde esta
época (so pena de ser esclavizados o ejecutados, como se hizo
con quienes no huyeron). Viajando hasta zonas como Italia y la
Penínsua Ibérica, donde desde el siglo VIII a.C. veremos
estatuaria, arte y joyería de tipo neohitita (preferentemente en el
área levantina española y en la tatessia).
JUNTO
Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado,
estela del Viso de
Córdoba, fechada hacia el siglo VIII a.C., tal como la expone el
Museo Arqueológico Nacional (al
que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).
Abajo,
leona ibérica del siglo V, propiedad del Museo Arqueológico de
Córdoba (al que agradecemos
nos permita divulgar nuestra imagen). Ambos
son dos casos donde se manifiesta la llegada de precolonizadores
venidos desde Anatolia (o del Egeo), importando a la Península
nuevas modas. En la Estela
del Viso de Córdoba, podremos observar un nuevo armamento y enseres
que surgen en nuestras latitudes entorno al 1000 a.C.. Siendo de
destacar el casco con cuernos (típico de las tribus de Anatolia),
las espadas de tipo Bronce Final y el enorme escudo que luce el
guerrero. Quien además va adornado con pendientes y luce entre sus
atributos, un espejo y un peine. Finalmente, a sus pies, podemos ver
un pequeño carro de guerra (similar a una biga romana), tirado por
lo que parecen dos caballos. Por su parte,
la leona del Museo de Córdoba, es uno de los muchos ejemplos de arte
neohitita en nuestra Península.
AL
LADO: Monumento conocido como
la tumba del famoso rey neohitita Midas -dibujada
por Faucher-Gudin (de una lámina de Perrot and Chipiez; publicada en
“History of Egypt ….” por G. Maspero)-.
De este monarca dicen las fuentes clásicas que compraba sus estaños
en tierras del Atlántico. En
la cita (9)
podemos ver que la mención
de los textos antiguos acerca de la compra de metales hecha por el
rey Midas en zonas cercanas al Estrecho de Gibraltar; tiene
fundamentos históricos.
.
.
.
.
.
.
b-2) Cronología comparativa con Egipto, Oriente Medio y Canaán (1500 al 1000 a.C.):
b-2) Cronología comparativa con Egipto, Oriente Medio y Canaán (1500 al 1000 a.C.):
.
Comenzaremos
por describir lo que sucedía en Egipto durante estas fechas; con el
fin de recoger paralelismos históricos que nos ayuden a comprender
los acontecimientos de la Península Ibérica en una misma etapa.
Así pues, sabemos que desde
el 1560 a.C. el reino del Nilo entra en una nueva fase de
florecimiento conocida como el Nuevo Imperio (que durará casi
quinientos años). Por cuanto hasta el 1080 a.C., el país faraónico
vivió su último gran periodo; etapa de crecimiento que fue truncada
en su progreso en dos ocasiones:
Primeramente por
las crisis internas debidas a Akhenatón y
la nueva religión que quiso imponer entre los suyos. Pero
más tarde debido a la invención del hierro, que
trajo nuevos pueblos hasta el Nilo; atacando inicialmente las
fronteras, pero que finalmente llegaron a destruir las viejas
estructuras faraónicas. Así pues, comenzamos por la sucesión de
los hechos, tal como cronológicamente aparecen en la Historia:
.
Después
del 1550 a.C., tanto era el odio de los egipcios antiguos hacia los
hicsos y a sus gentes asociadas, que fue denostada la misma ciudad
de Biblos;
pese a que durante miles de años había sido tenida por aliada del
Faraón (colonia, casi hermana). Por su parte, sabemos que
entre el 1570 y el 1550 a.C., Ahmosis y Tutmosis II expulsaron
definitivamente a aquellos hicsos; tenidos por los faraones como
“tiranos e ignorantes, bajo cuyo reinado no hubo prosperidad”.
Consecuentemente,
ese periodo anterior de dominación “extraña” (el Reino Hicso),
llevaría a Egipto a tener un fuerte sentido patrio y a fortalecerse
militarmente; pero sobre todo a desear destruir Canaán.
Por lo que después del 1550
a.C., los nilotas se
convirtieron en una sociedad en plenamente xenófoba. Tanto como para
no desear contacto económico con países desconocidos;
siquiera despertando su interés por crear una marina mercante -y aún
menos, para enviar expediciones marítimas-. Debido a ello, tan solo
dedicaron sus astilleros y los barcos egipcios, a la guarda y
custodia de sus costas. Aunque con su capital en Tebas (hoy Luxor, a
setecientos kilómetros tierra adentro), poco les preocupaba un
ataque naval en el Delta. Así
pues, decenios más tarde, fue bien recibida la aparición de naves
extranjeras venidas desde las costas de Oriente Medio (cercanas
a Biblos); pues ello
suponía que los súbditos del faraón no necesitaban salir de sus
dominios. Asimismo recibieron bien a las de Chipre y Creta;
islas que les habían proporcionado barcos y realizado durante casi
un milenio el trabajo comercial o marítimo.
.
De
ese modo, una nueva civilización de canaáneos -“hombres rojos”
(púnicos o púrpureos)-, comienza a gestarse por entonces; al tener
un gran éxito en su comercio con Egipto durante esa primera fase del
Imperio Nuevo (desde el siglo XV a.C.). Por cuanto los Faraones
de la XVIII Dinastía no solo dan a los canaáneos de las costas el
“monopolio” y confianza para ser sus marinos mercantes; sino
incluso, les dejan establecerse en pequeños barrios del Nilo -debido
a que estaban originariamente mezclados y muy unidos con otros
egipcios que habían emigrado a Canaán-. De este modo, comenzaron
a establecer sus negocios en el delta estos cretochipriotas y
pre-fenicios; tanto como para institucionalizarse como comerciantes,
asesores y banqueros de ricos, o nobles faraónicos. Siendo este el
momento en que comienza a nacer lo que luego sería Fenicia, que aún
en el siglo XV a.C. era solo un “proyecto”. Aunque en los
centenios siguientes se iniciará como el gran emporio comercial de
las costas de Oriente Medio. Creando fortalezas sobre islas y cabos,
suficientemente distantes o protegidos, como para poder defender sus
ciudades solamente valiéndose de barcos (elevando capitales de la
importancia de Tiro y Sidón, en mitad del mar y al modo que miles de
años después imitarían puertos como Venecia). Consecuentemente,
desde el siglo XVI a.C. hubieron de abrirse nuevos emporios y
astilleros en las costas de Canaán, gracias a los bosques con
cipreses del Líbano. Siendo históricamente evidente que esos
canaáneos a los que luego llamaremos fenicios, heredaron
paulatinamente la función mercantil ante el Faraón, que hasta
entonces estuvo solo en manos de los bibliotas, cretenses y
chipriotas.
SOBRE
Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Arriba,
Siete pendientes de oro hallados en la cámara sepulcral de Djehuty
(circa. 1470 a. C.), tal
como los expone el Museo de Luxor desde 2014 -agradecemos al Museo de
Luxor y a José Manuel Galán, nos permitan divulgar su imagen-.
Abajo,
reproducción de parte del tesoro de Villena tal como lo expone el
Museo Arqueológico Nacional
-al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Observando
detenidamente las piezas de ambos ajuares, se ven paralelismos en el
diseño y en la forma de trabajar el oro. Aunque el tesoro de Villena
se data mucho más tarde;
fechándolo los expertos en el Bajo Bronce (entre el 1200 y el 900
a.C.). Pese a ello, no
nos extrañaría la hipótesis de que aquel enorme ajuar hallado en
Villena
-del que sabemos fue trabajado por joyeros peninsulares-; fuera
un encargo para entregar a mercaderes, que lo llevarían hasta Egipto
(o
bien a Oriente Medio). Quizás
en unas fechas un tanto anteriores a la datación que actualmente
tiene ese tesoro, y más cercanas al florecimiento del Nuevo Imperio
(hacia
el siglo XIV a.C.).
Así
pues,
desde la caída de los Hiscsos, dejarán de ser los egipcios
compradores o aliados de Biblos y llegan hasta este área del Líbano
como recaudadores
del faraón; cuyos cobros e impuestos en tiempos de los Tutmosis (II,
III y IV) fueron verdaderamente duros -sobre todo para el puerto
gibliota-. Tanta era la furia contra estos que hubieran ayudado a los
hicsos, que
Tutmosis II se alía con el reino de Mitani y unidos a Babilonia,
deciden repartirse Canaán, para someterlo por completo. Creando así
un fortísimo imperio nilota que comprendía Líbano y Siria,
llegando hasta el Eúfrates. En
esta intención de venganza no cesaron los faraones coetáneos, y
Tutmosis
III, desconfiando de sus aliados (en 1462 a.C.) incluso atacará
Mitani por el Eúfrates; para controlar totalmente a los semitas
-recordemos que esta civilización mesopotámica de Mitani, había
sido de fundación Hurrita; de igual raíz a la de los Hicsos-. Así
pues, los
canaánitas que no huyeron del Nilo al caer el mundo Hicso, pasaron a
ser esclavos en Egipto; al igual que cuantos prisioneros hicieron en
Oriente Medio los ejércitos del faraón en las repetidas campañas
(antes
citadas). De tal modo, mientras los canaáneos se intentaban liberar
como podían del yugo egipcio; los
hebreos caerían en “desgracia” y los que vivían en el Nilo
serían desplazados desde la clase alta, hasta los mas bajos estratos
sociales. Muy posiblemente ello ocurrió entre el 1560 y el 1350
a.C.; debiendo por entonces soportar la esclavitud o bien la tiranía
de los faraones más guerreros y fuertes de ese Imperio Nuevo (de
la XVIII Dinastía: Amosis, los Amenofis y los Tutmosis).
.
En
lo que se refiere a las costas y tierras vecinas del Nilo, ya
dijimos que desde el siglo XIV a.C. se asientan en Canaán tribus
pre-israelitas y semitas, que van proporcionando un nuevo sustrato a
la antigua civilización Giblita (de Biblos). De esta unión entre
la cultura de Biblos, los hebreos y pueblos del Hierro llegados por
mar, nacerá progresivamente Fenicia dos siglos después (en el
litoral del actual Líbano). Mientras a estos puertos pre-fenicios
irán viniendo oleadas de marineros que se desplazan desde Creta,
Chipre y Asia Menor; quienes les aportarán los conocimientos
náuticos y de astilleros, para crear una verdadera Civilización del
Mar inigualable. Estas serán tribus que desde Anatolia y zonas
del actual Mar Egeo comienzan a emigrar en ese siglo XIV, para buscar
suerte como mercenarios, hallar nuevas rutas de metales, y encontrar
un territorio donde asentarse. Son diversos pueblos
“protoindoeuropeos” que hasta entonces habían convivido con el
imperio Hittita, ocupando sus fronteras en la costa de la actual
Turquía. Pero múltiples sucesos y convulsiones de este siglo,
hacen que se movilicen buscando prosperar en el Mediterráneo a esas
gentes que emigran de Anatolia. De las que creemos, en principio
fueron preferentemente de origen cretochipriota, unidas a indoarianos
(Hittitas) mezclados en Asia Menor con semitas y Canaanitas. Todo
ello durante una época en la que los cretenses y chipriotas
manejaban principalmente el comercio de la zona Norte del
Mediterráneo; siendo quienes importarían los metales, desde el
Occidente a Oriente (al menos hasta la aparición del Hierro).
.
Aunque
-como dijimos- el florecimiento del Nuevo Imperio dura hasta el
1350 a.C., pues con la llegada de Akhenatón, los canaaneos dejan de
sufrir este férreo control del Nilo; ya que el “rey hereje” no
impedirá que Canaán se “independice”, o que sea tomado por los
Hittitas (olvidando toda obligación política y militar en esas
tierras). Así pues, desde el 1377 a.C. (fechas aprox. +/- 30
años), cuando sube al trono Amenofis IV, el gran “rey hereje
Akhenatón”; las tierras vecinas se ven liberadas, porque este
faraón dedicará todo su reinado al mundo cultural y espiritual
-sobre todo, a la reforma religiosa que personalmente decide llevar a
cabo-. Una “herejía” con la que intentó imponer lo que se ha
denominado “el monoteismo” de Egipto. Aunque
realmente todo parece más bien un intento
de ese Faraón por apoderarse de la fuerza de la iglesia egipcia y
controlar la religión, pues lo que pretendía era una gran reforma
administrativa para controlar el clero; tanto como un acercamiento de
su pueblo a creencias más propias de semitas y canaáneos. Por lo
que se piensa que este faraón trató de
imitar cultos canaáneos y mitanios de su época; seguramente para
llegar a una confluencia con estos pueblos vecinos.
.
Así
pues, hacia el 1350 a.C. hemos de destacar la gran crisis de Amarna,
provocada cuando el rey Ameonofis IV pasó a llamarse Akhenatón;
proclamando el nuevo culto a un solo dios, que debía ser adorado
bajo el nombre de Atón. De este modo anuló los ritos del anterior
Amón, declarando herejes a todos los que siguieran las antiguas
veneraciones del Nilo y proclamando su nueva religión para Egipto
entero. Las razones para esos cambios de rito y culto, ya las hemos
estudiado en varios de nuestros artículos (10)
; aunque pueden resumirse diciendo que
por entonces el Nilo necesitaba seguir dominando todo el corredor de
Palestina, llegando hasta Mitani. Principalmente para que los
Hittitas no prentedieran entrar en el Nilo, pero sobre todo para
evitar que los pueblos de Oriente Medio no se aliasen en una liga
conjunta para atacar al faraón. Siendo así, parece que Amenofis IV
decide proclamarse como Akhenatón y promover un culto en sus tierras
semejante a los que seguían los pueblos canaáneos, sináicos o de
Oriente Medio. Copiando -de algún modo- el dios único de Abrahám y
de algunas tribus del Sinaí, con el fin de procurar la paz con
ellos.
Pensando a su vez en controlar el clero; confiado en que aquella
reforma religiosa sería fácilmente admitida entre los egipcios,
porque -de algún modo- en el Nilo también se adoraba a un dios
supremo y casi único. Como lo era Amón y la figura de Osiris.
SOBRE
JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Arriba
un fresco faraónico donde vemos un barco enarbolado; este tipo de
naves se usaron ya desde la primera Dinastía (3000 a.C.) para
realizar expediciones
hacia el actual Líbano (adquiriendo allí maderas) o bien a zonas
como Nubia (en busca de metales preciosos). Al
Lado,
una pinaza vasca del sigo XVII, recuperada del mar
(tal como la muestra el Museo Provincial de Bilbao, al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Observemos en las
cuadernas que la
técnica para su fabricación ha sido la misma usada durante
milenios; variando tan solo el tipo de maderas y los metales
utilizados para ensamblar el casco de la nave
(bronce o hierro). En
este tipo de pinazas (de unos quince metros) navegaban los marineros
vascos por todo el Cantábrico, llegando hasta Inglaterra sin
problemas y logrando navegar por lugares verdaderamente lejanos en el
Atlántico. Todo lo que explica que desde
la Edad del Bronce ya tuvieran medios para alcanzar las Islas
Británicas y navegar hasta Jutlandia, en busca de metales; pues en
los bajorrelieves y frescos del IV, III y II milenio a.C. vemos naves
semejantes a esas pinazas del Cantábrico.
Abajo,
El puerto de Bayona (junto a Vigo). En
su muelle y atracada, se muestra una reproducción de la carabela en
la que volvió Pinzón desde América en su primer viaje con Colón
(llegando a Bayona). Si
observamos esta embarcación con detalle, nos damos cuenta que no es
ni más grande, ni más segura, a las usadas en tiempos de Fenicia y
ni siquiera en los anteriores.
Por
todo cuanto explicamos, el
Atón de Akhenatón; no solo es un nuevo dios, sino principalmente un
intento de aliarse con Mitani, los Canaaneos y Amorritas.
Pretendiendo ese faraón débil y decadente aunarse con aquellos
pueblos vecinos, cuando observa como los Hittitas “bajaban” desde
Anatolia, realizando terribles razzias y conquistando antiguas
tierras de frontera faraónica en el Medio Oriente. Por
lo tanto, y a nuestro
modo de ver, no es aceptable la teoría extendida que afirma cómo
los hebreos nacen en tiempos y del reinado de Akhenatón.
Produciéndose el Éxodo tras la caída de este rey; cuando el faraón
vencido y expulsado tiene que huir de Egipto, encaminándose hacia
Canaán junto a sus seguidores y quienes le apoyaron en el Nilo. Pese
a ello, es verdad que dentro del mundo hebreo hay dos tribus
consideradas de origen egipcio -o extranjero- llamadas de Efraím y
de Manases. Dichos grupos son los que fundan el reino de Judá (ajeno
al de Israel) y se consideran llegados tras la época de Akhenatón
al Jordán; creyendo que se establecen en este momento al Sur de
Canaán. De tal manera, solo esas dos tribus se pueden considerar
posibles migraciónes venidas desde el Nilo, tras la herejía de
Akhenatón -en épocas cercanas a Ramsés II (tal como la Historia
recuerda)-.
.
Por
su parte, algunas ciudades Oriente Medio ocupadas por egipcios,
deciden continuar fieles al faraón; pero en época de Akhenatón no
se les envía ayuda a fronteras y pronto caen pasto de los caudillos
Caananitas revueltos, que ayudados por los Hittitas destruyen sus
emporios. La fama de Egipto se desvanece y nadie puede permitirse
mantenerse ya fiel a Amenofis IV (Akhenatón); quien mientras su
reino se hundía, dedicaba sus principales esfuerzos para que los
egipcios adorasen a Atón en vez de a Amón. De este modo, el reino
del “Faraón hereje” y su herencia, se convierte en una anarquía;
y en ese periodo de declive -dicen- aparece por primera vez en la
zona del Sinaí un pueblo que los del Nilo llamaron “Apiru” y que
creemos se traduce como “los del otro lado”. Dichos Apiru (o
Hapiru) son según muchos autores los que luego se llamarían
hebreos; quienes durante el reinado de Akhenaton se intentan
establecer al Oeste del Jordán y más tarde parece que consiguen
hacerlo al Este de aquel río. Pese a todo, en nuestro modo de
ver, quizás es entonces cuando los hebreos (o Apiru) se escinden de
Egipto, huyendo a tierras más lejanas, al otro lado del Mar Rojo.
Muchos creen que es en esa época cuando huyen del Nilo, pero no
debemos de pensar tanto en una huida como en el hecho de que en ese
momento Egipto pierde la hegemonía sobre esas tierras de Canaán y
del Sinaí. Por cuanto, en los ciento cincuenta años que median
desde la muerte de Akhenatón, hasta el final de la XVIII Dinastía
(desde el 1358 al 1200 a.C. +,-); los canaaneos que habían vivido
bajo el yugo egipcio tras el comienzo del Reino Nuevo, van
liberándose gracias a la decadencia de Egipto.
.
Tras
el fallecimiento del “rey monoteista” en el 1362 a.C. (aprox.)
la anarquía se adueña de un dividido Egipto; que heredará su
yerno, el famoso Tutankhamón.
El nuevo soberano abjura de la religión de su suegro, e intenta
reconvertir el reino al sistema antiguo; reponiendo la capital en
Tebas y sustituyendo la que fundó Akhenatón dándole su mismo
nombre y elevándola en el término medio del Nilo -ciudad que por
entonces fue destruida y olvidada-. La
nación egipcia se escinde prácticamente en esos tiempos, dividida
en partidarios y detractores del nuevo culto. Luego, el fanatismo de
unos y otros, deja inmerso el Nilo en una gran crisis, que casi hizo
desaparecer el reino de Egipto
(un debilitamiento tan solo similar a la situación que produjo la
llegada de los Hicsos). Por su parte, los
Hittitas aprovecharán esta situación de conflictos internos;
llegando desde Anatolia a tierras del faraón y arrollando todos los
puestos avanzados que tenía Egipto hasta el Norte de Siria.
Alcanzando Líbano y aliándose con los Canaaneos, quienes les ven
como libertadores y les facilitan el camino hacia el Sur. De
ese modo consiguen los hittitas en pocos años dominar desde el
Líbano al Sinaí -con alianzas o victorias- ; alcanzando -por el
este- hasta la entonces egipcia Mitani, creando así los de Hattusa
un imperio de extensiones desmedidas.
.
En
lo que se refiere al mundo fenicio y del mar; desde el siglo XIV
a.C., las ciudades de las costas de Oriente Medio (Biblos, Ugarit,
Sidón y etc) van situando una flota en todo el Mar Rojo. Un golfo
que hubiera de haberse llamado Mar de Egipto (o de Israel), pero que
se denominó “rojo”, porque quienes finalmente lo gobernaron
fueron los fenicios (los rojizos o púnicos). Los
habitantes de las costas de Oriente Medio (Tiro y Sidón) se adueñan
tanto de este área, que desde los puertos judíos del Mar Rojo,
accedían hasta el golfo arábigo o a la India. Cuanto hace evidente
las alianzas entre judíos y fenicios, pero también entre egipcios,
púnicos e israelitas; con el fin de mantener abierta tan interesante
vía mercantil. Pues hasta ese momento en que los fenicios consiguen
acceder hasta Asia por el Mar Rojo; el comercio entre La India y el
Mundo Mediterráneo, se había realizado tan solo en caravanas.
Consecuentemente,
la confianza entre los fenicios y los del Nilo creció, tanto que
desde
el siglo XIII a.C. las ciudades púnicas de Tiro y Sidón, junto a
los judíos, lograron abrir una ruta hasta las costas de la India por
esa vía (embarcando en los puertos del Sur del Sinaí). Consiguiendo
así importar hasta Israel, Egipto y el Mediterráneo, mercancías
orientales. Siglos después abrirán el mismo comercio por el
Mediterráneo, desde los puertos de Fenicia y Palestina, hacia el
extremo Occidente; comerciando con los metales de Tartessos (la
Tarshis bíblica).
.
Continuando
con Egipto; tras el faraón general Horemheb, se llega a Ramses I y a
Seti I (en 1319 a.C.). Reyes guerreros que pretenden la
reconstrucción del Reino Nuevo, con campañas en Siria y Líbano,
durante los cuales hemos de imaginar que los hebreos aún permanecían
en semi-esclavitud o huyendo; mientras en las fronteras de Oriente
Medio se libraban múltiples batallas. Finalmente, sube al trono
el famoso Ramsés II, quien deseoso de reconquistar Canaán, pierde
la guerra frente a los Hittitas el año 1299 a.C. (en Siria y
Líbano); derrota tras la que jamás volverá a gobernar Egipto el
corredor de Palestina. Así, sobre 1283 a. C. (+,-) teóricamente los
hittitas y egipcios se reparten Canaán en dos mitades, pero
realmente ya ni unos, ni otros, la dominarán plenamente; pues están
naciendo allí nuevos reinos y ciudades (entre los que se encontrarán
los Estados fenicios y los judíos). Ramsés II se casará
entonces con una princesa Hittita, para forzar el dominio de Oriente
Medio y recibirá una espada del nuevo metal como regalo... . En este
momento, la Era del Hierro había comenzado, y con ella se iniciaría
la caída de todo mundo anterior (las culturas del Bronce, incluidas
la Hittita y la Egipcia).
JUNTO
Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS:
Al
lado, el
sello real de Nefertiti (a esposa de Akhenatón)
que tras haber sido saqueado de la tumba debió
ser vendido a un comerciante cretochipriota de metales. Este lo
llevaba en su barco, mientras transportaba una importante carga con
unos quince mil kilos en lingotes de cobre y estaño (de tipo oxhide
ó “pellejo”); aunque
la nave naufragó frente a las costas de Uluburún. Frente a Chipre y
en el litoral de la actual Turquía, donde el anillo de Nefertiti fue
increíblemente rescatado de las aguas
(unos cuatro mil trescientos años después de haberse hundido).
Abajo,
un dibujo mío tomado desde un fresco egipcio, donde se muestra al un
médico
egipcio de Nebaúm, que es pagado con un lingote oxhide (piel de
buey) tras haber curado a un personaje sirio.
A nuestra derecha, el servidor porta aquel enorme talento con forma
de hacha doble o de cuero animal. A su lado una mujer vestida con
traje cretochipriota, muestra un regalo; en el cetro, el personaje
sirio agradece al médico su ayuda, haciéndole llegar los presentes
que los otros dos le ofrecen.
De
tal manera, hacia el 1299 a.C. Ramsés II llegó a zonas de Palestina
con sus ejércitos, adentrándose hasta Siria. Pero el hecho cierto
es que fue vencido, pues ese área ya llevaba casi setenta años
“independizada” de Egipto; con grandes apoyos del reino Hittita,
que deseaba desgastar a sus enemigos del Nilo. Decide así Ramsés II
casarse con una princesa Hittita, con el fin de de cercar Canaán y
repartirse entre ambos reinos esa zona. Siendo ese el modo en como la
dividen en dos partes hacia el 1283 a.C. (+,-); quedando el Sur para
Egipto y el norte para los anatolios de Hatti.
Aunque esta situación de nuevo dominio creó un sentimiento de
nación y territorio común entre todos los pueblos originarios de
Canaán, que desde entonces buscaron definitivamente unirse e
independizarse de ambas culturas (la faraónica y la hittita). En
este momento se
produce un fuerte sentido nacional común entre los habitantes de
aquellas zonas del Sinaí; intentando los fenicios, canaánitas y
judíos, independizarse del vasallaje del Nilo. Hasta el mismo Biblos
comienza a ser totalmente autónomo,
consiguiendo marcar una frontera con Egipto y con los Hittitas
(lograda plenamente sobre el siglo XII a.C.). A todo ello se
sumarán dos hechos que hundirán al Nilo y Anatolia, como fueron: La
aparición de los Pueblos del Mar, pero sobre todo la difusión de
las armas de acero. Lo que desde el siglo XII genera unas nuevas
migraciones y una nueva etapa en Oriente Medio. Un periodo durante el
que se crean las tres civilizaciones que perviven en Canaán: La
Fenicia, el reino de Judá-Israel y el de los Pueblos del Mar (los
errantes del Hierro). Quienes habitaron la zona promoviendo gran
prosperidad durante unos cinco siglos. Hasta
que los Babilonios atacan Oriente Medio en el 722 a.C.; llegando a
destruir sus ciudades principales unos ciento cincuenta años
después.
.
Debido
a lo antes expuesto, creemos que desde el 1200 al año 1000 a.C. no
solo emigraron expedicionarios fenicios desde Canaán hasta nuestras
tierras, sino que asimismo llegarían hebreos y filisteos (debido
a que este último, fue uno de los Pueblos del Mar, asentado en Gaza
hacia el 1190 a.C.). Una muestra de esos viajes de los israelitas
hasta Iberia son los mencionados en la Biblia como “barcos de
Tarshish”, enviados por Salomón y Hiram de Tiro, cada tres años
(siglo IX a.C.). Más tardío es el relato de Jonás (siglo VII
a.C.); que partiendo desde Joppe (cerca de Haifa) llega a Tarshish,
donde tiene “problemas” con los cultos marineros de adoración a
los grandes monstruos del Atlántico -probablemente de veneración a
los cetáceos-. Pese a todo, actualmente los arqueólogos ya han
admitido la llegada de expediciones anteriores que aculturaron
nuestras tierras, y a las que denominan “pre colonizaciones” de
la Península; que se produjeron durante todo el Bronce Bajo (entre
el 1300 y el 900 a.C.). A mi juicio, debido a estas convulsiones que
el Hierro produjo en Anatolia y en Oriente Medio. Obligando a
huir de sus tierras a gran parte de la población, que vio destruida
su civilización y sometida a continuos ataques de hordas armadas con
acero.
.
Tras
el 1200 a.C., los Pueblos del Mar emigrados a Canaán, junto con
otros semitas, giblitas, tribus del Sinai, Filisteos y los isrealitas
asentados junto a Tiro y Sidón; generan definitivamente Fenicia.
Estas gentes de tres “mundos” antiguos distintos, proporcionan
un sustrato cultural y de civilizaciones que iniciará “lo púnico”.
La
civilización de las costas de Canaán (Líbano), donde se dan
poblaciones que comercian por mar con Egipto (y otras tierras),
conservando buenas relaciones con este Imperio del Nilo, tanto como
con el Hitita. Se genera un puente cultural, ayudado por los
conocimientos de los Pueblos del Mar para navegar, que tienen
asimismo como base, los Imperios Mesopotámicos (de los que
descendían). Fenicia
nace encabezada por sus dos grandes puertos comerciales y ciudades:
Tiro y Sidón. Comienza
por entonces la caída del Imperio Hittita en Anatolia (entorno al
1200 a.C.), quienes habían monopolizado durante unos cien años el
descubrimiento del hierro y su templado. La decadencia de los
Hittitas lleva a la difusión y conocimiento del nuevo metal que
rápidamente se extiende hacia Oriente Medio y Micenas, generando la
Edad del Hierro.
Comienza así y en en este siglo, la “última oleada de
indo-mediterráneos”, que terminará con la Guerra de Troya y la
venida de los Pueblos del Mar migrantes desde Anatolia en estos años.
Ello traerá sucesivas olas de gentes hacia el remoto Occidente
mediterráneo; principalmente con la caída de Creta y la invasión
de Canaán, por los llamados Pueblos del Mar (gentes
errantes que tras la difusión del
hierro quedan como mercenarios y navegantes).
JUNTO
Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado,
representación de barco Heládico Reciente III (Micénio III), según
Waschman en 1997. Abajo, mi
sobrino japonés Tomoki, junto a la efigie del Príncipe Khafra de
Egypt (hallada en la Tumba 75 de Giza) -agradecemos al Museo de El
Cairo nos permita divulgar nuestra imagen-.
El
nuevo metal traerá a nuevas gentes al escenario histórico; muchos
de ellos bárbaros e incultos, debido a que el hierro no precisaba
casi de conocimientos para su obtención, ni era difícil su trabajo
o aleación -aún menos para hallar sus
minas-. Por ello, grupos formados por tribus, e incluso por bandas
armadas, se bastarán para hacer frente y luchar contra los ejércitos
de los grandes Estados del Mudo Antiguo. Así, a finales del siglo
XIII, comienzan a bajar por el Mediterráneo turbas y hordas de
piratas (en bandadas). Entre estos
invasores, los más importantes fueron los grupos que surgen desde
1195 a.C hasta el 1155 a.C. (+,-), denominados Los Pueblos del Mar;
que llegan a Egipto en época de Ramses III. Por
cuanto en el 1156 a.C. ( +,-) ya Egipto estaba exhausto de los
continuos ataques sufridos en sus costas y decide aislarse, haciendo
la vida lejos del litoral marino, internándose aún más en el
desierto para defenderse de esas razzias continuadas. Pese a ello,
las estelas de Ramses III
narran como en 1149 a.C. (+,-) este Faraón derrota a esos Pueblos
del Mar y consigue que se establezcan en territorios lejanos al Nilo.
Acerca de dicha victoria sobre los piratas, casi todos los
arqueólogos dudan y se inclinan más a pensar que Egipto les
facilita el medio para que se estas hordas marinas del Hierro
encuentren hogar y puerto en lugares de Chipre, y Canaán -incluso en
el Nilo-.
.
Aunque
aquellas gentes tan feroces ya habían entrado en territorio de
Canaán, logrando establecerse al menos en sus costas unos treinta
años antes, entre el 1195 y el 1185 a.C. (+,-); siendo llamados
allí Danaos y también Filisteos. Por su parte, los relatos
bíblicos de Sansón y David con Goliat, consideramos que refieren
hechos ocurridos entre hebreos y filisteos en el siglo XII a.C. (tras
convivir juntos). En los que ambos pueblos -al parecer-
terminaron luchando por motivos de fé. Por todo ello, deducimos que
esta leyenda bíblica se sitúa en los tiempos de la llegada de
Filisteos a Canaán y hasta la formación de Israel-Judá (del 1195
a.C. al 1000 a.C.). Cuando ocupaban esas tierras los Peleteos,
Filisteos o Cereteos de la Biblia; que como dijimos, son refugiados
arribados hacia el 1095 a.C. a Canaán. Unos, huidos de Troya
(Pueblos del Mar o Filisteos), otros de Creta y Chipre (Cereteos) y
junto a ellos, todos los caídos en desgracia tras la llegada del
Hierro. De tal manera, a principios del siglo X será cuando el
pequeño rey David vence con una “pedrada de honda”
definitivamente al gigante Goliat. Un Goliat que sería el símbolo
de la capital filistea, ciudad (llamada Gat); situándose tras este
hecho el nacimiento del reino de David (el comienzo del Estado
unificado de Israel-Judá). Simbolizando la unión, o el dominio
judío, sobre el resto de los pueblos que habitaban esa zona de
Canaán.
.
.
De
este modo, hacia el año 1000 a. C. se considera que los israelitas
vencieron a los filisteos; quienes en teoría eran mucho más
poderosos que los de Judá e Israel juntos.
Pero aquellos “débiles” judíos, actuaron tan unidos que
consiguieron relegarles a una franja en la costa, no recuperando los
filisteos nunca más sus tierras y debiendo vivir por siempre en
aquella pequeña zona junto a las playas, llamada Gath (ver mapa bajo
estas lineas); así el
reino de David, triunfa ante el gran Filisteo Goliat. No
es de extrañar que coincida la época de creación del reino de Judá
Israel (1000 a.C.), con la llegada de colonizadores venidos desde
Canaán hasta nuestras costas; gentes que hoy se denominan
precolonizadores de iberia y que importaron objetos de tipo micénico
y caánanita. Todo ello en un
momento en que los dorios acababan de terminar con Micenas y el Egeo
comenzaba de ser dominado por gentes del Hierro.
.
Finalmente
añadiremos que la
aparición del Los Pueblos del Mar en las costas canaáneas a
comienzos del siglo XII a.C., trajo como resultado inmediato el
declive y casi la desaparición de Biblos y la cultura Giblita. Una
antiquísima ciudad y emporio, fundada por Egipto en el cuarto
milenio a.C. pero que quedó así reducida a un segundo plano.
Mientras,
emergieron como grandes potencias: Tiro y Sidón. Estas dos ciudades
fenicias del litoral canaaneo, fueron “refundadas” y mejoradas
con la llegada de esos Pueblos del Mar, que se unen a los oriundos de
Canaán. Desde entonces Tiro y Sidón aparecen como dos núcleos
capitales, que ya dominarían todo el comercio de la zona
mediterránea oriental -hasta
su caída y conquista por Babilonia (desde el siglo XII, hasta el
VII a.C.)-. Por
su parte, aunque los textos egipcios afirmen que desde
época de Ramsés III (1200 a.C.), se rechazaron sucesivos intentos
de invasión de los Pueblos del Mar y
de poblaciones navegantes empujadas fuera de sus tierras en las
costas de Anatolia. Finalmente,
aquellas hordas se establecen en el Nilo como mercenarios y llegan a
tener un faraón de su linaje (Shesonq I). Consecuentemente, en el
1085 a.C., comienza en el llamado Tercer Período Intermedio o Época
Baja de Egipto (1085 a 712 a.C.); ocupando el trono hacia el 945
a.C., Sesonq I
-el faraón de los Pueblos del Mar-. Desde este momento, el imperio
estará ya muy dividido y los dos reinos del Alto y Bajo Nilo vivían
en crisis permanente.
SOBRE
ESTE PÁRRAFO: Bajorrelieve
del palacio de Sargón (en Kosrsabad) propiedad
del Museo del Louvre, al que agradecemmos nos permita divulgar la
imagen.
La escena, del siglo VII a.C., muestra el modo en que se
transportaban las maderas desde el Líbano.
ABAJO:
De
nuevo, mapa editado en el libro “Por los caminos de la Biblia” de
M.J. Esteve
(Barcelona
1967; página 86). En este
podemos comparar las tribus de Israel y los Pueblos del Mar.
.
.
.
.
b-3)
Cronología comparativa y conclusiones finales: Península Ibérica
(del 1500 al 1000 a.C.):
.
Recordemos
que hacia el 1680 a.C. nace en el Egeo el Heládico -y Cicládico-
Final I, tras la explosión del Tera-Santorino. Un momento que a su
vez se corresponde con el Chipriota Final I; que igualmente es
paralelo al 1650 a.C., inicio
del Minoico Medio IIIA (1680 a.C) y con el Minoico Medio IIIB
(NEOPALACIAL, conocido como el Imperio de Minos). Todo lo
que concuerda con la Península Ibérica, donde en esas fechas
termina el Vaso Campaniforme y comienza a desaparecer El Argar.
(hacia el 1625 a.C.). Iniciándose poco después la cultura de Las
Cogotas I (entorno al 1500 a.C.). Asimismo, estas fechas serán las
mismas que marcaron en Egipto
la entrada de los Hicsos (1660 a.C.) y
su expulsión, un siglo más tarde; naciendo por entonces
el Reino Nuevo (1550 al 1085 a.C..). Por su parte, los paralelos con
Anatolia son plenos, ya que es asimismo en el 1700 a.C. (+/-) cuando
se funda el Imperio Hittita; cuyo esplendor se produce durante
esos siglos XVI y XV a.C.. Mientras en esta época Canaán se vio
sometido por los hittitas y por los egipcios; al menos hasta la
aparición del hierro (entorno al 1350-1300 a.C.; cuando comienzan a
enfrentarse los del Nilo y los anatolios).
.
Por
su parte, durante los siglos XVI al XIII a.C. parece que llegan a
Cerdeña y a las Islas Baleares gentes -huidas seguramente- desde
Anatolia y Creta. Así irá naciendo en Cerdeña y Las Baleares
asentamientos muy relacionados entre sí, e igualmente conectados con
El Argar y Creta. Finalmente, estos yacimientos que se originan
en las islas hacia el comienzo del II milenio a.C., tienen su
eclosión junto con El Argar (entorno al 1500 a.C.); darán como
resultado las Culturas Talayóticas (en Baleares) y Nuragas (de
Cerdeña). Creemos que ambas son de plena influencia argárico y
cretense (así como igualmente maltesa). Constructivamente arraigadas
con el Megalitismo Ibero, pero cuyos objetos de culto son iguales a
los del Minoico. Asimismo, llama la atención el parecido de los
Talayots y las Nuragas, con los templos de Malta; lo que obliga a
suponer que estaban estas islas en las “escalas” y rutas de los
buscadores de metal. del II milenio a.C.. Por ser el camino natural
entre la Península Ibérica y Creta, puntos como Las Baleares,
Cerdeña y Malta. Así pues, sabiendo que hacia el 1600 a.C. acaba
en Vaso Campaniforme en nuestras tierras, pero también el periodo
campaniforme de Cerdeña. Conociendo a su vez que en el 1500 a.C. la
Isla de Malta entra en una nueva fase de tránsito, entre el Bronce
final y el Hierro. A mi juicio, hemos de atribuir la creación de las
culturas Talayótica y Nuraga a esos viajeros que aparecen en Malta
hacia el 1500 y que acaban con el Campaniforme en la Península y en
Cerdeña en igual fecha (creando un megalitismo final, entre el
1500 y el 750 a.C.).
.
Por
su parte, en el 1450 a.C. se produce en Creta el Minoico Tardío
(TERCIOPALACIAL) y en Chipre, el Chipriota Final IIA; correspondiendo
en nuestra tierra al Bronce Final IC, marcado por hallazgos de tipo
Micénicos, como el de Llanete de los Moros, el de La cuesta del
Negro y Belmeque. Todos ellos documentados como importaciones
llegadas desde el Egeo, cercanas al siglo XIII a.C.. Además, tal
como hemos dicho, personalmente nos llama la atención el parecido
de Talayots y las Nuragas con los templos de Malta, lo que me obliga
a suponer que estaban en estas islas las “escalas” entre
Creta-Chipre-El Egeo y nuestras tierras (en las rutas de los
buscadores de metal del II milenio a.C.). Al ser las singladuras
más directas entre la Península Ibérica y el Oriente; atracar en
Cerdeña, las Baleares o Malta. A todo ello, hemos de destacar que
desde el siglo XIII al XI a.C., los chipriotas suceden
culturalmente y económicamente a Creta; que cae en declive tras el
1200 a.C.. Estos cretochipriotas durante al menos dos siglos,
distribuyen por Oriente Medio el cobre de Cerdeña y Occidente,
comercializándolo en talentos con forma de piel de buey. Un
diseño que fue el símbolo de las culturas cretochipriotas durante
el bronce, pero que permaneció en las peninsulares hasta la del
hierro y más concretamente en Tartessos (siendo los diferentes
enseres y objetos en forma de cuero, pellejo u oxhide; el recuerdo
del lingote piel de toro de Chipre, o del hacha doble -bipenna y
labrys minóica-).
JUNTO,
BAJO Y SOBRE ESTE PÁRRAFO: Varias
fotografías tomadas en el Museo Arqueológico Nacional (al que
agradecemos nos permita divulgarlas).
En ellas vemos algunos de los toros talayóticos de Costitx y cuernos
de adoración, junto a palomas (objetos de culto de esa civilización
balear). Estas
piezas maravillosas pertenecientes a la Edad de Bronce local,
muestran
un enorme paralelo de cultos entre el mundo minóico y el talayótico.
Pues tanto en Creta como en Baleares se adoraba al toro
(bravo y a mi juicio simbolizando el totem protector);
junto a la paloma (mensajera
o de suelta y que considero significaba la guía en el mar).
Desde
el 1200 al 1100 y al 850 a.C. se produce en la Península la
PREcolonización en el Bronce Final (decadencia de Cogotas I;
término del Bronce, hasta inicio del Hierro y colonización). Estos
Precolonizadores de las latitudes Ibéricas vendrían regularmente y
se establecerían en tierra de forma continuada, ya en el 1200 a.C.
(aprox.). Ello explica por qué desaparecería por entonces todo
vestigio de culturas del bronce, como El Argar; por lo que se pasa al
Bronce Bajo. Además, aproximadamente entre el 1300 y el 1100 a.C.,
en Cataluña se desarrolla la cultura de los Campos de Urnas que
eclosiona hacia el 1100 a.C.; precisamente cuando en las Baleares se
da la talayótica. Asimismo, entorno al siglo X a.C. se iniciará
el camino para que nazca Tartessos (con fases como “Ria de Huelva”
y sus armas del Bronce Final fechadas hacia el 900 a.C.). Cuando se
supone que algunos Pueblos del Mar se dirigen hacia tierras de
Iberia, como por ejemplo: Los Mashawa (que serían Mastienos o
Bastetanos), los Tursha o Teresh (que podrían ser tartessios y
etruscos). Otros, como los Shekeles, irían hacia Sicilia; a
Palestina los Peleset ; a Cerdeña los Sardana, junto a los Danaos
(que también se establecen en islas de Oriente Medio). Todo
cuanto exponemos explicaría el vacío arqueológico del que se habla
en nuestras tierras, observado entre el 1200 al 950 a.C.. Pues a mi
juicio, este “famoso paréntesis” ó “vacío peninsular”,
puede entenderse debido a las enormes convulsiones sucedidas en todo
el Oriente mediterráneo, tras a la expansión del Hierro y a la
caída de las civilizaciones de El Bronce.
.
De
tal manera, a consecuencia de los movimientos históricos antes
recogidos, se produce la PREcolonizacíon de nuestras tierras, venida
desde el Mediterraneo Oriental (canaaneos, micénicos,
anatólicos, Pueblos del Mar y etc). Estos se unen o contactan
desde ese siglo XIII a.C., con el sustrato ibérico de culturas
peninsulares, por entonces en decadencia, como lo eran la del Vaso
Campaniforme, Cogotas I y El Argar. Aunque fundamentalmente serán
la Cultura de El Argar y Cogotas I, los antecedentes mas directos a
esa precolonización que eclosiona finalmente en Tartessos. Por lo
que -a nuestro juicio-, los nuevos visitantes llamados
precolonizadores, fueron generando lo que mas tarde fue este reino
turdetano. Asimismo, todos ellos entablarían contacto en nuestras
tierras del Sur con otros viajeros y colonos mediterráneos
anteriores (que yo denomino proto-colonizadores y considero
principalmente cretenses y chipriotas). Establecidos en nuestras
costas con anterioridad al siglo XIII, quienes debe suponerse que
habrían promovido el nacimiento de las culturas anteriormente
citadas (fundamentalmente El Argar). Estos contactos crearían
desde comienzos de ese siglo XII a.C. el Bronce Final de Iberia, que
culmina en Tartessos; civilización que florecerá plenamente en los
siglos VIII y VII a.C., para decaer poco después.
.
Por
su parte, regersando a Oriente; diremos que al final del siglo
XIII a.C se produce la guerra de Troya -a nuestro juicio, como
consecuencia del descubrimiento y proliferación del nuevo metal
(hierro)-. Siendo ese el momento en que numerosos pueblos se ven
definitivamente obligados a huir de las costas orientales y hasta las
nuestras. Gentes ya mencionadas y que en su mayoría eran
fronterizos o cercanos a los hittitas; tanto como los que habían
vivido bajo este imperio. Así se extienden estos Pueblos del Mar
por todo el Mediterráneo, habiendo sido definitivamente obligados a
dejar sus tierras anatólicas a fines del siglo XIII a.C.. Vagando en
su mayoría por las islas y costas del Egeo, de Oriente Medio y de
Egipto; buscando nuevos territorios donde asentarse, o dedicándose
a la guerra como mercenarios. Aunque muchos de ellos no
encuentran lugar en Levante mediterráneo, debiendo buscar patria en
islas y costas de Italia; llegando hasta la Península Ibérica.
Donde se localizan estos precolonizadores venidos con los Pueblos
del Mar, principalmente en los litorales meridionales (sobre todo, en
el futuro Tartessos). Destacando la aparición en el Sureste de
los Meshwesh -Masavas o Mastienos- y en el Suroeste la de los
Shardana -Sardanos o Sardos-. Acerca de los Danaos (otro Pueblo del
Mar), no hemos de olvidar que que se sitúan en Israel,
convirtiéndose algunos de ellos en la Tribu de Dan (una de las doce
israelitas); mientras otros se establecen en la actual Gaza,
uniéndose a los Filisteos. Aunque muchos de estos Danaos emigrarán
hasta la isla de Cerdeña, llegando a la Cerdaña pirenáica y
extendiéndose hacia las Baleares y la Península (tal como
demuestran diversos hallazgos peninsulares de cerámicas o ritos
funerarios sardos, fechados hacia el siglo XII a.C.).
SOBRE
ESTE PÁRRAFO: Gráfico mío en el
cual podremos observar que la escritura ibérica y la turdetana es de
origen cretochipriota. Así pues los diferentes alfasilábicos de la
Península durante época prerromana, son tan solo parecidos y
comparables a los de Creta y Chipre.
Ello se explicaría -como hemos visto-, porque
en esta segunda isla se produjo un vacío arqueológico entre el 1150
y el 1050 a.C., que impidió
invasiones del hierro, que erradicasen su cultura del bronce.
Todo lo
que permitiría que la civilización de Chipre llegase hasta Iberia
(en los viajes de colonización); donde aparecerán siglos más tarde
unos alfasilabarios de tipo creto-chipriota, con los que escribirán
los habitantes de la Península, antes de la llegada de los romanos.
Un hecho que demuestra cómo la aculturación plena de Iberia, se
produjo desde Creta y desde Chipre, importada por sus navegantes;
pues de otro modo los iberos hubieran escrito con caracteres fenicios
o bien griegos.
BAJO
ESTE PÁRRAFO: Anuncio de una
conferencia del prof. Miguel Serra sobre las estelas alentejanas.
Estas extrañas losas que aparecen en tierras del Alentejo portugués;
se fechan entorno a los siglos XIII al X a.C.. Están grabadas con
armas y figuras de un tipo casi desconocido en la Península y la
calidad de su trabajo artístico supera cuanto se hizo en toda la
estatuaria de nuestra Edad del Bronce. Lo que indica una clara
influencia oriental; posiblemente venida a través de Cerdeña.
Todo
lo que decimos explica los repetidos hallazgos en nuestras costas de
materiales, e incluso enterramientos, de tipo sardo (fechados a
finales del Bronce). Entre los que destacan cerámicas encontradas en
El Carambolo, pero sobre todo el túmulo de la Roca do Casal do Meio
-en la desembocadura del Sado, Setúbal, Portugal-. Asimismo, desde
los siglos
XII al VII a.C. aparecerán
estelas funerarias de tipo “tartessio” en las que se representa
un guerrero -o dama- luciendo preferentemente armas (espada de lengua
de carpa, casco con cuernos, diadema, espejos, carros, liras y etc).
Losas grabadas
con dibujos antropomorfos y enseres ajenos a otros periodos
peninsulares; que
-a nuestro juicio- atribuimos a la colonización del Pueblo del Mar
Sardano; pues lucen armas y cascos muy semejantes a los que veremos
en la Cerdeña Nuraga.
Estas estelas comienzan a desaparecer con la llegada y asentamiento
de los Fenicios, extinguiéndose por completo hacia el siglo VII
a.C.. Es esta la misma etapa en la que en nuestras tierras se produce
el Bronce Final III (siglos XI y X a.C.) marcada por hallazgos como
los de la Ría de Huelva -proliferando las espadas de bronce (en
lengua de carpa, con pomo, y etc)-. Antes de que se introdujese el
Hierro en la Península Ibérica, durante el siglo siguiente (el IX
a.C.).
.
Acerca
de los hechos que empujarían hasta el Occidente a pueblos errantes
desde la guerra de Troya (entorno al 1200 a.C.), recordaremos
nuevamente lo que sucedió en El Egeo y alrededores en ese sigo XII
a.C.: En
Creta, desde el 1200 a.C. la isla se ve “visitada” por aqueos,
que importan el Hierro. Poco después será atacada por los Pueblos
del Mar, que la destruyen en gran parte (hasta el 1050 a.C.).
Posteriormente la invaden los dorios que arrasan todo vestigio de la
civilización Minóica. Se sabe que sus habitantes huyeron hacia
Chipre, Palestina y otros lugares desde el 1100 a.C.. Esta
etapa se denomina Posminoico y tras el año 1000 a.C. pasará a ser
ya Subminóico. Por su parte
Chipre
(y costas frente a Anatolia) desde el 1200 a.C. ven el comienzo del
Hierro, con la llegada de aqueos a la isla. Desde el 1190 y hasta el
1150 a.C. se inician las razzias y ataques de los Pueblos del Mar.
Desde el 1150 a.C. varios terremotos asolan la isla. Ello creemos que
salva a Chipre de las invasiones del Hierro y la convierte en refugio
de cuantos huían de Los Pueblos del Mar y las hordas del Acero.
Así termina la Edad del bronce y el Chipriota Tardío (III) que
había comenzado en Enkomi hacia el 1425 a.C.; por lo que desde el
1050 a.C. da comienzo un nuevo periodo llamado Geométrico. Pese a
todo, gracias a los cien años de terremotos, creemos que en Chipre
se conservó una cultura autóctona, nacida del minóico y de los
periodos anteriores de esa isla. En lo que se refiere
a
Anatolia, poco después de 1200 a.C. cae Hattusa, la capital de los
hititas hundida por efecto de las invasiones del Hierro. El mundo
hitita entra en involución y desaparición plena, hasta la creación
de los reinos neohititas, hacia el 950 a.C.
(promovida por la llegada de asirios y de invasores procedentes del
Cáucaso). Finalmente,
en el Egeo y Grecia; hacia el 1200 a.C. se inicia el Hierro y sobre
el 1100 comienza el arcáico. Submicénico. Pero entorno al 1000 a.C.
desaparece Micenas, dando paso al periodo Griego. Por su parte, las
primeras apariciones de Hierro en la Península podemos fecharlas
entorno al siglo IX a.C. (evidentemente importado desde el Oriente).
BAJO
Y SOBRE ESTE PÁRRAFO: Dos
fotografías del túmulo Roca
do Casal do Meio, que está en la sierra de Arábida, junto a
Setúbal. Arriba,
el monte y lugar donde se encuentra este enterramiento de tipo sardo
fechado en el siglo XII a.C.. Abajo,
foto
tomada desde el lugar donde se halla ese curioso cenotafio semejante
a los de Cerdeña.
Como vemos, desde allí se domina toda la desembocadura del rio Sado
y la salida hacia el Atlántico. Un lugar, que a más de ser
paradisíaco, se trata de un estuario riquísimo y con unas
condiciones climatológicas inmejorables. No hay que olvidar que
desde antes del 5000 a.C. en las inmediaciones de este rio Sado se
localizaron los primeros
megalitos elevados en Europa. Siendo la linea de este río portugués
una de las áreas más importantes de la arquitectura dolménica
europea. A mi juicio, debido a la enorme cantidad de minas de oro y
plata existentes por entonces en sus alrededores; tanto como a la
riqueza animal que la desembocadura del Sado debió tener. Sobre todo
en mamíferos marinos y en especial, ballenas; unos cetáceos que
hace seis mil años debieron ser la fuente principal de alimentación
de estos pueblos atlánticos.
El
Bronce Final ibérico II y III; sabemos ya que fue una etapa que
comienza en el siglo XIV a.C. y termina hacia el IX a.C.. Siendo las
fases de ese Bronce Bajo II, prácticamente coincidentes con la
llegada de los precolonizadores (chipro-micénicos) peninsulares,
hacia el 1300 a.C.; y con los primeros Campos de Urnas y que se
fechan entorno al 1325 a.C.. Así
pues, para terminar , debemos definir (siguiendo a Torres Ortiz); que
la última fase del Bronce Final
peninsular se divide en tres etapas -A, B y C-
(11)
. Periodos que comprenden desde el
1150 hasta el 850 a.C.. De estas, la que perdura desde el 1150 al 950
a.C., Torres Ortiz la denomina Bronce “chipriota” (etapa
que se corresponde con el Bronce Final IIIA). Por su parte la del
Bronce Final IIIB (del 950 al 825 a.C.) según este investigador, es
ya marcadamente fenicia y presidida por el hallazgo de la Ría de
Huelva. Para terminar añadimos que el Bronce Final IIIC -fechado
tras el 825 a.C.- comprende en parte la Edad del Hierro y el
establecimiento de bases fenicias en nuestras costas. Nada hemos de
añadir acerca de quienes dominarían nuestras tierras durante esa
fase de precolonización, que comprende desde el siglo XII al IX
a.C.; pues es el mismo Mariano Torres
Ortiz quien califica
a esas últimas fases peninsulares como Bronce Chipriota (desde el
1150 al 950 a.C.).
.
Para
ir concluyendo recogemos que Torres Ortiz sitúa el inicio de la
precolonización, ya en siglo XIV
a.C.; tal
como evidencia la fecha de la Cuesta del Negro de
Purullena. Exponiendo
que continúa la llegada de los expedicionarios orientales a fines de
dicha centuria y durante el siglo XIII a.C.; etapa relacionada
con micénicos, chipriotas y fenicios
respectivamente. Así pues,
durante los posteriores siglos XII-XI a.C. se produciría una segunda
fase de contactos, que Torres Ortiz la relaciona al componente
chipriota, y es principalmente coetánea de las culturas del Bronce
Final del sur (sobre todo el sudoeste) y de la fachada atlántica
de la Península Ibérica. Ya en el siglo X a.C. se produce la
tercera y última fase, que tendría un matiz marcadamente
fenicio (según Torres Ortiz) como
evidencia el conjunto cerámico recientemente
hallado en Huelva -del siglo X a.C.-.
Finalmente añadiremos que el mismo autor,
data entorno al año 900 a.C.
el Santuario precolonial de Huelva y el
hallazgo de la Ría de Huelva.
.
Conforme
a lo que hemos expresado, para finalizar este artículo, añadiremos
algunos datos acerca de la precolonización (siguiendo los magníficos
estudios de Torres Ortiz).
De tal modo, el Bronce
Final ibérico II y III; vimos que era una etapa que comienza en el
siglo XIV y termina hacia el IX a.C.. Esas Fases del Bronce Bajo II,
prácticamente coinciden con la aparición de los chipro-micénicos
en el siglo XIV a.C. y con los primeros Campos de Urnas y que se
fechan hacia el 1325 a.C..
Además y como antes vimos, el
Bronce Final IIIA, IIIB, IIIC (del 1150 al 950 y al 825 a.C.), tiene
una primera etapa que Torres Ortiz
denomina “chipriota” y se
corresponde con el 1150-950 a.C.; lo que ratifica
la precolonización cretochipriota en nuestras tierras (de la que
tanto hemos hablado). Aunque, según
este investigador, el periodo del 950
al 825 a.C. ya sería dominado por colonos fenicios y presidido por
el hallazgo de la Ría de Huelva (Bronce Final IIIB). Además
y como vimos, durante los
siglos XIII y XII a.C. se repite la aparición de cerámicas
micénicas procedentes de la Hélade en las poblaciones de El Argar
del Valle del Guadalquivir (concretamente en Montoro). Lo que obliga
a deducir contactos entre Micenas y este Valle que luego sería
Tartessos
-antes de la llegada de los Fenicios-.
SOBRE
Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Dos imágenes
del hallazgo de la Ría de Huelva; tal
como lo expone el Museo Arqueológico Nacional (al que agradecemos
nos permita divulgar nuestras imágenes).
Este grupo de espadas y puntas de lanzas se fechan entorno al 900
a.C. y marcan ya la tipología fenicia en el Bronce Peninsular.
ESTE
ARTÍCULO TIENE UNA PRIMERA PARTE, TITULADA:
COMENTARIO
A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE I: DESDE EL 5000 HASTA EL 2200 a.C.
PARA
LLEGAR A ELLA, PULSE SOBRE EL SIGUIENTE ENLACE.
.
-----------------------------------------------------
CITAS:
-----------------------------------------------------
(1): Artículos:
-
(A) CRONOLOGÍAS DEL MUNDO ANTIGUO, EN REFERENCIA A LA PENÍNSULA
IBÉRICA. PARTE PRIMERA: ENEOLÍTICO Y EDAD DEL BRONCE: Donde
analizamos las diferentes etapas y sucesos del Mundo Antiguo durante
el Eneolítico y la Edad del Bronce (ligados a Egipto, el
Mediterráneo, Canaán, El Egeo, Anatolia, Oriente Medio y
Mesopotamia). Con el fin de comparar todo ello con los hechos
observados en la Península Ibérica durante un igual periodo. PARA
LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR:
-
(B) CRONOLOGÍAS DEL MUNDO ANTIGUO, EN REFERENCIA A LA PENÍNSULA
IBÉRICA. PARTE SEGUNDA: BRONCE FINAL Y EDAD DEL HIERRO:
Donde analizamos las diferentes etapas y sucesos del Mundo Antiguo
durante el final de la Edad del Bronce y la del Hierro (ligados a
Egipto, el Mediterráneo, Canaán, El Egeo, Anatolia, Oriente Medio y
Mesopotamia). Con el fin de comparar todo ello con los hechos
observados en la Península Ibérica durante un igual periodo. PARA
LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR:
.
(2):
*
MALTA:
PERIODO
DE LOS TEMPLOS:Primeras construcciones desde el 4100 a.C.; destacan
ya las de Ggantija (hacia el 3600 a.C.) y las de Tarxien (entorno al
3000 a.C.).
-
3.150 al 2.500 a.C.: Fase Tarxien
-
2.500 al 2.400 a.C.: Vacío arqueológico (posible despoblamiento de
Malta). Hasta el 2500 a. C. las aldeas maltesas
carecían de murallas y defensas. Al aparecer el bronce comienzan a
verse pertrechos.
-
1.500 al 700 a.C. Borg in-Nadur FINAL
DEL BRONCE
-
900 al 700 a.C. Bahrija FINAL DEL
BRONCE, COMIENZO HIERRO
Al
aparecer el bronce comienzan a verse pertrechos. Entre el 1500 a. C.
y el 725 a. C., muchos de los valles son abandonados y pasan a hacer
construcciones seguras en las colinas, fortificándolas. Estos
edificios recuerdan a los minóicos, por entonces aparecen las
primeras fortalezas.
.
(3):
*
CERDEÑA:
ENEOLÍTICO
(2700 al 2300)
-
2700 a.C. al 2500 a.C: Ozieri Clásico
-
2500 a.C. al 2300 a.C.: Ozieri Pintado
BRONCE
(2300 al 1000)
-
2300 al 2250 a.C: Filigosa
-
2250 al 2100 a.C.: Abealzu
-
2200 al 2100 a.C.: Montecaro
-
2100 al 1600 a.C.: Campaniforme
-
1600 al 1500 a.C.: Bonnano
---------------------------------------------------
*
CERDEÑA:
-
2300 al 2000 a.C.: BRONCE ANTIGUO I , Bonanno
-
2000 al 1700 a.C.: BRONCE ANTIGUO II, S. Iroxi
-
1700 al 1600 a.C.: BRONCE MEDIO I, Sa Turricula
-
1600 al 1500 a.C.: BRONCE MEDIO II
-
1500 al 1365 a.C.: BRONCE MEDIO III Cerámica Mettopale (san Cosimo)
-
1365 al 1200 a.C.: BRONCE RECIENTE Cerámica Pettine, C. decoración
externa
-
1200 al 1150 a.C.: BRONCE FINAL I Nurágico y cerámica pregeométrica
-
1150 al 1000 a.C.: BRONCE FINAL II y III; Nurágico y cerámica
geométrica
-
1000 al 750 a.C.: HIERRO I y II; Nurágico pleno
.
(4):
*
EGEO * GRECIA:
FASES
DEL HELÁDICO
-
2300 al 2200 a.C.: Heládico Antiguo I
-
2200 al 2000 a.C.: Heládico Antiguo II
-
2000 al 1850 a.C.: Heládico Antiguo III
-
1850 al 1650 a.C.: Heládico Medio
-
1650 al 1450 a.C.: Heládico Reciente I MICÉNICO ANTIGUO
-
1450 al 1400 a.C.: Heládico Reciente II MICÉNICO MEDIO
-
1400 al 1150 a.C.: Heládico Reciente III MICÉNICO RECIENTE
.
(5):
*
CHIPRE:
- 2300 al 2200; 2200
al 2100 y 2100 al 2000 a.C.: Bronce Antiguo I, II y III.
- 2000 al 1600 a.C.:
Bronce Medio
- 1600 al 1450 a.C.:
Bronce Medio al Bronce Reciente.
- 1400 a.C.: Bronce
Reciente o Chipriota Reciente.
- 1400 al 1230 a.C.:
Expansión comercial micénica.
- 1230 al 1190 a.C.:
Expasión aquea.
- 1190 al 1150 a.C.:
Los Pueblos del Mar.
- 1150 al 1050 a.C.:
Terremotos, destrucción, invasiones.
- 1050 al 700 a.C.;
Chipro geométrico
- 700 al 475 a.C.:
Chipro arcáico (dominación asiria, egipcia y persa)
- 475 al 325 a.C.:
Chipro clásico ; 322 a.C. Alejandro conquista Chipre.
.
(6):
*CRETA
en la eEdad del Bronce 3500 – 1000 a.e.v.
Datación
Minoica Palaciega
3500-3000
a.e.v. AMI Pre-palaciego (anterior a la construcion de los palacios)
2900-2300
a.e.v AMII
2300-2160
a.e.v AMIII
2160-1900
a.e.v MMIA
1900-1800
a.e.v MMIB Proto-palaciego (periodo del palacio antiguo)
1800-1700
a.e.v MMII
1700-1650
a.e.v MMIIIA
1650-1600
a.e.v MMIIIB Neo-palaciego (periodo del palacio nuevo)
1600-1480
a.e.v TMIA
1480-1450
a.e.v TMIB
1450-1390
a.e.v TMII Tercer palaciego
1390-1370
a.e.v TMIIIA1
1370-1300
a.e.v TMIIIA2
1300-1190
a.e.v TMIIIB Post-palaciego (en Cnosos, periodo del palacio final)
1190-1170
a.e.v TMIIIC
1100-1000
a.e.v Postminoico Subminoico
.
Fases
desde 1800 a.C. hasta la desaparición del Mundo Minóico:
-1800-1700
a.e.v Minoico
Medio
II
/// 1700-1650
a.e.v Minoico
Medio
IIIA
///
1680
a.C. DESTRUCCIÓN DE CRETA POR EL TERA SANTORINO
-1650-1600
a.e.v Minoico
Medio
IIIB
Neo-palaciego (periodo del palacio nuevo).
RECONSTRUCCIÓN
DEL MINÓICO, ERA DEL REY MINOS:
1600-1480
a.e.v Tardo
Minoico
IA
// 1480-1450
a.e.v TardoMinoico
IB
// 1450-1390
a.e.v Tardominoico
MII
Tercer palaciego
// 1390-1370
a.e.v Tardo
Minoico
IIIA1
// 1370-1300
a.e.v Tardo
Minóico
IIIA2
// 1300-1190
a.e.v Tardo
Minoico
IIIB
Post-palaciego (en Cnosos, periodo del palacio final)
// 1190-1170
a.e.v Tardo
Minoico
IIIC
// DIFUSIÓN DEL HIERRO, INVASIÓN DE LOS DORIOS DE LA ISLA.
HUNDIMIENTO PAULATINO DEL IMPERIO MINOICO // 1100-1000
a.e.v Postminoico Subminoico.
.
(7):
*ANATOLIA
(Hititas):
-
1700 a.C.:
Imperio Antiguo Hitita.
-
1450 a.C.: Imperio
Nuevo de Hatti.
-
1200 a.C.: Caída,
con Troya.
-
1200 al 950 a.C.: NEOHITITA
I
-
950 al 800 a.C.:
NEOHTITA II
-
800 al 750 a.C.:
NEOHITITA III
.
(8):
*
PENÍNSULA IBÉRICA:
-
5000 al 3500 a.C.: MEGALITISMO PLENO
-
3500 al 2200 a.C. Segunda fase del megalitismo y Los Millares.
-
2800 al 1700 a.C.: Última fase megalitismo y Vaso Campaniforme.
-
2200 al 1550 a.C.: El Argar.
ARGAR
I (2200 a 1950 a.C.); ARGAR II (1950 a 1750 a.C.); ARGAR III (1750 a
1550 a.C.)
-
1600 a.C. El Argar queda residual, irá apareciendo una nueva
cultura: Cogotas I.
-
1500 al 950 a.C. Cogotas I.
.
(9):
HABÍAMOS
DEDICADO VARIOS ARTÍCULOS A ESTUDIAR LA CITA SOBRE ESTOS ESTAÑOS
NEGRO Y BLANCO QUE SE DICE, MIDAS COMPRABA EN EL ATLÁNTICO. LO
QUE MENCIONAN:
Higino,
Fábula 274 "Midas rex, Cibeles
filius, Phryx
plumbum album et nigrum primus invenit" (que tambien se
encuentra mencionado en
Casiodoro Var.
3,31). Y la mención que del rey hace Plinio en HISTORIA NATURAL, 7,
197 "Plumbum (album) ex Cassiteride insula primus adportavit
Midacritus" (Midácritus se lee para los investigadores como:
"Midas, Cibeles filius, Rex Phryxus" y se corresponde con
la cita de Higinio que afirma que este rey importaba estaño de las
Cassitérides -Galicia, costa Atlántica o Islas Británicas).
IGUALMENTE,
SCHULTEN EN SU LIBRO TARTESSOS (Austral 1972) en
su cita -1- de la página 83, rebate la posible teoría de que
Midashubiera podido ser el primero en importar hasta Grecia plomo
(estaño) desde Tartessos. Exponiendo que es errónea la
interpretación que así hacen y la afirmacíon en este sentido de:
Kirchner en PROSOP. ATTICA (s.V); Bechtel en GRIECHISCHE
PERSOSSENAMEN ( I, 1 ); Knaak en HERMES (1881, 587) y Salomón
Reinach en L´ANTHROPOLOGIE y en CULTES MYTHES ETS RELIGIONS
(III,29). Afuirmando el alemán que Midas no pudo ser el primero y
que aquella frase solo contiene el nombre de un marinero, que había
de llamarse Midocritus y no Midácritus. Corrigiendo hasta el taxto
de Plinio, pues consideraba que Midas no pudo haber tenido contacto
con Tartessos (seguramente por desconocerse entonces el significado y
la importancia de los neohititas y sobre todo, del reino de Midas).
Según
la cita de Higinio,
Fábula 274. Lo
que dicta
Schulen tambien para rebatir la idea de que Midas pudiera
comerciar con
Tartessos, exponiendo que a su parecer nada hay que tener de cierto
en estos que
nos afirman que
Midas comerciaba con plomo (estaño y "negro). Algo que unido a
la frase de
Plinio deja en
evidencia que el rey de Frigia importaba estaño y plomo de las
Cassitérides -islas
del Atlántico-,
via Tartessos (pese a la negativa que -sin argumentos- presenta
Schulten).
FINALMENTE
VIMOS COMO MIDAS ERA EL ÚLTIMO REY NEOHITITA, EXPULSADO O MATADO EN
GORDION. TODO ELLO, Y LA APARICIÓN DE ESTATUARIA Y DE RASGOS
IDIOMÁTICOS NEOHITITAS EN EL MUNDO DE TARTESSOS, NOS OBLIGA A PENSAR
QUE LOS SÚBDITOS DE MIDAS PUDIERON LLEGAR HASTA NUESTRAS TIERRAS EN
BUSCA DE METALES. HASTA DEBEMOS SUPONER QUE EL ENTERRAMIENTO DE POZO
MORO PUDIERA SER UNA TUMBA DE "FAMILIARES" DE MIDAS (REYES
NEOHITITAS EXPULSADOS DE ANATOLIA ENTORNO AL SIGLO VII A.C.).
.
LOS
ARTÍCULOS EN LOS QUE TRATÁBAMOS DEL ESTAÑO DE MIDAS, COMPRADO EN
EL REMOTO OCCIDENTE ERAN:
-
LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de
EL Carambolo (Parte X: Los descendientes del rey Midas y su posible
tumba en Chinchilla del Monte Aragón -el monumento neohitita de Pozo
Moro-). -RELACIONES
ENTRE EL MUNDO NEOHITITA (FRIGIO) Y TARTESSOS-
VER:
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-9-y.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X : Los descendientes del rey Midas y su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón. El monumento neohitita de Pozo Moro -Continuación-). VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-8.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte XI: Arganthonios y Midas. ¿Era de origen escita el monarca del oro?.). -DE NUEVO, LA RELACIÓN ENTRE EL MUNDO ANATOLIO DEL SIGLO VIII AL VI A.C. Y EL SUDOESTE PENINSULAR- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1_28.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte XII: Midas. El rey de origen escita y los adoradores del oro que comerciaron con Tartessos.). - DESCUBRIMOS CITAS HISTÓRICAS QUE MENCIONAN EL COMERCIO ENTRE MIDAS (REY DEL ORO NEOHITITA QUE GOBERNABA GORDION) Y TARTESSOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/07/1.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X : Los descendientes del rey Midas y su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón. El monumento neohitita de Pozo Moro -Continuación-). VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-8.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte XI: Arganthonios y Midas. ¿Era de origen escita el monarca del oro?.). -DE NUEVO, LA RELACIÓN ENTRE EL MUNDO ANATOLIO DEL SIGLO VIII AL VI A.C. Y EL SUDOESTE PENINSULAR- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1_28.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte XII: Midas. El rey de origen escita y los adoradores del oro que comerciaron con Tartessos.). - DESCUBRIMOS CITAS HISTÓRICAS QUE MENCIONAN EL COMERCIO ENTRE MIDAS (REY DEL ORO NEOHITITA QUE GOBERNABA GORDION) Y TARTESSOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/07/1.html
.
(10):
ENTRE
LOS ARTÍCULOS EN LOS QUE HEMOS ANALIZADO LA FIGURA DE AMENOFIS IV,
RECOMENDAMOS:
Moisés:
su significado histórico y arqueológico (parte primera).
Moisés:
su significado histórico y arqueológico (parte segunda).
.
(11):
ETAPAS
DEL BRONCE FINAL ibérico:
-
Bronce Final IIIA (del 1150 al 950 a.C.)
-
Bronce Final IIIB (del 950 al 825 a.C.)
-
Bronce Final IIIC (del 825 a.C. y ss).
-
En el 825 a.C., marca Torres Ortiz la colonización fenicia.