martes, 12 de julio de 2011

LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte XVII: El collar-pectoral como protector del alma)

JUNTO A ESTAS LINEAS: Famoso collar de Neferuptah. Estos pectorales con forma de alas o media luna eran llamados Menat y Usej (cuyas diferencias estudiaremos hoy); estaban formados por hileras con dijes de cornalinas y piedras semipreciosas, engarzados con hilos y oro. En los extremos del que recogemos en imágen, se contienen las cabezas del Halcón Horus, que expresa la forma y carácter de alas protectoras que tenían esos collares. Mide 36,5 centímeros de longitud y se halló en la tumba-pirámide, sobre la momia de Neferuptah; estando fechado entorno al 1814 a.C. (propiedad del British Museum al que agradecemos nos permita divulgar su imagen). En el artículo presente veremos la relación de estas joyas que se lucían sobre el cuello, con el sentido de una guia o salvaguarda del alma. Simbolizando de algún modo, una "muralla o basa" que sujetaba la cabeza y protegía el pecho de quienes las portaban.

Continuamos con el sentido mágico de la joyería, algo que consideramos se ha de estudiar para comprender plenamente el significado de El Tesoro de El Carambolo (así como el de otras muchas obras de orfebrería en la Antigüedad). Procediendo hoy al análisis del significado de los pectorales y collares, que desde los tiempos remotos protegieron el pecho y el cuello de los más distinguidos. Joyas, que ya desde principios del III milenio a.C., eran un atributo de los monarcas, nobles y sacerdotes (en el Nilo). Así aparecen en los bajorrelieves desde tiempos de Saqhara (hacia el siglo XXVIII a.C.) distinguiéndose ya en esta época al menos dos tipos de pectorales circulares, fabricados en hileras y que cubrían desde los hombros y los brazos. al cuello del que los llevaba. Entre ellos en el más Antiguo Egipto, existía ya una primera tipología de collares, cuyo significado parece referirse al poder y a lo sagrado; estando muy vinculados al mundo masculino, al del sacerdocio y al de la monarquía (o la nobleza). Mientras, más tarde nacerán de aquellos otros en algo más ligeros y que sugieren ser objetos decorativos y con un valor vinculado al mundo de la belleza -siendo estos portados principalmente por mujeres o apareciendo en escenas de fiestas y música-.
Todos los collares, en principio fueron llamados entre los egipcios "el ancho", cuya traducción al idioma del Nilo es la de: Usej (o Usekh -bien transcrito a pronunciación hispana, o a la inglesa-). Pectorales que se convirtieron en una prenda de uso tan común en el reino faraónico, que podría compararse a nuestra corbata -salvando las distancias y rogando disculpas por tan banal ejemplo, que solo ponemos para dar a entender lo común que fue aquel collar "ancho", que en toda ceremonia había de lucirse-. Por lo demás, sobre su significado e historia, iremos comentando a lo largo de esta entrada cuales fueron los pasos que llegaron a convertir estas joyas (o abalorios) en objetos de culto, de enterramiento y hasta en un instrumento musical. Pues tal como acabamos de leer, uno de los hechos más extraños que surgen entorno a esta prenda; fue su posterior uso como un instrumento similar a las "maracas" (un tipo de "sistro", al que llamaban "Menat"); algo que sucedia cuando determinadas mujeres lo descolgaban de sus cuellos y comenzaban a agitarlo percusionando ritmicamente sus cuentas y contrapesos (1).
Pero comenzaremos por el principio, para ir conociendo qué funciones e importancia pudo tener este collar "ancho" (Usej) en el Nilo. Para ello, nos resultará de gran importancia analizar el significado de estos colgantes y pectorales durante las ceremonias del enterramiento entre los egipcios. Algo que hallamos al consultar el Libro de Los Muertos (2), entre las fórmulas de amuletos que se mencionan previas a la apertura del Más Allá para el difunto. De tal manera, en sus capítulos ciento cincuenta y cuatro y siguientes, se especifica claramente la función de aquellos collares o pectorales, cuando nos narra El Libro de los Muertos: CLIV "Cómo ha de prevenirse que el cuerpo del difunto se corrompa en la tumba"; CLV "Primeramente ha de colgarse un pilar (Djeth) de oro sobre el cuello, para este fin"; CLVI "Igualmente ha de prenderse una hebilla de amatista, que habrá de asirese del cuello del Khu (momia)"; CLVII "Tras ello, habrá de situarse sobre la momia, también prendido de su cuello, un buitre de oro"; CLVIII "Después, se pondrá un collar de oro sobre el pecho del difunto"; CLIX "Finalmente, se colocará una esmeralda del cuello"; CLX "explica como ha de colocarse la placa con esmeraldas sobre el pecho del difunto"; CLXI "Llevadas a cabo las ceremonias anteriores, ya pueden abrirse las puertas del Paraiso al difunto" (3).


JUNTO A ESTAS LINEAS: De nuevo el pectoral de Psusennes I, procedente de la Tumba III de Tanis y datado entre los años 1039 al 991 a.C.. Tras haber leido en el párrafo antrior los conjuros del Libro de Los Muertos, comprendemos perfectamente ya el significado protector de estos pectorales. Tanto como la aparición de ciertos dijes o escarabeos en lapislázuli, amatistas; al igual que la figura del buitre alado con cabeza en un ágata, que preside toda la joya (aparentemente en forma de hebilla y plena de amuletos).
Las fórmulas mágicas que hemos recogido, culminan con una de las ceremonias más importantes, nacida para preservar de la corrupción al Khu; en la que el oficiante habrá de colgar un collar de oro sobre el pecho del difunto del modo siguiente y pronunciando las frases (tal como describe el Libro de los Muertos): "Palabras que debe decir Osiris: -Padre mio, hermano de mi madre Isis, tú que me has desvelado mírame. Soy uno de los que no tiene vendas y ve a Geb-. Dichas frases se pronunciaran sobre un collar de oro en el que está inscrita la fórmula y al colocarlo sobre el cuello del difunto; el día de su entierro" (4). Vemos ya en los textos que hemos recogido como la importancia de los pectorales y collares entre los egipcios, trascendía hasta el propio mundo de la resurección; pues sin aquellos atributos no se podía celebrar para el difunto "la apertura de las puertas" del Mas Allá (es decir, el muerto no podría llegar a lo que hoy denominaríamos "Cielo"). Destacando para la preservación de estos "Khu", la necesaria imposición sobre el cuello y pecho de: "Un talismán en forma de pilar (Djet)"; "una hebilla de amatista", "un buitre de oro", "un collar de oro" y, finalmente, "una esmeralda, junto a una placa que lleve esta piedra preciosa asida al pecho del difunto".
Sobre los "por qués" de estos complejos ritos podríamos investigar durante años y escribir meses, aunque en nuestro caso tan solo deseamos constatar que el significado de los pectorales y los collares relacionaban las ceremonias de la momia y de su enterramiento, con el hecho de intentar preservar al muerto de la putrefacción. En lo que la relación posible entre aquel difunto y la salvaguarda para que sus restos no fueran "cadaver" ( voz que en latín significaba: C-orpus AD VER-mis = Cuerpo para los gusanos) por medio de imponerle talismanes, creemos que reside en un ritual que relacionaría la pureza de la Sociedad Egipcia con el hecho de que la tumba no fuera expoliada. Debido a que -como es sabido-, la religión del Nilo seguía tradiciones metepsicóticas (de transmigración de las almas).
Consecuentemente, al morir un miembro relevante de la Sociedad, venía su "reencarnación" (o continuación) a ocupar el mismo puesto en la pirámide social. De tal manera, aquel que heredase la posición y hubiera de reescribir la misma historia, repitiendo la vida del anterior al que sustituía; también guardaría la tumba del antecesor. De ello, quizás al cubrir de joyas el pecho del difunto, se obligara al que habria de cuidar por su pasado, que estas nunca iban a ser expoliadas, ni robadas; al igual que la momia del difunto sería custodiada por quienes le precederían en su puesto y en su categoría (durante años, siglos y hasta milenios después). De aquí seguramente la dificultad de un ritual, en el que la putrefacción se evitaba cubriendo de joyas al difunto; con pedrerías y orfebrería que se fué sofisticando hasta convertirse en múltiples collares, pectorales y colgantes, de un refinadísimo trabajo y que se hacían pender del cuerpo de la momia. De hecho, en la de Tutankhamon se encontraron al menos siete colgantes sobre su pecho y espalda (que completaban el rito anteriormente descrito); en los cuales ya la amatista, la esmeralda o los amuletos, estaban engarzados en complejísimos pectorales con diseños sofisticadísimos.
JUNTO A ESTAS LINEAS: Diosa egipcia de la armonía y la belleza (Maat), luciendo el Usej sobre su pecho. Observemos que apenas tiene otra prenda ajena al collar, que cubra esa parte de su cuerpo. Por ello, el significado de estos pectorales tenía asimismo un carácter erótico, relacionado con la creación y el sexo. Por su parte, podemos observar como estos collares habían de ser comunmente de nueve hileras de colores; que correspondían a las tres triadas (tres trinidades) de los dioses de la Noche; simbolizando las divinidades nacidas de la Luz y el Sol.
Tras conocer su uso en los enterramientos pasaremos a la descripción de lo que eran estos collares, cuyo primer nombre hemos dicho que era el de "el ancho" (Usej), tanto como en sus comienzos tuvo solo nueve hileras de abalorios (colores o dijes). Prenda que por su forma -de media Luna o de disco solar al amanecer-, hizo que identificara con la Barca de Ra, nave que conducía al difunto y a los astros, durante la noche. Vehículo sagrado que como los barcos del Nilo, guardaba este diseño de Cuarto Creciente y que lógicamente identificaba a la "Madre Luna" (con la nave que guiaba la noche), tanto como con los cuernos de la vaca-nodriza. Bóvido sagrado y amamantador de los dioses, que fue representado en la diosa Hathor, coronada con los cuernos de la Luna -o los del toro-padre-Sol-. Cuyo diseño de corona, en forma de Cuarto Creciente -o de cáscara de melón (para comprenederlo mejor)-, nos recuerda sobremanera a estos collares "Usej", tanto como a las falúas del rio sagrado. Naves que solían viajar por la noche en el Nilo y que en su trayecto final, para guiar al difunto hasta la "Duat", iban recibiendo en ella hasta un total de nueve pasajeros (un número de dioses que acompañaban a la momia en su último trayecto, igual al de las hileras que aquellos anchos collares tenían).
Pese a ello, hasta el "Imperio Medio" (2050-1750 a.C.), no nacería la costumbre de imponer aquellos "Usej" a las momias, que hasta entonces eran enterradas con los abalorios y talismanes comunes, aunque no con los collares de nueve vueltas y dijes. Siendo esta época cuando también se diversifican los tipos de pectorales alrededor del cuello y se distingue plenemente el "Usej" con su gran contrapeso. Una pieza de metal (o de fayenza) que aparece colgando en la parte delantera (del pecho) o en la espalda. Siendo aquellas placas metálicas unos verdaderos pectorales con carácter de talismán, que llevaban sujetas a la espalda las personas que lucían los enormes collares y que se equilibraban con estas placas. El nombre de estos contrapesos que tenían el tamaño de una pequeña escudilla era el de "Menat", que se relacionaba con la voz egipcia "MNAT", cuyo significado es el de "madre nodriza", "vaca" (y por ende, la diosa Hathor).
En nuestra opinión estas planchas metálicas que actuaban de pesos sobre los collares, tomaron aquel nombre debido a estar en el centro del pecho femenino, siendo numerosas las ocasiones en las que las mujeres no llevaban nada más que aquellos dijes en hileras del pectoral, como única vestimenta, tapándose algo con el contrapeso (la Menat). De lo que al identificarse estas "anchas" joyas, con la madre nodriza, la vaca y la diosa del amor (Hathor), pudo tener todo un origen relacionado con la situación pectoral de aquellas prendas. Así, estos collares femeninos pasaron a denominarse Menats (no Usej) y a ser vistos como un símbolo del erotismo y del amor. De ello -como hemos dicho-, se adscribieron al culto de la diosa Hathor, deidad de la música y el erotismo; llegandose a hacer música con el collar "Menat" en las ceremonias relacionadas con aquella patrona de las artes y la danza. Su sonido, procedía en verdad de la placa pectoral, que era lo que realmente se denominaba "MNAT" y se trataba de un instrumento de percusión muy relacionado con el sistro.

JUNTO A ESTAS LINEAS: Coro de damas, interpretando y tocando dos de los instrumentos de percusión con mayor significado religioso femenino del Antiguo Egipto: El Menat y el Sistro. Observemos como en una mano llevan el sistro y en la otra el collar, con cuya placa de contrapeso producían a modo de maracas, la música. La percusión del sistro se relacionaba con la diosa Isis y su instrumento consitía en un conjunto de crótalos que colgaban por un pasador, produciendo un sonido semejante al de las campanillas litúrgicas de la iglesia. Por su parte, el del collar batiendo, se relacionaba con la creación, el sexo la belleza y el erotismo (tal como vemos en la imagen tomada de un apunte de un bajorrelieve de la XXVIII Dinastía que publicó el Doctor H. Hickman en 1957 y que recoge Eduardo Perez Arroyo en su libro sobre la Música en la Era de las Pirámides).


Como decíamos, el sistro era el instrumento de Isis y en nuestros estudios creemos poder haber llegado a la conclusión de que se trataba de un sonido que imitaba al de la serpiente sagrada al moverse, o al situarse en posición de ataque (la cobra Uadjet, guardián de Egipto). Considerando que la aparición de aquellas campanillas tocadas en toda ceremonia femenina, seguramente sirvió para sustituir la figura de una verdadera cobra; sierpe que seguramente en muchas de los más antiguos ritos religiosos pudo presidir el culto a Isis. De igual manera, el sonido de la Menat, con los centenares de dijes frotándo la placa pectoral, es seguro que imitaba el de aquellas sierpes sagradas, de cuya devoción en la más remota antigüedad se ocuparon las mujeres. Pese a ello, hacia el 2000 a.C., se difunde el uso del gato doméstico (amaestrado por los egipcios), cuya utilidad era igual a la de la serpiente: Atrapar y hacer huir a los roedores, para proteger los graneros. Por lo que el culto al dios serpiente ("MHEN") se comienza a sustituir por el de la diosa Gata ("Bast" o "Mafdet"), deidades que incluso aparecen matando al ofidio. De ello, que desde el "Imperio Medio" (tras el 2050 a.C.), seguramente hayamos perdido el verdadero significado litúrgico egipcio del sonido del sistro y del Menat: Instrumentos de persusión que no podían faltar en el culto a Isis o a Hathor (5).
Pero continuemos con el Menat, pectoral del collar, que muchas veces se confunde con "el ancho" (Usej); aunque en verdad el segundo es el propio collar en semicírculo, mientras el primero realmente consistió tan solo en sus contrapesos -por lo que finalmente, aquella prenda para el cuello y sobre todo cuando las portaban mujeres, pasó a llamarse Menat = "Nodriza, amamantadora"-. Como dijimos estas eran solo unas placas de peso y unos quince centíemtros de tamaño (al menos) que se colgaba en el pecho y se ataban a la espalda, sirviendo principalmente de amuletos. Talismán que incluso llevaban los bueyes Apis, como hijos de la diosa Hathor; tanto como era puesto sobre los difuntos, o lucido por las personas; sirviendo como auyentador de malos espíritus. Aunque sobre todo, su simbología se relacionaba con la fecundidad y la virilidad. Ello, porque la forma que estas placas tenían, era normalmente alusiva y esquemática de los órganos femeninos, o de los masculinos (en la mayoría de las ocasiones, pese a ser a veces un simple platillo). Por lo que como representación relacionada con Hathor y con el erotismo, simbolizaba la Menat el acto sexual y la danza (algo que seguramente la unía también a la sierpe, como representación del falo en su erección y de la vagina al engullir). Afirmando algunos egiptólogos que al ser la Menat la única prenda con la que a veces se vestían las bailarinas y sacerdotisas, el hecho de quitársela para producir música, era uno de los actos que más se relacionaba con el mundo de lo erótico.
JUNTO A ESTAS LINEAS: Dos bueyes "decorados" a modo del Apis, hijo de Hathor, luciendo en sus cabezas amuletos (Menat). En este caso, se trata de la réplica del pectoral del Tesoro de El Carambolo, tal como lo exhibieron en la exposición realizada por el Museo de Sevilla en 2008. Ello debido a que como ya dijimos, algunos arqueólogos afirmaron que quizás aquellas joyas de oro y en forma de piel de buey fueron utilizadas para decorar las cabezas de los toros. Nosotros, sin negar que pudieran colocar esas Menat sobre la frente de los bueyes y bovidos en la Península Ibérica, no creemos que usaran amuletos de oro para animales, y menos de las características de los pecorales de El Carambolo (de un refinadísimo diseño y trabajo de orfebre, pesando cada uno más de un cuarto de kilo en pureza de 24 kilates).

JUNTO A ESTAS LINEAS: Toro minoico esculpido en un riton (vaso) de plata y con cuernos y adornos de oro, propiedad del Museo Nacional de Atenas, al que agradecemos nos permita divulgar la imagen (fechado en el siglo XVI a.C. y procedente de la Tumba IV de Micenas). Vemos en esta pieza cretense un bóvido que porta sobre su testuz claramente una Menat en forma de cuenco con símbolos solares (la roseta de varias hojas). Estas placas eran sin duda alguna talismanes de la suerte inspiradas y muy cercanas a los adornos egipcios de Apis, y que en este caso vemos como los luce en la frente el buey sagrado de los minoicos. Evidentemente, estas placas decorativas se relacionan con los pectorales y de ello creemos que ha surgido la idea de algunos arqueólogos para llegar a pensar que quizás los dos pectorales en forma de piel de buey de El Carambolo, pudieron ser usados sobre las frentes de toros. Aunque el costoso trabajo y peso en oro que tienen, obliga a pensar que son solo para uso en personas -y para ser lucidas sobre el pecho de los reyes de Tartessos seguramente; ya que los pudimos tasar en muchos millones de euros en su valor actual-.

De cuanto exponemos, creemos que los pectorales del Tesoro de El Carambolo en su simbología y uso podían estar muy cercanos a lo que fueron las Menat egipcias, que como hemos visto se utilizaban también para el buey Apis. Aunque entre los del Nilo, aquella pieza fué principalmente un símbolo de la buena suerte y de la fecundidad; mientras los pectorales de Tartessos en nuestra opinión se relacionan mucho más con un símbolo del dinero, lo metales y el poder. Pese a ello, en su sentido sagrado, habría de tener algunas de las carácterísticas que le dieron los egipcios a las joyas del pecho, entre lo que destacaba el poder de protección contra la podredumbre y la virtud de "abrir las puertas del Cielo".
De tal manera, cuando comenzábamos esta entrada veíamos como el Libro de los Muertos, otorgaba a las gemas, piezas de oro y amuletos que se iban poniendo sobre el pecho del difunto, el don de salvar de la corrupción a la momia. Ello, seguramente debido a que entre aquellas siempre estaba el símbolo del dios buitre (Nejbet), quien con sus alas protegía al muerto -un síbolo del que al final tratamos-. Consecuentemente, vimos como los conjuros 157 y 158 (capítulos CLVII y CLVIII) hablaban de como el oficiante habría de colocar un buitre áureo, tanto como un collar de oro sobre el difunto -el dia de su entierro y en donde se inscribían las frases del ritual-. Costumbres y mandatos del Libro de los Muertos, que seguramente siglos más tarde pasaron a "refinarse" y perfeccionarse en la Corte; convirtiéndose aquellas piezas que colgaban sobre las momias de los nobles y reyes, en collares y Usej (o Menats, que llevaban grabados y representados en pedrería estos dioses buitre y esos talismanes que disponía el ritual funerario).
De tal manera, las costumbres faraónicas y los talleres de refinadísima joyería, fueron creando modelos e interpretaciones de piezas para cumplimentar los ritos, generando todo tipo de pectorales, placas y adornos para el cuello y pecho. De ello, finalmente surge otro tipo de collar, similar en su forma al Usej y Menat, pero que fué hecho de una pieza de oro. Se trata del llamado Aegys y cuya forma guardaba claramente el símbolo de una media luna, construida en una placa áurea. Su uso era principalmente funerario y el Creciente semicircular se hacía aprovechando la forma de las alas. En este Aegys, que también se fabricaba en bronce dorado -debido a que por ser una fina chapa áurea, solía doblarse y partirse con demasiada facilidad-, casi siempre se representaba las alas del buitre (la protección de la "madre alada"). Por lo que hemos de suponer que se relacionaban con este conjuro de los mencionados capítulos157 y 158, en que se exige poner sobre el cuello de la momia un buitre y un collar dorado.
JUNTO A ESTAS LINEAS: Collar Aegys de la tumba y momia de Tutankhamon (fechado hacia el 1330 a.C.; propiedad del Museo Británico al que agradecemos nos permita divulgar su imagen). Eran estas las piezas y amuletos fundamentales para evitar que la momia se corrompiera -según el Libro de los Muertos-. En el aegys de Tutankhamon se encuentra la gran cobra cuidadora de Egipto (Uadjet), en el centro de las alas del buitre (Nejbet). A continuación explicaremos el significado de estos dos dioses del Nilo y su relación con la prevención de la putrefacción de cadáveres.

Creemos que con la llegada e invasión de los Hicsos, pudo ser cuando se extendió el uso de estos Aegys (collares de una placa de oro) en en Nilo; ello debido a que se trata de una pieza que nos recuerda sobremanera al "arte bárbaro". Nos referimos al de Micenas y a otras placas de oro que aparecen en tumbas minoicas y del Egeo, en época contemporanea o cercana a la llegada de los Hicsos a Egipto (hacia el 1750 a.C.). Por cuanto exponemos y solo a título personal, consideramos que quizás estos collares hechos con una plancha áurea (o de bronce dorado), pudieran ser traidos como costumbre desde tierras ajenas al Nilo. De hecho, existen un tipo de collar muy similar ya entre los ajuares de la ciudad de Biblos y en esos siglos contemporáneos a la invasión Hicsa y se hicieron de un modo muy similar a los de Egipto. Ello nada tiene de extraño, pues pese a la distancia entre el Imperio faraónico y el mencionado puerto del actual Líbano; la unión entre aquella urbe que dió lugar a Fenicia y las tierras nilotas era tanta, que la leyenda y mito de Osiris finaliza precisamente en Biblos (donde se cria Horus y huye Isis).
JUNTO A ESTAS LINEAS: Collar pectoral en oro del rey de Biblos Abi Chemu; fechado en el siglo XVIII a.C. es propiedad del Museo del Louvre, al que agradecemos nos permita divulgar su imagen. Observemos el tremendo parecido que tiene con el primer "Usej" que recogíamos en la imagen primera, que era perteneciente a la pirámide y momia de Neferuptah, (fechado en épocas muy cercanas a este; hacia el 1814 a.C.). Sin embargo, el primero estña hecho de abalorios y fusayolas. Por ello, y pese al parecido entre ambos, creemos que este Aegys (collar en plancha de oro) guarda un "toque barbaro" por su hechura, en una placa áurea; muy diferente a los Usej y Menat (fabricados con hilos y dijes). Es muy posible que el nombre de Aegys se corresponda con la palabra griega que designaba el reino de los faraones (Aegipto) y sea un helenismo importado en el momento de comenzar a fabricar este tipo de collares en el reino de las pirámides.
Por último, explicaremos por qué aquel amuleto en forma de buirre (o de sus alas) actuaba como defensa sobre los cuerpos de los difuntos, para que estos no fueran corrompidos. Lo que creemos nace, de los guerreros muertos en batalla; cuyos cuerpos eran abandonados en el desierto sin poder ser recuperados y se dejaban a los buitres, para que los comieran. Así este ave era tenida por protectora de los fallecidos en la guerra y su dios (el buitre de alas abiertas:"Nejbet"). Totem que se consideraba como "el medio" con el que los caidos en batalla iban al cielo, gracias a que aquellas caroñeras los devoraban, para luego transportarlos a los aires. De todo ello, el buitre se identificaba curiosamente con la madre y con la "diosa blanca", relacionándose con la diosa "Mut" (la gran madre en Egipto). Debido a que aquella Mut, se consideraba paridora o generadora del Sol, siendo identificada por muchos como La Luna Llena (que marca los ciclos calendáricos de 29 dias, que se corresponden con los ciclos femeninos). Así, aquella gran madre, que como el buitre llevaba al guerrero hasta el cielo sin necesitar morada en la tierra; igualmente se consideraba representada en la diosa tierra y luz (nodriza; la vaca, tan relacionada con Hathor). Por cuanto Mut, no solo amamantaba al soberano -como la Diosa Blanca, representando los ciclos lunares, con los que el calendario del Sol puede comprenderse perfectamente-. Sinó que a su vez preservaba al reino y a los hombres de la podredumbre, gracias a su amor y a sus alas de buitre, con la que se coronaba como diosa y reina del Nilo. Por todo cuanto decimos, los amuletos con forma de alas de buitre, o en los que aparece Mut, se relacionan con este símbolo y fórmulas 157 y 158 del Libro de los Muertos, con los que se preservaba a la momia (al cadaver) de la podredumbre -ya que los caroñeros comían los cadáveres, sin dejar que llegaran a descomponerse y provocar enfermedades-.
CITAS:
(1) Faciliamos algunos textos en internet que tratan de estos collares egipcios, llamados Usej, Menat y Aegis. Para más información sobre el tema, consultar un buen artículo de Teresa Soria en el que divide claramente los tres tipos:
http://www.egiptomania.com/mitologia/collares.htm // Asimismo, Elisa Castel habla sobre ellos en su diccionario de Mitología egipcia; articulo USAJ: http://www.egiptologia.com/religion-y-mitologia/61-simbolos-conceptos-basicos-y-ceremonias/2340-egipto-signos-y-simbolos-de-lo-sagrado-entradas-letra-u.html // artículo MENAT: http://www.egiptologia.com/religion-y-mitologia/61-simbolos-conceptos-basicos-y-ceremonias/2347-egipto-signos-y-simbolos-de-lo-sagrado-entradas-letra-m.html // Sobre el Menat y joyas faraónicas de Susana Alegre García: http://www.egiptologia.com/arte/104-obras-en-detalle/2582-el-faraon-seti-i-y-la-diosa-hathor-en-el-louvre.html ( artículo en el que esta autora presenta las siguientes bibliografías para conocer el significado de estos collares sagrados: Ver en H. HICKMANN, La menat, Kemi 13, 1954, pp. 99-102. // P. BARGUET, L'origine et la signification du contrepoids de collier-menat, BIFAO 52, 1957, pp. 103-111) . Finalmente, diremos que la misma enciclopedia virtual Wikipedia (tan denostada por muchos y tan usada, utilizada y aprovechada por todos -incluso por aquellos que tanto la critican-), tiene un buen artículo sobre estos collares: http://es.wikipedia.org/wiki/Collar_usej // http://es.wikipedia.org/wiki/Menat
(2) Utilizamos la traducción de Juan B.Bergúa en su libro del mismo nombre (Ed. Juan. B. Bergua, Madrid 1957). Para una mejor información sobre El Libro de los muertos, se aconseja consultar la obra: EL LIBRO EGIPCIO DE LOS MUERTOS, de Wallis Budge, con una magnifica introducción, del que hay varias ediciones (la más reciente en Buenos Aires, ed. Kies, 2004). -Otra gran traducción y análisis sobre los Textos de las Pirámides y otros manuscritos egipcios, la tenemos en la obra de Federico Lara Peinado EL LIBRO DE LOS MUERTOS, Tecnos, Madrid 2009-.


(3) Capítulos del Libro de los Muertos que comprenden de la "fórmula" 154 a la 161; en las que vimos que se narra como ha de prevenirse la putrefacción del muerto y solo tras ello, pueden abrirse ya las puertas del "Cielo"
(4) Capítulo 158 -fórmula CLVIII- del Libro de Los Muertos; sobre traducción y fórmulas, ver cita (2).
(5) Para conocer más sobre el significado de estos instrumentos en el Nilo: EGIPTO. LA MÚSICA EN LA ERA DE LAS PIRÁMIDES. Autor: Eduardo Pérez Arroyo (Ed.Centro de Estudios Egipcios, Madrid 2001). Capítulo, Instrumentos de percusión; artículos, SISTRO Y MENAT.

-Desde el pasado terremoto de Japón, guardaremos en cada entrada de nuestro blog, un recuerdo a los damnificados de este trágico suceso, tanto como para los afectados por el reciente seismo de Lorca. Solicitando ayuda para ellos, informamos de que hay múltiples formas de colaborar con la Cruz Roja o UNICEF. Del mismo modo, les recordamos que una de las mejores maneras de ayudar a los afectados por catástrofes naturales, es consumir sus productos (recomendando la maquinaria y tecnología de Japón, que es inmejorable). Muchas gracias a quienes así lo hagan.-







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