ÍNDICE
GENERAL: Pulsando el siguiente enlace, se llega a un índice general,
que contiene los más de ciento sesenta artículos que hasta ahora
hemos editado en "Tartessos y lo invisible en el arte".
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Los
capítulos se desarrollan en un texto escrito en negro y se acompañan
de imágenes con un amplio comentario explicativo (recogido
en rojo y cuya finalidad es razonar ideas).
Si desea leer el artículo entre líneas, bastará con seguir
la negrilla y las
letras rojas destacadas.
EN
IMAGEN, AL LADO: Bajorrelieve
del templo de Hatsepsut (en
Deir El-Bahari), donde
figura una ofrenda de riquezas portada desde del Reino de Punt (lugar
donde los egipcios realizaban expediciones para buscar oro). Se
observa en la escena un mensajero que presenta piezas de metal
precioso con forma de torques, brazales o anillos
-agradecemos a la institución TEMPLE OF HATSEPSUT, DEIR_EL_BARI nos
permita divulgar nuestra imagen-.
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BAJO ESTAS LINEAS: Fresco de la Tumba de Nebaum (Tebas Nº 181), fechada en el siglo XVI a.C., representando una pesada de metales preciosos. Como es sabido, la moneda no existió hasta las primeras acuñaciones helenas de Lidia -del siglo VII a.C.-; por lo que el comercio se realizaba en trueque o en base a intercambio de piezas de oro, plata, cobre y etc.. Para este segundo fin existían funcionarios (dependientes comúnmente de templos) que realizaban la tasación de los metales, la valuación de su pureza y finalmente su pesada certificada. Con este proceso y procedimiento, comerciaron durante el tercer y segundo milenio a.C.; usando oro y plata al que daban forma de anillos o brazales y de hachas si se trataba de cobre o bronce. De este modo, en el Egipto Antiguo -hasta la aparición de la moneda troquelada-, el oro se fundía en anillos utilizados como “monetal” de cambio. Piezas redondas de metal noble como las que aparecen en el fresco (abajo) y que vemos en un lado de la balanza, frente a una pesa colgada en el otro, con un valor pecuniario en forma de “pecus” (representando “cabezas de ganado” para tasar el precio de los brazales en oro). El patrón metrológico de esas anillas áureas fue llamado “Shaty”, y se correspondía con 7,5 gramos oro (aprox) desde el Imperio Nuevo. Su fracción mayor era el Debén, que se valoraba en doce Shatys y pesaba unos 90 gramos. A mi juicio, los posteriores nombres de Siklo y Shekel, procederían de esta palabra egipcia (shaty), que marcaba la unidad de medida de los metales nobles y que se acerca mucho al valor del siklo filiseteo (pym) y al fenicio; ponderales púnicos y de Israel que también pesaban unos 7,5 gramos.
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BAJO ESTAS LINEAS: Fresco de la Tumba de Nebaum (Tebas Nº 181), fechada en el siglo XVI a.C., representando una pesada de metales preciosos. Como es sabido, la moneda no existió hasta las primeras acuñaciones helenas de Lidia -del siglo VII a.C.-; por lo que el comercio se realizaba en trueque o en base a intercambio de piezas de oro, plata, cobre y etc.. Para este segundo fin existían funcionarios (dependientes comúnmente de templos) que realizaban la tasación de los metales, la valuación de su pureza y finalmente su pesada certificada. Con este proceso y procedimiento, comerciaron durante el tercer y segundo milenio a.C.; usando oro y plata al que daban forma de anillos o brazales y de hachas si se trataba de cobre o bronce. De este modo, en el Egipto Antiguo -hasta la aparición de la moneda troquelada-, el oro se fundía en anillos utilizados como “monetal” de cambio. Piezas redondas de metal noble como las que aparecen en el fresco (abajo) y que vemos en un lado de la balanza, frente a una pesa colgada en el otro, con un valor pecuniario en forma de “pecus” (representando “cabezas de ganado” para tasar el precio de los brazales en oro). El patrón metrológico de esas anillas áureas fue llamado “Shaty”, y se correspondía con 7,5 gramos oro (aprox) desde el Imperio Nuevo. Su fracción mayor era el Debén, que se valoraba en doce Shatys y pesaba unos 90 gramos. A mi juicio, los posteriores nombres de Siklo y Shekel, procederían de esta palabra egipcia (shaty), que marcaba la unidad de medida de los metales nobles y que se acerca mucho al valor del siklo filiseteo (pym) y al fenicio; ponderales púnicos y de Israel que también pesaban unos 7,5 gramos.
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AL
LADO: Otro
bajorrelieve perteneciente al templo de Hatsepsut (en
Deir El-Bahari), en
el que vemos una procesión cuyos oferentes portan ramas de olivo,
abanicos, bumerangs y hachas planas (montadas en sus mangos).
Sobre la fotografía, he marcado estos objetos sacros que luce cada
personaje, entre los que destacan
esas bipennas planas, que se corresponden con las que hallamos en
nuestras tierras durante la misma época (en
la Edad del Bronce Medio peninsular; aunque en el bajorrelieve las
hachas aparecen con empuñadura) -agradecemos a la institución
TEMPLE OF HATSEPSUT, DEIR_EL_BARI nos permita divulgar nuestra
imagen-.
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ABAJO:
Fotografía
de una vitrina del Museo Arqueológico Nacional
(al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). En ella se
exhiben diversos
enseres del Bronce Medio peninsular, coetáneos a las imágenes de
Egipto que hemos comentado anteriormente. En primer término,
observamos espirales y pulseras fechadas hacia el 1400 a.C., halladas
en Mengíbar (Jaén).
Estos muelles-anillos, o brazales fabricados en oro puro; se
supone eran objetos de prestigio y decorativos, a la vez que piezas
premonetales.
Considerando los más destacados investigadores (como Perea y
Armbruster) que servían para realizar trueques o como “banco” de
ahorro en la Edad del Bronce -tanto como para colgarlas del cuerpo a
modo de collares o zarcillos-. Otros
objetos que se supone fueron utilizados de forma parecida a “monedas”
durante los milenis II y III a.C., son las hachas de bronce
(semejantes a las que vemos en imagen). Bifaces
que han aparecido en nuestra Península en un sinfín de depósitos;
algunos con piezas tan inusuales que obligan pensar, servían como
“piezas de cambio” y no como armas o herramientas. Todo
lo que se corroboraría en los numerosos hallazgos atlánticos con
miles de estas bipennas; haciendo suponer que las ocultaciones fueron
almacenes de “dinero” -dedicadas
al comercio y no como utensilios-. En
imagen -abajo- vemos algunas de estas hachas planas fechadas hacia el
Bronce Medio (circa. 1800 a.C.); con unos modelos que resultan
iguales a los que pueden observarse en los frescos y dibujos egipcios
de misma época.
En
este cuarto artículo continuamos nuestro comentario y resumen del
libro que estudiamos
desde las tres entradas anteriores. Ampliando el análisis y
exposición de opiniones sobre
este monográfico
titulado:
“Contacto cultural entre el Mediterráneo y
el Atlántico (siglos
XII-VIII ane) La precolonización a debate"-.
Publicación del CSIC, en la que participaron los mejores
especialistas en colonización y precolonización de la Península
Ibérica; donde cada autor aporta una separata sobre el tema.
En nuestros tres artículos anteriores habíamos visto los trabajos
de los profesores: Escacena Carrasco, Torres Ortiz, López
Castro y José Clemente Martín de la Cruz.
En el de hoy estudiamos la colaboración de
la profesora Marisa Ruíz-Gálvez Priego, junto al capítulo
redactado por las profesoras Alicia Perea y Bárbara Armbruster -en
común-. Comenzaremos por la separata presentada por las
dos últimas y que precisamente
cierra el monográfico sobre "LA PRECOLONIZACIÓN A DEBATE";
pues con este capítulo de Perea y Armbruster podremos
obtener una visión general y muy amplia -sobre
el tema-. Posteriormente analizaremos el trabajo de
Ruiz-Gálvez, para poder llegar a un enfoque más particular acerca
de los ponderales y medidas del oro (que
desarrollaremos ampliamente al final del artículo).
.
A)-
TRADICIÓN, CAMBIO Y RUPTURA
GENERACIONAL.
LA PRODUCCIÓN
ORFEBRE DE LA
FACHADA
ATLÁNTICA
DURANTE LA
TRANSICIÓN
BRONCE-HIERRO DE
LA PENINSULA
IBÉRICA
(Resumen del texto de Alicia
Perea y Barbara Armbruster) (1)
:
.
El
estudio se inicia con las piezas áureas del Bronce Antiguo y Medio
(circa 2200 al 1500 a.C.), cuando comienzan a crearse en la Península
diademas, cintillas y cintas de oro. Una época en
cuya etapa final (Bronce Bajo, Cogotas I -aprox. 1400 a.C.-) ya
podremos encontrar empuñaduras de espadas y cuchillos fabricados en
“oro repujado”.
Puños
a
mi juicio hechos al modo en que se repuja el estaño -en láminas
golpeadas en frio que luego se labran- y cuyo
ejemplo más significativo es la famosa espada de Guadalajara (ver
imagen abajo) (1a)
. Continúan
las autoras explicando que el procedimiento de “cera perdida” no
fue el sistema inicial de trabajar el oro, durante esta fase de
Antiguo y Bronce Medio atlántico.
Ya que -como sabemos- los objetos áureos se elaboraban primero
martillando en frío el mineral, para conseguir placas que se adherían
como láminas en un proceso de baja temperatura (sin uso apenas del
fuego y solo batiéndolas). Acerca de la
aparición de la “cera perdida” para trabajar el oro, creen Perea
y Armbruster que procedería del Mediterráneo y que su comienzo ha
de datarse en una fecha cada vez más temprana, conforme avanza en
nuestros días el estudio de la arqueo-metalografía.
.
En referencia a ello, consideran las investigadoras que una de estas
primeras piezas fabricadas a la “cera perdida” en nuestras
tierras sería el tesoro de Caldas de Reyes
(Pontevedra) -famoso depósito de As Silgadas que debió tener 30
kilos de oro, del que se hallaron la mitad-. Tesoro
con enormes paralelos con el mundo Campaniforme peninsular; un
estilo y cultura también llamada de Ciempozuelos, que -como sabemos
desaparece- entorno al 1800/1600 a.C.. Este
hecho y los diseños de sus joyas semejantes a los enseres hallados
en el mundo dolménico, llevó inicialmente a fechar la ocultación
de Caldas de Reyes entre el 2200 y el 1600 a.C.. Aunque actualmente
no se data con anterioridad al siglo XIV a.C.; momento en que
podríamos considerar comienza la técnica de cera perdida en el oro
peninsular
(una innovación que asimismo significaría el contacto entre los
orfebres Mediterráneos y los del Atlántico) (1b)
.
.
En
el siguiente epígrafe Perea y Armbruster tratan acerca de las
cadenas y espirales en oro del Bronce; su filiación, razón y
datación.
Anillas, collares y brazales de oro,
sobre los que ya hemos hablado en
los comentarios de imágenes; mencionando
que comúnmente se consideran piezas de prestigio y de comercio
-lingotes premonetales y adornos-. Añadiendo
acerca de ellos las investigadoras una interesante idea,
como lo es afirmar que la
aparición de esos anillos premonetales:
“no debe extrañarnos puesto que se ha defendido la existencia de
patrones metrológicos de origen mediterráneo oriental en la
Península Ibérica durante el Bronce Final” (citando
a Ruiz-Gálvez y a Eduardo Galán, como expertos que defienden esta
teoría, que más tarde estudiaremos). Siguen exponiendo las Perea y
Armbruster, que el
lugar más común en hallazgos de esas espirales y anillos es la
cuenca del Sado y la del Guadiana (1c)
. Aunque
a estas palabras hemos de añadir que también han aparecido en otras
zonas (como Jaén ó Ciudad Real). Pero sobre todo me
atrevería a afirmar que -a mi juicio- cuando hablamos de estas joyas
premonetales peninsulares con forma de anillas; habríamos de pensar
siempre en el “shaty” egipcio (que dio origen a los siklos y al
shekel).
Un
patrón-oro que se “acuñaba” en el Nilo desde fines del cuarto
milenio a.C.; en base a un peso aproximado de 7,5 gramos. Dando forma
anular a esos “Shatys” para transportarlos o guardarlos con
facilidad, pero -sobre
todo-
para que así tuvieran un aspecto y diseño formalizado; haciendo
patente que su metal se había pesado, medido y fundido, con arreglo
a un taller o templo autorizado.
JUNTO
Y SOBRE ESTAS LINEAS:
Arriba,
empuñadura de la espada de Guadalajara, que antes mencionábamos
(del
Bronce Medio) -tal como la expone el Museo Arqueológico Nacional al
que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-.
.
.
Al
lado, torques
de Sintra -propiedad
del British Museum al que agradecemos nos permita divulgar la
imagen-. Su
forma extravagante, tal como la denominan Perea y Armbruster; se
debería a la mezcla de estilos motivada por la aparición de colonos
en nuestras tierras desde el siglo X a.C.
-como más adelante estudiamos-. Su
especial tipología, se acerca mucho a la de otros tesoros atlánticos
(como la pulsera de Cantonha); aunque en este caso su gran peso -de
unos 1256,5 gramos- deja patente la riqueza de la orfebrería
peninsular durante estos siglos.
Más adelante analizamos igualmente su valor y peso, comparativamente
con otros ponderales peninsulares y con los coetáneos usados en el
Mediterráneo.
.
.
ABAJO:
Vitrina
del MAN con cintillas, diademas y cintas de oro del primer Bronce.
Unos párrafos antes mencionábamos estas piezas realizadas en batido
frío durante el Bronce Antiguo-Medio (entre el 2200 y el 1800 a.C.).
En su mayoría pertenecen a la Cultura de El Argar; como
es la diadema que ampliamos en detalle a nuestra derecha -argárica y
procedente del Estrecho de la Encarnación, Caravaca; Murcia-
Continúan
Perea y Armbruster exponiendo que durante la segunda etapa de la
orfebrería peninsular del Bronce -tras el siglo XIII a.C.- hay dos
zonas bien diferenciadas, por su estilo y modo de trabajo en el
metal. La primera se trata de la que fabricó piezas como el brazal
de Estremoz y los de Villena; que utilizó principalmente en fundido
con cera perdida, logrando decoraciones de orfebre piramidales, con
puntas semejantes a clavos (jugando
con ornamentos a modo de “panal”). El
otro área sería la que realizó orfebrería del tipo Sagrajas y
Berzocana, cuyos torques son tubulares, rígidos, circulares y con
decoración esquemática (trabajando con moldes de arcilla abiertos;
simplemente realizando decoraciones incisivas -dibujos con lineas
ralladas a cincel-).
.
Ambas
zonas se mezclarán geográficamente,
pues el área Berzocana-Sagrajas se extiende entre
Cáceres-Badajoz-Alentejo-Salamanca; mientras la de Villena-Estremoz
cubre desde los llanos de Alicante y Albacete, hasta Évora
(Portugal)
(1d)
. Aunque
el método de trabajo de sus talleres es muy diferente;
considerándose que el de Sagrajas/Berzocana sería más antiguo
-primitivo-; descendiendo directamente de los orfebres del Bronce
Atlántico
(creando ejemplares de torques y brazaletes sencillos, en forma de
barra circular). La
otra técnica de joyería, del tipo Villena/Estremoz, sería de
ascendencia mediterránea según Perea y Armbruster y fabricó
pulseras profusamente adornadas. Sobre ellas me atrevería a expresar
que quizás la técnica procedió del Egeo, llegando de Asia Menor y
más concretamente desde técnicas cretochipriotas o mesopotámicas
(donde la orfebrería del oro a cera perdida llegó a ser un
verdadero arte -tal como demuestran las piezas minóicas, las escitas
y las sumerias-).
Pudiendo pensarse con la aparición de los moldes de cera, en la
llegada de orfebres orientales mediterráneos venidos desde Creta o
Chipre a fines del segundo milenio a.C.; transportando los secretos
de joyería desde su zona o de las costas de Ugarit -incluso del
mismo Egipto-.
.
Siguiendo
con la obra de Perea y Armbruster, exponen
en su siguiente epígrafe el modo en que tras el siglo VIII a.C.
comenzarían a llegar a la Península los primeros “visitantes del
Hierro”; que ya importarían las técnicas de orfebrería
típicamente orientales. Formas de trabajar el oro comunes al Egeo o
al mundo fenicio de la Edad del Hierro; que consistían en el
granulado, la filigrana y la soldadura. Técnicas
que
comienzan a proliferar en una “nueva” joyería de nuestras
tierras (iniciada tras el siglo VII a.C.). Momento
de contacto entre los talleres de mediterráneos y los peninsulares
que conservaban aún métodos antiguos del Bronce Atlántico; todo lo
que terminaría por generar piezas “monstruo”. Tal como las
autoras referidas definen los objetos de extraño diseño y que
presentan la mezcla de estilos,
creando modelos raros y exagerados durante esa etapa de transición
(como los es el torques de Sintra o el brazalete de Catonha -ver
imágenes bajo y sobre este epígrafe) (1e)
.
SOBRE ESTAS LINEAS:
Arriba,
el tesoro de Valdeobispo (siglos X al VIII a.C.),
tal como lo expone el Museo Provincial de Cáceres -al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-.
Es de tipología Berzocana/Sagreras, consistiendo en simples torques
tubulares.
.
.
Al lado: “Candelabro” de tipo Lebrija hallado en El Coronil, de orfebrería tartessia y fechado hacia el siglo VII a.C. -tal como lo expone el Museo Arqueológico Nacional al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Hablaremos de esta pieza a continuación; pues se trata de un objeto de síncresis durante el periodo orientalizante; entre las técnicas antiguas del Bronce Atlántico y las nuevas formas llegadas del Mediterráneo durante el Primer Hierro.
ARRIBA:
El
tesoro de Caldas de reyes, tal como lo mostraba hace años la REVISTA
ARQUEOLOGÍA;
en la “carátula” de un magnífico monográfico titulado: EL ORO
EN LA ESPAÑA PRERROMANA (agradecemos a su director entonces, Prof.
Fernández de Castro, nos permita divulgar esta preciosa imagen que
fue portada de su revista).
Este conjunto es considerado por Perea y Armbruster el primer ajuar
con objetos trabajados a la cera perdida. Creyendo las investigadoras
que sus piezas pueden fecharse previamente al siglo XIII a.C.; debido
a que sus cuencos, brazales y hasta el peine, son de tipo
campaniforme
(con conexiones en el mundo dolménico). De
este modo, hemos de considerar al tesoro de Caldas el antecesor
técnico de la forma en que se trabajó más tarde el oro en la
Península: Fabricando piezas a la cera perdida
y ya de influencia mediterránea; como las halladas en los tesoros de
Villena/Estremoz.
.
AL LADO: Brazal de Estremoz (Portugal) -tal como lo expone el Museo Arqueológico Nacional al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Fechado entre el 1200 y el 800 a.C.; es ejemplo del trabajo a cera perdida de oro durante la Edad del Bronce peninsular, desarrollando la tipología por ello denominada: Estremoz/Villena. Observemos en detalle la enorme diferencia entre este estilo de orfebrería (cargada de ornamentos, obtenidos a molde) y la más sencilla de tipo Sagrajas/Berzocana, que fabrica torques tubulares a los que se añadían decoraciones incisas -tal como podemos ver en la imagen superior, en las piezas del Tesoro de Valdeobispo; o en los posteriores ajuares cacereños, como los de Berzocana-.
AL LADO: Brazal de Estremoz (Portugal) -tal como lo expone el Museo Arqueológico Nacional al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Fechado entre el 1200 y el 800 a.C.; es ejemplo del trabajo a cera perdida de oro durante la Edad del Bronce peninsular, desarrollando la tipología por ello denominada: Estremoz/Villena. Observemos en detalle la enorme diferencia entre este estilo de orfebrería (cargada de ornamentos, obtenidos a molde) y la más sencilla de tipo Sagrajas/Berzocana, que fabrica torques tubulares a los que se añadían decoraciones incisas -tal como podemos ver en la imagen superior, en las piezas del Tesoro de Valdeobispo; o en los posteriores ajuares cacereños, como los de Berzocana-.
.
Finalmente
las autoras
del trabajo que analizamos,
expresan cuál fue el resultado de aquel contacto entre la orfebrería
del Atlántico y las nuevas formas llegadas de Oriente Medio, durante
la Primera Edad del Hierro.
Cuya
síncresis final ven en los casos de los candeleros de Lebrija y en
el ajuar de El Carambolo. Explicando que el paso entre ambas etapas
se hallaría claramente expresado en los “betilos” de Lebrija,
datables entre los siglos VII al VI a.C.. -de
los que se encontraron otros ejemplares semejantes en El Coronil,y
que podemos ver en una imagen más arriba-. Exponiendo Perea y
Armbruster que la
forma de trabajo y aleación de estos candeleros es igual a la que
usó la orfebrería del tipo Villena y Estremoz (circa. siglos XI al
IX a.C.); estando solo fundidos a la cera perdida y sin otra técnica
importada. Pese a ello, su utilización se corresponde con modelos
fenicios, lo que hace de estos “timyaterios” un ejemplo de
síncresis. Tal
como expresan sobre esas piezas de Lebrija y de El Coronil las
autoras, al escribir: “el
tipo de aleación con el que se fabricaron es característica de la
producción orfebre del Bronce final, por ejemplo la de los depósitos
de Abía de la Obispalía, la de Villena o la de los brazaletes de
Estremoz y Aljustrel; un oro que se distingue claramente del empleado
en la producción de época orientalizante como Trayamar, Carambolo,
Aliseda. Creemos que los betilos fueron fabricados por artesanos
indígenas, con tecnología atlántica, por encargo o como regalo
para santuarios de culto fenicio”
(1f)
.
.
Para
terminar esta interesante separata, las investigadoras citarán
el Tesoro de El Carambolo, como ejemplo de paso entre la orfebrería
fenicio-mediterránea y la atlántica. Exponiendo que ese ajuar,
además contiene un collar de tipo cretochipriota y que muchas de sus
piezas están ya fabricadas por el método de soldaduras y
granulados, típicamente orientales. Aunque en las joyas de El
Carambolo se perciben también técnicas heredadas desde la
orfebrería del bronce atlántico, como es la aparición de
decoraciones con placas a la cera perdida y en forma triangular.
Ornamentación que se relaciona plenamente con las formas de trabajo
de Villena/Estremoz y que también vimos era la que contenían los
candeleros de Lebrija. Escribiendo además sobre todo ello Perea y
Armbruster: “La
evidencia demuestra que en la fabricación de El Carambolo
intervinieron dos talleres,
o al menos dos artesanos con formación técnica de distinto origen,
entre
los que no se produjo una transmisión tecnológica a pesar de que
estaban realizando el mismo encargo. (...) El Carambolo y Lebrija no
marcan el principio de la orfebrería tartésica, sino el final de
una larga e importantísima etapa en la historia de la tecnología de
la Edad del Bronce” (1g)
.
Magníficas
palabras a las que no deseamos añadir nada; debido a su enorme
importancia y a su gran acierto como verdad histórica y
arqueológica.
ARRIBA:
Mapa
trazado por mí, con los yacimientos de metal durante la Antigüedad.
Como podemos observar, por entonces las zonas más ricas en oro y
plata eran la Península y las Islas Británicas, junto a las costas
de Francia. Asimismo, no había prácticamente yacimientos de estaño
en todo el Mediterráneo; por lo que cretenses, chipriotas, egeos,
anatolios, sirios o egipcios, deberían navegar hasta nuestras
tierras para lograr materias para el bronce (un metal imprescindible
desde el 2500 al 1100 a.C. -hasta la expansión del hierro-).
En el margen de la derecha del mapa, he
incluido unas anotaciones sobre lo que se tardaría llegar hasta
Gades, partiendo desde determinados puertos y en un barco lento del
segundo milenio a. C.
(a una velocidad constante de cuatro nudos; navegando 96 millas día
-unos 178 kmts-). También hemos escrito las jornadas necesarias para
ir desde Gades hasta las Islas Británicas; costeando el litoral
peninsular en la famosa ruta de los metales (las Kassiterides). El
análisis del siguiente capítulo, comenta el
estudio de la profesora Ruiz-Gálvez; que trata sobre la aparición
de colonos en nuestras costas a fines del Bronce y de la posible
constancia de ello en la permanencia de patrones metrológicos
importados por aquellos primeros “visitantes”. Quienes habrían
traído hasta Iberia no solo el método de trabajar los metales, sino
también sus patrones de peso
(ponderales que habrían permanecido en la Península, pudiendo
estudiarse en las joyas que llegaron hasta nuestros días).
BAJO
Y JUNTO ESTAS LINEAS:
En
imagen, al
lado:
Detalle de una marina pintada por Boidin en 1850
(propiedad del Museo Thyssen de Madrid, al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen). Se
puede observar de nuevo que los barcos a mediados del siglo XIX, eran
prácticamente iguales a los que fabricaban siglos atrás; incluso o
a los de Roma, Grecia y Fenicia. Pero nada hace pensar que las
embarcaciones de la Edad del Bronce tuvieran que ser muy diferentes a
las helenas y a las fenicias; tanto es así que en los bajorrelieves
egipcios podremos ver naves de treinta o cuarenta metros de eslora,
con las que los súbditos del faraón se encaminaban por el Mar Rojo
hacia “Punt” (las cercanías de la actual Somalia).
.
AL LADO: Maqueta del cañonero Albay (1870-1886) tal como la exhibe el Museo Naval de Madrid -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Si observamos su construcción nos daremos cuenta que no tiene grandes diferencias con los barcos grecorromanos, en los que navegaban el Mediterráneo hace veinte o veinticinco siglos. La embarcación que vemos en foto, pertenece a una época en que todavía las naves se fabricaban enteramente de madera y tan solo se distingue de las más antiguas, en los cañones o en algunos avances que las galeras romanas o las trirremes fenicias y griegas no tenían.
.
AL LADO: Maqueta del cañonero Albay (1870-1886) tal como la exhibe el Museo Naval de Madrid -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Si observamos su construcción nos daremos cuenta que no tiene grandes diferencias con los barcos grecorromanos, en los que navegaban el Mediterráneo hace veinte o veinticinco siglos. La embarcación que vemos en foto, pertenece a una época en que todavía las naves se fabricaban enteramente de madera y tan solo se distingue de las más antiguas, en los cañones o en algunos avances que las galeras romanas o las trirremes fenicias y griegas no tenían.
.
.
B)
- ESCRITURA, CONTABILIDAD Y CONCIENCIA PROPIA, EXPERIMENTADO POR
MUNDOS DISTANTES. PROCESOS DE IDENTIDAD Y COMERCIO DE MERCADERES
LIBRES EN LA TRANSICIÓN
DE LA EDAD DE BRONCE - EDAD DE HIERRO
(resumen
del texto de M.
Ruiz-Gálvez Priego) (2)
:
.
Como
decíamos en el comentario de imágenes anteriores: El
estudio de la profesora Ruiz-Gálvez trata sobre la aparición de
colonos en nuestras costas a fines del Bronce y de la posible
constancia de ello en la permanencia de patrones metrológicos
importados por aquellos “visitantes”. Quienes habrían traído
hasta Iberia no solo el método de trabajar los metales, sino también
sus patrones de peso
(ponderales que habrían permanecido en la Península, pudiendo
llegar a comprobarse en las joyas que han llegado hasta nosotros).
Este
artículo original de Marisa Ruiz-Gálvez redactado en inglés, se
intitula: WRITING,
COUNTING,
SELF-AWARENESS,
EXPERIENCING
DISTANT
WORLDS. IDENTITY
PROCESSES
AND FREE-LANCE
TRADE
IN THE BRONZE AGE/IRON
AGE
TRANSITION. Su extenso título lo he recogido en traducción personal
al español, para facilitar la comprensión de cuanto exponemos. Del
mismo modo (traduciéndolo) analizaremos esta separata de Marisa
Ruiz-Gálvez, que
comienza
explicando la relación entre escritura y contabilidad; mencionando
primero las formas alfabéticas y su unión con la escritura
matemática y de mercado.
Para exponer esta idea nos
remite las famosas tablillas del pecio de Uluburún, del que ya hemos
tratado extensamente
en nuestro artículo "PROCEDENCIA,
DESCUBRIMIENTO Y VALOR DE LOS TALENTOS OXHIDE -PIEL DE BUEY"
(3)
-estudio
mío, cuyo enlace proporcionamos en la cita anterior y que
recomendamos a los interesados en este hallazgo-. Donde veremos como
en
el interior de la nave hundida cerca de Uluburún, se descubrieron
centenares de lingotes piel de buey (de cobre y estaño) -en
la costa sur de Turquía, cerca de la isla de Kios-. Barco de unos
quince metros de eslora que
se sumergió hacia el 1300 a.C. en una singladura que se supone
recorría un trayecto comercial entre El Egeo, Creta, Chipre, las
costas de Oriente Medio y algún puerto en la desembocadura del Nilo.
Todo
lo que demostrarían las diferentes mercancías que portaba
(procedentes de aquellos lugares); junto
a las mencionadas tablillas -en las que estarían escritos los
resúmenes de carga, la bitácora y la relación de objetos que
transportaba-.
.
Tras
hablar extensamente sobre el valor de los signos escritos en la Edad
del Bronce y de su uso comercial; Ruiz-Gálvez pasa a un apartado
dedicado a los pesos en el que nos dirá:
”Sin
embargo, cuando podemos asociar estos bienes orientales; ideas o
técnicas previas al establecimiento de colonias con un
sistema de peso particular, lo que implica una ruta comercial
dominante. Los valores resultan ser siempre del shéquel sirio de 9,
3 g.
(4a)
o el microasiato de 11,75 g. –
shekel minorasiático- (4b).
En
vez de otros pesos (como podríamos haber esperado), como los los de
Eubea de 8,72 g.
-statera-, documentado por primera vez en Pithekoussai (4c)
;
o
también el fenicio de 7,9 g (shekel phoenik).
Un sekel presenciado
en el sitio fenicio de Cerro del Villar,
así como en el
palacio tartésico de Cancho
Roano
(4c)
;
(4)
. Continúa
la autora refiriendo lo siguiente acerca de los ponderales: “Los
pesos correspondían a cuatro estándares diferentes: el egipcio 94
g.
(d-b-n), el
shekel Eblítico o Fenicio 7,5 g. ; el shekel 8,4 g. mesopotámico y
el 10,7 g. sirio. Son exactamente el mismo tipo de peso encontrado en
el naufragio Uluburun
(5a),
(...) Un
caso similar sería la tumba en Tell Jerishe,
donde un comerciante fue enterrado con dos cazos de balanza y cuatro
piedras de peso de 4,8 g a 46,59 g que combinan con la unidad siria,
así como con cerámica LCIIB-C
(5)
.
SOBRE ESTOS PÁRRAFOS:
Dibujo
mío de una trirreme griega del siglo VI a.C.. Con una fila doble de
veinticinco remeros (cincuenta por cada lado) y más de treinta
metros de eslora, lograría alcanzar velocidades constantes de quince
nudos. Su mascarón de proa muestra
el método bélico de embestir, para abordar y hundir naves enemigas
-tal como también hacían los buques de nuestra armada en el siglo
XVI-. Su capacidad de cabotaje y sus
condiciones marineras, muy poco las distingue de las que navegaron el
Mediterráneo hasta el siglo XIX.
.
.
Imagen,
al lado: Grabado con la galera capitana
de la escuadra turca en la batalla de Lepanto (1571);
junto a ella, una fragata también otomana. Como se observa, la
nave del almirante turco Ali Baccha, es casi igual a las que
utilizaban los helenos dos mil años antes.
.
.
.
.
.
Fotografía, al lado: Maqueta de una galeota cristiana de la armada que dirigía D.Juan de Austria ese año de 1571, en Lepanto -tal como se mostraba en el Museo de Santa Cruz de Toledo, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra foto-. Los barcos que fabricó la liga cristiana para esta batalla contra los turcos, superaron el tamaño común de las que se utilizaban en otras confrontaciones. Destacando entre ellas la nave capitana, que tenía unos sesenta metros de eslora y era llamada La Real (al ir dirigida por Juan de Austria). Las fragatas, galeras y galeotas de los cristianos medían unos cuarenta metros y tenían unos treinta remeros por cada borda; siendo muy parecidas a las triremes grecorromanas. Tal como podemos apreciar en esta maqueta fotografiada; cuya única diferencia con los barcos de guerra helenos o latinos, era la disposición de cañones. Fue solo en el segundo tercio del siglo XIX cuando se incorporó al casco de los barcos láminas de acero, para blindarlos y protegerlos de los cañonazos. Momento en que la técnica naval evoluciona realmente, hasta crear los acorazados; cuando pueden ayudarse de propulsión a vapor que permitiera el arrastre de naves muy pesadas, recubiertas y blindadas.
.
.
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Fotografía, al lado: Maqueta de una galeota cristiana de la armada que dirigía D.Juan de Austria ese año de 1571, en Lepanto -tal como se mostraba en el Museo de Santa Cruz de Toledo, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra foto-. Los barcos que fabricó la liga cristiana para esta batalla contra los turcos, superaron el tamaño común de las que se utilizaban en otras confrontaciones. Destacando entre ellas la nave capitana, que tenía unos sesenta metros de eslora y era llamada La Real (al ir dirigida por Juan de Austria). Las fragatas, galeras y galeotas de los cristianos medían unos cuarenta metros y tenían unos treinta remeros por cada borda; siendo muy parecidas a las triremes grecorromanas. Tal como podemos apreciar en esta maqueta fotografiada; cuya única diferencia con los barcos de guerra helenos o latinos, era la disposición de cañones. Fue solo en el segundo tercio del siglo XIX cuando se incorporó al casco de los barcos láminas de acero, para blindarlos y protegerlos de los cañonazos. Momento en que la técnica naval evoluciona realmente, hasta crear los acorazados; cuando pueden ayudarse de propulsión a vapor que permitiera el arrastre de naves muy pesadas, recubiertas y blindadas.
.
Continúa
la profesora Ruiz-Gálvez con un epígrafe dedicado a:
“NORMAS
DE PESO COMO PRUEBA DE RUTAS COMERCIALES";
donde escribe:
Según
Aubet (2000: 79-80) en
el siglo XI antes de Cristo, Tiro ya había comenzado
su expansión comercial, reemplazando
a Ugarit como
el puerto principal en el Levante. Probablemente todo fue así, pero
está lejos de ser cierto que tenía el monopolio del comercio en el
Mediterráneo, ya que otros sistemas de pesos como los estándares
sirios y microasiáticos parecen haber sido ámpliamente utilizados”
(5b)
(...)
“Larnaud
(Jura, Francia), Caix (Somme, Francia), Schiers (Suiza) y Dragomelj
(Eslovenia), identificaron un peso promedio de 475 g que, en su
opinión, puede ser un múltiplo de un cierto shekel chipriota de 9 g
(Petruso 1984). ), muy probablemente el shekel de 9.3 g de Siria. Sin
embargo, como escribí en otro estudio (Ruiz-Gálvez 2003: 155), la
unidad para estos lingotes era de 5,8 g, es decir, un medio shekel
microasiático, también registrado en un tipo de lenticular (...) En
todos ellos
los pesos tienden a agruparse alrededor de 5,5 / 5,8 g. y sus
múltiplos
(...) Lassen
(2000: 235) relacionó una
unidad de 5,5 g con los pocos pesos conocidos del período micénico
(es decir, el peso en plomo de Micenas de 1089,5 g, el segundo de
piedra con un peso de 1120 g; los ocho pesos de piedra de Phokis con
un peso de 545 g y 560 g, y dos más de Tiryns y Magoula de 541,4 g y
560 g, respectivamente).
Una vez más, estamos tratando aquí con el medio shekel
minor-asiático, lo que indicaría su fuerte presencia en el Egeo
incluso antes del colapso de los palacios micénicos. (…) Un
segundo sistema de peso, registrado esta vez en la Península
Ibérica, es el shekel sirio de 9,3 g. Me parece interesante observar
que el shekel sirio era la unidad más común en el Levante, Chipre y
Ugarit hasta el final de la Edad del Bronce. Se encontró También en
portugal durante
el Bronce final”
(5c)
.
.
Terminará
escribiendo la prof. Ruiz-Gálvez: “Algunos
estándares de peso ampliamente registrados en el este y en el
Mediterráneo Central y Occidental,
que no son ni de la estátera Eubea, ni del shekel fenicio;
nos ayudarán a seguir este comercio anterior a los fenicios y a los
griegos
(…) esas poblaciones tomaron un papel activo en este tipo de
comercio. Esto
ayudaría a explicar la llegada temprana a los confines del
Mediterráneo occidental de hierro, loza o ámbar, junto con algunos
estándares de peso mediterráneos también como el desarrollo precoz
de la secuencia de organizaciones Tartessias.
Todo dentro de un clima de flujo continuo de comercio, con mercaderes
e información a través del Mediterráneo, con aparición del
preciso patrón sistemático de los fenicios en sus colonias en el
oeste (se refiere al Shekel que aparece en Gadir, Malaka etc)”
(5d)
.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Arriba,
dos juegos de pesas y dos platillos de balanza, halladas en Cancho
Roano, Zalamea de la Serena
-tal como los muestra el Museo Arqueológico de Badajoz, al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra fotografía-. Hemos de
fechar estos utensilios muy cercanos
al siglo V a.C.,
tal como se datan la mayor parte de los restos hallados en el
yacimiento.
A continuación trataremos ámpliamente sobre estos pesos y sus
valores.
JUNTO
ESTAS LINEAS: Ballestilla
y cuadrantes más simples utilizados para orientarse, logrando medir
longitud y latitud (incluso tras la aparición de la brújula).
La alidada que vemos en foto a nuestra derecha, era la más común
hasta bien entrado el siglo XVII y se denominaba Báculo de Jacob
(debido a que su uso se explicó en el libro de Jakob Koebel,
publicado en en 1581). Sabemos que era
muy semejante a los métodos que utilizarían los egipcios y los
mesopotamios para orientarse al navegar por el desierto
(guiados comúnmente por sus astrónomos-sacerdotes). De este modelo
de ballestilla -a mi juicio- derivarían algunas formas sagradas del
Nilo y de Mesopotamia; como la cruz ansada (Ank de Isis), las estelas
discoideas mazdeistas y las varas de mando de tiempos de Gudea. Pues
como podemos ver en los grabados -junto a la alidada- se usaban para
medir distancias, calcular alturas y orientarse por los astros.
Siendo el método más sencillo el “báculo” de cuerdas con forma
de cruz y miras (sobre las que es muy sencillo observar longitudes y
grados).
.
A
ello hemos de añadir una idea que comúnmente defiendo y expongo;
considerando que hemos de suponer que desde la más remota
antigüedad conocían la esfericidad de la tierra, tanto como el
grado. Ello, porque la forma esférica del planeta es una
evidencia que a simple vista se observa en el desierto o en el mar
(desde la cima de un monte). Pero principalmente porque ignorando
que la Tierra es redonda y sin conocer aproximadamente su tamaño, es
imposible orientarse por los astros (menos aún en el desierto).
Todo cuanto expresamos se hace evidente en culturas como la
egipcia y la mesopotamia, cuyos edificios y cultos desde comienzos
del III milenio a.C. estaban ya dedicados a la observación de la
cúpula celeste (tal como también se usaban los cromlechs
megalíticos y los templos de Malta, en los milenios V y IV a.C.).
Por lo demás, para conocer el tamaño del globo terráqueo
bastará con medir el cambio de sombra, en linea recta, durante una
misma fecha. Pudiendo deducirse con una simple regla de grados,
que cada 111 kilómetros la sombra cambia un grado (aproximadamente).
Bastando luego multiplicar esa distancia por 360º, para hallar el
perímetro de la Tierra, que resultaría así: 111.000 mts. x 360 =
39.960.000 metros.
.
Todo
cuanto he expuesto como técnica de medición del Planeta se
realizaría simplemente con dos mástiles dispuestos en linea recta y
una regla de cálculo de grados. Estos
semicírculos para medir la circunferencia sabemos que existieron en
Egipto y Mesopotamia a fines del IV milenio a.C.; momento en que hay
constancia, habían dividido el círculo en los 360º que todavía
hoy manejamos. Además, es
manifiestamente conocido que tanto en el Nilo, como en tierras del
Tigris y Eúfrates, triangulaban
y reagrupaban sus cultivos anualmente; todo lo que hacía posible
seguir una linea recta en el terreno recta con absoluta facilidad.
Pudiéndose haber medido la
circunferencia de la Tierra ya durante el IV milenio; o a todo lo más
en tiempos de Saqqara
(hacia el 2700 a.C.). Momento histórico en que
se establece el patrón oficial sagrado del Codo Real y Codo Vulgar;
desde el cual nace todo el resto de ponderales y pesos faraónicos
que se mantuvieron durante milenios como inalterables. De
igual manera sucedería en Mesopotamia ya en época de Gudea; cuyo
Codo
equivale prácticamente a medio metro, todo lo que manifiesta que es
una media geodésica.
Siendo exactamente de 49,5 ctms., ese Codo de Lagash; calculado con
exactitud en la "Vara" bajo la estatua de Gudea rey, del
museo del Louvre (esculpida hacia el 2170 aC.).
-En imagen, abajo: Estatua del
rey Gudea en el Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra fotografía-.
.
.
.
1)
INTRODUCCIÓN AL COMENTARIO NUESTRO SOBRE EL CAPÍTULO DE LA PROF.
RUIZ-GÁLVEZ:
.
Antes
de comenzar con el análisis sobre pesos y medidas que la profesora
Ruiz-Gálvez menciona en la separata que analizamos; añadiré
algunas teorías personales surgidas de investigaciones nuestras,
acerca de la metrología en el mundo antiguo. Una idea que en
principio surge y procede dese las que ya intuía Newton y que
compartieron todos los ilustrados; quienes pensaron que los
egipcios y mesopotamios conocían perfectamente el tamaño de la
Tierra (teniendo basada toda su metrología en base al Arco del
Meridiano). Algo que para Newton era fundamental con el fin de
valorar el peso relativo de nuestro Planeta y calcular así la
función gravitacional -la atracción, en base a la aceleración de
9,8 mts. por segundo-. Asimismo, el conocimiento del perímetro
terrestre era también imprescindible para crear el nuevo sistema de
pesos y medidas durante la Revolución Francesa -sistema métrico
decimal-; por cuanto aquellos ilustrados igualmente recurrieron a los
restos arqueológicos y formas de medir entre las civilizaciones
antiguas. Suponiendo los ilustrados del siglo XVIII -con gran
fundamento-, que tanto los egipcios como los mesopotamios, habían
podido valuar el grado terrestre a la perfección; tal como luego
lo hicieron sus herederos los árabes (entre ellos Al-Fra-Gano).
Debido a la climatología de la zona y a las extensas llanuras
existentes en el Nilo o en el Golfo Pérsico. Dado a que algunos
tramos del rio de Egipto se desarrollan prácticamente en linea recta
y de Sur a Norte; al igual que el Golfo de Arabia es un mar interior
que se mantiene centenares de kilómetros en esa orientación y con
una profundidad regular menor a cuatro metros. Todo lo que
posibilitaría el estudio perfecto de la geodesia, simplemente usando
mástiles y analizando las sombras máximas en un mismo día.
Comprobado pronto que aquellas sombras varían un grado cada ciento
once kilómetros (aproximadamente), deduciendo pronto que la medida
de Meridiano es 360ºx111 kmts. (unos 40.000 kilómetros). Lo que en
Codos de Gudea venían a ser 80.000 y en Codos Reales Egipcios
75.600; todo lo que daría un perímetro del Globo terráqueo de
39.690 kilómetros -para los interesados en la relación entre
geodesia y metrología recomendamos ver nuestra cita final de este
artículo (40) -.
.
De
este cálculo geodésico nacerían todos los sistemas ponderales;
simplemente cubicando el codo y pesándolo (lleno de agua). Ello fue
lo que se hizo en el siglo XVIII con el métrico-decimal, imitando
las formas metrológicas antiguas; para abandonar las incómodas
varas, pies, brazas, arrobas, fanegas e infinidad de medidas que
existían en Europa -pudiendo comerciar así en base a un sistema
común-. Por su parte el estudio de la medida del grado era tan
sencillo de realizar en el desierto, como imprescindible para todos
lo que quisieran viajar guiados por los astros. Pues sin conocer la
esfericidad de la tierra y la medida aproximada del orbe, es
imposible orientarse. Pese a ello, para una sencilla formación de
los pilotos de caravanas y barcos en la Antigüedad, bastaría con
enseñarles a seguir “lineas de sombra”. Lo que es igual a
guiarse conforme a longitudes de Este a Oeste y luego de Norte a Sur
(localizando latitud y longitud en relación a una altura de sombra o
de astros). Sin necesitar que esos guías conocieran la
esfericidad del Globo y menos su tamaño; bastando con enseñarles
las coordenadas y la medida de sombra al punto de destino, para que
ellos localizaran un lugar en el desierto o en el mar (con
referencia al Sol, a la altura de estrellas y a la fecha).
Mostrándoles que por ejemplo, si hemos de ir a Giza y sabiendo que
sus sombra en equinoccios y solsticios es de 30º; significa que ese
punto está en el Grado 30 (latitud a la que se ubican exactamente
las pirámides). Así para llegar a Giza hay que viajar hacia un
lugar en que la sombra durante el día de equinoccio marque 30º;
pero que a su vez tenga 0,25 grados más o menos, según avanza o se
retrase un día, desde la fecha de equinoccio. Por lo que si queremos
llegar el 1 de Octubre a Giza, habremos de buscar un lugar donde la
sombra marque ese día 27,5º; hallando así la latitud y cuya
longitud podría calcularse durante el viaje soltando palomas
mensajeras (que se orientan a los pocos metros de ser lanzadas).
.
Por
todo cuanto expreso, creo se hace evidente que durante la
antigüedad conocieran con bastante exactitud el tamaño del grado y
que se guiaban en razón a ello. Lo que además explica los sistema
de metrologías heredadas y correlativas; desde los más remotos
tiempos y hasta Roma (pues en los casos de grandes civilizaciones,
sus patrones eran divisores del Meridiano). Algo que incluso explica
por qué en Egipto se modifica el Codo Real, cuando trasladan su
capital al Sur durante el Imperio Nuevo. Momento en que regulan
de nuevo el Codo, que había impuesto Imhotep hacia el 2650 a.C. como
patrón sagrado; pese a estar prohibido cambiar aquella medida. Pues
durante la XVIII dinastía alargan el Codo Real desde los 52,3 ctms.
que tuvo en época de Saqqara, hasta los 52,5 ctms.. Dándole un
nuevo valor y mayor, a mi juicio debido a que en Luxor (donde
situaron la nueva capital) el meridiano mide algo más por grado, que
en Saqqara -en razón al achatamiento que nuestro planeta sufre en el
Ecuador-. Siendo ello una demostración evidente de que el patrón
“Codo” nacía de cálculos geodésicos; cuya función primera
procedía de la necesidad de orientarse al viajar y para estudiar o
calcular la cúpula celeste (observada desde la Tierra). Así, por
cuanto he razonado en diversos artículos y por lo ya explicado;
creemos que los valores de ponderales y medidas del Mundo Antiguo
fueron correlativos con el meridiano, pero también entre las
distintas metrologías de diferentes culturas (para permitir el
cambio y el intercambio). Estando basados en esos sistemas
metrológicos iniciales -mantenidos desde Mesoptamia y Egipto-, donde
era evidente que habían calculado durante milenios el perímetro de
la Tierra con el fin de estudiar los astros. Para comprobar cuanto
explico, recomendamos ver cita (6) .
Asimismo, los interesados en el tema pueden consultar nuestros
artículos recogidos en cita (7) .
SOBRE
Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Arriba,
correlación de los ponderales en la antigüedad, conforme a pesos
coincidentes en Mesopotamia y Egipto. Como pudimos ver y comprobar en
mis diferentes estudios, todos tendrían coeficiente de paso (para
cambiar unos por otros). Abajo:
Demostración de los sencillos métodos que deben usarse para medir
el grado y las sombras en el desierto. Logrando conocer las latitudes
con enorme facilidad, simplemente estudiando la altura de las
estrellas o de las sombras (en una misma fecha).
2)
COMENTARIO AL CAPÍTULO DE LA PROF. RUIZ-GÁLVEZ:
.
Cuanto
expone Marisa Ruiz-Gálvez en la separata que analizamos, vendría a
concluir que estudiando los pesos y ponderales, podríamos dilucidar
la venida de determinados pueblos hasta nuestras costas. Observando
simplemente los patrones y medidas que usaron en la Península
durante aquel tiempo previo a la Edad del Hierro -plena-. Siguiendo
su lógica -que parece indiscutible-, con este método sería tan
fácil encontrar quienes nos colonizaron antes de los griegos y
fenicios; como observar dónde llegó el imperio británico,
estudiando aquellos países que todavía contienen una metrología
expresada en libras, pies o millas. Asimismo, la profesora
Ruiz-Gálvez, considera más que probada la aparición de ponderales
en la Península muy anteriores a los propiamente helenos y al shekel
fenicio. Todo lo que demostraría la llegada a las costas ibéricas
de navegantes venidos principalmente de Asia Menor (durante el
Bajo Bronce -entre el 1200 y el 800 a.C.-). Unas ideas que
corroboramos y que hemos ido probando al analizar los diferentes
pesos de la joyería peninsular. Ya que -por fortuna- el oro y
la plata apenas varían ni se desgastan durante milenios,
pudiéndose estudiar perfectamente los patrones originales desde
joyas hechas en metal noble. Algo que no sucede con las pesas de
bronce y de piedra halladas en yacimientos; que con el paso del
tiempo sufren desgastes, erosiones u oxidación.
.
.
Pese
a todo, esta teoría contiene un problema, como es la necesidad de
considerar que muchos de los pesos durante la Antigüedad, eran
correlativos (al menos, a mi entender). Teniendo lo que se
denominaba “coeficiente de paso” y que hoy llamaríamos “cociente
de cambio”; tanto, que en la Biblia se menciona cual era este
paso entre el siklo judío (shekel) y el siklo filisteo (llamado
Pym). Que se cambiaba en razón de 3 a 2 (3 shekel de Israel por 2
Pym); cuanto les da un valor correlativo de 3/2, por lo que sabiendo
que el shekel judío pesaba 11,37 gramos, se puede afirmar que el
filisteo era de 7,58 g. (un siklo que nos acerca muchísimo a los
valores de la misma moneda en Fenicia y sobre todo al Shaty de
Egipto, que sabemos era de 7,5 gramos, pero que aumenta después del
siglo X a.C.). Acerca de todo ello ya hemos tratado en infinidad
de artículos míos, entre los que desearía destacar uno intitulado
METROLOGÍA Y PONDERALES EN LA IBERIA PRERROMANA
(Sobre los estudios de Mora Serrano y de Ma.Paz García-Bellido) en
en que expongo algunas ideas que considero importantes y que recojo
tras las siguientes imágenes.
.
AL LADO: De nuevo una fotografía ya divulgada por mí, de una Mina con inscripción y nombre del rey Akadio Shu-Shin, monarca sumerio de fines del siglo XXI a.C.. Fabricada en diorita, procede de Telloh (antiguo Girsu) y es propiedad del Museo del Louvre -al que agradecemos nos permita divulgar la imagen-. Su peso es de 2520 gr. teniendo inscrito que corresponde a "5 Mana" (cinco minas), lo que nos llevaría a una Mina de 504 gramos. Ello cuadra con las varas Mesopotámicas, que medían medio metro (aproximadamente), por lo que cubicándolas y llenas de agua, pesarían unas 50 minas grandes, como la que vemos en imagen (unos 125 kilos = 50x50x50 ctms cúbicos). Este ponderal que se utilizó durante milenios entre el Tigris y el Eúfrates, confirmaría un valor del siklo de 8,34 gramos, ya que contenía 60 siklos cada Mina normal (de 504 g.) y 300 siklos la Gran Mina de la foto (de 2520 g.). Asimismo, podremos comprobar que este ponderal procede directamente también del Codo de Gudea, cubicando la medida y dividiendo su resultado por el peso del siklo. Lo que es equivalente cuando observamos que 14820 siklos de 8,333... g., se corresponden con el peso líquido de 49,8 ctms. al cubo. Es decir, cincuenta centímetros cúbicos de agua, divididos por 60 = 8,3333... gramos = Siklo de Gudea (Gin). Cuanto expreso, lejos de ser ajeno a nuestra cultura lo podremos ver en el Tesoro de Villena; cuyo ponderal principal es de 16,8 gramos, habiéndose encontrado lingotes con ese peso (relativo a dos Gin = 8,4 g x 2). Tanto como veremos ese ponderal en muchas de las joyas del Bronce al Hierro (valuadas con respecto a ese Gin de 8,4 gramos).
AL LADO: De nuevo una fotografía ya divulgada por mí, de una Mina con inscripción y nombre del rey Akadio Shu-Shin, monarca sumerio de fines del siglo XXI a.C.. Fabricada en diorita, procede de Telloh (antiguo Girsu) y es propiedad del Museo del Louvre -al que agradecemos nos permita divulgar la imagen-. Su peso es de 2520 gr. teniendo inscrito que corresponde a "5 Mana" (cinco minas), lo que nos llevaría a una Mina de 504 gramos. Ello cuadra con las varas Mesopotámicas, que medían medio metro (aproximadamente), por lo que cubicándolas y llenas de agua, pesarían unas 50 minas grandes, como la que vemos en imagen (unos 125 kilos = 50x50x50 ctms cúbicos). Este ponderal que se utilizó durante milenios entre el Tigris y el Eúfrates, confirmaría un valor del siklo de 8,34 gramos, ya que contenía 60 siklos cada Mina normal (de 504 g.) y 300 siklos la Gran Mina de la foto (de 2520 g.). Asimismo, podremos comprobar que este ponderal procede directamente también del Codo de Gudea, cubicando la medida y dividiendo su resultado por el peso del siklo. Lo que es equivalente cuando observamos que 14820 siklos de 8,333... g., se corresponden con el peso líquido de 49,8 ctms. al cubo. Es decir, cincuenta centímetros cúbicos de agua, divididos por 60 = 8,3333... gramos = Siklo de Gudea (Gin). Cuanto expreso, lejos de ser ajeno a nuestra cultura lo podremos ver en el Tesoro de Villena; cuyo ponderal principal es de 16,8 gramos, habiéndose encontrado lingotes con ese peso (relativo a dos Gin = 8,4 g x 2). Tanto como veremos ese ponderal en muchas de las joyas del Bronce al Hierro (valuadas con respecto a ese Gin de 8,4 gramos).
JUNTO A ESTE PÁRRAFO:
Pesos
que aporta Ma.Paz García y Bellido, procedentes del ajuar de La
Pinilla,
yacimiento tardopúnico del siglo III a.C., en el cual aparecieron
numerosos ponderales.
Citando la profesora:
"dos
pesas de ca. 11 g. y otras dos de ca. 14,5 g que se combinan con una
mayor de 36,8 g y una menor de 7,3 g." .
Explicando
que la última se correspondería con el valor claro del Shekel, tras
lo que continúa Bartolomé Mora textualmente: "No
obstante, los estudios sobre la metrología
ibérica
de Contestania, ampliada a otros yacimientos
de
la
región
levantina
como
el Puntal del
Llops
(Olocau,
Valencia)
apuntan,
como
se ha comentado
más
arriba, a la
existencia
de
un patrón
de
origen
púnico
basado, en este caso, en una unidad
teórica
de
7,2 g cuyo apogeo se sitúa en el siglo
III
a.
C.;
esto
es, muy próximo al adoptado por la
moneda
de plata hispano-cartaginesa y, también, al
que
se deduce de la pesa menor de La Pinilla"
(8)
.
.
.
.
.
a)
Visión de Jiménez Ávila sobre Cancho Roano y del problema de
los ponderales en la Iberia Antigua según Mora Serrano:
.
Acerca
de las pesas halladas en Cancho Roano, el Profesor Javier Jiménez
Dávila escribe
en su separata "MATERIALES PROTOHISTÓRICOS DE «EL TURUÑUELO»
-épigrafe sobre el PONDERAL- (9)
:
.
"Otras de las
piezas abundantes entre los bronces de Cancho Roano son los
ponderales o pesas (...) Una pieza de estas características
se halló también entre los escombros de El Turuñuelo. Se trata
de una típica pesa discoidal con perforación circular central y
sección exagonal (...) más interesante que su coincidencia
formal con la serie de pesas extraídas en las excavaciones de
Zalamea es la equivalencia de sus valores pues con sus 31,14
gramos de peso el ponderal del Turuñuelo se sitúa cómodamente
dentro del intervalo admitido para la unidad de Cancho Roano
(...) En un entorno más amplio se han detectado pesas de bronce
en los yacimientos de Ébora (Sevilla) y el Castañuelo (Huelva), ya
referidas por Maluquer y en Riotinto (Huelva), Castulo, (Jaén) y
otros enclaves (...) Las pesas del Museo de Sevilla
reseñadas por Maluquer parecen proceder de las excavaciones de
Carriazo en el Cortijo de Ébora aunque hay cierta confusión en
torno a un posible origen en el Carambolo 2. Sus pesos de 29,92 y
58,45 están bastante próximos al sistema de relaciones de Cancho
Roano-El Turuñuelo (...) La pesa de El Castañuelo (...)
de finales del siglo V a principios del IV a.C (...) su estado
actual pesa 85,8 g., magnitud que no se halla alejada del triplo
de la pesa 1 de Ébora pero que hay que considerar con toda la
prudencia (...) Los ejemplares de Riotinto pesan 13,28 g., 19,19
g., 22,50 g. y 18,93 g. (...) magnitudes las alejan de la pesa
del Turuñuelo y del sistema de Cancho Roano (...) la oscilación
de las tres últimas en torno a los 20 g. La mitad oriental de
Andalucía ha sido mucho menos prolífica en hallazgos de este tipo.
De Villacarrillo (Jaén) proceden dos (...) nunca conoceremos sus
pesos (...) sabemos que un ponderal discoidal de sección exagonal
procedente de las inmediaciones de Castulo pesa 15 g.,
aproximadamente la mitad de la unidad de Cancho Roano Turuñuelo. Más
hacia el norte están los juegos murcianos de El Cigarralejo y el
Cabecico del Tesoro relacionables con ejemplares aislados de Covalta
y La Bastida que por su forma, relación, peso y asociaciones se
alejan considerablemente de los ponderales del Guadiana.
.
.
El
esquema general que se puede desligar de esta serie de medidas:
-1° Representado
únicamente por las pesas de Riotinto, con una cronología en
función de su contexto de en tomo al siglo VII a. C. (...)
pesas de en torno a 20 g. sin que quepa precisar si se trata de
unidades, múltiplos o divisores.
-2° Representado
por los ejemplares de Cancho Roano, El Turuñuelo, Castulo, y muy
probablemente los de Ébora y Villacarrillo. Este sistema tiene una
unidad de en torno a 31 g. y se agrupa en múltiplos de 2, 3, 4, 5 Y
10 unidades así como en divisores de 1/2 y 1/4 (...) este
sistema que debió extenderse por los valles
del Guadiana y del Guadalquivir desde el siglo VI, cronología del
tesoro de Ébora, hasta finales del siglo V, fecha de los ejemplares
de Cancho Roano.
-3°
Representado por los conjuntos levantinos del Cigarralejo y el
Cabecico y por los ejemplares de Covalta y La Bastida con pesas
mínimas (....) a 2 g. y máximos de unos 200 g.. Se
extendería por la zona ocupada por las provincias de Murcia y
Valencia (y, presumiblemente Alicante) durante el siglo IV.
Si
la presencia de estos tres sistemas responde a condicionantes
geográficos o cronológicos es algo que sólo futuros hallazgos
podrán determinar con mayor exactitud. En principio la coexistencia
de los sistemas 1° Y 2° en Andalucía Occidental en épocas
distintas parece avalar la sustitución del uno por el otro, pero el
2° y el 3°, los más precisamente documentados, no se solapan ni en
el espacio ni en el tiempo por lo que es difícil establecer su
relación".(9)
.
Por
su parte, recordemos que Mora Serrano nos decía exactamante acerca
de estos pesos del yacimiento tartessio de Extremadura:
"los ponderales del asentamiento orientalizante de Cancho Roano
(Badajoz) el más antiguo y documentado
testimonio de un complejo sistema metrológico que podría haber
servido de base al grueso de los sistemas
ponderales, incluidos los monetarios, de buena parte del sur
peninsular (...) entre los diferentes pesos
extremeños, resulta muy sugerente la reducción metrológica
propuesta, basada en la identificación del shekel
fenicio de 9,4 g -que se correspondería aquí con
los 9,12 g.- que se repite en dos de los sistemas
propuestos (CR-3 y 4). Sus valores superiores,
con 32-36 g y 146 g, marcados con círculos e
indicando por tanto su posición respecto a la unidad
de pesada en sus respectivos juegos ponderales, han sido
relacionados, junto al múltiplo de ca.
304-310 g con la regularidad metrológica que presentan
los conocidos torques y joyas meseteñas
del noroeste hispano. Su frecuente hallazgo formando
parte de importantes ocultamientos
meseteños como el de Padilla de Duero (Valladolid)
plantea aquí la existencia de erarios públicos
que, como bien se conoce, sólo en parte y en momentos ya
avanzados se convertirán en moneda".
.
"El
razonable acople de este estándar con el shekel encuentra
importantes matizaciones, según se considere el cartaginés de 7,60
g (del que serían 5/8), el Bárquida de 7,20 g (con una equivalencia
de 2/3) , o como recientemente se ha propuesto del fenicio de 9,4 g
(por tanto hemishekel). Sin embargo, la principal virtud de estas
interpretaciones es su explícita relación con el sistema monetario
fenicio-cartaginés ya defendida por Zobel en el siglo XIX" (…)
"Junto a las puntuales o en todo caso escasas emisiones
Bárquidas de electro y oro, son las de plata articuladas en una
amplia gama de valores desde el trishekel al cuarto de shekel las
principales amonedaciones del bando cartaginés puestas en
circulación en Iberia. Su metrología no es, sin embargo, la
utilizada en la metrópoli basada en un shekel de 7,60 g, sino
aquella otra de 7,20 g, cuyo origen incierto ha intentado ser
explicado como resultado de la elevada calidad de la plata ibérica
(10)
.
AL LADO:
Diferentes cuadrantes del
siglo XVIII, de procedencia inglesa
-tal como los muestra el Museo Naval, al que agradecemos nos permita
divulgar nuestra imagen-. En
la parte superior de la foto, ballestilla utilizada en el siglo XVIII
para navegar; su procedimiento para la lectura de los astros lo
hemos explicado repetidamente: Consiste en una alidada que lleva
cruces sobre un madero central (que va graduado). Para medir la
altura de una estrella se extienden los travesaños y se toma como
orientación el horizonte (punto sobre tierra “plana”). Luego se
apunta con los extremos de las traviesas y sus miras hacia el astro
que queremos leer, siendo así fácil lograr saber sus grados y su
relación con otros puntos de referencia señalados en el segundo
mástil. El otro cuadrante, a
la derecha y en la parte superior de la imagen; es el llamado “de
dos sectores”, mucho más simple que la ballestilla (también menos
exacta). Su funcionamiento se
basa en aplicar el compás que tiene al final y situarlo en sección
opuesta entre dos estrellas; pudiendo leer la diferencia entre ambas.
Finalmente, abajo vemos el cuadrante más sencillo y que es solo un
compás o una media circunferencia graduada. Se
colgará de él unas pesas, para ponerlo recto conforme linea de
horizonte; después simplemente se mide la altura de la estrella
(como pudiera hacerse abriendo un compás y leyendo los grados de
apertura).
AL
LADO Y ABAJO: Junto estas
lineas una “corredera” del siglo XVIII. Abajo, foto de unos
relojes de arena, llamados también “ampollas”
-tal como los muestra el Museo Naval, al que agradecemos nos permita
divulgar nuestras imágenes-. La
“corredera y la ampolla se usaron hasta el siglo XIX para calcular
la “longitud”, ya que la latitud se conocía por la altura de
sombras o de los astros. Sin
embargo la distancia recorrida
de Este a Oeste, era difícil de conocer a menos que se llevase un
reloj muy exacto a bordo; así que normalmente se valoraba con el
promedio de velocidad, obteniendo así las millas navegadas. El
método más común para hallar esa longitud avanzada, era soltar la
“corredera”; consistente en una tablita atada a un cabo, que se
lanzaba por popa y se dejaba correr el tiempo que marcaba la ampolla
o la clepsidra. La ampolla es
el reloj de arena (típico del siglo XVII y XVIII) aunque antes se
llevaba una tinaja-clepsidra con un agujero inferior, para usarla
como cronómetro. Con ese fin, se quitaba el tapón de la tinaja a la
vez que se soltaba la corredera por popa y cuando el agua del cántaro
cesaba de caer, también se paraba la cuerda de corredera. En ese
momento se recogía el cabo
atado a la tablilla y se iban contando los nudos o medidas que la
cuerda había avanzado; hasta conocer el total de “nudos”,
pudiendo calcular así la velocidad a la que iba la nave (de ello la
valuación de las millas en “nudos”).
Cada vez que el viento cambiaba, se volvía a hacer el experimento,
para saber aproximadamente los “nudos de corredera” a los que se
viajaba y lograr el promedio, pudiendo calcular con ello la longitud
a la que estábamos.
.
.
Como
podremos ver, estos métodos de leer los astros y de navegar son tan
sencillos como rudimentarios y primitivos; habiendo sido usados desde
los tiempos más remotos. Todos ellos son de una enorme sencillez,
aunque para viajar y orientarse (en mar o en el desierto) precisan de
un dato fundamental como es conocer la latitud a la que nos
encontramos (midiendo las sombras o los astros). Para
lo que es imprescindible saber que la Tierra es esférica y su tamaño
aproximado, para calcular el lugar dónde nos situamos en ella; pues
de lo contrario será imposible leer los astros (que cambian en razón
a nuestra latitud; un hecho que se observa simplemente viajando de
Norte a Sur unos cientos de kilómetros -viendo claramente que se
modifican las sombras y la altura de los astros-).
.
b)
El problema de Cancho Roano y del mundo menor-asiático en los
ponderales peninsulares:
.
Sobre
este
yacimiento
tartessio, en el epígrafe anterior vimos cómo escribía Mora
Serrano que era: "el
más antiguo y documentado testimonio
de
un complejo sistema metrológico que podría haber servido de base al
grueso
de
los sistemas ponderales (...)
y
resulta
muy sugerente la reducción metrológica propuesta, basada en la
identificación del shekel fenicio de 9,4 g ".
Prosigue
el autor mencionando que además existen valores de 32 y 36 gramos,
junto a otro de 146 g., que han sido relacionadas con pesos y joyas
meseteñas como las de Padilla de Duero, cuyos
tamaños oscilan en fracciones cercanas o divisibles por 310 gramos.
Datos
a los que hemos de añadir que 146 g. es exactamente 20 veces 7,3
gramos (20 Siklos Púnicos); de lo que aquel valor cercano a 300 g. y
que ve común en la joyería meseteña, sería equivalente a unos 40
Shekel fenicios de 7,27 gramos. Todo lo que en mi juicio hablaría de
que las piezas de Padilla de Duero (Pintia) y algunas de Cancho
Roano, están relacionados con patrones fenicios;
siendo correlativas al Shekel de 7,27 g. (que por 40 es 145,4 g.; la
mitad aproximada de 300 gramos)
.
Acerca
del mismo
yacimiento,
la profesora Ma.Paz García-Bellido expone
en su obra
LOS SISTEMAS PONDERALES EN EL MUNDOPÚNICO DE IBERIA E IBIZA;
que en
Cancho Roano existe una base fenicia, relativa a lo que llama "Siklo
Sirio" de 9,4 gramos
(11).
Más
adelante volveremos sobre este peso que indistintamente juzgan de 9,1
y 9,4 g., denominándolo Shekel de Siria y que consideran de origen
egipcio.
Pues siguiendo
con el referido trabajo, la profesora escribe literalmente sobre las
"fusayolas" halladas en tierras de Badajoz: "de
finales del s. IV, son las 25 pesas que
se han encontrado en las excavaciones de Cancho Roano, de las que ya
me ocupé por extenso y cuyo
estudio me permitió identificar aquí en España por primera vez el
shekel sirio (microasiático) de 9’4 g.. A pesar de que este valor
aparecía marcado con cuatro puntos como un divisor de la unidad de
c. 37 g,
marcada con 1 punto de la que el yacimiento había proporcionado
numerosos ejemplares " (12)
.
No
entraremos en este momento a discutir sobre la razón del peso 9,4
gramos que claramente parece una fracción de la Mina de Ugarit (que
yo considero igual a la Mina de Ebla del siglo XVII a.C.) y cuyo peso
era de 470 gramos, que divididos por 50 son exactamente 9,4 gramos.
Siendo además el origen del Shekel PYM (filisteo) que pesaba 7,58 g.
, ya
que (7,58 g. · 5/4) = 9,475 g.. Siendo igualmente la Mina de Ugarit
o Mina de Ebla, relativa al siklo de Babilonia, que pesaba 6,72
gramos; lo que prácticamente se corresponde con 470 g. divididos por
70.
Aunque destacaremos que Ma. Paz García-Bellido, no menciona que el
peso
hallado en Cancho roano de
9,1 gramos, es relativo al Deben de la época (Ptolemaica);
pues se trataría de un décimo de Deben egipcio tardío que valía
91 gramos (o bien de 12/10 de Sekel, de 7,58 g.). Por
lo demás, añadiremos de nuevo que el valor 37 es el correspondiente
a algo "muy cercano" a 5 Siklos de 7,3 a 7,5 g.; ya que 5
multiplicado por 7,4 g., es 37. Todo
lo que puede hacernos ver de dónde proceden estas fusayolas tan
cercanas a 37 g. y que se repiten en Cancho Roano (correspondiendo
probablemente a 5 Siklos fenicios).
.
Por
lo demás, tras haberlos estudiado, creo personalmente que en este
juego de ponderales existen al menos tres sistemas (sino hay cuatro):
.
1º-Primeramente
fusayolas con relación al siklo de Fenicia simplificado en un valor
cercano a 7,3 gramos.
Del cual surgen las que valen 146
g. (20 siklos) ; 73 g. (10 siklos) ; 36,5 g. (5 siklos) ; 18,5 g.
(2,5 siklos) ; 9,1 g. (5/4 siklo) y 365 g. (50 siklos o Mina
fenicia). Teniendo
como característica propia y que marca la metrología de la
Península durante época prerromana, la existencia de
un valor cercano a los 365 gramos, que es igual al de las "tortas
lingote" de Galicia y el mismo que hemos dado al centésimo de
Bat judío, de donde procedía la Mina Fenicia (al
igual que un tipo de Mana babilonio)
(13).
.
2º-En
segundo lugar las que están medidas en Dracmas de unos 4,56 gramos
y que son las que contienen:
146 g. (32 Dracmas); 73 g. 36,5 (32 Dracmas): 18,25 g. (4 Dracmas);
9,125 (2 Dracmas); 355,5 (78 Dracmas) 365 (80 Dracmas) (14)
.
.
3º-En tercer lugar las pesas medidas en Uncias celtibéricas,
cuyo valor real estimado es de
15,48 gramos,
pero que en Cancho Roano hemos de simplificarlo
a 15,5 g.. Siendo
las fusayolas que contienen este sistema uncial peninsular: 7,75
g. (1/2 uncia); 15,5 g. (1 uncia); 31 g. (2 uncias); 62 g. (4
uncias); 93 g. (6 uncias); 108,5 g. (7 uncias); 128 g. (8 uncias);
155 g. (10 uncias); 310 (20 uncias)
(15)
.
.
4º.-En
cuarto lugar, también existen correspondencias con un Hemishekel
común
a las acuñaciones peninsulares fenicias -especialmente en las de
Ibiza-. Ponderal que pesa aproximadamente unos 3 gramos
(concretamente 2,958 g.)
y
que aparece en las fusayolas: 142
g. (48 Hemnisekel); 71 g. (24 Hemishekel); 35,5 g. (12 Hemisekel);
17,75 g. (6 Hemishekel); 8,875 g. (4 Hemishekel). Siendo
este valor igual al Shekel
dividido por 2,5 = 2,958 g. ;
pero tomando el Siklo Fenicio como 7,27 g. se correspondería a 2,908
gr. (16)
.
.
Todo
cuanto hemos recogido expresaría la proliferación de sistemas
metrológicos en tiempos de Cancho Roano; algo que mostraría la
necesidad de tener diferentes ponderales durante el periodo
tartessio, para poder tratar y cambiar con muy distintos colonos y
vecinos (iberos, celtíberos, galáicos, fenicios o griegos).
.
.
ARRIBA Y AL LADO: Sobre estas lineas: Las fusayolas que componen el "juego de pesas" halladas en Cancho Roano, fechadas hacia el siglo V a.C. (son un total de 25 pesas). Bajo estas hemos colocado los valores tal como los entiende la profesora Mª Paz García-Bellido, en los que vemos en primer lugar el de 7,75 gramos y tras este, un desarrollo que dependería partiendo desde la base de este inicial. Ello cuadraría a mi juicio con el sistema de ponderación de las monedas de bronce ibéricas, cuyo patrón es la "uncia" de 15,48 gramos que viene a ser el doble de 7,75 g. -ya que (15,48 : 2) = 7,74 -. Al lado: las correspondencias de sus valores en Siklos Fenicios y Dracmas (simplificados sus valores a 7,3 g. y 4,56 g. respectivamente).
.
ARRIBA Y AL LADO: Sobre estas lineas: Las fusayolas que componen el "juego de pesas" halladas en Cancho Roano, fechadas hacia el siglo V a.C. (son un total de 25 pesas). Bajo estas hemos colocado los valores tal como los entiende la profesora Mª Paz García-Bellido, en los que vemos en primer lugar el de 7,75 gramos y tras este, un desarrollo que dependería partiendo desde la base de este inicial. Ello cuadraría a mi juicio con el sistema de ponderación de las monedas de bronce ibéricas, cuyo patrón es la "uncia" de 15,48 gramos que viene a ser el doble de 7,75 g. -ya que (15,48 : 2) = 7,74 -. Al lado: las correspondencias de sus valores en Siklos Fenicios y Dracmas (simplificados sus valores a 7,3 g. y 4,56 g. respectivamente).
AL
LADO:
Valores de las pesas de Cancho Roano, desde un Shekel de 7,27 gramos.
De
nuevo,
una relación de valores del Siklo fenicio, tal como lo considero.
Repetidamente hemos explicado que lo estimo en 7,2772 gramos
desde la deducción de su peso obtenida de la cubicación del Pié
hitito-eubeo de 29,7 ctms. (o por comparación del Shaty, del Pym o
del Siklo Babilonio); valor
que coincide plenamente con el que le dió el profesor Hildebrant en
1993, que lo tasó exactamente en 7,28 gramos;
tras la ponderación de infinidad de monedas -en el mejor estado- y
obteniendo sus promedios.
AL LADO:
Equivalencia de los pesos de Cancho Roano en Uncias celtibéricas de
15,48 g. y su valor relativo en hemishekel de
tipo fenicio peninsular (próximo a los 2,95 gramos). En este caso,
la tasación de una parte de los ponderales de Cancho Roano
correspondería
con
aquellos que los
tartessios utilizaron en
etapa celtibérica para acuñar sus ases. Con una base en la úncia
de 15,48 gramos, cuyo duplo es 30,96 g. (prácticamente
31 g). Pese a lo que parece
que en el juego de ponderales también existen valores referidos a
los pesos fenicios, cuya base era el Shekel (de 7,27 g.); puesto
que vemos tasaciones de 9,1
g. ó de 36,5 g., lo que a mi juicio se corresponde con 5/4 ó bien 5
Shekel de 7,27 g. -
ya que (7,27g · 5/4) = 9,0875 g.; a la vez que (7,27g · 5) = 36,35
g.- . Por
su parte las correspondencias de estas fusayolas con el Dracma de
4,58 g. y con el Siklo Fenicio -simplificado a 7,3 g.-, son
evidentes.
.
Continuando
con los estudios de
la prof. Mª Paz García-Bellido,
sobre la existencia de dos graduaciones distintas, pero comunes a
toda la Península en etapa prerromana, escribe:
"El
valor griego se
eligiría
dentro del sistema de la dracma focea, lo que me parece muy acertado,
pero
el cartaginés procedería para Alexandropoulos del patrón que
importan
en
Iberia
los Barcas, monedas de 7’60 g., reducidas en la Península a 7’20
g, por la
gran
calidad de nuestra plata y
entonces, para Alexandropoulos (1987, 12), las
monedas
de Gades
corresponderían
a 2/3 de 7’20 y las de Emporion y Rhode
corresponderían
a los 5/4 de la dracma massaliota"
(17).
Ya
hemos visto como
igualmente citaba que "Fontenla
Ballesta al editarlos supone que éste es el pie al que se acoplan
las monedas de plata de los Barcas como ya vio Villaronga",
tenían
según los autores una diferencia (de unos 7,2 gramos a los 7,6 g.)
debido a la mejor calidad de plata ibérica.
Un motivo que
a mi juicio se
ha de atribuir a que unos
corresponden a un Siklo antiguo fenicio, igual al Pym (siklo
filisteo) de origen micenio y
que proceden del Shaty de 7,58 gramos (simplificado
comúnmente como 7,6 g.). Al igual que los
otros -de
un valor más cercano a los 7,2 g.-; serían
propiamente Shekel fenicios, denominados "Púnicos de Plata"
y que Hidebrant tasó en el año 1993 en 7,28 gramos;
y que a nosotros nos han resultado de 7,2772 g. (por comparación y
cubicación con los sistemas métricos).
.
Siguiendo
con
cuanto la prof. Mª Paz García-Bellido ha escrito acerca de los
ponderales de Cancho Roano, les recomendamos las publicaciones que
citamos en
(18).
Siendo
de especial importancia el cuadro que presenta en la página
Pag.
94 del estudio LOS PRIMEROS TESTIMONIOS METROLÓGICOS Y MONETALES DE
FENICIOS Y GRIEGOS EN EL SUR PENINSULAR
(19).
Tabla
que recogemos en la cita anterior y
que hemos reproducido en las imágenes precedentes que contenían las
fusayolas de este yacimiento. Deseando
destacar que es de una enorme importancia la catalogación que ha
realizado la mencionada profesora (recopilando
de la manera que vemos las graduaciones de peso);
todo lo que me ha llevado a concluir que estas fusayolas se hallaban
al menos ponderadas en tres sistemas: Uncial celtibérico; Siklos
fenicios y semi-siklos -de
tipo peninsular-
(20)
y Dracmas antiguos. Añadiendo junto a esas tablas las relaciones que
yo considero entre el los de Cancho Roano y otros pesos coetáneos.
.
Previamente
a entrar en el último tema que trataremos sobre las valoraciones
ponderales de Ugarit y Asia Menor; resumiré algunas de las muchas
ideas importantes que
expone la profesora García y Bellido acerca de otro
yacimiento famoso por sus pesas. En este caso se trata del murciano
sito en La
Pinilla (del que hemos hablado en el anterior epígrafe,
mientras comentábamos algunas obras del profesor Mora Serrano).
Escribiendo
textualmente que: "Sus
pesos de 7’3; 10’9; 14’6 y 36’8 g., y desde luego su
morfología, parecen corresponder a un sistema fenicio-cartaginés de
unidad 7’3 al que se habría acoplado la amonedación bárquida en
Iberia. Es
importante señalar que la unidad lleva incisa en la cara superior
una marca que el editor no ha interpretado pero que podría leerse
como el numeral 20, bien atestiguado en otros ponderales que publica
J. Elayi. Si la lectura es correcta habríamos de transcribirla como
marca indicativa de los 20 gerah (agorot) que tiene el shekel, cada
uno con un valor de 0’36 g que es exactamente lo que comprobamos en
los divisores hispano-cartagineses de Ilici?" (21).
,
.
Para
finalizar, tal como venimos exponiendo, queda por tratar el tema de
la mina que llaman ugarítica (de unos 470 gramos); ponderal
hallado en estas zonas al Sur de Anatolia y que apareció en forma
de toritos de piedra. Según diversos autores, desde este peso
nacerían dos posibles siklos y que yo creo son los siguientes:
Primero, como una 40ª parte de 470 g., un ponderal de 11,75 gramos
(al que denominan Siklo Minorasiático). El segundo originado
de dividir la Mina en 50, lo que daría un Siklo de 9,4 gramos (que
encontramos hasta en Cancho Roano). Pese a todo, para conocer
la importancia metrológica de tal Mina que llaman de Ugarit (donde
fue hallada) y que yo relaciono con las de Ebla; basta fraccionarla
en 70, para hallar muy pronto que en su base se halla el Siklo
Menor babilonio, de unos 6,7 gramos (que multiplicado por 70 nos
daría 469 g.) (22).
Ello muestra a mi juicio la raigambre
claramente eblita de esta Mina de 470 gramos;
usada en un Estado "dependiente" de Mesopotamia fundado al
Sur-Oeste de la actual Turquía y donde más tarde surgió Mitani,
cuyas costumbres y escritura eran las mismas prácticamente a las
babilonias.
.
Acerca
de este lingote de unos 470 gramos
de peso
y de sus derivados, nos dirá Paz García-Bellido que:
"El patrón
principal por su gran extensión territorial y por su impacto en
oriente y en occidente es el del shekel de 9’4 g de origen egipcio,
ya atestiguado en la dinastía XVIII, y el mejor constatado en toda
Siria –por lo que hoy le hemos dado su nombre: “shekel sirio”.
Sus valores tienen la mayor frecuencia en 9’4 g, en 45 g que sería
un quíntuplo, en 91 g que sería un décuplo y en 180 g veinte veces
más" (...).
Para continuar exponiendo que
"La entrada del
patrón fenicio de 9’4 g en Gades.
La aceptación del patrón ponderal fenicio de 9’4 g en la zona
tartésica hubo de
ocurrir desde la misma fecha de la fundación de Gades y
debió de entrar con todos los otros elementos cultura" (23).
Unas palabras
muy similares a las
que en anterior cita recogemos escritas
por el prof. de Bartolomé Mora Serrano; aunque García-Bellido
además considera tanta la importancia de este siklo de 9,4 g., que
lo cree relacionado con muchos de los pesos tenidos por griegos, tal
como atestigua en las siguientes afirmaciones: "Los
4’70 g han sido clasificados como dracmas hasta el año 1988
y con esta terminología vemos descritas todas las monedas de la
ceca". (...) "La similitud de peso entre las dracmas de
Emporion y Rode, también de 4’7 g, y las de Gades había llamado
la atención a los primeros numísmatas ofreciendo diferentes
propuestas hasta que Guadán (1969, 19s.) decidió caracterizarlo
como ´sistema ibérico`, y Richard y Villaronga en 1973 como `patrón
hispánico´" (24).
SOBRE
Y BAJO ESTAS LINEAS:
Acerca de los pesos en la Edad del Bronce final peninsular, a mi juicio la
mayor información se halla en la orfebrería de aquella época;
pues el oro apenas se oxida ni se modifica, al igual que la plata no
cambia ni pierde su estado inicial. En
mis estudios he comparado repetidamente los pesos de las piezas de
unos mismos tesoros (comparándolos), logrando saber así sus
patrones.
Este método lo considero el más científico para conocer la
metrología prerromana peninsular; del mismo modo que si midiéramos
las paredes de un edificio, para localizar el patrón en que fue
construido (localizando así el tamaño del metro o de otro patrón
utilizado). A continuación, en nuestro artículo veremos algunos
tesoros estudiados por mí y los ponderales que surgen desde ellos.
En
imagen arriba; réplica
del Tesoro de Villena y al
lado,
el torques del tesoro de Sagrajas
(ambos del Bronce Bajo, fechados entre el siglo XII y el IX a.C.)
-agradecemos al Museo Arqueológico Nacional nos permita divulgar
nuestras imágenes-.
.
.
En
referencia al origen de aquellos ponderales y de las Minas de Ugarit
(que oscilaban entorno a los 470 gramos), ya habíamos
hablado en otros estudios -tal
como podremos ver en cita
(25)-.
Pese a ello,
su origen eblita quedó más que claro cuando analicé el trabajo de
los profesores
E. Ascalone junto a L. Peyronel (de
la Università di Roma“La Sapienza")
TWO WEIGHTS FROM TEMPLE iN ATTELL MARDIKH-EBLA, SYRIA: A LINK BETWEEN
METROLOGY AND CULTICACTIVITIES IN THE SECOND MILLENNIUM BC? (26).
En
este mostrábamos el hallazgo de dos ponderales en la capital de Ebla
(Mardikh), fechados antes del siglo XVII a.C.; uno de 6,8 gramos y el
otro de 15,6 g. y que parecían ser subdivisores claros de la
posterior Mina Ugarítica.
Ello porque (6,8g · 70) son 476 gramos al igual que (15,6g · 30)
equivalen a 468 gramos.
.
Por
lo demás y
concediendo "cierto margen de error" a ambas pesas que
contienen más de tresmil quinientos años, se obtiene la conclusión
de que han de ser subdivisores de una misma Mina,
que -por exceso o por falta- habría de pesar (+/- 0,1 de gramo).
Tras esta observación, hallando
una media puede suponerse como valores más aproximados: 6,73 g. para
el menor y 15,7 g. para el peso grande. Coincidiendo ambos en la Mina
eblita que sería más o menos igual a 471,1 gramos y procedente de
la metrología Babilonia.
Tanto que
el Siklo eblita del
que hablamos (6,8 gramos) es
el mismo que el Siklo Menor babilonio que finalmente hemos tasado en
6,72 g.
-cuya Mina de 70 siklos es la antes expuesta-, mientras
su multiplicación por 60 daba otra Mina de 336,5 g. (conocida
comunente como Babilonia, recogida
entre otros por Fernando
Bodega Barahona
en "Sistema
hebreo de pesos" -ver cita 34-).
.
Todo
lo anteriormente expuesto no solo nos
lleva hacia un sistema donde aparece un ponderal eblita descendiente
o concordante con el babilonio, sinó hacia el origen de aquellos que
denominan Siklos Sirios y que claramente proceden de la metrología
mesopotamia -eblitas o ugaríticos-.
Puesto que el Shekel de 9,4 sería tan solo la 50ª parte de aquella
mina de Ugarit o de Ebla -correspondiente a 7/5 de la Babilonia; es
decir a (336,5g · 1,4) = 471 gramos-. Al igual que
la misma Mina dividida por 40 ya dijimos que daba el Siklo denominado
Minorasiático y que en este caso valdría aprox. 11,77 gramos. Unos
ponderales que -por su antigüedad-, no creemos puedan ser los mismos
que utilizaban los iberos unos quince siglos después. Aunque
-sin duda alguna- sí fueron el origen de
los nacidos en Edad del Hierro, que en su mayoría proceden de la
metrología babilonia o bien de la Egipcia tardía. Todo
lo que se conforma con un Shaty (o el Pym)
de 7,58 gramos y un Siklo púnico de plata con 7,27 gramos. Dos pesos
que darían en Hemishekel los valores de 9,4 g. y 9,1 g. -al
ser (5/4 . 7,27g) = 9,0875 g.-; y (1,5 · 7,58g) = 9,475- . Aunque
realmente 9,1 se acerca mucho más al valor de la décima parte del
Deben egipcio de etapa tardía, que
sabemos pesaba unos 91 gramos, ya que estaba compuesto por 12 Shatys
de algo más de 7,58 g.. Siendo este el valor de 9,1
gramos, igualmente 12/10 del Pym filisteo o del Shaty egipcio en la
Edad de Hierro
(27).
JUNTO ESTAS LINEAS:
Dos
minas mesopotámicas. A la izquierda gran pesa o Mina de tiempos de
Darío I
(hacia el 500 a.C.) cuyo
peso es prácticamente cinco kilos y se dividía en 60 Karsa, ó 600
siklos babilónicos. A su lado, una mina sumeria del 1300 a.C. con un
valor casi igual.
Ambas de piedra, vienen a pesar unos cinco kilos (la primera 4904
gramos y la segunda 4998 gramos). Ello
indica que el siklo era de unos 8,3 gramos. Ya en la etapa de Gudea
(a fines del IIII milenio) el siklo de Lagash equivalía a 8,3 gramos
y podría cambiarse con los shatys egipcios de igual época en razón
10/9;
pues como vimos 8,3 x 9 = 7,47 (pues antes del Imperio Nuevo el
Codo Real de Egipto era de un tamaño menor, por lo que el Shaty se
correspondía con ese peso cercano a 7,47 gramos; con un DEBEN de
unos 896,5 g.). La
famosísima
pesa de Dario I, pertenece al Museo de la Universidad de Chicago
(Instituto
Oriental) y fue hallada en Persépolis.
Se fecha en las proximidades del 500 a.C. unos veinte años después
de que este rey aqueménide
unificara
los sistemas de escritura y de medidas.
Como podremos observar en la imagen,
el ponderal está quebrado y con roturas; todo lo que le debió
quitar los 99,5 gramos que le faltan para llegar a completar los 5004
g. que debía pesar 60 Kârsa (tal
como marcan las inscripciones de esta piedra y que en otros estudios
ya hemos analizado). Pues el
Kârsa equivalió a 10 Gin y 10 siklos babilonios antiguos; de lo que
su aproximación más exacta es 83,4 gramos. Estos
ponderales
persas procedían de los mesopotámicos, y
hacia el año 521 a.C. Dario I los rectifica, equiparando los
sistemas antiguos con los de su tiempo. Generando este peso básico
llamado Kârsa, que es la sexta parte de la Mana (mina
que sabemos pesaba medio kilo aproximadamente). Por su parte, este
monarca crea al Daraíkos, como moneda de oro; que pesaba lo mismo
que el siklo-oro más antiguo y común de Mesopotamia (una décima
parte del "kârsa" = 8,34 gramos = 1 Gin = 1 siklo sumerio
ó acadio).
.
Como
vemos, esos “siklos minorasiáticos” a los que se refería la
profesora Ruiz-Gálvez en la separata que analizamos; tendrían a mi
juicio origen eblita o bien babilónico, siendo todos relativos a los
ponderales de Mesopotamia. Metrología que como ya dije, partía
desde la cubicación de una Vara o Codo de Gudea, muy cercano a 50
centímetros y que se había mantenido con un valor casi igual hasta
los tiempos de Sargón. Todo lo que significa 50 centímetros al
cúbicos (llenos de agua); 500 gramos de base ponderal, que
divididos por 60 es 8,333... gramos y que cuadran con los
pesos que darán las Minas Mesopotámicas desde época de Gudea a la
de Sargón. Cuya equivalencia aproximada es de medio kilo y de
fracciones relativas a cinco kilos (tal como podemos ver en
imágen abajo); compuestas inicialmente por 60 siklos de unos 8,34
gramos. De donde surge el Siklo y el Gin Mesopotámico, que
equivale a su vez con el Shaty egipcio en razón a 10/9 (10 Shatys
egipcios de 7,5 gramos = 9 Siklos mesopotámicos de 8,34 g.).
Habiendo a su vez un siklo nuevo de Babilonia, equivalente a 5/4 del
Gin; con un peso de 6,72 gramos (igual a 8,4 gr. multiplicados por
4/5). Siklo nuevo de Babilonia que si lo multiplicamos por 9/8 nos
resultará el Siklo PYM (filisteo), teniendo por ello unos
coeficientes de paso de 8/9 y 4/5. Por todo ello, para obtener una
igual correspondencia en oro o plata, tendríamos que cambiar 9
siklos nuevos babilonios de 6,72 gramos, por 8 Pym (filisteos); o
bien 5 Siklos nuevos babilonios por 4 siklos (Gin) antiguos -ya que
6,72 x 9/8 = 7,56 (pym); a la vez que 6,72 x 5/4 = 8,4 (gin)-.
.
Acerca
de los pesos y sus equivalencias, recordaremos algunas palabras que
nos decía la profesora Ruiz-Gálvez
en el estudio que analizamos, cuando escribe: "En
todos ellos los pesos tienden a agruparse alrededor de 5,5 / 5,8 g. y
sus múltiplos (...)
relaciono una unidad de 5,5 g con los pocos pesos conocidos del
período micénico (es decir, el peso en plomo de Micenas de 1089,5
g, el segundo de piedra con un peso de 1120 g; los ocho pesos de
piedra de Phokis con un peso de 545 g y 560 g, y dos más de Tiryns y
Magoula de 541,4 g y 560 g, respectivamente). Una
vez más, estamos tratando aquí con el medio shekel minor-asiático,
lo que indicaría su fuerte presencia en el Egeo incluso antes del
colapso de los palacios micénicos” (idem cita 5c).
Pero
en verdad,
si reflexionamos sobre las equivalencias entre ponderales, veríamos
como esos pesos micénicos que expresa Ruiz-Gálvez encajan con los
valores egipcios y mesopotámicos que hemos expresado.
Pues
las minas de 545 y 560 gramos; tanto como las de 1089,5 y 1120 gr.
(cuyos promedios respectivos serían 550 y 1100 gramos) son
ponderales que más bien parecen aproximarse a valores nacidos desde
patrones cercanos al medio metro. Ya
que tal como expreso, entre los 545 y 560 gramos, habríamos de
valorar su promedio en unos 550 gramos; al igual que sucede con los
1089,5 y 1120 grms. y cuyo peso medio quedaría entorno a los 1100
gramos. De ello, lograríamos
deducir un valor unitario y promediado para todos estos pesos que
aquí recoge Ruiz-Galvez en 550 gr. y en su duplo (1100 gramos);
siendo derivados de una medida relativa a los 5,5 ó bien a 11
centímetros
-de cuya cubicación en agua se obtendría ese peso de 550 y de 1100
gramos (puesto que en números primos el cubo de 550, se expresa como
11x11x11x5x5x5)-. Y por cuanto expongo, dichos ponderales obligan a
deducir que Codo correspondiente a ese peso cercano a 550 gramos
sería de 55 centímetros.
.
Como
vemos, la relación entre cubicación y medida es imprescindible para
entender el origen de cada metrología. Siendo
así, esos pesos que expresa la profesora Ruiz-Gálvez se
corresponden con una cubicación cercana a la del Codo Real de
Egipto. Correspondiendo quizás con 6 DEBEN y con 12 DEBEN
faraónicos, que como sabemos eran 90 gramos-metal (que multiplicados
por seis resultan 540 gramos y por doce, 1080 g). Aunque
estos pesos que cita la profesora Ruiz-Gálvez, cifrando las medidas
egeas durante etapa micénica entorno a 545-560 gr. y en 1089,5-1120
gramos. Parece que tendrían una metrología propia, partiendo desde
el Patrón que ya hemos mencionado, relativo a 550 gramos y que
procedería de un Codo de 55 centímetros. Lo que es exactamente
igual al Codo Persa Real (con una cubicación de 166375 ctms.).
Consecuentemente,
los patrones egeos mencionados por Ruiz-Gálvez, se corresponderían
con los posterioress Karsa de Darío I y con valores aqueménides
-entre otros de Mesopotamia-.
Por lo que hemos de pensar en su posible origen Sumerio o de Lagash;
tanto que 66 siklos de Gudea (Gin) se corresponden con este peso de
550 gramos (550
: 66 = 8,34).
Siendo relativa la metrología del Egeo micénico con la de Sumer y
Lagash, tal como sucedería con la posterior de Grecia, cuyos pesos y
medidas se correspondían con las de Babilonia.
.
Cuanto
antes hemos expresado no es un estudio ajeno al mundo peninsular del
Bronce; pues se relaciona plenamente con el Ponderal y lingote de
Villena/C. Redondo.
Un peso ya comentado en otros de mis trabajos y que veremos más
adelante en profundidad; donde
se hace evidente la existencia de lingotes y piezas de esos tesoros
en relación a un peso de 16,8 gramos
(con tortas-lingote y joyas que tienen 16,8 g y 166,8 gr.). Todo
lo que me llevó a concluir que se trataba de una metrología
babilónica, procedente desde el Gin (siklo antiguo) de 8,4 gramos,
que multiplicado por dos, resulta 16,8 g..
Aunque asimismo, desde este ponderal de Villena se obtienen 5 siklos
modernos babilonios (divisores del karsa etc.; ya que 16,68 x 2/5=
6,72 g.). Pero además, si
multiplicamos este ponderal del tesoro de Villena por 33 o por 66
obtendremos los valores antes mencionados por Ruiz- Gálvez, como
micenios y cercanos a 550 y 1100 gramos también correlativos con la
metrología babilónica, que como ya dijimos tenía un Codo Real de
550 centímetros
(pues 16,8 g x 33 y 16,8 g x 66 son 554,4 gramos y 1108,8 gramos
).
.
Todo
ello haría comprender un sistema micénico particular, con
concordancias en la metrología de Mesopotamia y en la peninsular
ibérica; pero que debería tener subdivisores propios. Así,
partiendo desde una “mina” micenia de 554,4 gramos y una doble
mina de 1108,8 g., se llegaría al Talento de 50 minas (27,720 kilos)
y al Gran-Talento de 60 minas (33,264 kilos), valores que coinciden
con lo que pesaban los lingotes “oxhide” de la época. De ello
además, podríamos calcular un subdivisor de la “mina micenia”
fraccionándola en 60 partes, obteniendo un siklo de 9,24 gramos
(9,24 x 60 = 554,4); que encaja con aquellos que Ruiz-Gálvez y otros
mencionan en el Egeo durante esta etapa. Asimismo, si subdividimos
esta mina de 554,4 g. por 50; daría un “siklo-mayor” de 11,088
gramos, que de nuevo coincide con cuanto los expertos mencionan
acerca de los valores de esos patrones micénicos.
.
.
BAJO
ESTAS LINEAS:
Brazalete
de La Alcudia (Ciudad Real); fechado en el Bronce Medio Final -Tal
como lo muestra el Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos
nos permita divulgar nuestra imagen-.
A continuación vamos a estudiar los pesos de la joyería peninsular
durante el Bronce Medio y Bajo, con el fin de intentar hallar su
relación con diferentes patrones de Oriente Medio, Egipto y
Mesopotamia.
3)
JOYERÍA Y METROLOGÍA:
.
a)
- El problema de los ponderales en relación a una medida sagrada:
.
En
numerosos artículos anteriores
hemos
tratado acerca de la metrología y los ponderales de la Antigüedad.
Siendo
este que leemos la continuación de otros muchos que le preceden en
los que pretendíamos estudiar los tesoros peninsulares, sus pesos y
valores. Intentando
con nuestra investigación, seguir de alguna forma la magnífica
labor realizada por expertos como Ruiz-Gálvez, Eduardo Galán, Pérez
Outeriño, Ladra Fernándes, Villaronga, Mora Serrano, Paz
García-Bellido y Delibes (entre
otros).
Tras las referidas entradas en las que habíamos
estudiado la metrología de tesoros como El Carambolo o el de
Villena, me centré posteriormente hacia ensayos algo
distintos.
Escribí
varios artículos
en un intento personal por establecer (o llegar a comprender) las
pautas y reglas más comunes en los sistemas metrológicos, durante
la Edad del Bronce y la del Hierro
-ver cita-. Tras
este paréntesis
de unas siete entradas, donde tratábamos sobre Ponderales en el
Mundo Antiguo; mi
intención fue proseguir con una misma idea. Es decir, poder aplicar
estos valores comunes de pesos y medidas, a la orfebrería de nuestra
tierras -anterior
a la llegada de Roma-.
.
De
tal manera, tras
los
numerosos estudios redactados por mí,
creo que
he logrado concretar y determinar algunos parámetros comunes, que
pudieron regir de manera uniforme la metrología antigua.
Unos
patrones que en mi opinión, partirían desde dos modelos ancestrales
y universales, mantenidos durante más de veinticinco siglos -desde
el tercer milenio a.C. y hasta Roma (al menos)-. Siendo estas medidas
primeras dos longitudes bien definidas y conocidas por la Historia:
Primeramente
el Codo Sagrado egipcio; implantado en
tiempos de Imnhotep -hacia
el siglo XXVIII a.C.- de unos 523,6 mm. de
tamaño. Un Codo faraónico usado hasta la llegada de Julio César al
Nilo, y que
en unos tres mil años apenas se modifica
al ser una proporción sagrada y que solo se amplía durante el
Imperio Nuevo hasta los 525 milímetros, llegando a ser algo mayor en
época tardía. Codo
Real egipcio que a su vez daría origen a los sistemas de pesos y
medidas de Oriente Medio y de Canaan, en la Edad del Bronce. Por
su parte,
el segundo patrón universal del que nacerían el resto de las
metrologías antiguas, sería el Codo Sumerio impuesto
definitivamente por Gudea (en el siglo XXII a.C.) con un valor de
unos 498 mm. (medio
metro casi exacto). Medida de la cual surge el posterior Codo
Babilonio de 495 mm., que pervivió
en época persa y hasta otras muy posteriores; habiendo sido la base
de gran parte de los sistemas de pesos y longitudes de la Edad del
Hierro.
.
Ambos
Codos (el del Nilo y el de Mesopotamia) que estuvieron en uso al
menos veinticinco siglo
-prácticamente sin variaciones-, a
mi juicio fueron mantenidos como sagrados e invariables, al
constituir un patrón geodésico imprescindible para guiarse por los
astros. Ya
que considero habrían sido hallados e impuestos
como medida sacra, tras la deducción del tamaño del Meridiano. Todo
lo que como hemos dicho, en el desierto se logra sin aplicar métodos
trigonométricos; simplemente midiendo las sombras y calculando con
ellas el tamaño del Grado
(o del perímetro terrestre). Es decir, que creo
firmemente que esos Codos eran longitudes de procedencia geodésica,
halladas
en los tiempos en que egipcios y mesopotamios construyeron sus
Zigurats y sus Pirámides. Momento en que lógicamente hubieron de
percibir la esfericidad de la Tierra, por observación; simplemente
viendo el agua en las inundaciones del Nilo o las del Golfó Pérsico,
desde lo alto de sus colosales edificios escalonados y piramidales.
Pudiéndose
comprobar fácilmente la redondez del Planeta al analizar un mismo
día del año la sombra y su variación, si se mide en Asuán o en
Giza;
tanto como en la desembocadura del Tigris y al final del Golfo
Arábigo. Por
cuanto no nos debe extrañar que el Grado -que mide unos 111
kilómetros-, se corresponda prácticamente con 210.000 Codos
egipcios (de aprox. 525 mm.) y con 220.000 Codos de Gudea (de unos
498 mm.).
ARRIBA:
Caricatura
mía del profesor Germán Delibes; quien ha publicado diversos
estudios sobre ponderales y metrología en el mundo antiguo.
Hace unos meses pude conocerle personalmente y quedé muy
impresionado por su humildad y el modo en que expone sus
conocimientos durante sus conferencias. Tras verle una tarde en pleno
agosto, entusiasmando a todo el pueblo de Simancas (Valladolid),
explicándoles el mundo dolménico; para animarles a que conservaran
un túmulo que se halla en las proximidades de esa población.
Transmitiéndoles su sabiduría y humanismo con tanta humildad como
cariño; dispensando un trato tan agradable como educado a todo aquel
que se le acercaba para preguntar o comentarle ideas.
AL
LADO:
De
nuevo una imagen de tesoro
datado en el Bronce Medio y procedente de Mengibar (Jaen) o de
Extremadura -tal
como los muestra en la actualidad el Museo Arqueológico Nacional, al
que agradecemos nos permita divulgarla-. A
mi juicio aquellos nudos
y aretes de oro, que vemos preparados para ser trabajados en un
taller de orfebre, o bien para servir de moneda comercial Hacksilber
(plata picada); deben
estar ponderados en unos pesos muy concretos y exactos -debido al
enorme valor del oro en esta época-.
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.
Todo lo que hemos dicho acerca de las medidas de Gudea y las faraónicas, no solo significaría que el Codo fuera sagrado por derivar de las longitudes tomadas en las sombras a una igual fecha; sinó que lo fue porque conociendo este hecho y manejando aquel tamaño, los egipcios y los mesopotamios podrían orientarse en el desierto. Un hecho que nos enseña y explica para qué sirvieron principalmente los obeliscos, los zigurats y las pirámides; que tan afanadamente construyeron durante el tercer milenio estas civilizaciones -desde que se inicia con fuerza su poder y su cultura-. Edificios o monumentos que a mi juicio se levantaron originariamente con el fin de medir exactamente las sombras y con ello, las horas y el Meridiano; al igual que para estudiar el calendario y los astros. Con la finalidad principal de dominar la cúpula celeste y las fechas; pero sobre todo para comprender y situarse en Latitud y Longitud. Logrando utilizar un "Codo geodésico" para medir y calcular distancias para no perderse en el desierto. Sirviéndose así de una Ciencia secreta e inexplicable que dominarían los sacerdotes y magos (guías-astrónomos); quienes por su valía y conocimientos pasaron pronto a ser la élite social -convirtiendo luego su sabiduría científica en magia o en astrología y religión, dominando estos sacerdotes astrónomos sus civilizaciones durante milenios-.
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Todo lo que hemos dicho acerca de las medidas de Gudea y las faraónicas, no solo significaría que el Codo fuera sagrado por derivar de las longitudes tomadas en las sombras a una igual fecha; sinó que lo fue porque conociendo este hecho y manejando aquel tamaño, los egipcios y los mesopotamios podrían orientarse en el desierto. Un hecho que nos enseña y explica para qué sirvieron principalmente los obeliscos, los zigurats y las pirámides; que tan afanadamente construyeron durante el tercer milenio estas civilizaciones -desde que se inicia con fuerza su poder y su cultura-. Edificios o monumentos que a mi juicio se levantaron originariamente con el fin de medir exactamente las sombras y con ello, las horas y el Meridiano; al igual que para estudiar el calendario y los astros. Con la finalidad principal de dominar la cúpula celeste y las fechas; pero sobre todo para comprender y situarse en Latitud y Longitud. Logrando utilizar un "Codo geodésico" para medir y calcular distancias para no perderse en el desierto. Sirviéndose así de una Ciencia secreta e inexplicable que dominarían los sacerdotes y magos (guías-astrónomos); quienes por su valía y conocimientos pasaron pronto a ser la élite social -convirtiendo luego su sabiduría científica en magia o en astrología y religión, dominando estos sacerdotes astrónomos sus civilizaciones durante milenios-.
.
En
lo que se refiere al por qué se mantuvo en la religión y entre la
sabiduría popular antigua, la creencia de una Tierra plana (sin
cuestionar siquiera otra forma del planeta). Añadiremos que
múltiples leyendas y mitologías sumerias y egipcias refieren o
aluden a su redondez; incluso existen historias que la conciben como
semiesférica y cargada a lomos de elefantes. Pese a todo,
parece bien cierto que el secretismo y la ocultación del
conocimiento no fue un mal que llegó a erradicarse tras la
Ilustración, ni menos en el siglo XIX. Pues en lo que se refiere a
los secretos de la física o a la astronomía actual, parece evidente
que desde hace ya casi un siglo están en manos de las agencias
espaciales (absolutamente
ligadas al mundo militar) y fuera del alcance del pueblo -entre otros
motivos, porque pueden utilizarlos "para fines propios"-.
.
Las
medidas antes mencionadas (faraónicas o de Lagash) a su vez
generaron un sistema de pesos que se calculaba de forma proporcional
y desde la cubicación de la longitud patrón
-tal como se "copió" en la Revolución Francesa al
instituir el “metro”-. Naciendo de este modo unos ponderales como
los de
Gudea cuya evolución y resultados explicamos de nuevo en cita (28)
.
Finalmente,
vimos como
al llegar el Hierro se imponen otro tipo de metrologías,
precisándose en este tiempo de un ajuste o estructuración (quizás
por haber aumentado sobremanera el Codo egipcio). Puesto
que tras el Reino Nuevo el Codo Sagrado se reforma hasta superar los
526 mm.,
probablemente tras nuevas mediciones de sombras y al observar que aún
las estimaciones del Meridiano hasta ahora hechas, eran todavía
cortas (tal como sucede). Por su parte, durante
el mismo tiempo se extiende el uso en Anatolia y en Oriente Medio de
los Codos Persas, originarios de Babilonia (uno
Vulgar de 495 y otro Real o Mayor, de 550 mm.) y
que dan lugar a nuevos pesos. Este era resumidamente el "estado
de la metrología" durante el primer milenio a.C.,
momento en que
el Shaty pesaría tal
como dijimos entorno a los
7,58 gramos y naciendo -a
mi juicio-
desde este ponderal nilota, un Siklo igual y llamado filisteo (o
Pym). Peso que
además de atribuirle personalmente un origen egipcio, pienso
que fue extendido por el mundo cretochipriota y el micenio.
.
Todos
estos pesos se corresponden con los valores que la arqueología de
nuestros días otorga a estos ponderales de metal precioso; aunque de
manera más simplificada. Considerando los
arqueólogos actualmente
el Shekel judío como 11,4 g. y
por lo tanto valorando al
Pym
en 7,6 g.. Mientras
el
Siklo de plata Fenicio se escribe 7,3 g. y el Babilonio como 6,72.
Por
su parte
el Debén egipcio se estima en 91 gramos,
de
lo que su doceava
parte llamada Shaty
sería 7,583 g.; mientras
el Dracma y el Denario antiguos suelen escribirse como 4,55 gramos.
Todo lo que cuadraría con un Bat (o piscina) israelita de 36,4
litros y su centésima parte de 364 gramos (29)
.
JUNTO ESTOS PÁRRAFOS:
Pesa
en diorita de unos 174 gramos, y cuya inscripción contiene un número
10 junto a la leyenda "SACERDOTE DIEDES GRAN LECTOR DE ANUBIS".
Comunmente no se entienede a qué ponderal corresponde, ni
menos ese numeral diez, quizás indicando 1/10 de un valor
establecido. Pese a ello, en
mi opinión se trataría de 24 Shatys que como sabemos durante el
Imperio Antiguo pesaban unos 7,436 gramos. Por lo que 2 "Deben"
eran por entonces 178,5 gramos, una cantidad muy semejante al peso
esta diorita (que
ha podido perder dos o tres gramos con el paso del tiempo, por golpes
o desgastes).
Para
realizar este tipo de pesas en piedra, bastaría con tomar un mineral
duro, que en su estado natural tuviera un tamaño aproximado al valor
del ponderal que quisiéramos fabricar. Tras ello, se le daría una
determinada forma (de animal) o se le pondría una inscripción;
posteriormente, habría que ir limando su parte baja (con un simple
torno, y creando a su vez la base) hasta llegar así a alcanzar el
valor exacto en peso. Un trabajo que podría realizar cualquier
persona, ya que es tan solo cuestión de paciencia -bastando tener
una balanza muy exacta, algo que sabemos abundaba en Egipto y en
Mesopotamia-.
.
En
lo que se refiere a la equiparación y tasación exacta de pesos, en
mi opinión seguramente se hacía con medidas de agua, puestas sobre
los platillos de la balanza. Todo lo que permitiría equilibrarlas
por gotas, llegando a una perfección que como sabemos, se medía en
Mesopotamia al menos la sesentava parte del siklo de Gudea,
llamado Gin (8,333.... gr. : 60 = 0,13888....
gramos). Lo que seguramente se lograba
por un procedimiento de añadir gotas de agua sobre balanzas,
consiguiendo así ponderales en piedra
inferiores al gramo y exactos, de los que al menos se ha hallado uno
correspondiente a 1/30 del siklo gudea (gin) con un valor de 0,28
gramos. Pesos que con toda seguridad se
necesitarían para metales preciosos (vendidos en pan o polvillo de
oro y plata) o para especias como el azafrán.
.
b)
- Ponderales peninsulares y las “tortas lingote”:
.
Previamente
a entrar en este epígrafe, recomendaríamos la lectura de
nuestra cita (30) , en la que
pueden ampliar las nociones sobre metrología durante la Antigüedad.
Pues continuaremos comentando un estudio de los profesores Galán
y Ruiz-Gálvez, donde observan como patrón usado en la Península,
un peso cercano a 36,5 y a los 3,65 gramos. Todo lo que para ellos
sería la décima o la centésima parte de los 365 gramos estimados
como valor de las "tortas" de metal precioso aparecidas en
Galicia. A mi juicio, aquel ponderal usado en época prerromana en
nuestras tierras con forma de “tortas” en oro y plata de 365 g.;
sería un descendiente directo del Bat judío, en el que coinciden
todos los de sistemas del primer milenio a.C.. Aunque sobre este
tema escriben los referidos autores literalmente: "La media
de peso para los tres conjuntillos es 3,65 grs y coincide con la del
tesoro de denarios ibéricos de Salamanca publicados por García y
Bellido (31).
.
Llegado a este punto,
veríamos que es exacta y conforme a ciencia la valoración
expresada por mí sobre los "lingotes-torta" gallegos,
considerándolos 50 Siklos púnicos de Cartago, de 7,2772... gramos
(coincidiendo en el peso del siklo con el de Hildebrant). Pues
tal como Ruiz-Gálvez y Galán refieren, esos lingotes se
relacionarían con medio siklo de Cartago. Así y siendo 50 siklos
cartagineses lo mismo que la mitad de uno multiplicado por cien, es
absolutamente exacta la unión que Ruiz-Gálvez y E. Galán
establecen entre las "tortas-lingote" y medio siklo fenicio
de Hildebrant (siklo de Cartago con 7,27 gramos). Considerando yo
-personalmente- que aquellas tortas de Galicia de unos 365 gramos,
son en realidad una Mina de Cartago (de
50 Siklos cartagineses o tardíos) y también la centésima
parte del Bat judío (de unos 36,4 litros), habiendo de valorarlas
más exactamente en 363,862 g..
.
Por
su parte, la Mina (m-n-a)
entre los griegos, era tasada en cien
Dracmas, y valía comunmente 454,8276... gramos -aunque
siglos más tarde aparece un Dracma más ligero-.
Por todo ello, las referidas tortas-lingote de unos 365 gramos
igualmente equivalían a 80 Dracmas, ó bien a 80 Denarios primitivos
(Denarios del siglo III a.C., cuyo peso
fue el mismo al de la moneda griega). Comprendiéndose
así por qué aparece continuadamente un peso tan cercano a los 365
gramos, en toda la orfebrería peninsular durante la Edad del Bronce
y del Hierro -tal como refieren
Ruiz-Ruano y E.Gálvez-. Ya que como dije, equivaldrían a 50 Siklos
de Cartago (Mina cartaginesa), con un Shekel tal como Glotz y
Hildebrant tasaron y que oscilarían entre los 7,25 y los 7,3 gr.
-ver cita (32) -.
Todo lo cual indicaría que aquellas
"tortas-lingote" pudieron coincidir en tiempo con los
siglos en que expediciones como las de de Hannon y Himilcón,
navegaban por el Atlántico en busca de las Cassitérides (33)
. Aunque su cronología no quedaría del
todo clara, ya que estas piezas en forma de torta y cuyo peso
promedial lo hemos estimado en 363,86 gramos; se corresponderían a
su vez con 32 Shekel judíos, con 48 siklos filisteos y hasta con 54
siklos de Babilonia. Lo cual plantea
grandes dudas acerca de su datación o filiación; pese a ello, la
hipótesis más lógica es considerarlas Minas púnicas, de 50 siklos
y seguramente muy cercanas al siglo V a.C..
.
La permanencia
inalterable de valores en patrones a lo largo de la Historia, fue
tal, que bastará con señalar que el Shaty del siglo XX a.C. valía
7,5 gramos, y que medio Deben = 6 Shatys, eran hace cuatro mil años
45 g.. Cantidad que prácticamente se corresponde a diez Dracmas o a
diez Denarios del siglo III a.C. (que pesarían exactamente
45,48276 gramos). De igual modo, 450 gramos eran 60 Shatys del tercer
milenio a.C., y equivalían a 54 Gin de Gudea del siglo XX a.C. -que
como sabemos pesaban 8,333... g.-; pero también a 27 Kârsa persas,
vigentes desde el 521 a.C. en adelante. Aunque también hubo cambios,
pues hacia mediados del segundo milenio el Codo Real Egipcio varío
en su tamaño, ampliándose hasta 52,5 centímetros -durante la XVIII
dinastía-. y desde el siglo X a.C. se generaría un Shaty de unos
7,58 gramos, nacido de un Codo Real de 52,6 ctms. Del cual -a mi
juicio- procedería el Siklo filisteo (o Pym), idéntico al Shaty
tardío (de 7,58 g) que se correspondía con el Siklo hebreo en razón
de 3/2 (es decir 3 pesos filisteos por 2 de Israel). Por todo lo que
podemos calcular igualmente el Shekel judio exactamente en 11,37
gramos.
SOBRE
Y JUNTO ESTOS PÁRRAFOS:
Arriba,
foto del llamado depósito de Driebes (tal
como lo exhibe el Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos
nos permita divulgar nustra imagen).Consiste en material amortizado
con unos
trece kilos de plata “carpetana”
y fue
hallado en Driebes -Guadalajara-; estando fechado a fines del siglo
IV a.C.. Contiene las referidas tortas-lingote, con un peso cercano a
los 365 gramos
(tan comunes en las ocultaciones castreñas).
Al lado,
Torques de Ribadeo fechado en igual época.
En nuestros comentarios acerca de la metrología peninsular
prerromana, hemos citado repetidas veces a Pérez
Outeriño y a Ladra Fernandes; quienes
se han preocupado extensamente por el estudio de estos ponderales en
la cultura castreña.
.
Repetidamente dijimos
que la observación de Ruiz-Gálvez y Galán afirmando que las Tortas
Gallegas (de unos 365 gramos) se correspondían con medio Siklo
Fenicio; constituía una realidad. Aunque tristemente quizás
estos autores no repararon en un hecho más sencillo; como es que
aquel valor no fuera la mitad de un Shekel multiplicado por cien,
sino simplemente 50 Siklos Púnicos. Un valor que se corresponde con
la "Mina" (igual a 50 o bien a 60 siklos). Todo lo que a
mi juicio deja como evidencia clara que aquellas tortas-lingotes
serían Minas de 50 Shekel cartagineses de 7,27 gramos = 363,8 g.
(aún siendo 7,3 g. el peso en que comúnmente se cifra este ponderal
también llamado Siklo púnico de plata o de Cartago). Una última
aclaración tras la que creemos ya podemos tasar y describir los
ponderales peninsulares, en razón a su época y procedencia:
.
PATRONES
DE LA EDAD DEL BRONCE, MANTENIDOS DURANTE EL HIERRO:
a)-El
Shaty antiguo egipcio de 7,5 g.
b)-El
Siklo Babilonio Gudea de 8,33.. gramos (simplificado en 8,34 g).
c)-El
Doble-siklo Babilonio (ponderal de Villena) 16,8 gramos.
.
PATRONES
DE LA EDAD DE HIERRO:
Mina
de la Edad del Hierro (lingotes-torta gallega) 363,862 g. = 1/100 bat
judío (36,38 litros) = 32 Siklos de santuario israelitas (11,37 g.)
= 50 Siklos fenicios (de plata púnicos 7,277 g.) = 80 Dracmas y 80
Denarios antiguos (4,548 g.)= 48 siklos filisteos y Shaty modernos
(7,58) = 54 siklos Babilonios modernos (6,738 g.).
.
PATRONES
específicos de la Edad del Hierro (coincidentes en esta Mina de unos
364 gramos):
a)-El
Siklo Pym (filisteo) y Shaty egipcio del primer milenio a.C., 7,58 g.
b)-El
Siklo Fenicio, llamado Púnico de plata o Shekel de Cartago de 7,27
gramos.
c)-El
Siklo Babilonio moderno, de 6,73 gramos.
d)
El Dracma y Denario antiguo de 4,548 gramos.
e)
El Siklo israelita de 11,37 gramos.
.
¿PESOS
PROPIAMENTE PENINSULARES?:
-La
úncia celtibérica de 15,48 gramos.
-La
Media-Uncia está estimada por los investigadores exactamente en 7,74
g..
-Doble úncia de Cancho
Roano: 31 gramos (30,96, dos úncias)
SOBRE
Y JUNTO ESTOS PÁRRAFOS:
Arriba,
balanza de precisión hallada en Arcóbriga (Monreal
del Monte Ariza, Zaragoza) y fechada hacia el siglo III a.C. -tal
como la exhibe el Museo Arqueológico nacional al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen-.
Al
lado:
Brazalete
de Cantonha de Guimaraes, perteneciente al Museo Nacional
Arqueológico y Etnográfico
de Lisboa -al
que agradecemos nos permita divulgar la imagen-. Se
trata de una "pieza monstruo" tal como las definen Perea y
Armbruster; al ser joyas fabricadas durante una transición motivada
por el contacto entre gentes venidas del Mediterráneo e indígenas
peninsulares.
Momento de influencias que obligaría a una mezcla de estilos y que
finalmente diseñó joyas "monstuo", como esta de Cantonha.
Fechada
hacia el 800 a.C., contiene una decoración semejante a la de otras
piezas
de misma época, halladas
en zonas de Extremadura o del Atlántico. Nos
referimos a tesoros
como los de Valdeobispo, Sagrajas, Berzocana, Herdade do Alamo, o el
de Senhora da Guía (que
hemos visto unos párrafos arriba). Todos ellos presentan
lineas incisas sobre el oro, con formas triangulares, romboides o
cuadrangulares. Dibujos que se aproximan mucho a la que llevan las
cerámicas del final del Bronce en el Bajo Guadalquivir y
principalmente las de piezas de barro que "acompañaban" al
tesoro de El Carambolo. Todo
lo
que mostraría que ese ajuar tartessio,
hallado en las proximidades de Sevilla,
pudo ser cercano en fechas a tesoros como el que vemos en imagen.
Aunque su tipología fuera muy distinta, habida cuenta que El
Carambolo más bien parece una orfebrería de influencia
creto-chipriota y neohitita (al
menos a mi juicio y siguiendo el criterio de profesores como Juan de
Mata Carriazo, Gómez-Moreno, García y Bellido o Maluquer de Motes
-entre otros-).
.
c)
– Análisis de diferentes tesoros y piezas de orfebre de Iberia
(comprobación y comparacíon metrológica):
.
1-
Tesoro de El Carambolo:
Comenzamos
por este ajuar, fechado hacia el siglo VII-VI a.C., cuya importancia
reside en su indudable procedencia tartessia, pudiendo constituir sus
pesos una clave entre los valores de la Edad del Bronce y los
ponderales de la etapa del Primer Hierro.
En nuestra cita (35)
hemos recogido el sistema de estudio usado para clasificar los
distintos pesos de las joyas; marcando asimismo las diferencias que
hay entre unas piezas y otras. Todo lo que nos daría las referencias
de escala; es decir: Los intervalos en gramos existentes en distintas
combinaciones de un mismo sistema ponderal. Siendo
este el resultado de comparar los distintos valores entre cada una de
sus joyas. Partiendo de un estudio del tesoro en que excluimos el
collar y su cadena
(al no ser piezas fundidas, que se puedan ajustar a troquel exacto).
El
resto de enseres del ajuar pesan:
-EXCLUIMOS
260 gramos de sellos del
collar y unos 20 gramos de su cadena (280 gramos total)-.
-Brazalete
1 (550) + Brazalete 2 (525) = .....1075 gramos
-Pectoral
1 (245) + Pectoral 2 (200) = ........ 445 gramos
-Placas
9x5 (378) + Placas 11 (773) = ....... 1151 gramos
TOTAL:.......................................................
2671 (2670)
CONSECUENTEMENTE,
LAS DIFERENCIAS MÍNIMAS PRINCIPALES ENTRE TODAS LAS PIEZAS (EN
ORDEN) SON EN GRAMOS: 0,5
// 0,75 // 1 // 1, 25 // 1,5 // 1,75 // 2 // 2,25 // 2, 50 // 2,25 //
3 // 3,25 // 3,5 // 3,75 // 4 // 4,25 // 4,75 // 5, 5 // 5,75 // 6,75
// 6,25 // 6,5 // 7 // 7,25 // 7,5 // 7,75 // 8 // 8,5.
.
TODO
LO QUE NOS LLEVA A CONCLUIR QUE:
-
EL PATRÓN ES MENSURABLE EN FRACCIONES HASTA DE: 0,25 GRAMOS
-
SU FORMA PUEDE ACERCARSE A LA DEL Shaty EGIPCIO: 7,50 GRAMOS.
PARTIENDO
DE ESTA PREMISA Y SI MENSURAMOS EL TESORO DE EL CARAMBOLO BAJO UN
PATRÓN DE 7,5 GRAMOS, resultan los valores que hemos anotado en cita
(35) .
Por lo demás y como
añadimos al final del presente estudio;
vimos
que Perea y Armbruster observaron que sus piezas fueron trabajadas
con dos tipos de técnicas: La común entre los indígenas
peninsulares del Bronce Atlántico
(añadiendo placas a la cera perdida)
y la importada por los colonos del Mediterráneo.
Ello,
unido a su tasación en Shatys egipcios, muestra que se trata de un
ajuar de un periodo de transición o sincrético. Donde
se aunaban los conocimientos llegados durante la Edad del Hierro a
nuestras tierras, junto a los pesos y formas de trabajo de la Edad
del Bronce. Finalmente,
añadiremos que los candelabros de Lebrija están perfectamente
proporcionados en pesos y valores con el tesoro de El Carambolo;
con el que también comparte el trabajo a la cera perdida.
.
2-
Tesoros de Villena y Cabezo Redondo:
Dediqué
hace años un extenso estudio a ambos hallazgos, en el que tras
comparar unas joyas junto a otras, observamos la existencia de una
pieza en forma de lingote y que marca el valor 16,8 gramos. Un
ponderal que predomina en este ajuar, que sin duda es mucho más
antiguo que el de El Carambolo y que puede remontarse hasta el siglo
XII a.C.. Habiendo sido encontrado en Villena; una población que
hubo de ser camino entre el Mediterráneo y las minas de oro y plata
del centro peninsular (las del Guadalquivir y Sierra Morena).
Conteniendo el tesoro de Villena en sus diseños rasgos
campaniformes -en los “frascos” de plata y oro- mientras sus
pulseras y cuencos se relacionan plenamente con la orfebrería
atlántica a la cera perdida (concretamente con los llamados
Extremoz/V.). Todo ello ha llevado a pensar que su datación
alanzaría el siglo XII a.C.; aunque hay autores que no suben su
antigüedad más allá del IX a.C..
.
De
tal manera y tras observar que el
ponderal más importante de los tesoros de Villena y Cabezo Redondo
está marcado por la existencia de un lingote que pesa 16,8 gramos y
que coincide con dos Gin de Mesopotamia (de 8,4 gramos).
Todo ello nos
lleva hacia una evidente coincidencia con los sistemas metrológicos
orientales y a averiguar los "posibles valores" de
correspondencia entre ese lingote hallado en Cabezo Redondo y la
metrología de Oriente Medio, o de Egipto y Babiliona.
Pues desde 16,8 gramos, podemos pasar al sistema Babilónico y
Ugarítico (sabiendo que la mina de Ugarit equivalía 70/50 de la
mesopotámica moderna); al ser (16,8 : 5) · 2 = 6,72 gramos; peso
que se corresponde a un siklo de Babilonia, pero que multiplicado por
setenta era la Mina de Ugarit. A su vez, el
siklo antiguo de Messopotamia (Sumer y Gudea), vimos que era
8,333333333... (8,4 gramos); lo que significa la mitad de 16,8 gramos
(8,4 x 2 = 16,8). Por
su parte, el siklo moderno babilonio pesaba 6,72 gramos y era igual a
16,8 g. multipliado por 2/5 (es decir, que dos lingotes de Villena
equivaldrían a cinco siklos menores babilonios).
Además, este ponderal-lingote 16,8 g.
multiplicado por 15/14; sería igual a 18 gramos. Un peso que
equivaldría exactamente a la quinta parte del Deben egipcio, patrón
de metales del Nilo que como sabemos se correspondería con 90 gramos
en el segundo milenio a.C. -valuando así
el Deben hacia el año 1300 a.C., momento en el que del Codo Real
faraónico ha de calcularse cercano a los 52,42 centímetros de
longitud-.
.
Sabiendo
que hacia el 1300 a.C., 12 "Shatys" de 7,5 gramos era un
Deben-Oro de 90 g.; también podemos encajar perfectamente el
ponderal hallado en Cabezo Redondo con estos patrones egipcios.
Ya que para calcular su equivalencia bastara con multiplicar por 75
los Lingotes de Villena y por 14 los Debenes -correspondiendo su
cambio a 75 lingotes Villena por cada 14 Debenes del Nilo-; o lo que
es lo mismo: Que 56 Shatys de Oro (siklos
oro faraónicos de 7,5 g.), se corresponden con 25 "piezas"
de Cabezo Redondo (de 16,8 g). Es de
destacar que a su vez los 7,5 gramos que valía el Shaty o anillo de
Egipto -llamado por los fenicios Siklo Oro-, es también la medida
que usaron en los tesoros atlánticos, tanto como en El Carambolo
(tal como creemos haber podido demostrar) (36)
.
JUNTO Y SOBRE ESTOS PÁRRAFOS: Dos
fotografías del tesoro de El Carambolo en reproducción -tal
como lo exhibe el Museo Arqueológico Nacional al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen-. Arriba, vemos
los dos portentosos brazaletes, claramente masculinos y cuyos pesos
son 525 y 550 gramos. Todo lo
que nos habla de una
ponderación muy cercana a la métrico decimal, como lo era la de
Egipto y Mesopotamia, que también partían desde patrones
geodésicos. Concretamente la de El Carambolo parece estar plenamente
ligada a la del Shaty o anillo egipcio de 7,5 gramos, cuyo primer
divisor era el Debén de 12 Shatys (90 gramos).
Unos pesos que sin duda coinciden con los que usó el orfebre para
fabricar las piezas de ese tesoro. Al lado, en imagen:
Los galápagos o colgantes del mismo ajuar y a su derecha las placas,
de las que actualmente casi nadie duda eran para fabricar coronas con
esos eslabones cosidos. La
observación de dos tamaños distintos en iguales piezas, que además
van decoradas con dos tipos de motivos diferentes; me hacen deducir
que se trata de un ajuar para dos personas. Seguramente un hombre y
una mujer. Luciendo el príncipe los brazales, el galápago grande y
los eslabones mayores; mientras ella llevaría los eslabones menores
como diadema, el colgante más pequeño como cardiofilax y el collar
(que no incluimos en estas fotos).
.
3-
Los candelabros de Lebrija, su peso:
Estas piezas a juicio
de algunos investigadores como Perea y Armbruster, estarían muy
unidos en época y estilos al tesoro de Villena, tanto como a la
orfebrería atlántica desarrollada a fines de El Bronce. Fueron
trabajados a la "cera perdida" y de un modo igual a las
piezas de Villena y otras fechadas previamente al siglo IX a.C.;
aunque estos candelabros lebrijanos han de datarse después del siglo
VII a.C. -en un momeno de contacto entre los indígenas peninsulares
y los fenicios-. Siendo así no nos ha de extrañar que los
"thymateria" de Lebrija pudieran compartir patrones de
pesos y medidas con Villena y con El Carambolo. Aunque en el caso de
estos candeleros es difícil saber lo que cada uno pesaba, porque
presentan roturas (y además uno de ellos parece inacabado). Por
lo que el peso promedial que se calcula sobre cinco de ellos (que
comparten altura y formas) es de 1309 gramos. Lo que correspondería
casi a 175 Siklos Oro de 7,5 gramos (ya que 175 · 7,5 g. =
1312,5 g.). Todo lo cual sería suponiendo un error mínimo (3,5
gramos) sobre el promedio estimado en cada uno de los candelabros,
que miden 70 centímetros. Estimación admisible en una piezas de
este tamaño y antigüedad, que como Perea y Armbruster destacan,
pudieran haber perdido peso (por desgaste, golpes o la roturas que
presentan). Siendo así podemos partir desde el primer principio,
considerando que cinco de los seis caldeleros -iguales- pesaban
promerdialmente 175 Siklos Oro; estando medidos con un patrón exacto
al usado en El Carambolo o al que tiene tesoro de Caldas -y a
otros muchos ajuares atlánticos-. Tras lo expuesto, pasamos a
deducir que además cuatro de los cinco candelabros iguales, se
corresponderían con 700 siklos; y ello significa que pesarían
exactamente lo mismo que diez brazaletes (menores) de El Carambolo.
.
De todo lo antes
expuesto, podemos concluir que -a su vez- las piezas de Lebrija están
perfectamente proporcionadas en peso con las de El Carambolo. Lo
que deja evidente el uso de un patrón común, ya que es imposible
que todas las joyas de El Carambolo puedan proporcionarse con la
ponderación de las de Lebrija, de manera casual. Pues, como
hemos visto, el candelero equivale a 2 + 14/50 del brazalete mayor
(de 550 gramos) y a 2,5 partes del menor; de lo que sucesivamente
podemos ir viendo como el ajuar sevillano está hecho en iguales
pesos y en proporcinadas divisiones, relativas con los candelabros de
Lebrija (un hecho que obliga a pensar en identicos patrones). Pero
a su vez, estos quemaperfumes tienen mucha relación con el Lingote
aparecido en Cabezo Redondo, que recordemos era de unos 16,8 gramos.
Pues el lingote allí hallado tenía 16,744 g., que multiplicados por
78, nos da 1306 g.; lo que es practicamente el peso promedial de los
quemaperfumes. Por todo cuanto decimos, los candelabros de Lebrija
parecen haber estado fabricados en ambos ponderales; equivaliendo
exactamente en peso a la medida del Lingote de Cabezo Redondo y a la
vez en concordancia con el Siklo Oro de 7,5 gramos. Todo lo que
-repetimos- es matemáticamente imposible tomar como casual, pues es
verdaderamente difícil calcular siquiera el momento en que ambos
ponderales se unen. Siendo el peso de las piezas lebrijanas
seguramente un valor cercano a los 1310 g., que es justo el peso en
que ambos patrones se unen (el ponderal de Villena de 16,8 gramos
-igual a dos siklos mesopotámicos-, con el Shaty egipcio de unos 7,5
g) (37)
.
SOBRE
Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Dos
fotografías tomadas también en el Museo Arqueológico Nacional -al
que agradecemos nos permita divulgarlas-. Arriba,
detalle de la reproducción del
tesoro de Villena, tal como se expone en sus vitrinas. Al lado, los
famosos cuencos de Axtroki (fechados hacia el siglo IX a.C.) y a su
lado la pulsera de Estremoz (igual en tipología y datación a las de
Villena). Si observamos el
ajuar de Villena, veremos en sus frascos esos rasgos campaniformes de
los que hablábamos. Pero asimismo otros cuencos son iguales a los
hallados en otras muchas ocultaciones atlánticas fechadas al Final
del Bronce (como las de Axtroki). Además, las pulseras de Villena
son iguales a las que repetidamente se han encontrado en el Sur de
Portugal o en Extremadura -también del Bajo Bronce-. Todo lo que
indicaría que este conjunto hallado en Villena y en Cabezo Redondo,
probablemente fue ocultado durante su transporte desde tierrras
atlánticas o mientras trabajaban junto al Mediterráneo esas joyas,
fabricadas con técnicas y metales nobles procedentes de minas
cercanas al Oeste peninsular (al Alentejo o al Guadalquivir). Por
su parte, la forma de fundir las piezas a la cera perdida se
considera una importación mediterránea llevada durante el Final del
Bronce hasta el Atlántico. Debido a ello, este estilo de joyas
denominado Villena/Estremoz, pueden datarse en fechas más tardías y
considerarse menos autóctonos que los torques rígidos y tubulares
del tipo Sagragas/Berzocana. Es de destacar, que tal como vimos, los
candelabros de Lebrija están igualmente trabajados a la cera
perdida, aunque se fechan en una etapa muy posterior a las piezas de
Villena/Estremoz (en época tartessia, circa VII a.C.).
.
4)
Los candelabros de Lebrija, su longitud:
Llegamos finalmente a
este punto, antes mencionado, cuando comentábamos que cinco de estos
"thymateria" estaban mensurados de forma muy cercana a las
piezas de El Carambolo. Las medidas exactas de cinco de estos
candeleros son las siguientes -según Perea y Ambruster-: Tres de
ellos tienen exactamente 700 milímetros; un cuarto, 702 mm.; otro
705 y un sexto distinto, de 650 mm.. Variación de cinco centímetros
del último, que Perea y Armbruster consideran se debe a un defecto
en su fabricación, al contener algunas faltas o fallos (por lo que
no puede ser estudiado como ejemplo). Varios de ellos también
presentan roturas, lo que les ha podido hacer perder peso, pero no
altura; pues tan solo uno difiere en su tamaño, pudiendo
considerarse que el resto mide exactamente setenta centímetros. Como
hemos dicho, estos 700 mm. son prácticamente una vez y un cuarto, la
cadena del tesoro de El Carambolo. Pues la medida de esa cinta de oro
que sujeta la gargantilla es de 56 centímetros; que multipicada por
1,25 supone 70 ctms. (tamaño exacto de los "Thymateria"
de Lebrija). Todo lo que además deja ver una diferencia entre
ambas longitudes de unos 140 milímetros -entre de la longitud de
la cadena y la altura de esos cinco candelabros-.
.
De lo expuesto,
podríamos suponer como un subdivisor métrico esta fracción de unos
14 centímetros; que constituye la distancia mencionada entre ambos
tamaños. Siendo así y sabiendo que en la Antigüedad la fracción
menor era el Dedo, de unos 1,8 centímetros; podríamos deducir que
seguramente esa diferencia de la que hablamos entre los candelabros y
la cadena de El Carambolo, pudo ser "una palma" -parte
fraccionada del Codo o Pié que solía contener 8 Dedos-. De lo
que este Dedo en un hipotético patrón existente en a las
piezas de Lebrija y las de El Carambolo, se correspondería en
1/8 de 140 milímetros (14/8 centímetros); es decir, a 17,5
milímetros. Dedo desde el cual he supuesto una escala hipotética
de valores; medidas que se podrían suponerse como patrones
pre-ibéricos anteriores al hierro (o de comienzos de la Edad de
Hierro peninsular). La confirmación de que este Dedo de 1,75
ctms., es el tamaño común más probable usado en patrones de
joyería atlántica de la época; se corrobora en el mencionado
trabajo de Perea y Armbruster. En el cual citan un "nuevo"
candelero -prácticamente igual a los de Lebrija-, de procedencia
desconocida y propiedad del MAN (ver imagen al comienzo de este
artículo-. Exponiendo en este estudio que aquel último
"thymateria" del mismo tipo que los lebrijanos, mide
exactamente 473 milímetros. Todo lo que supondría 27 Dedos de 17,5
mm. (practicamente exactos); ya que 1,75 ctms por 27 son 47,25
(lo que nada dista con los 47,3 que dan como altura los autores que
descubren y estudian la pieza del MAN). Por su parte, la
diferencia entre este "nuevo candelero" y los de Lebrija
sería de 22,75 ctms., lo que supondría 13 Dedos menor (pues 13
· 1,75 = 22,75 ctms).
.
Siendo
así, las medidas que proponemos como patrón para esta época son
(de manera resumida):
Dedo
= 1,75 centímetros
Palmo
de 8 Dedos = 14 centímetros.
Pié
de 18 Dedos = 31,5 centímetros.
Codo de 24 Dedos = 42
centímetros (38)
Acerca de la
cubicación de este ponderal, creo se corresponde prácticamente a
las cubicaciones desde el sistema egipcio (o hebreo) partiendo de un
Codo de 52,5 centímetros -que era igual al usado en Israel desde
el siglo X y en la época del Bajo Bronce en Iberia (correspondiendo
al de Egipto en el II milenio a.C.)-. Ya que 30 Dedos de 17,5 mm.
-como los que pueden deducirse de Lebrija o de El Carambolo-, se
corresponderían a un Codo hebreo o egipcio (de 525 mm.).
Finalmente sobre el
patrón Braza igual a la cadena del Collar de El Carambolo, tan solo
añadiremos que 56 centímetros cúbicos (56·56·56); se
corresponden a 175616 gramos (175,616 K.) encajan con los pesos
elegidos, habida cuenta que es divisible entre 16,8 gramos.
Aunque más sencillo sería explicarlo diciendo que partiendo desde
un peso de 56 gramos, al multiplicarlo por una vez y media resulta
84 gramos (igual a 10 Gin de Gudea). Por lo que el peso 5,6 g.
habría de considerarse un poderal posible en Tartessos y del que
surgiría un siklo de 11,2 g. (ya que 5,6 x 15 = 100 Gin de 8,4 g.).
ARRIBA:
Algunos
de los llamados “candelabros” de Lebrija, tal como los exhibe el
Museo Arqueológico Nacional
(al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Perea
y Ambruster explican que se trata de piezas de absoluta transición
entre las culturas indígenas peninsulares del Bronce atlántico y
los fenicios llegados hacia el siglo IX-VIII a.C..
Por cuanto la técnica con la
que fueron hechos estos candeleros (y sus paralelos de El Coronil) es
igual a la que usaron para fabricar los torques y brazaletes de
Villena, Cabezo Redondo, Estremoz y etc.
Piezas que se fechan entre los
siglos XII al X a.C. y cuya
técnica de labor orfebre es la del molde a cera perdida. Unos
candeleros que además comparten totalmente el tipo de aleación de
oro también con esas piezas de Villena-Estremoz (siendo
diferente la pureza y mezcla aúrea que usaban ya en El Carambolo y
en los tesoros más tardíos). Pese a ello,
se fechan hacia el siglo VII a.C. considerándose Thymaerios para
templos fenicios.
AL
LADO: El
“collar” del Tesoro de El Carambolo, tal como los exhibe el Museo
Arqueológico Nacional (al
que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). En
varios de nuestros estudios he considerado que se trata de una pieza
neohitita, por cuanto -a mi juicio- en sus sellos vemos marcas
escritas en alfasilabario luwio, como las de “dios” y la “diosa
Kubaba” (palabras que en
lengua neohitita se representan como dos “C” cruzadas y dos
tríangulos opuestos, tal como podemos ver en la imagen).
.
.
ABAJO:
CUADRO PRIMERO DEL ESTUDIO DE
LOS PROFESORES GALÁN Y RUIZ-GÁLVEZ, CON LOS PESOS DE LAS JOYAS, QUE
NOS VAN A SERVIR PARA ANALIZAR DE NUEVO LOS TESOROS PENINSULARES.
.
.
.
d)
– Continuación del Análisis de tesoros y piezas de orfebre del
bronce Bajo (conforme datos de peso obtenidos desde los trabajos de
los profesores Galán y Ruiz-Gálvez):
.
1)
- CUADRO PRIMERO DE GALAN Y RUIZ-GÁLVEZ en "DIVISA, DINERO Y
MONEDA APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LOS PATRONES METROLÓGICOS
PREHISTÓRICOS PENINSULARES" (39)
:
.
-Al estudiar la
RELACIÓN PRIMERA (ver imagen arriba), en su lista de pesos
observamos inicialmente cuatro joyas de 45 gramos y una de 46 (muy
cercana en); de lo que deduzco que se trata de un ponderal común,
muy usado y correspondiente a 6 Shatys (6 · 7,5 g. = 45 g.;
medio DEBEN egipcio). Desde este patrón Shaty a mi entender
procedería el ponderal común que Ruiz-Gálvez y E.Galán observan
en los tesoros peninsulares, de 4,5 gramos y que se corresponde con
el Shaty como 3/5 de 7,5 gramos (o bien 6/10 de este siklo-oro;
un peso profusamente utilizado en la Península, al menos hasta el
dominio fenicio-cartaginés) -Es decir (3/5 · 7,5) = (7,5 · 6/10) =
4,5 gramos-.
.
-Consecuentemente,
para estudiarlos mejor, en la imagen primera hemos marcado con un
cuadrado rojo, los valores cercanos al Shaty al igual que los
relacionados con el Gin o Siklo Persa de 8,333... g. (pues como
sabemos 10 Shatys de 7,5 equivalían a 9 Siklos persas o Gin). Siendo
los más destacados:
.
Coles de Samuel
(Soure).....................---------......................................45gr.
Deilao.......................................................50........................................
45 gr.
Deiláo
(Braganza)...................................
52........................................ 45gr.
Deiláo
(Braganza)....................................
53........................................45 gr.
Sansueña
(Zamora).................................
1.......................................... 46 gr.
.
-A ello hay que sumar
otros, como aquellos que corresponden a la mitad de 45 gramos como es
el de 22,6 g. (marcado en imagen y sañalando con un círculo el de
24 g.; pudiendo tratarse de 3,2 o bien 3,5 Shatys).
.
Padilla de Abajo
(Burgos)..........731581P.áDfS............ 22.6 gr
.............................2
Ins. Valencia de D.
Juan.........................8 ......................24
gr............................... 2
.
-El resto de los pesos
que aparecen desde el valor de 46 gramos en adelante en la Tabla
Primera, en gran parte son fraccionarios ó múltiplos de 45 -y de su
mitad (22,5)- . Pues divididos por 22,5 o por 45 presentan una
periódica de resto y equivalencia justa.
DE LO QUE SE DEDUCE
QUE EL PONDERAL COMÚN ES UN DIVISOR DE 22,5 (igual a tres Shatys de
7,5 gramos). POR LO QUE PUEDEN SER SUS PATRONES MÁS GENERALES LAS
FRACCIONES DE ESE SHATY.
AL
LADO: Brazales del tesoro de
Sagrajas tal como los exhibe el Museo Arqueológico Nacional
(al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).
El collar torques lo hemos incluido en otra imagen anterior.
En este caso, las piezas son las que Galán y Ruiz-Gálvez numeran
como Sagrajas 1, 2,3,4,5.
.
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ABAJO:
CUADRO SEGUNDO DEL ESTUDIO DE
LOS PROFESORES GALÁN Y RUIZ-GÁLVEZ, CON LOS PESOS DE LAS JOYAS.
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2)
COMENTARIO A LA TABLA SEGUNDA DE GALÁN Y RUIZ-GÁLVEZ (1 GENERAL):
Se
trata de una relación de valores de orfebrería del tipo
Sagrajas/Berzocana (de fines de la Edad del Bronce a inicios del
Hierro).
Numeramos las marcas
hechas sobre la tabla (VER):
.
1-Comienza el
listado con una joya cuyo peso es múltiplo de 45 y de 22,5 g.; se
trata de Telloes, que pesa 60 gramos; o lo que es lo mismo a 45 ·
(1+1/3) y todo lo que es igual a 8 Shatys de 7,5 g. (8 · 7,5 =
60). En imagen Marcado en Rojo:
TeIlóes
(flosiro)..................
brazalete......................................... 60.0 gr.
.
2-Poco después
vienen otros dos que pesan practicamente el doble del anterior (60
g.) y se corresponden casi a 16 Shatys, valiendo unos 120 gramos.
Son los marcados en Verde en la Imagen:
Bodonal 3
(Badajoz)........... brazalete
........................................119,0 gr.
Sagrajas 4
(Badajoz).......... brazalele
.........................................120,8 gr.
.
3-Le sigue a este
en misma proporción otro que pesa 120+7,5 gramos aproximadamente
(exactamente 127,9 con un error de 0,2 g; lo que supondría 17
Shatys). Es el marcado con Azul en Imagen:
Bonaval
(Lisboa).................brazalete............................................127,9
g.
.
4-El siguiente
creo que si estuviera exactamente ponderado (quizás tenga desgastes)
habría de pesar 142,5 g.; ya que este valor es = 127,5 +7,5 +7,5
gramos; o bien 19 Shaty. Pese a ello, lo hemos marcado en
redondo como muy aproximado y es MARCA ROJA REDONDA:
Solosancho
(Mita)...............ajorca
..............................................142 g.
.
5-La falta de
aproximación del siguiente es algo mayor ya que habría de pesar
142,5+7,5+7,5 = 157,5 gramos y en verdad vale 158,2 g.. Con un error
de 0,7 gramos sobre lo que debía ponderarse exactamente si fuera dos
Shaty mayor que el anterior, correspondiendo a 21 Shaty. Lo he
marcado igualmente con un CIRCULO ROJO es:
Bodonal 1
(Badajoz)............brazalete
..........................................158,2 g
.
6-Le sigue en el
listado Sagrajas 3, que debía pesar 157,5+7,5 = 165 gramos, si
fueran 22 Shatys (de 7,5 g.); pero en su defecto tiene 167,3 g. Todo
lo que hace suponer le sobran 2,3 gramos, una cantidad muy cercana a
los 2,25 g. que habíamos marcado como 45/20 = 0,3 Shaty. Es decir,
que probablemente su peso fuera 165 + 2,25 gramos, lo que corresponde
a 22,3 Shatys = (22 · 7,5) + 2,25 = 165,25. Todo lo que nos lleva a
mercarlo de nuevo, esta vez con CIRCULO AZUL por aproximación más
lejana ya que tiene un defecto de 2,3 gramos sobre el valor que
debiera tener.
Sagrajas 3
(Badajoz)...........brazalete
...........................................167,3 g
.
7-Por su parte el
brazalete de Monroy pesa casi lo mismo que el pectoral menor de El
Carambolo, lo que viene a ser 200 gramos; un valor que corresponde a
26 + 2/3 Shaty y a 24 Gin. Algo que relaciona plenamente esta
pieza con las del Tesoro de El Carambolo y con las de Berzocana,
habida cuenta que la diferencia de entre los dos torques de Berzocana
es también de 200 gramos -ver más abajo-. Lo hemos Marcado con
CUADRADO NEGRO en la Imagen):
Monroy (Cáceres)
..............brazatele
............................................199.2 gr.
.
8-El siguiente
relacionado con la serie es el de Valdeobispo 1, que practicamente
pesa 202,5 gramos y estaría en funcion de la serie de pesos que
antes veíamos partiendo desde 165+7,5+7,5+7,5+7,5+75 hasta llegar a
estos 202,5 g. Valdría así 27 Shatys, con un error de 0,72
g, por lo que lo marcamos en CIRCULO ROJO
Valdeobispo 1(Cáceres)
.......brazalete............................................201,78 gr
.
EL CARAMBOLO -En
esta lista habríamos de incluir también los pectorales de El
Carambolo, cuya ponderación es de 200 y 245 gramos. El primero ya
vimos que se relacionaba con el brazal de Monroy -o la diferencia de
gramos entre los de Berzocana-. Mientras el segundo de 245 se
correspondería a 200 + 7,5 + 7,5 + 7,5 + 7,5 + 7,5 + 7,5 = 245. Es
decir que es igual al pectoral menor más 6 Shatys (ó más 45
gramos); peso que como vimos era un modelo que se repite en estos
valores de la Edad del Bronce.
.
9-Les sigue en la
misma serie (datado en época algo posterior, pero apenas sin error
de valor), el torques de Valdeobispo; que pesa 375,75 gramos. A mi
juicio, debiera tener 375 g. para ser exacto, lo que es igual a 50
Shatys o bien a {202,5+ (7,5 · 23)} g.. Lo destacamos con
CIRCULO ROJO EN IMAGEN.
Valdeobispo.........................torques..............................................375,75
gr
.
10-Lo mismo sucede
en el siguiente caso, que contiene un error tan solo de un gramo. Se
trata del torques de Almoster; que pesa 381,5 cuando debía ser 382,5
gr. equivaliendo así a 51 Shaty (algo que es igual al peso
del anterior torques de Valdeobispo, más un Shaty -375+7,5 =
382,5-). Por ello también lo marco con Círculo Rojo.
Almoster (Leira)
...................torques..............................................381,5
gr
.
-En esta serie también
aparecerían los pesos y proporciones de El Carambolo cuyo brazalete
menor pesa 525 gramos y es igual a 382,5 + (7,5 · 19). SIENDO MUY
DESTACABLE ESTE HECHO, YA QUE VEMOS COMO EN LA MISMA LISTA PODRÍAN
IR ENCAJANDO PERFECTAMENTE LOS PESOS Y PROPORCIONES DE EL CARAMBOLO.
.
11-Más tarde en
el listado de Ruiz-Gávez y de Galán observamos el torques de
Serraes de Coimbra, que está perfectamente proporcionado con las
diferencias de peso entre los brazaletes de EL CARAMBOLO. Ello porque
este de Coimbra pesa 575 gramos y los brazales del tesoro tartessio
525 y 550 g, de lo que su siguiente progresión sería aumentar 25
gramos. Lo que a su vez nos llevaría a valorar de este de Coimbra
en 76+2/3 Shaty o en 69 Gin exactos. Por lo que lo marcamos con
círculo amarillo.
Serrases
(Coimbra).............. torques
.............................................575 gr
.
12-El siguiente en
la lista, sería el de Baioes 1 (Senhora da Guía), que pesa
practicamente 575+7,5 gramos = 582,5; con un defecto de 0,5 ya que su
valor es de 583 (todo lo que viene a equivaler a 77+2/3 Shaty). Por
ello lo marcamos con Circulo Rojo en Imagen. Pese a ello, si
fueran 78 Shatys pesaría 575 g.
Baiòes 1
(Viseu)................... torques
..............................................583. gr
.
13-Lo mismo sucede
con el contiguo en el mismo listado (también de Senhora da Guia,
Baióes), que si tuviera 590 g. sería exactamente igual al anterior,
más un Shaty (575 + 7,5). De ello si fuera 80 Shatys pesaría
592,5 g.. Aunque contiene un error de 1 gramo para ser exacto tal
como vemos en Imagen marcado con Círculo Rojo:
Baiòes 2 (Viseu)
...................torques
..............................................591gr.
.
14-Los que le
siguen ya son la evidencia que el ponderal usado depende de un valor
nacido desde el Shaty 7,5 g. -o bien del Gin de 8,33... g.-. Siendo
estos los de Berzocana, cuyo torques menor pesa exactamente 750
gramos (lo que es igual a 100 Shatys de Egipto de 7,5 gramos o 90 Gin
exactos). Mientras el segundo vale 950 g. que se corresponde a
126+2/3 Shaty, tanto como a 144 Gin exactos. Los hemos señalado
con una marca fuerte en NARANJA en la Imagen, ya que son claves para
la demostración de cuanto decimos.
Berzocana 2
(Cáceres).......... torques
.......................................... 750 gr.
Berzocana 1 (Cáceres)
..........torques ...........................................950 g.
Ambas piezas están
proporcionadas con El Carambolo y con otras muchas de pesos relativos
a ellas. Tanto que la diferencia entre estos dos torques es la misma
que el peso del pectoral menor de EL CARAMBOLO = 200 g.. Doscientos
gramos que son 24 Gin, pero a su vez 26 + 2/3 Shaty; y estos
26,666... Shaty (iguales a 200 g.) se relacionan plenamente con el
segundo torques mayor cuyo peso es de es de 126,666... Shatys.
Estando los de Berzocana perfectamente relacionados con una infinidad
de tesoros del misma época o zona y que se pesan en base a 25 gramos
(2,5 g = 1/3 Shaty). Sobre todo, con los de El Carambolo, ya que el
pectoral menor de este tesoro sevillano unido al brazalete mayor
pesaría lo mismo que el torques menor hallado en las Villuercas.
.
Es decir:
-Pectoral menor Carambolo
(200 gramos) + Brazal mayor EL Carambolo (550 gramos) = TORQUES MENOR
DE BERZOCANA = 750 gramos.
-Pectoral menor Carambolo
(200 gramos) + Pectoral menor Carambolo (200 gramos) + Brazal mayor
(550 gramos) = TORQUES MAYOR DE BERZOCANA = 950 gramos.
Por lo demás, la
importancia de Berzocana reside en que también se puede medir en Gin
de Gudea correspondiendo a 90 Gin el collar menor y 114 Gin el mayor.
Pues el Gin -trasladado a Siklo Persa en el siglo VI a.C.- valió
8,3333... gramos; de lo que 90 GIN = 750 gramos y 114 GIN 950 g.
.
15-La siguiente
pieza de la Tabla que analizamos, hace evidente el ponderal usado en
estos tesoros como relativo al Shaty egipcio. Es el torques de
Penela. Pesa exactamente mil gramos más que el collar mayor de
Berzocana. Esta pieza en Shatys son exactamente 260, ya que
260·7,5 gramos se corresponden a 1950. Es un collar igualmente
proporcionado con El Carambolo, tanto que las ocho placas de este
tesoro sevillano valen 1150 gramos, lo que unido a cuatro veces el
peso de su pectoral menor (200 x 4) hacen 1950 gramos. Lo hemos
marcado en imagen con un cuadrado Rojo debido a la importancia
también de esta pieza.
Este torques asimismo
puede medirse exactamente en Gin de Gudea, que como sabemos es de
8,333... gramos; siendo 234 GIN (8,333 · 234 = 1950).
Penela (Coimbra)
...................torques
.......................................1950.gr.
.
16-Llegamos al
penúltimo SAGRAJAS, cuyo caso es singular porque pesa casi
exactamente lo mismo que cada uno de los quema perfumes de Lebrija. Ya
que el promedio en que se calcula el valor de cinco de los seis
candelabros lebrijanos (que apenas tienen una variación de
milímetros en sus medidas), es de unos 2003 gramos. Así lo marcamos
con Cuadrado Azul en imagen, relacionado con el peso de los
candeleros de Lebrija que viene a ser unos 267 Shaty (267 ·
7,5 = 2002,5 g) y a 240,5 Gin (240,5 · 8,333 = 2004,16 g).
Sagrajas
(Badajoz)................. torques
..................................2004.6 gr.
.
17-Por último,
vemos otro collar cuyas proporciones encajan perfectamente con los
pesos de El Carambolo y de otros tantos en base a estas medidas ya
citadas y muy repetidas. Aunque el caso de Portel (Evora) que se
correspondería con 306+2/3 de Shaty; es tiene otra vez la
característica de poderse valorar en GIN de Gudea, correspondiendo a
276 GIN (ya que 276 · 8,333... = 2300 gramos). Con Cuadrado
ROJO en imagen.
Portel
(Evora)......................... torques
........................................ 2300 gr .
ARRIBA:
Recipiente de bronce que
contenía los torques de Berzocana en el momento de su hallazgo (tal
como podemos verlo en el MAN, al que agradecemos nos permita divulgar
nuestra imagen). Esta pátera
es de origen y tipología chipriota, datada hacia el siglo XI a.C.;
todo lo que mostraría las influencias del tesoro y el origen de los
orfebres -o de quienes mantenían contacto con estas zonas
peninsulares de gran riqueza minera-. Pues
no podemos olvidar que Berzocana se encuentra muy cerca de Logrosán
y de numerosas minas muy ricas en casiterita, imprescindible para
alear bronce.
.
BAJO
ESTOS PÁRRAFOS: Los dos collares en
reproducción, tal como los exhibe el museo de Berzocana, Cáceres
-al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen-.
En las fotografías podemos observar su técnica de fabricación, que
nada tiene que ver con piezas como las pulseras de Estremoz o de
Villena; que como vimos
estaban fundidas a la cera perdida. Por el contrario, estos torques
como los de Berzocana tienen
una técnica muy rudimentaria, habiendo sido hechos sobre moldes
abiertos con los que lograban dar forma tubular al oro; para ser
luego decorados con incisiones sobre la pieza terminada. Su
estética se acerca a las decorativas de tribus primitivas; quizás
por la enorme antigüedad que tienen. Siendo claramente objetos de la
orfebrería atlántica; ensayados, inventados y fabricados por los
habitantes peninsulares desde los tiempor dolménicos (así como de
las islas Británicas y de las costas francesas, que compartieron
este tipo de joyería).
3)
CONCLUSIONES A LA TABLA SEGUNDA DE GALÁN Y RUIZ-GÁLVEZ:
PRIMERAMENTE RECOGEMOS
LOS PESOS INTERPRETADOS YA EN SHATY O GIN:
.
TeIlóes
(flosiro).......... 60.0 gr............. 8 Shaty (60) y 7+1/5 Gin de
Gudea // 7,75 M.Uncia
Sagrajas
4 (Badajoz)...120,8 gr .........16 Shaty (120) // 14+1/2 Gin de Gudea
(120,83..).
Monroy
(Cáceres) .............199,2 gr ......... 26+1/2 Shaty (198,75) //
24 Gin Gudea (200)
Valdeobispo
1(Cáceres) ...201,78 gr ..... 27 Shaty (202,5) // 30 Siklos
Babilonia (201,9)
//
24+1/5 Gin Gudea (201,666...) // 26 M.Uncia (201,26)
Serrases
(Coimbra).............575 gr ....... 76+3/5 Shaty (574,5) // 69 Gin
Gudea (575)
//
79 Siklos Púnicos (574,883)
Berzocana
2 (Cáceres)...... 750 gr ......... 100 Shaty (750) // 90 Gin de
Gudea
Berzocana
1 (Cáceres) ........950 g.............. 126+3/5 Shaty (949,5) // 114
Gin Gudea (950)
Sintra
(Lisboa)........................1256,5 gr ....... 167+1/2 Shaty
(1256,25) // 187 Siklos Babilonia (1256,64)
//
150+3/4 Gin Gudea 1256,25
Penela
(Coimbra) ...................1950 gr........ 260 Shaty (1950) // 234
Gin Gudea (1950)
Sagrajas
(Badajoz)............ ....2004,6 gr ....... 267+1/4 Shaty (2004,375)
// 240+1/2 Gin Gudea (2004,166...)
Portel
(Evora)....................... 2300 gr ........... 306+3/5 Shaty
(2299,5) // 276 Gin Gudea (2300)
.
a) -El tesoro de
Sagrajas los
brazaletes (Badajoz) tienen los siguientes valores: 185,65 g.; 192,2
g.; 167,3 g.; 120,8 gr; 110,45 gr. para los brazales; y el torques
pesa 2004,6 gr.. Considerando que el ponderal más común en la época
era el Shaty de 7,5 g. se pueden establecer unos valores redondeados
bastante correlativos. En las equivalencias nos quedará un margen de
error dependiente de una fracción cercana a 1/3 de Shaty = 2,5
gramos (ó bien de 2/3 = 5 g. y de 1/4 = 1,875 g). Es decir, que en
los tres primeros casos (y en el quinto) la diferencia se subsanaría
añadiendo o restando 1/3 o 1/4 de Shaty; mientras en el cuarto, el
resultado es prácticamente exacto (con 0,8 g. de fallo). Por último,
el peso del torques mayor deja un error de unos 2/3 de Sahty -5
gramos, más o menos- :
1º)- 25 Shaty = 187,5 g.
(error 1,85 g. = 1/5 Shaty aprox)
2º)- 26 Shaty = 195 g
(error 2,8 g. = 1/3 Shaty aprox)
3º)- 22 Shaty = 165 g.
(error 2,3 g. = 1/3 Shaty aprox)
4º)- 16 Shaty = 120 g.
(error 0.8 g.; prácticamente exacto)
5º)- 15 Shaty = 112,5 g.
(error 2,05 = 1/3 Shaty aprox)
6º)- 268 Shaty = 2010 g.
(error 5,4 g = 2/3 Shaty aprox)
.
b) - Bodonal de la
Sierra: Por su parte, el
tesoro de Bodonal de la Sierra (también Badajoz) presenta los
siguientes valores en sus tres brazales: 158,2 g. ; 122,2 g .; 119
gr.. Que traducidos a Shaty serían:
1º)- 21 Shaty = 157,5 g.
(error 0,7 gr.; prácticamente exacto)
2º)- 16 Shaty = 122,2 g.
(error 2,2 g. = 1/3 Shaty aprox)
3º-) 16 Shaty = 119 g.
(error 1 g.; prácticamente exacto).
.
c) -Valdeobispo:
Continuando con el siguiente tesoro del listado, llegaremos al de
Valdeobispo, un ajuar hallado hace unos treinta años en la provincia
de Cáceres y en tierras muy próximas a las que vieron nacer a
Gabriel y Galán. Cuyos valores son: Cuatro brazaletes de 205,32 gr.;
201,78 gr.; 198,8 gr. ; 193,17 gr.; y un torques de 375,75 gr.. Todo
lo que reducido a Shatys supone:
1º)- 27 Shaty = 202,5 g
(error 2,82 g. = 1/3 Shaty aprox)
2º)- 27 Shaty = 202,5 g.
(error 0,72 g.; practicamente exacto)
3º)- 27 Shaty = 202,5 g.
(error 3,7 g = 1/2 de Shaty casi exacto)
4º)- 50 Shaty = 375 g
(error 0,5 g; practicamente exacto)
.
En este caso nos
encontramos con tres brazaletes que tienen aproximadamente el mismo
número del Shaty (27); aunque el primero para ser más precisos
contendría 27+1/3 (202,5 g. + 2,5 g. = 205) y el tercero 27+1/2
Shaty (202,5 + 3,75 = 206,25). Llamando poderosamente la atención
cómo se ajusta el torques al patrón de 7,5 gramos, ya que pesa casi
exactamente 50 Shaty. Por lo demas la diferencia entre el torques y
los brazaletes es de unos 23 Shaty (172,5 g).
.
d) -Berzocana:
Seguimos con otro tesoro cacereño, en este caso el hallado en
Berzocana, preciosa localidad de las Villuercas sita junto a la
maravillosa Guadalupe y muy próxima a Solana de Cabaña (población
donde se descubrió la famosa estela tartessia con guerrero, de carro
y escudo -y cuyo alcalde, Gregorio, trabaja a destajo por promocionar
su municipio como zona de turismo arqueológico-). Siendo los valores
que presenta Berzocana sobradamente conocidos, por cuanto los he
repetido hasta la infinidad en mis estudios: 750 gramos para el
torques pequeño y 950 del collar rígido mayor. Todo lo que supone
en Shatys:
1º)- 100 Shaty = 750
gramos (exacto)
2º)- 126 Shaty = 945
gramos (error 5 g. = 2/3 de Shaty)
.
Por lo que estos dos
torques pesan en este patrón egipcio, 100 Shaty y 126+2/3
(126,6666.... ) -el mayor-; siendo también mensurables en Gin o
siklos persas, ya que equivaldrían a 90 Gin (750 g) y de 114 Gin
(950 g.). Por su parte, la diferencia entre ambos de 200 gramos se
cifra en Shaty como 26+2/3 (26,6666 Shaty), un valor que se relaciona
con los 126+2/3 que pesa el mayor.
.
e) -Baioes:
Finalmente llegamos a un tesoro portugués, como es el de Baioes
(hallado en el Alto de Senhora da Gúia, de Viseu), que está
compuesto por tres torques: Uno mediano, de 385,3 gr.; y dos grandes,
de 583 gr. y de 591gr. (respectivamente). Lo que traducido a Sahtys
es
1º)- 51 Shaty = 382,5 g.
(error 2,8 g = 1/3 Shaty)
2º)- 78 Shaty = 585 g.
(error 2 gr. = 1/4 de Shaty)
3º)- 79 Shaty = 592,5 g.
(error 1,5 gr. = 1/5 de Shaty)
SOBRE
Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS:
Tesoro
de Bodonal de la Sierra (jerez de los Caballeros,hacia el siglo XIII
a.C. (tal
como podemos verlo en el Museo Arqueológico Nacional, al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).
En los estudios de Galán y Ruiz-Gávez tan solo teníamos los
valores de los brazales de
este ajuar, que observamos en el lado izquierdo de la foto; unos
torques
que pesaban 21 y 16 Shatys respectivamente (con
bastante extactitud).
El resto de piezas -que se consideran incompletas- tienen en algunos
casos la apariencia de ponderales;
sobre todo aquellos que asemejan “cucuruchos” y de los que hemos
encontrado valores bastante ajustados a pesos antiguos. Así pues, en
la imagen de abajo hemos tomado una a una cada pieza del tesoro,
marcando los gramos que tienen (junto a sus fotos numeradas). De esta
forma podremos analizar por completo este tesoro de Bodonal de la
Sierra cuya apariencia es la de un conjuntos de pesas, guardadas
junto a unos torques no terminados y a piezas de oro inacabadas.
.
4)
- TESOROS QUE NO INCLUYEN RUIZ-GÁLVEZ Y GALÁN EN EL ESTUDIO QUE
ANALIZAMOS:
.
Este otro listado, es
una relación en la que hemos recogido algunas piezas que Galán y
Ruiz-Gálvez no incluyeron en su estudio (como las de Alcudia,
Bélmez, Bodonal entero etc.).
.
a)
BODONAL DE LA SIERRA (completo): En la imagen superior
podremos ver los pesos de todas las piezas de esta ocultación; como
comprobaremos, varias parecen pesas que a mi juicio se ajustan a
ponderales de Egipto, Mesopoamia y Babilonia. De
tal manera a continuación damos sus valores y su relación
posible con medidas como el Shaty, el Gin o el Siklo de Babilonia.
Para comprobar cada pieza, podremos consultar foto superior, donde he
numerado todos los objetos de este ajuar:
PIEZAS NUMERADAS EN
IMAGEN:
1º
- 75,5 gramos (10 Shaty más 5 g.)
2º
- 73,15 gramos (10 Shaty menos 1,85 g.)
3º
- 73,05 gramos (10 Shaty menos 1,97 g.)
4º
- 72,8 gramos (10 Shaty menos 2,2g.)
5º
– 72,4 gramos (10 Shaty menos 2,6 g.)
6º
– 71,6 gramos (10 Shaty menos 3,4g.)
7º
– 71,7 gramos (10 Shaty menos 3,3 g.)
8º
- 84,45 gramos (10 GIN de 8,4 g. siklo Babilonia)
9º
- 84,65 gramos (10 GIN de 8,4 g. siklo Babilonia)
10º-69,8
gramos (10 Siklo vulgar babilonio de 6,72 g., menos 2,6)
11º-69,4
gramos (10 Siklo vulgar babilonio de 6,72 g;. menos 3,2 gramos)
12º-158,2
gramos (21 Shatys casi exactos; 21x7,5=157,)
13º-122,53
gramos (16 Shaty; 16x7,5=120)
14º-118,98
gramos (16 Shatys; 16x7,5=120)
.
COMENTARIO AL TESORO DE
BODONAL DE LA SIERRA:
Resulta
indiscutible que este ajuar presenta piezas cortadas y fundidas de
manera estudiada; y aunque algunas parecen material de trabajo
o trozos de oro para fundir, las demás no pueden tratarse de
simples tortas amortizadas, pues presentan aspecto de joya terminada
o de pesa. Me refiero concretamente a las once con forma de
“cucuruho” o de “trompeta” y que precisamente guardan
unos pesos relativos a ponderales antiguos.
Así
vemos en el listado anterior, cómo desde la primera a la séptima,
encajan todas bien con el Shaty egipcio de 7,5 gramos:
1º
- 75,5 gramos (10 Shaty más 5 g.)
2º
- 73,15 gramos (10 Shaty menos 1,85 g.)
3º
- 73,05 gramos (10 Shaty menos 1,97 g.)
4º
– 72,8 gramos (10 Shaty menos 2,2g.)
5º
- 72, 4 gramos (10 Shaty menos 2,6 g.)
6º
– 71,6 gramos (10 Shaty menos 3,4g.)
7º
– 71,7 gramos (10 Shaty menos 3,3 g.)
Por
su parte, la octava y novena pesan practitcamente diez Gin de
Mesopotamia (que serían 84 gramos exactamente):
8º
- 84,45 gramos (10 GIN de 8,4 g. siklo Babilonia)
9º
- 84,65 gramos (10 GIN de 8,4 g. siklo Babilonia)
Para
terminar, nos encontramos con la décima y undécima, que igualmente
se ajustan diez Siklos de Babilonia de 6,72 gramos (pesando casi 67,2
g).
10º-69,8
gramos (10 Siklo vulgar babilonio de 6,72 g., menos 2,6)
11º-69,4
gramos (10 Siklo vulgar babilonio de 6,72 g;. menos 3,2 gramos)
Finalmente,
los tras brazales se ajustan al Shaty, tal como ya vimos:
12º-158,2
gramos (21 Shatys casi exactos; 21x7,5=157,)
13º-122,53
gramos (16 Shaty; 16x7,5=120)
14º-118,98
gramos (16 Shatys; 16x7,5=120)
Además
hay cinco piezas más (numeradas como 15, 16, 17, 18, 19) que serían
materiales de trabajo, sin corte ajustado ni peso a valorar.
Todo
cuanto hemos expuesto hace evidente que la mayoría de estas piezas
del tesoro de Bodonal están pesadas y medidas conforme al Shaty, al
Gin y al Siklo babilonio; coincidiendo
siempre en su valor diez (10shaty, 10gin, 10siklos). Estos
tres ponderales del ajuar de Bodonal, son los que en su época (siglo
XIII a.C.) utilizaban las zonas que más oro consumían:
-El
Shaty egipcio (piezas 1, 2, ,3, 4, 5, 6, 7) y (12, 13, 14)
-El
Gin de Mesopotamia (piezas 8 y 9)
-El
Siklo de Babilonia (piezas 10 y 11)
.
ABAJO:
Cuadro
mío con las joyas que a continuación vamos a estudiar.
b) ALCUDIA,
brazalete: (ver imagen anterior) de 346,2 gr.; prácticamente
se corresponde a 46+1/5 de Shaty. También hemos medido esta pulsera
en el ponderal de 4,5 gramos y nos resulta aprox. 77 - ya que (77 ·
4,5) = 346,5 g.-. Aunque realmente mejor habría de tasarse en 46
Shatys (345 gramos) con un error de 1,2 g.
.
c) TORQUES
ROMBOIDAL DEL BÉLMEZ: (imagen con sus valores) En opinión
de algunos investigadores está deformado con el fin de darle uso
como un brazal; aunque quizás habríamos de pensar que más bien
se redujo en su diámetro, para utilizarse como un ponderal o pesa.
Su valor es de 184 gramos, lo que mucho le acerca a 22 Gin
(183,3.. g) y a 24,5 Shaty (183,75) o bien a 49 pesos de 4,5 gramos.
Aunque lo más curioso
es que sus 184 gramos prácticamente suponen 25 Siklos Fenicios
(valorados en unos 7,3 g) y a 24 Pym (Siklos filisteos o Shaty
tardíos) de 7,58 gramos. Todo lo que concuerda con la tasación del
amasijo de oro, hallado junto a este brazal (ver abajo), que tiene
casi 76 gramos o lo que es lo mismo: 10 Pym.
.
d) AMASIJO DE
BÉLMEZ: (ver en la imagen anterior, al lado de datos) Se
trata sin duda alguna de un peso-oro cuyo valor es casi exacto a
10 Shatys tardíos, o Siklos filisteos. El amasijo pesa 76 gramos
y de nuevo se ajusta a los valores que vimos en Bodonal, como diez
Shatys. Aunque en este caso parece que el patrón puede ser más
alto y referirse al Siklo filisteo (pym) que normalmente se escribe
como 7,6 gramos, pero cuya tasación yo estimo en algo menos
(concretamente en 7,58 g). Por su parte y como hemos dicho, el
torques romboidal hallado junto a este amasijo se correspondería
también con el peso de 24 Shatys tardíos o siklos filisteos (7,6 ·
24 = 182,4 g).
.
ABAJO:
Amasijo
y torques de Bélmez (Córdoba) -tal
como los exhibe Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen.
e) BRAZALETE DE
ESTREMOZ. (en imágenes superiores) Pesa exactamente 978,5
gramos, se corresponde con: 130,5 Shaty (975 g) y 118 Gin (975 g) .
Por su parte, tendría relación con ponderales de la Edad del
Hierro, aunque su datación es muy anterior a la llegada de este
metal a nuestras tierras. Correspondiendo más o menos con 134 Shekel
Fenicios (975,14 g); con 126 M.Uncias (975,36 g); con 215 Dracmas
(977,8 g); con 129 Siklos Pym (977,82) y con 86 Siklos Judios (977,82
g.). Por cuanto decimos, creo que su ponderación más justa sería
considerarlo medido en Gin (118 siklos de Gudea o babilonios viejos),
tanto como en Shaty (130,5 Shaty); una estimación que lo llevaría a
pesar algo menos: Unos 975 gramos.
.
f) MEDIO BRAZALETE
del MAN: (procedencia colección Olivar; en imagen abajo)
Pesa 94,72 gramos. Se trata de una joya del tipo Villena, pero
cortada o rectificada tras su fabricación. Por ello, en mi opinión
pudo ser una pulsera hecha en tiempos del Bronce, que tras
amortizarse fue partida y limada para utilizarse como un ponderal en
un taller de orfebrería. Pues la creación pesas hechas en joyas la
podemos ver testificada en Cabezo Redondo y en Villena, donde se
reconoce la existencia de un taller de orfebre que usaba algunos de
estos objetos como pesas. Algo perfectamente comprensible dado que el
corte y el limado en el oro es francamente fácil de realizar;
además, tras ello esta pesa no sufre modificaciones por oxidación,
de lo que una antigua joya, cortada y perfectamente limada, pudo ser
un método fácil para guardar los patrones justos.
Esta media-pulsera se
corresponde a 12+2/3 Shaty (que serían 95 g) y a 11+1/3 Gin (que
valdrían 94,4... g), tanto como a 12 M.Uncias (que pesarían 92,89
g). Aunque a lo que verdaderamente se ajustan sus 94,72 g., es a
13 Siklos Fenicios (94,6 g), a 12.5 Siklos Pym (94,75 g) y a 14
Siklos babilonios (94,22 g). Por todo lo que considero se trata
de un ponderal cortado y preparado en la Edad del Hierro sobre una
pulsera mucho más antigua, para medir a la vez Siklos Fenicios con
otros sistemas (Siklos Filisteos, junto a Siklos Babilonios, al
menos).
.
ABAJO:
Medio brazalete (cortado) del
tipo Estremoz-Villena,
propiedad del MAN -al que agradecemos nos permita divulgar la
imagen-. Decíamos antes sobre ella que pesaba 94,72 gramos. Se
trata de una joya del tipo Villena,
pero cortada o rectificada tras su fabricación. Por
ello, en mi opinión pudo ser de una pulsera hecha en tiempos del
Bronce, que tras amortizarse fue partida y limada para utilizarse
como un ponderal en un taller de orfebrería. Pues la creación pesas
hechas en joyas la podemos ver testificada en Cabezo Redondo y en
Villena, donde se reconoce la existencia de un taller de orfebre que
usaba algunos de estos objetos como pesas.
Observemos en detalle la
enorme diferencia entre este estilo de orfebrería (cargada de
ornamentos hechos a molde de cera); frente a la más sencilla, del
tipo Sagrajas/Berzocana, que fabrica torques tubulares a los que se
añadían decoraciones incisas
-tal como podemos ver en la imagen superior, en piezas como las de
Berzocana oValdeobispo-.
g) ALISEDA
BRAZALETE PRIMERO: Pesa 56,02 gramos: Se corresponde a 7,5
Shaty (56,25 g) y a 6,75 Gin (56,25 g); aunque también podría
tratarse de 7+1/3 M.Uncias (56,76 g.). Su peso es prácticamente
igual al brazalete segundo del mismo yacimiento que más abajo
estudiamos, que tiene un valor de 56,29 gramo lo que prácticamente
deja claro que se trataría de 7,5 Shaty o bien 6,75 Gin
h) Aliseda Brazalete
segundo de 56,29 gramos: Pesa casi igual que el anterior (con una
imperceptible diferencia de 0.27 g); los considero iguales y ambos
equivalentes a 7,5 Shaty (56,25 g) o bien 6,75 Gin (56,25 g)
-pues su equivalencia con 7+1/3 M.Uncias (56,76 g) creo que es
puramente casual-.
.
i) TORQUES DE
PORTEL: Pesa 2100 gramos; lo que son 280 Shaty (exactos) ó
bien 252 Gin (también exactos). Pues su coincidencia con 277
Siklos Fenicios (2015,78 g) creo que es puramente casual. Pese a
ello, al ser un valor dado por Perea y Armbruster en la obra referida
arriba (en cuadro de imagen), quizás esté redondeada en peso y
debiera estudiarse en relación a su ponderación exacta.
.
j) TORQUES DE
PENELA: Pesa 1800 gramos. De nuevo se trata de 240 Shaty
(exactos) o bien de 216 Gin (exactos). Coincide con 232,5 M
Uncias (1799,78 g), aunque pudiera ser una simple casualidad. Pese a
ello, al ser un valor dado por Perea y Armbruster, quizás esté
redondeado y debiera estudiarse en relación a su ponderación más
exacta.
.
k) TORQUES DEL
ÁLAMO 1º (Beja): Pesa 171 gramos. No coincide demasiado
aunque en el caso del Shaty sería 22+4/5 (exactos = 22,8 · 7,5 g).
Igualmente se ajusta de algún modo a 20,5 Gin (que serían 170,8 g)
y a 23,5 Siklos Fenicios (171,01 g) o bien a 15 Siklos judíos
(170,55 g). A mi juicio parece de nuevo medido en Shaty y en Gin;
aunque bien pudiera ser un peso ajustado entre Siklos Gin y Siklos
Fenicios: 22,5 Gin = 23,5 S.Fenicios.
l) TORQUES DEL
ÁLAMO (Beja 2º): Pesa 732 gramos. Este se corresponde
prácticamente con 98 Shaty (735 g) o bien con 88 Gin (733,33...g).
También equivale más o menos a 94,5 M.Uncias (731,5 g), o a 100,5
Siklos Fenicios (731,3586), tanto como 96,5 Siklos Pym (731,47) y a
161 Dracmas (732,22 g). Ciertamente lo que más parece es un ponderal
de ajuste entre Siklos Fenicios y Siklos persas o Gin,
correspondiendo prácticamente a 100 Siklos Fenicios (7,277 · 100;
más o menos 730 gramos) que vienen a ser 88 Gin (733,333... g).
.
ABAJO:
Vitrina con diversos tesoros
de la Edad del Bronce tal como los muestra el Museo Arqueológico
Nacional -al que agradecemos
nos permita divulgar la imagen-. Hemos marcado en primer término
Sagrajas (su torques de cuello y cinco brazales). Detrás, los dos
torques collar de Berzocana; más al fondo los cuencos de Axtroki y
al final el brazalete de Estremoz -entre los cuencos y la pulsera de
Estremoz, vemos la hallada en la Alcudia-.
5)
- CONCLUSIONES A LOS TESOROS ANALIZADOS:
.
La orfebrería
peninsular más antigua parece estar medida en ponderales como el
Shaty (7,5 g), el Gin (8,4 g.) y el Siklo babilónico (6,72 g.). En
numerosas ocasiones con proporciones relativas a veinte o diez veces
(75 g. ; 84 g. ; 67,2 g. -respectivamente-); aunque en otros ajuares
-como los de Villena-; hallamos un lingote y medida común de 16,8
gramos que equivaldría a 2 Gin (de 8,4 g.). En estos valores
podemos considerar se habrían medido las piezas de orfebrería
durante el Bronce Bajo. Aunque posteriormente surgen nuevos
ponderales, entre los que destaca el que veremos repartido por la
Cordillera Cantábrica, como un tipo de lingote -tortas de plata-,
cuyo peso dijimos equivale a unos 365 gramos y que yo
identifico con el BAT judío o con la MINA de Cartago (Mina de
cincuenta siklos plata 7,3 gramos). Por otro lado, tras la venida
de los colonos durante el final del Bronce, parece que se extienden
por nuestras tierras otros valores metrológicos de esa época
(como el Siklo micenio, el Siklo fenicio, el Shekel pym filisteo
etc); todo lo que lleva a reflexionar sobre datación y
metrología. Pues hay algunos ponderales que comienzan a predominar
en nuestras tierras desde el siglo IX a.C. y de los que más tarde
veremos sus equivalencias griegas o romanas (igualmente
extendidos por toda Iberia, aunque ya en la Segunda Edad de Hierro).
Los ultimos hechos que refiero, complican el estudio de los pesos
en la Edad Antigua peninsular, aunque creemos que convierten su
análisis en plenamente demostrable (desde el punto de vista
científico). Ya que podríamos realizar una relación plenamente
razonada, con un listado de pesos y épocas a las que pertenecen las
piezas.
.
Por cuanto expongo, son
muchas las metrologías peninsulares que hemos ido estudiado; debido
a lo que vamos a resumir algunos aspectos analizados (siguiendo
el orden en que los fuimos explicándolos): Tratando
primero acerca de los pesos de Cancho Roano, tartessios y anteriores
al siglo IV a.C.. Yacimiento donde vimos
fusayolas relacionadas al siklo de Fenicia, simplificadas en un valor
cercano a 7,3 gramos. Un Siklo que multiplicado por 50 nos daría la
Mina de 365 gramos; un peso que marca la metrología de la Península
durante época prerromana y que es el valor de las "tortas
lingote" de Galicia y
el mismo que hemos considerado un centésimo de Bat judío (de donde
procedía la Mina Fenicia, al igual que un tipo de Mána babilonio).
Además,
en Cancho Roano encontramos otras pesas medidas en Dracmas, sobre
facciones de unos 4,56 gramos; junto a ponderales regulados en Uncias
celtibéricas (cuya
tasación real estimada es de
15,48 gramos,
pero que hemos de simplificado
a 15,5 g.). Existiendo allí también correspondencias con un
Hemishekel común a las acuñaciones peninsulares fenicias
-especialmente en las de Ibiza- y que
pesa aproximadamente 3 gramos.
.
Todo
lo antes expuesto nos habla de que en Cancho Roano -y por ende, en
el mundo tartessio- existían varios sistemas alternativos de pesar;
quizás atendiendo a los diferentes vecinos y colonos con los que
tenían contacto
(celtíberos, iberos, fenicios o griegos). Asimismo,
en los tesoros tartessios que hemos estudiado, se ha visto ese
aspecto sincrético del mundo orientalizante turdetano. Observando
que el trabajo del oro todavía lo realizaban de forma similar al que
se utilizaba en la orfebrería de tipo Villena/Estremoz (a cera
perdida). Usando
diseños y técnicas puramente atlánticas, pero fabricados para los
fenicios -tal como vimos en los candeleros de Lebrija-.
Algo
parecido sucedía con el tesoro de El Carambolo; cuyo trabajo es en
gran parte orientalizante (con filigrana, granulado y soldadura),
pero se remata con piezas terminadas a cera perdida -al modo
puramente atlántico-. Ello, unido a que los pesos de las piezas
tartessias se miden en Gin o en Shatys y no tanto en siklos
(fenicios, cartagineses etc.). Todo lleva a pensar que los orfebres
de Tartessos eran todavía indígenas; turdetanos que se irían
adaptando a los nuevos tiempos y a los nuevos clientes (colonos).
Pese a todo, los rasgos neohititas que yo personalmente aprecio en
piezas como las de El carambolo
(concretamente en el collar y los colgantes), obligan
a deducir en precolonizadores llegados desde Chipre y de Anatolia,
antes del siglo XI a.C.
.
ABAJO:
Diversos objetos de oro
(arracadas, zarcillos y pendientes) hallados en Cancho Roano tal
como los muestra el Museo Arqueológico de Badajoz
-al que agradecemos nos
permita divulgar la imagen-. Desconocemos
sus pesos, por lo que no hemos podido valorarlos, por si estuvieran
relacionados con los ponderales hallados en este yacimiento
tartessio.
Continuando
con los estudios de Ruiz-Gálvez y otros investigadores; estos
presentan como un hecho firme la presencia en la Península de un
valor descendiente del lingote llamado micénico. Una mina de
470 gramos y que se ajusta a lo que yo denomino Mina de Ugarit (de
igual peso). Desde ella, afirman estos expertos que nacería un
Siklo minor-asiáico de unos 11,75 gramos (el dividir aquella
Mina en 40); pero asimismo también procedería de ella otro
Siklo micenio, con valor cercano a 9,4 gramos (obtenido al
fraccionar 470 en 50 partes). En mis artículos repetidamente expresé
que -a mi juicio- este lingote procedería directamente de las
Minas eblitas que prácticamente se valúan en 470 gramos y que
coinciden con pesos de Mesopotamia. Tanto que si dividimos esa
Mina de Ebla en 70 partes obtendremos el siklo babilonio, de 6,72
gramos. Todo lo que se comprende perfectamente, ya que la ciudad de
Ebla era una colonia y puerto de Mesopotamia, que fue destruida en el
terremoto del Tera-Santorino (hacia el 1680 a.C.). Con la visión
que expongo, creo que comprendemos mejor el origen y correlación de
los ponderales o metrología durante la antigüedad más remota; todo
ello asentado en el comercio de los metales y su ponderación (un
mercado fundamental durante la Edad del Bronce; donde no sobreviviría
cualquier pueblo que no valuara perfectamente el estaño y el cobre
-tanto como la plata y el oro-).
.
Ante
todo lo expuesto, nos parece indiscutible que la metrológia de Gudea
(Lagash) y la de Egipto, fueran paralelas desde el tercer milenio
a.C.. Creando unos sistemas muy perfectos que hubieron de ser
heredados y conservados por los pueblos que les sucedieron.
Así los babilonios y los asirios o aqueménides, usaron medidas y
pesos correlativos con los de Gudea; del mismo modo que en el Nilo
siempre se utilizó la metrología impuesta desde Saqqara (hacia el
2650 a.C.; aunque realizando leves modificaciones). Todos
estos sistemas de medir y pesar (muy complejos y sofisticados) fueron
heredados por el resto de pueblos que suceden a Mesopotamia y a
Egipto; en especial por los hebreos, los fenicios, por los helenos y
los romanos.
Quienes los readaptan con fórmulas propias, pero con igual base y
correlativas en el cambio. Naciendo así desde el Gin y desde el
Shaty egipcio; el Siklo de Babilonia, el Karsha, los Siklos
filisteos, el Siklo micénio, el Shekel judío, el Siklo fenicio, el
cartaginés, el Dracma y el Denario. Todos
ellos -a mi juicio-, procedentes de una medida sagrada relativa al
Meridiano y que servía para navegar o cruzar el desierto valiéndose
de los astros
(pues de no utilizar un patrón geodésico, les sería imposible
orientarse)
(40)
.
.
De
tal manera, regresando a la Edad del Bronce Bajo y al inicio de
Hierro; veremos que en nuestra Península primeramente nos
encontraremos piezas de oro tasadas con ponderales relacionados con
los de Egipto y Mesopotamia (de los siglos XIII al IX a.C.).
Pasando más tarde a aparecer otros sistemas metrológicos,
relacionados con el mundo fenicio o con el Dracma griego. Ponderales
púnicos y helenos que se van extendiendo conforme avanzamos en la
Edad de Hierro, hasta llegar al siglo V a.C.. Pudiendo determinarse
distintas etapas, en las que pervivieron en nuestras tierras las
siguientes metrologías:
Durante
la Edad del Bronce y mantenidos hasta el Hierro:
El Shaty antiguo egipcio de 7,5 g.. El
Siklo Babilonio Gudea de 8,33.. gramos (simplificado en 8,34 g). El
Doble-siklo Babilonio (ponderal de Villena) 16,8 gramos.
Durante la Edad del
Primer Hierro y hasta la llegada de los Cartagineses: Mina de
la Edad del Hierro (lingotes-torta gallega) 363,862 g. = 1/100 bat
judío (36,38 litros) = 32 Siklos de santuario israelitas (11,37 g.)
= 50 Siklos fenicios (de plata púnicos 7,277 g.) = 80 Dracmas y 80
Denarios antiguos (4,548 g.)= 48 siklos filisteos y Shaty modernos
(7,58) = 54 siklos Babilonios modernos (6,738 g.).
Existiendo además,
unos patrones coincientess con todos ellos y específicos de la Edad
del Hierro (correlativos a esta Mina de unos 364 gramos):
El Siklo Pym (filisteo) y Shaty egipcio del primer milenio a.C.,
7,58 g. . El Siklo Fenicio, llamado Púnico de plata o Shekel de
Cartago de 7,27 gramos. El Siklo Babilonio moderno, de 6,73 gramos.
El Dracma y Denario antiguo de 4,548 gramos. El
Siklo (shekel) israelita de 11,37 gramos.
El brazal de La Alcudia,
fechado en épocas más tempranas y muy anteriores al Hierro, solo se
podría medir en Shaty (o bien en el ponderal de 4,5 gramos). Muy por
en contrario, las piezas de Bélmez que parecen más recientes,
quizás son objetos de un taller de orfebre y creemos que estarían
medidos en Shaty Tardío (de mayor peso), o Siklos Filisteos de unos
7,6 gramos (valor que taso más exactamente en 7,58 g). Siendo ambos
quizás ponderales de esta unidad, ya que el amasijo de oro pesa 76
gramos (7,6 · 10) y el brazalete 184 (7,6 · 24).
.
Por todo cuanto decimos,
considero medidas en Shaty de 7,5 g. y en Gin de 8,4 g. la gran
mayoría de las piezas del Bajo Bronce peninsular, e incluso muchas
joyas del Hierro inicial. Tal como sucede con Lebrija y El Carambolo,
donde el patrón observado es igual a los del Bronce (un Shaty de
7,5 gramos y a su vez un Gin de 8,333 g.); siendo los mismos que
continene los tesoros de Berzocana, La Alcudia, Estremoz, La Aliseda,
Portel y Penela. Por su parte, en casos como el de Bélmez se
observa la posibilidad de un taller de orfebre con ponderales
relativos a un peso muy cercano al Shaty Tardío o Siklo Pym de 7,6
gramos (tal como sucede con la pulsera cortada del MAN; cuyos
ponderales y uso parecen similares a los de Bélmez). Finalmente
parece también indicutible que muchas de las joyas del Bronce-Hierro
pueden ajustarse a varias metrologías (la egipcia y la
mesopotámica, la fenicia etc); tal como sucede con las piezas de El
Álamo, que pueden pesarse tanto a Gin, como a los Siklos Fenicios.
Todo cuanto expresa una convivencia durante los siglos XIII al
VIII a.C.; plena de transición e influencias atlánticas junto a
otras venidas desde el Mediterraneo, importadas por pre-colonos.
.
ABAJO:
Dos objetos de oro del Bronce
Antiguo -circa 2000 a.C.- (anillo del dolmen Matal Casare,
Lena-Quirós y dos discos oro) -tal
como los muestra el Museo Arqueológico de Oviedo,
al que agradecemos nos
permita divulgar la imagen-. Desconocemos
sus pesos, por lo que no hemos podido valorarlos.
.
CITAS:
DEBIDO
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CITAS; SE HAN SEPARADO EN DOS ENTRADAS.
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