domingo, 20 de enero de 2019

COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE I: DESDE EL 5000 HASTA EL 2200 a.C. (de los orígenes del megalitismo hasta el nacimiento de El Argar) -Capítulo 124 de: "Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo"-.


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ESTE ARTÍCULO TIENE UNA SEGUNDA PARTE, TITULADA:
COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE II: DESDE EL 2200 HASTA EL 1000 a.C. 
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Los capítulos se desarrollan en un texto escrito en negro y se acompañan de imágenes con un amplio comentario explicativo (recogido en rojo y cuya finalidad es razonar ideas). Si desea leer el artículo entre líneas, bastará con seguir la negrilla y las letras rojas destacadas.
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SOBRE ESTAS LINEAS: Mapa mío que ya habíamos publicado, con los yacimientos varios milenios atrás de ámbar, oro, plata, cobre, estaño y cinabrio (Asia Menor, Oriente Medio, Europa y Norte de África). En el mapa hemos marcado en lineas de navegación por cabotaje (de cabo a cabo, sin perder tierra de vista); los diferentes caminos que seguirían desde el neolítico y eneolítico, para ir descubriendo minas y nuevas tierras. En Oriente, asimismo hemos señalado la zona de Ugarit -junto a la antigua Ebla-; como base unida a Mesopotamia entorno al quinto-cuarto milenio a.C. y desde la que realizarían expediciones al Oeste. Asimismo, se marca Biblos como puerto de fundación egipcia -a mediados del quinto milenio- del que navegaban hacia el Egeo o hasta el extremo Occidente (llegando a las costas más remotas, en busca de metales para comercializarlos en el Nilo). También apuntamos Creta, como otra de las bases marítimas desde las que se llevarían a cabo singladuras por el Mediterráneo en tiempos muy tempranos -pues aquellos que se asientan en esta isla tendrían capacidad para navegar centenares de millas, mar adentro-. Finalmente, en lineas verdes, hemos marcado las rutas “canoeras” que las culturas megalitistas del Atlántico realizarían. Trasladándose de modo nómada; durante los veranos hacia el Norte, para regresar en invierno al Sur -de forma común a este tipo de civilizaciones canoeras- (1) . Portando así el ámbar del Atlántico (junto a pepitas de oro y plata), hacia las zonas del Mediterráneo; donde las trocarían con navegantes llegados del Oriente lejano -Biblos, zona de Ebla o del área egeo cretense-.
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ABAJO: Mapa que ya habíamos publicado, con la difusión de los metales y los yacimientos minerales, antes marcados. Observemos cómo la metalurgia comienza hacia el 3800 a.C. en tierras cercanas a la desembocadura del Danubio y en Anatolia -promoviendo las primeras culturas danubianas y del Cáucaso-. Alcanza ya por entonces tierras del Mediterráneo; llegando a Chipre, las costas egeas de la actual Turquía y parte de Oriente Medio. En una fase posterior (que arrancaría hacia el 3500 a.C. y marcada en verde) la expansión de los metales -calcolítica- se extiende por el resto de Asia Menor, Canáan y alcanza a Egipto, cubriendo a la mitad de Grecia. Por su parte, en el área norte, esa difusión del cobre desde el siglo XXV a.C. comprenderá toda la zona del Danubio, hasta la mitad de su cauce, cubriendo desde el Mar Negro al Adriático. Una tercera fase de divulgación calcolítica, se iniciaría entorno al 3200 a.C. y se extenderá por el resto de Europa mediterránea y eslava, incluyendo Italia e islas; por el Norte de África, hasta la actual zona de Túnez. Ampliándose su difusión por el resto de costas del Mar Negro y llegando asimismo y de forma aislada, al Sur de la Península Ibérica. Apareciendo el cobre-bronce en todo el área meridional de nuestras tierras, de un modo que solo ha podido divulgarse a través de barco; ya que no había llegado por entonces a Francia, ni a las costas de Argelia o Marruecos.
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Tal como decimos, esa difusión del calcolítico aparecida en nuestras costas entorno al 3200 a.C., “salta” procedente del área italiana, o bien viniendo de la actual Túnez (sin tocar tierras intermedias). Algo que nos obliga pensar que desde estos últimos puntos de expansión hubieron de arribar -directamente y por barco- expedicionarios orientales, llegando hasta la Península Ibérica en busca de metales y ámbar (de manera parecida y como lo habrían hecho ya en épocas de rutas del ámbar, durante el neolítico). Finalmente, en el mapa y destacado en naranja, podemos ver la difusión del calcolítico en su última fase (desde el 2700 a.C.); cuando llega a casi todo el resto de Europa, exceptuando el Norte, pero alcanzando las islas Británicas. Un modo de expandirse que de nuevo nos habla claramente de una divulgación llevada a cabo principalmente por mar y a mi juicio procedente de las costas atlánticas peninsulares.
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A- INTRODUCCIÓN:
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En el artículo de hoy comentaremos el comienzo de los capítulos los anteriores; en los habíamos desarrollado una cronología del Mundo Antiguo: Desde los inicios de la Edad del Bronce, hasta el siglo I a.C..
Estos capítulos eran los siguientes:
- (A) CRONOLOGÍAS DEL MUNDO ANTIGUO, EN REFERENCIA A LA PENÍNSULA IBÉRICA. PARTE PRIMERA: ENEOLÍTICO Y EDAD DEL BRONCE: Donde analizamos las diferentes etapas y sucesos del Mundo Antiguo durante el Eneolítico y la Edad del Bronce (ligados a Egipto, el Mediterráneo, Canaán, El Egeo, Anatolia, Oriente Medio y Mesopotamia). Con el fin de comparar todo ello con los hechos observados en la Península Ibérica durante un igual periodo. PARA LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR:
- (B) CRONOLOGÍAS DEL MUNDO ANTIGUO, EN REFERENCIA A LA PENÍNSULA IBÉRICA. PARTE SEGUNDA: BRONCE FINAL Y EDAD DEL HIERRO: Donde analizamos las diferentes etapas y sucesos del Mundo Antiguo durante el final de la Edad del Bronce y la del Hierro (ligados a Egipto, el Mediterráneo, Canaán, El Egeo, Anatolia, Oriente Medio y Mesopotamia). Con el fin de comparar todo ello con los hechos observados en la Península Ibérica durante un igual periodo. PARA LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR:
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Mis cronologías (antes referidas) comprenden hechos de Oriente Medio, Egipto, Anatolia, El Egeo, Creta y Chipre; así como los acontecimientos sucedidos en Asia Menor y en diferentes culturas antiguas del entorno. Recogiendo el desarrollo de aquellos sucesos, conforme pudieran haber influido en la Península Ibérica; contando con el impacto que -en mi opinión- tuvieron sobre nuestras tierras ciertos hechos. Unos acontecimientos que gracias a la arqueología y a la ciencia podemos conocer hoy. Acontecimientos de áreas más o menos lejanas; durante una etapa en la que apenas existen testimonios acerca de la Península. Hechos que influirían -a mi parecer- en el devenir de la Prehistoria y Protohistoria de nuestras tierras. Debidos a cataclismos, revoluciones, avances, convulsiones, aparición de nuevas culturas y civilizaciones o expansión de imperios; acaecidas en extremo Oriente, en Asia Menor, el Egeo, Anatolia o en Egipto.
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Transformaciones y catástrofes, que aunque sucedieran en zonas muy lejanas, traerían hasta nuestras costas innovaciones, progresos y nuevas gentes. Primero, a consecuencia de la búsqueda de oro, ámbar y plata; durante el quinto y cuarto milenio a.C.. Cuando canoeros y pequeños navegantes viajaban desde Oriente Próximo hasta Dinamarca, buscando esas pepitas de oro o piezas de resina. Aunque más tarde hubieron de llegar en forma de exploraciones para alcanzar las minas de cobre y estaño atlánticas -desde el Eneolítico, pero especialmente durante El Bronce-. Unos metales imprescindibles por entonces para subsistir y que eran muy escasos en el Mediterráneo. Existiendo apenas algunos filones de cobre en Chipre, Eubea, Cerdeña o Córcega; y tan solo yacimientos de casiterita en Cerdeña, aunque de una calidad plúmbea -que generaría un bronce muy quebradizo-. Todo lo contrario que el estaño peninsular; con minas por entonces en Almería y Cartagena, de menor calidad. Pero cuya la casiterita del Atlántico, era la de mejor entre todas las conocidas. Un estaño que por entonces se hallaba con abundancia en el rio Tartessos (el Guadalquivir y sus fuentes), o en las orillas de desembocaduras fluviales de Portugal y Galicia. Siendo estos los llamados “Estaños Blancos y Negros”, obtenidos en las Cassitérides; de una pureza inigualable y que extraerían desde los filones peninsulares atlánticos, tanto como más tarde buscaron en los yacimientos de la Bretaña francesa y en las Islas Británicas (2) .
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Bastará observar las imágenes que arriba hemos recogido, para comprender el modo en que -necesariamente- los antiguos tuvieron que venir hasta nuestras tierras, buscando metales. Al menos desde el descubrimiento del Bronce (+/- desde el 3000 a.C.). Así, viendo el primer mapa (con los yacimientos de Europa atlántica y mediterránea, Asia Menor y Norte de África) y comparándolo con en el segundo, que recoge la difusión de metales. Queda obvio que el eneolítico y el calcolítico llegan al Sur peninsular hacia el 3200 a.C., por vía marítima; ya que aparece el uso del cobre en el litoral hispano mucho antes de hacerlo en el francés o en el de las costas marroquíes, argelinas y tunecinas. Todo lo que -a mi juicio- se debió a la riqueza mineral que tenían por entonces nuestras tierras; llegado a ser las más famosas en yacimientos preciosos. Hechos que comprenderemos perfectamente leyendo a Schulten, cuyas citas referidas a la riqueza metalúrgica ibérica se repiten en sus obras. Tal como destaca en su precioso libro Hispania; en cuyo el apartado XV- dedicado a los metales- nos dice:
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Como ningún otro país, es y era España rica en metales. Sus yacimientos se encuentran en las cordilleras marginales, particularmente en la del S., y son fácilmente accesibles desde la costa cercana. También el oro de los ríos procede de allí . Para continuar escribiendo: Las minas del S. y del SE. ya se explotaban hacia 2000 años a. de J.C. Con ellas tiene que ver el comercio de gentes orientales que ya existía en tiempo premicénico y que atestigua la cultura del SE. Acerca de la plata en los poblados de la Edad del bronce de SE., habla Siret en sus `Premiers âges du métal dans le SE. de l Espagne´. En gran escala explotaron los tesoros argentíferos del S. y SE. los fenicios y los cartagineses. Plinio conoce los Putei Hannibalis, junto a Cartagena. La riqueza de España en metales preciosos fue el objetivo de la conquista romana. Las cantidades de oro y plata tomadas por ellos a las tribus vencidas fueron enormes (3) . Por su parte, Schulten en su libro Tartessos, nos dirá al respecto: Andalucía atesoraba en su seno esos metales, y ya en el milenio tercero los exportaba lejos de sus costas. Es, pues, lícito suponer que en el milenio tercero a. de J.C., el Oriente sacaba de Andalucía la plata y, sobre todo, el estaño, y que los cretenses o carios serán los agentes de este comercio (4) .
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Pero no solo la riqueza mineral de nuestra Península llamaría la atención de las primeras civilizaciones orientales, haciéndolas venir hacia nuestras latitudes. Ya que desde tiempos del ámbar, también conocerían los yacimientos de metales preciosos situados en tierras más al norte. Nos referimos a las minas de oro, plata, cobre o estaño de la Bretaña francesa y de las islas Británicas. Todo lo que motivaría a esos expedicionarios venidos del Oriente -Biblos, Eba o del Egeo- para regresar cada verano al litoral peninsular. Quienes, posiblemente incapaces de navegar el peligroso y extenso Atlántico; seguramente trocarían esas mercancías en las proximidades de Gibraltar. Quedando la labor de traer aquellas riquezas del Norte, para los navegantes y pescadores de la costas atlánticas peninsulares (asentados en las playas gaditanas, portuguesas gallegas o cantábricas). Un transporte que podrían realizar en simples canoas, cuando la mercancía fue ámbar y pepitas de oro o plata. Pero que cambiaría durante la Edad del Bronce; habida cuenta que entonces precisarían portar toneladas de metal, para tocarlas con los mencionados expedicionarios. Todo lo que obliga a pensar desde la aparición del bronce, en una estructura minera y de fabricación de lingotes en bruto. Junto a otra, también bien organizada, que permitiese cargar el metal de puerto a puerto. Llevándolos desde las Islas Británicas, Bretaña, el Cantábrico o las costas de Galicia y Portugal; hasta el Estrecho de Gibraltar. Un punto donde los navegantes orientales podrían arribar con facilidad durante las épocas de bonanza; en las pequeñas chalupas que durante el Primer Bronce manejaría cualquier pescador del Egeo y de Oriente Medio.
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Los hechos que antes hemos referido, explican las siguientes palabras de Schulten, escritas en su libro “Tartessos”: En Falmouth de Cornualles se ha encontrado una barra de estaño (III) con la forma característica de las barras de cobre cretenses, esto es, la doble cola de golondrina (IV). Este hecho podría ser indicio de un comercio entre Creta y Tartessos, pues los tartesios traficaban con los oestrymnios (v. cap. VIII), que navegaban a Inglaterra (V)” (5) . Palabras a las que hemos de añadir que por lingotes con “cola doble de golondrina, debemos interpretar “labrys” o bien Talentos con la forma de “keftiu” -también llamados de “hacha doble” y “oxhide”- (6) .
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SOBRE ESTAS LINEAS: De nuevo, uno de los paneles del Museo Arqueológico Nacional, en el que se muestran las relaciones entre la Península y otras zonas, durante el Neolítico final y el Eneolítico (aprox. VI al IV milenio a.C). Observemos la llegada de marfil asiático, del que se han recogido numerosas muestras en yacimientos dolménicos (como el de Valencina de la Concepción). Asimismo, el ámbar del Báltico viajaría hacia el Oriente Mediterráneo por el camino más corto: Transportado en canoas o barcos, primero por las costas atlánticas y luego por las mediterráneas -significando la interrogación que vemos en el panel, una duda; expresando la imposibilidad de haberse llevado solo por tierra, desde el Norte de Europa hasta el Mediterráneo Este-.
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JUNTO ESTAS LINEAS: Imagen compuesta: En la parte alta, cazuela campaniforme de la Edad del Bronce Antiguo, hallada en Huecas y propiedad del Museo de Santa Cruz (Toledo, al que agradecemos nos permita divulgar esta imagen obtenida en la reciente exposición ATEMPORA-Talavera 2018). Abajo, otro mapa nuestro que ya habíamos publicado, en el que recojo la difusión de los megalitos (señalando zonas y fechas en las que aparece esa cultura dolménica). Pero a su vez, marco con amarillo claro la dispersión del Vaso Campaniforme; que procediendo de la Península Ibérica (originado en zonas como Ciempozuelos -Madrid- o Almería) se difunde por el resto de Europa entre el 2800 y el 1800 a.C.. Finalmente, entorno a esta última fecha va terminando el Bronce Medio, que acaba hacia el 1600 a.C.; cuando comenzó paulatinamente el Bronce Bajo (con tres fases). A mi juicio, el inicio del Vaso Campaniforme, su difusión y su desaparición, estaría ligada a los sucesos acaecidos en Anatolia, El Egeo, Creta y Chipre durante los siglos en que esta cerámica se promueve desde nuestra Península. Habiendo sido seguramente iniciada por gentes llegadas desde Oriente Medio (Biblos), del Egeo (Creta) o de Anatolia (colonias mesopotámicas, dominadas por hurritas y asentadas junto al Mediterráneo). A su vez, desaparecería tras el desastre del Tera Santorini; erupción que entorno al 1680 a.C. destruye la isla de Tera y gran parte de Creta, llegando a generar terribles consecuencias en Chipre y las costas de Anatolia. Ello supone la huida de los habitantes de esas zonas hacia otros lugares (preferentemente a Canaán) y la entrada de los Hicsos en Egipto. Todo, en un momento en que los súbditos del faraón abandonaban sus dominios del Norte -relativamente próximos a Creta-, marchando hacia el Sur (tras sufrir levemente las consecuencias del volcán Tera). Dejando así desprotegido el Delta del Nilo, que entorno al 1660 .C. será ocupado por los invasores llegados desde Canaán y Anatolia; a los cuales llamaron Hicsos -o reyes bárbaros-. Una casta nueva compuesta por canaáneos, hititas y sobre todo por cretenses huidos del volcán Tera; que se impone como nuevos dueños en el Norte del reino faraónico, durante aproximadamente un siglo.
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B- COMENTARIO CRONOLÓGICO, 5000 a.C. - 3500 a.C. - 2700 a.C. (del Dolmenismo hasta Los Millares, su final y la aparición del Vaso Capaniforme):
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Comenzábamos nuestras cronologías con los primeros tiempos del dolmenismo; datando entre el 5300 y el 5000 a.C. el inicio de esta civilización constructora de megalitos y cuya primera fase de nacimiento perdura aproximadamente durante un milenio (hasta el 4500 a.C., aproximadamente). Entorno a ese dolmenismo occidental añadimos que -a nuestro juicio- se trataba de una Sociedad ballenera y canoera; no tanto agrícola, como suele afirmarse. Todo lo que se comprende viendo las tablas climatológicas de seis mil años atrás o al observar la dispersión y situación de los megalitos; extendidos principalmente en las cercanías de las costas (en lugares accesibles desde el mar). Asimismo, decíamos que a mi entender, esas gentes del occidente atlántico pudieron mover las piedras ciclópeas, gracias a las sociedades marineras nacidas de ese mundo ballenero y cazador de focas; pero sobre todo con medios similares a los que necesitaban para pescar y sacar los cetáceos del mar (con grandes maromas tiradas por centenares de hombres solidariamente). Igualmente pensamos que se dedicaron a la creación de dólmenes, menhires y cromlechs con fines religiosos y jerárquicos; pero también por motivos astronómicos, e incluso para amedrentar a los extranjeros que visitasen sus tierras (mostrando una Sociedad con una jerarquía y fuerza extraordinarias).
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Durante sus comienzos, levantaron esas piedras ciclópeas en áreas del Sur de Portugal, costas de Galicia, Bretaña y Sur de Irlanda. Siendo el ejemplo más destacado de esta etapa inicial, el cromlech de Los Almendros (en Évora, Portugal). Un observatorio astronómico que se considera el más antiguo de Europa, fechándose entorno al 5000 a.C. -en sus primeras fases-. Casi en época paralela (al final del VI milenio a.C.) daría comienzo la búsqueda de gemas y ámbar; generando las llamadas “Rutas del ámbar”, que partiendo del Mediterráneo, conectarán con las costas atlánticas y llegarán hasta las del Báltico. Esas vías marítimas, dos milenios más tarde derivarán hacia otras expediciones para hallar oro o plata, y finalmente se convierten en singladuras hacia los metales (durante El Bronce). Principalmente en el Camino de las Kassitérides (la casiterita); en la busca del estaño y el cobre -metales imprescindibles en la Edad del Bronce, pero que apenas había en el Mediterráneo-.
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Será entorno al 5000 a.C. cuando también se fecha el comienzo del Egipto Predinástico; con culturas neolíticas en el Bajo Egipto, como las de El Fayún y Maadi (donde prevalece la cerámica, cestería y enterramiento en cista con postura fetal). Mientras el Bajo Abidos ya estaba habitada y con civilizaciones como la Baadariense, El Guerzense y la Nagadiense. NABDA (ó NABTA PLAYA), donde también podremos ver cromlechs. En este momento hemos de reflexionar para comprender que ya en Egipto leían los astros de mismo modo que lo hacían en el Sur de Portugal; a través de cipos elevados en circunferencias, o bien con menhires que les marcaban las sombras. Pese a ello, los cromlechs del Nilo a los que nos referimos (de Nabda, ó de Playa Nabta) eran pequeños y de muy poco peso; lo que hace ver que quizás consistieron en simples construcciones de estudio y para enseñar la forma de guiarse en el desierto (a través de sombras o estrellas). No pudiendo definirse como cromlechs (propiamente dichos) debido a la fragilidad y movilidad de sus piezas; que se podrían desordenar y hasta cambiar de lugar, tan solo con la fuerza de dos personas. Nada que ver con lo que supone un verdadero cromlech dolménico, cuyos monolitos habían de transportarlos centenares de hombres.
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De tal manera, es posible pensar que esos antiquísimos observatorios del Nilo (como los de Nabta), quizás fueran una réplica de lo que algunos viajeros vieran en la Península Ibérica. Pues si sabemos que el ámbar de Dinamarca llegaba hasta el Nilo, e incluso a Mesopotamia en esos remotos tiempos. Parece lógico deducir que algunos de esos navegantes del Oriente Mediterráneo, que se acercasen con sus cayucos durante los veranos hasta el Estrecho de Gibraltar (para hacerse con gemas, oro y con el ámbar del Atlántico); conocieron en su visita las múltiples construcciones ciclópeas que había en el Suroeste Peninsular. Siendo así, en nada nos debe extrañar que algunos de los pequeños cromlechs hallados en yacimientos del Egipto Predinástico, pudieran ser imitaciones de los enormes observatorios astronómicos que desde el 5000 a.C. ya existían en el Suroeste Peninsular.
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Acerca de lo anteriormente expuesto, hemos de volver a repetir cuanto apuntábamos en nuestra cronología; explicando la unión que ya ven los arqueólogos entre esas formas de vida del Egipto Predinástico y las que emergían durante un mismo tiempo en el Sureste peninsular. Todo lo que referíamos con las siguientes palabras: En este momento histórico hay que destacar un paralelo entre esas culturas del Alto Egipto en el V milenio y el yacimiento de La Marismilla (Puebla del Río) excavado por el Profesor José Luis Escacena Carrasco. Antes de continuar, hemos de expresar al Profesor Escacena nuestro agradecimiento por el material estudiado y las conclusiones que nos ha proporcionado (que resultan del máximo interés). Pues estas excavaciones del yacimiento de La Marismilla aportan numerosos restos cerámicos, entre los que cabe destacar algunos que demostraban haber experimentado un proceso de cocción similar y común con las coetáneas de Egipto. El Profesor Escacena fecha estos hallazgos a finales del IV milenio a.C. y principios del III a.C. (7) . Todo ello lo recoge magistralmente Carlos Manuel Lorenzo, en los estudios que hemos señalado en cita anterior; donde explica estas relaciones entre el Bajo Guadalquivir y Egipto; entre el 4500 y el 3500 a.C.. Estos hechos podrían asimismo explicar la existencia de megalitos en la zona de Jordania y del Líbano (en las proximidades de Biblos). Unos conjuntos ciclópeos de Oriente Medio que algunos han querido destacar como lugar de origen e inicio del megalitismo occidental. Algo que resulta absurdo, pues esta arquitectura dolménica de Israel, Jordania o Siria, es posterior a la atlántica y tan solo se da en un área reducida y muy concreta de Oriente Medio. Todo lo que -a mi juicio- indica que nació por influencia del megalitismo atlántico, importado como una “moda extranjera” por los navegantes orientales que llegaban hasta tierras remotas.
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JUNTO ESTE PÁRRAFO: Menhir de Los Almendros, próximo al famoso cromlech (en las cercanías de Évora, en Portugal); es uno de los más importantes monumentos megalíticos de Europa. Su fecha de inicio se calcula a comienzos del quinto milenio a.C., siendo probablemente el más antiguo observatorio astronómico de nuestro Continente -y uno de los más ancianos de todo el Mundo-. Tiene una primera zona de monolitos, más antigua, formada por unos 24 cipos, dispuestos en tres círculos y levantada entorno al 5000 a.C.. Tras ello, hay una segunda parte añadida muy posteriormente y que se fecha hacia el 4000 a.C.; formada por 95 menhires, colocados en elipse (entre los que aquellos situados en su zona interior, han de datarse en etapa más tardía -cercana al 2000 a.C.-). Todo el cromlech presenta diversas figuras grabadas en sus casi 120 monolitos, entre los cuales se distinguen bajorrelieves que aluden al movimiento de la Luna, el Sol y otros astros. Al margen de la importancia de este observatorio, sin lugar a dudas los múltiples megalitos que rodean la zona dieron origen a la ciudad de Évora; capital alentejana que lleva el nombre de nuestra Península -la Ibera- (área en el Neolítico hubo de ser una de las zonas más importantes de Europa). En uno de mis estudios más curiosos, pude comprobar que el cromlech de Los Almendros y la ciudad de Évora, están alineados con diversos templos y santuarios antiquísimos; principalmente ibéricos, e incluso con el más importante de Grecia: El templo de Apolo, de Delfos (hemos de destacar que el monte de Delfos fue sacralizado ya en el cuarto milenio a.C., tal como muestran los restos hallados en sus cavernas, junto a la cima).
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JUNTO, SOBRE Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Varias fotografías del Cromlech de Los Almendros. Arriba, mi mujer entre sus monolitos más pequeños y modernos (vemos la escala de las piezas de menor tamaño del cromlech en su parte final, hacia el 2000 a.C.). Al lado, El conjunto en la fase segunda, que se fecha sobre el 4000 a.C.. Abajo, los cipos más antiguos, datados entorno al 5000 a.C. (perfectamente orientados y algunos de ellos con marcas astrales).

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AL LADO: Vasijas Naggadienses, tal como las muestra el Museo Arqueológico de Florencia (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Fechadas entre el 3650 y el 3300 (durante el llamado Periodo II de Naggada) representan barcos y danzas que ya hemos estudiado en algunos de nuestros trabajos. En estas cerámicas podremos observar cayucos de un gran tamaño, posiblemente solo hechos para navegar sobre el Nilo (armados con cestería y cañas). Aunque parece obvio que durante el mismo tiempo ya pudieran hacer barcos marineros de un igual tamaño, montados con maderas del Líbano. Una industria astillera que -al parecer- lideraba Biblos desde el 4500 a.C.; fabricando naves por piezas, que posteriormente trasladaban por mar y armaban en el Nilo. Pese a ello, en el puerto de Biblos armarían sus mejores navíos; para trasportar esas mercancías y maderas hasta Egipto. Siendo obvio que los gibliotas también realizarían continuas expediciones por el Egeo, visitando continuamente Chipre o Creta. Todo lo que le llevaría a alcanzar tierras más lejanas en tiempos muy tempranos; pudiendo haber llegado navegantes de Biblos al litoral peninsular ya a comienzos del cuarto milenio a.C.. Un momento en que las culturas de nuestro Suroeste se ven altamente influidas por las pedinásticas de Egipto; existiendo evidentes paralelos desde el 3700 y el 2800 a.C., entre los hallazgos de La Marismilla (Puebla del Rio) y las culturas que del Nilo.
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Continuando con los hechos que recogíamos en nuestra cronología, señalábamos que desde el 4500 al 3500 a.C. ya de produce el Megalitismo pleno en la Península Ibérica. Un fenómeno que sería -a mi juicio- paralelo con las mencionadas Rutas del Ámbar (gemas, oro y plata); realizadas -a mi forma de ver- a través de un nomadismo de canoa, que transitara de Sur a Norte por el Atlántico europeo. La búsqueda de ámbar, pepitas y gemas, propiciada por expedicionarios mediterráneos; expandiría esa cultura dolménica que va difundiéndose por la totalidad de costas de la Península (especialmente las atlánticas y cantábricas). Un fenómeno coetáneo, que llega a cubrir también todo el litoral galo y sube desde el Este de Francia, hacia el Sur de Irlanda y Gran Bretaña. Extendiéndose posteriormente hacia las zonas cercanas al mar en Holanda, Alemania y Jutlandia. De tal manera, tras el 4300 a.C., veremos con profusión en Portugal y Galicia de túmulos sobre cámara simple, fosa o simple deposición; siendo esta la época de máxima concentración de megalitos sobre cámara simple (entre el 4000 y el 3800 a.C. en Portugal, y hacia el 3900 y el 3700 a.C. en Galicia). Seguidamente y desde el 3800-3700 a.C., contemporáneamente a la segunda concentración de monumentos del tipo anterior, hay otra expansión de túmulos sobre monumento de corredor. Mientras a su vez, desde el 3700 a.C. y por efecto de las referidas Rutas del ámbar (gemas, oro y plata), se produce la extensión plena del fenómeno dolménico por las zonas antes señaladas; llegando a todo el litoral francés y subiendo por Este de Francia, hacia parte del Sur de Irlanda y Gran Bretaña. Para alcanzar poco después zonas cercanas al mar en Holanda, Alemania y Jutlandia.
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Para comprender fenómenos coetáneos, así como el lugar del que pudo proceder el impulso que generarían el dolmenismo y las Rutas del Ámbar (a mi juicio promovidas por expedicionarios llegados de tierras tan lejanas como Oriente Medio y Egipto). Estudiaremos lo que sucede paralelamente en Malta, como una isla mediterránea y puerto intermedio -entre Oriente Medio y nuestras tierras-. Al ser una base perfecta donde asentarse y desde la que pudieron llegar esos navegantes neolíticos orientales, buscando el ámbar y oro atlánticos. De tal manera en Malta se levantan ya sus primeros templos y construcciones ciclópeas durante siglos coetáneos a los dólmenes occidentales; mientras aparecen también ídolos de tipo femenino en los mismos siglos. Viviendo esta isla las siguientes etapas neolíticas entre el 5.000 y el 4.300 a.C.(recordemos que prácticamente el resto del Mundo Antiguo vive en el neolítico hasta el tercer milenio a.C.): Fase Ghar Dalam // 4.500-4.400 a.C., Fase Grey Skorba // 4.400-4.100 a.C., Fase Red Skorba //. En lo que se refiere a la arquitectura ciclópea maltesa, se observan también tres periodos justo después; realizándose las primeras construcciones desde el 4100 a.C.; llegándose luego a la fase de templos como Ggantija (hacia el 3600 a.C.) y más tarde a la etapa de Tarxien (entorno al 3000 a.C.). Por cuanto observando y comparando esos periodos y las construcciones de Malta con los megalitos peninsulares y del Atlántico, nos encontraremos ciertamente con unos paralelos asombrosos -pese a la distancia, y aunque aquella isla se sitúa en mitad del Mediterráneo-.
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Así pues, mientras por el occidente atlántico se expande el megalitismo (entre el 4500 y el 3500) a.C.; en Malta aparecerán las primeras construcciones levantadas con enormes piedras (entre el 4000 y el 3600 a.C.). Comenzando una nueva fase maltesa en la etapa del templo de Gagantija (desde el siglo XXXVII a.C.), todo lo que a su vez concuerda con el inicio de la Cultura de los Millares, al Sur de España (en las cercanías de Santafé de Mondújar). Llegándose a la plenitud de la arquitectura ciclópea maltesa hacia el 3000 a.C.; un momento que -como veremos- es el de plenitud en la cultura de Los Millares. Consecuentemente, podremos observar ambos puntos en paralelo, y tendremos en Malta con fase Zebbug, del 4.100 al 3.700 a.C.; coetánea al dolmenismo atlántico pleno. Más tarde entrará esta isla en la llamada etapa Mgar, del 3.800 al 3.600 a.C., que coincide con el dolmenismo medio en nuestras tierras y con el inicio de Los Millares. Pasando Malta entre el 3.600 y el 3.200 a.C. la fase del templo de Ggantija; todo lo que coincidiría en la Península Ibérica con los Millares pleno y la primera llegada del cobre a nuestras tierras. Todo lo que podemos fechar con las fases maltesas de Saflieni (3.300 al 3.000 a.C.) y de Tarxien (3.150 al 2.500 a.C.). Aunque curiosamente en Malta el metal llega mucho más tarde y no hay Edad del Bronce hasta el 2400 a.C.. Consecuentemente desde el 2.500 al 2.400 a.C. se produce un enorme vacío arqueológico; un posible el despoblamiento de Malta y un cambio de civilización. Pues hasta el 2500 a. C. las aldeas maltesas carecían de murallas y de defensas, aunque al aparecer el Bronce comienzan a verse pertrechos; todo lo que manifiesta ataques de extraños o bien la invasión de culturas ajenas a la isla.
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Así pues, para poder comparar los hechos de la isla maltesas con lo que se producen coetaneamente en nuestras tierras, tendremos que ver cómo entre el 3500 y el 2700/2500 a.C. se inicia en la zona de Almería la referida civilización de Los Millares (promoviendo un megalitismo bajo; junto a un eneolítico y la aparición del cobre en el Sur peninsular). Pues -a mi juicio-, esos contactos entre el Levante mediterráneo y las costas ibéricas, iniciarían esa nueva cultura en las Alpujarras, entorno al 3500 a.C.. Civilización de Los Millares que se debe -en mi entender- a una clara influencia oriental; lo que demuestra su adoración a un “dios ojo” muy semejante a los venerados durante igual época, en Oriente Medio y Mesopotamia. Por su parte, en estos siglos, El Megalitismo atlántico cambia de formas y se inician las grandes tumbas de corredor (tipo Antequera y muy parecidas a las más antiguas de Irlanda); extendiéndose el eneolítico y el cobre (sobre todo a fines del cuarto milenio a.C.). Por lo que el calcolítico se difunde con gran profusión desde la zona almeriense en época cercana al 2700 a.C., comenzando así el Cobre pleno en la Península.
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El conocimiento y difusión del cobre principalmente sería debido a los Millares, cultura que descendía directamente de la civilización dolménica; pero que -a nuestro juicio- se crea con la aparición y establecimiento en nuestras costas, de gentes llegadas desde Asia Menor, en busca de metales. Primero (después del 3500 a.C.) por mano de navegantes que vendrían desde las costas próximas a Tell Brak; una base Summeria asentada en las cercanías de la posterior Ugarit (Siria). Aunque finalmente, creemos que lo que más influyó para la génesis de este Calcolítico en Almería sobre el 2700 a.C., sería la llegada de giblitas y minóicos a nuestras costas (buscando metales). Por su parte, la aparición de huevos de Avestruz en Los Millares, así como de diversos objetos absolutamente ajenos al megalitismo, corroboraría la teoría de que su origen es a la vez que ibero dolménico, oriental y norteafricano. Asimismo, en el litoral Atlántico (Portugal y Galicia), desde mediados del IV milenio a fines del III a.C., desaparecen las dataciones de túmulos sobre cámara simple, fosa o simple deposición; pasando a ser sustituidos por los túmulos sobre monumento de corredor, cuya cronología se extiende hasta ese final del tercer milenio a.C..
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JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, dos ídolos oculados summerios. El de arriba, fechado a fines del IV milenio a.C. y hallado en Tell Brak (ciudad del Norte de Siria); debajo vemos otro idolillo de Summer, del mismo periodo y hallado en Uruk (Valle del Eúfrates). Bajo este párrafo, ídolo oculado de etapa Los Millares que fue hallado en Extremadura (colección particular, Toledo). Recogido en tres fotografías por tres de sus lados; se trata de una pieza en piedra caliza de grandes proporciones, siendo uno de los mayores y más completos ídolos oculados que conocemos. En una cara presenta tallados tres soles y en otra zona dos triángulos que se unen en sus extremos. Sin lugar a dudas, los tres astros-ojo que se observan incisos sobre el cipo, deben tener un sentido cósmico y de luz (relacionados con la visión y los planetas de la luz: Sol-Luna-Venus-). Mientras los dos triángulos representarían una figura geométrica relacionada con la “matemática” y el calendario; pero a su vez simbolizaría una forma humana esquematizada (a mi juicio, vestida con espartos o con telas de cáñamo). En la parte alta parece que contiene un pebetero, habiendo sido labradas varias circunferencias cerradas sobre su embocadura.
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JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, los triángulos, tal como están representados en el ídolo anterior (extremeño, colección particular en Toledo). Abajo, de nuevo la imagen del idolillo, donde marcamos sus circunferencias, y triángulos, tal como fueron tallados. Asimismo, dijimos que esta pieza sagrada de época Los Millares va rematada por círculos que tendrían un valor planetario, significando los giros del Cosmos. Todo ello lo corroboran los astros, igualmente incisos en la piedra y que se representan como ojos (Sol-Luna-Venus; probablemente). Pero entre los símbolos que contiene el idolillo, los más interesantes son esos dos triángulos unidos en su extremo; que mostrarían un sistema calendárico y también un tipo de contabilidad -incluso un sentido matemático-. En principio, hemos de decir que -aunque parezca extraño- esta representación de triángulos se corresponde en gran parte con el famoso “Tetratkis” de Pitágoras (pese a que este filósofo griego naciera unos dos mil años después de la datación del ídolo). Un sistema matemático que al parecer aprendió el sabio de Samos en Egipto o en Babilonia y cuya primera correspondencia es la base diez. Pues la fila última del triángulo suma 4; la tercera suma 3; la segunda, 2 y la última, 1 ; significando los intervalos y armonía de la música, en la forma ½; 2/3 y ¾ (que es lo que correspondería si dividimos cada fila por la de abajo).
Tal como decimos, el Tetratkis era el símbolo de la armonía universal (pitagórica), por cuanto significaba los intervalos de la música. En base a:
1................. I
2................. II
3................. III
4................. IIII
Siendo sus resultados 1+2+3+4 = 10
Además de significar: ½ ; 2/3 ; ¾ -los intervalos de la música antigua-)
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Cuanto hemos expresado significaría que durante Los Millares habrían llegado a La Península teorías planetarias y matemáticas desde Mesopotamia o de Egipto. Tantas, como para representarse astros junto a triángulos y pirámides. Debiendo suponerse además que se utilizaba la base decimal para contabilidad; tal como hicieron en Egipto y también en Mesopotamia (donde asimismo se usó la base duodecimal). Una afirmación que realizamos debido a que estos dos triángulos entrelazados representados en ídolo de Toledo, contienen un número total de cinco partes por cada lado; sumando quince “casillas”, distribuidas en cinco filas (1+2+3+4+5 = 15). Ello, multiplicado por los dos triángulos, suman treinta; lo que nos lleva a los días del mes en el calendario egipcio; cuyas semanas eran de diez jornadas, ya que tres semanas conformaban los 30 mensuales. Por lo que con 12 meses de 30 días, los egipcios completaban el total del año; una anualidad de 360 días (igual que los 360 grados de la circunferencia) a la que se sumaban 5 jornadas más (llamadas por ellos, epagómenas o festivos; equivalentes a nuestra Navidad y que cerraban el año de 365 días).
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Por todo lo expuesto vemos que el calendario egipcio se basaba en 5, 10, 30; tal como expresan estos dos triángulos cruzados que muestra este ídolo de Toledo. Cuya pirámide de pirámides esculpida junto a los astros nos llevan a pensar que habla de un contacto entre Extremadura (donde fue hallado) y el Nilo (origen del calendario que expresa). Comunicación entre la Península Ibérica y el reino faraónico a fines del IV milenio, que ya ha probado el profesor Escacena -tal como hemos explicado más arriba-. Precisamente durante una etapa en que podemos fechar dicho ídolo perteneciente a la cultura de Los Millares: Entre el 3100 y el 2800 a.C.. Durante el Periodo Tinita; momento en que se producen paralelos con el yacimiento de La Marismilla (en Puebla del Río, a pocos kilómetros al Sur de Sevilla).
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Pese a lo anteriormente expuesto, indudablemente los “ojos” representados en gran parte de los objetos de Los Millares, no eran originarios del Nilo; procediendo -a mi entender- de Mesopotamia (concretamente de Tell Brak). Una base sumeria del cuarto milenio a.C., asentada en la zona de Oriente Medio donde posteriormente estuvo Ebla y Mittani. Esta ciudad de Tell Brak que adoraba idolillos en forma de ojos-soles, floreció desde el 4000 al 2700 a.C.; aunque a partir de esa última fecha comenzó a decaer. Un momento clave en la Historia, pues es por entonces cuando el Egipto dinástico se expande (con sus primeras pirámides de Saqqara); alcanzando su onímodo poder probablemente hasta las tierras de Tell Brak -destruyéndola-. Por cuanto, la decadencia de Sumer y la pérdida de control sobre Oriente Medio, debió motivar que otras civilizaciones heredasen las rutas marinas que hasta entonces realizaban colonias de Mesopotamia próximas al Mediterráneo. Especialmente en la búsqueda del ámbar (gemas y pepitas áureas); que entre el 4000 y hasta el 2700 a.C. pudo estar dirigida desde Tell Halaff o Tell Brak. Pero que en el siglo XVIII a.C. pasarían a manos de cretenses y de giblitas, como aliados de los faraones (los reyes del Imperio Antiguo). Por lo que es una hipótesis plausible pensar que ya desde el 3100 a.C. -cuando Egipto inicia su reino faraónico-, los socios y las colonias del Nilo commenzaon a navegar periódicamente hacia el Oeste. Principalmente barcos de Creta y sobre todo de Biblos, la base egipcia asentada en Oriente Medio, fundada antes del 4500 a.C. para extraer maderas y construir naves (debido a la falta de bosques en el Nilo). Pero -a mi juicio- Biblos fue también potenciada como puerto aliado del faraón, para cerrar la salida hacia el Mediterráneo de las colonias mesopotámicas asentadas en Asia Menor (llegando finalmente a hacerse con sus rutas).
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Cuanto comentamos corrobora y explica las evidencias arqueológicas de contacto pleno entre nuestra Península y el Egipto predinástico; preferentemente, desde el 3200 al 2700 a.C. (tal como repetidamente venimos señalando). Unas tierras del Nilo que desde el 4800 a.C. estaban inmersas en la cultura Nagada I y Nagada II (desde el 4800 al 3800 a.C.; y del 3800 al 3100 a.C.). Pero que finalmente culminan en el Periodo Tinita (3100 al 2800 a.C.); un momento en que sabemos tenían contacto pleno con zonas de Bajo Guadalquivir (como el mencionado yacimiennto de La Marismilla, excavado por el Prof. Escacena). Pese a ello, hemos de tener e cuenta que la base marítima y el lugar desde el que navegaban los egipcios era Biblos (situado en Oriente Medio, frente a Chipre). Por cuanto el Bajo Guadalquivir que tuvo contacto con el reino faraónico -en época cercana la Era de las Pirámides-; quizás fue tan solo visitado por giblitas. Siendo muy posible que aquellas expediciones hasta el lejano Occidente no fueran conocidas por los egipcios del Nilo, quedando como un "secreto" entre los marineros de Biblos. Una tierra rica en bosques de cedros -hoy del Líbano-, que vivió como "base naval" nilota hasta que Egipto se sintió traicionado por este puerto y lo atacó (hacia el 1500 a.C., cuando los giblitas se alían con los canaaneos, sin luchar contra los Hicsos).
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Así pues, es muy posible que el contacto entre el Bajo Guadalquivir y el Nilo, en realidad fuera hecho tan solo a través de Biblos y sin el conocimiento de los faraones; quienes posiblemente ignoraron de la existencia de aquellas tierras al Oeste mediterráneo, tan ricas en ámbar y metales preciosos. Pues desde que Biblos se funda -por algunos egipcios emigrados, antes del 4500 a.C.-; parece que la ciudad portuaria actúa como una base independiente. Teniendo plena libertad de comercio y viajes, sin deber rendir cuentas al Nilo; que tan solo le pedía fidelidad política -una alianza contra los enemigos de Egipto-. Todo lo que afirmamos, sabiendo que hacia la mitad del V milenio a.C. llevaban desde esa naciente Biblos y hasta el delta, los cedros en “pateras de cabotaje”, no como desde una colonia. Sino comprando y vendiendo los súbditos del faraón esos troncos gibliotas, que alcanzaban precios desorbitados en tierras nilotas, donde la madera era un bien muy preciado. Todo cuanto expresamos se demuestra en el trato que daba Egipto a este puerto. Pues las expediciones egipcias hasta esta tierra de bosques, fueron llevadas a cabo con un carácter más religioso que comercial ya desde el 3000 a.C. -y durante todo ese tercer milenio-. Viajando hasta allí para obtener la sagrada mirra, con la que momificaban sus difuntos. Siendo tanta la importancia del comercio y el trato con Biblos; que sobre el 2650 a.C. (aprox) el iniciador del Imperio Antiguo -el faraón Snefru- recogió sobre piedra cómo había recibido cargamentos de madera de cedro desde la ciudad de la montañas del Líbano, para construir barcos. Todo cuanto expresamos puede explicar la existencia de megalitismo en las proximidades del Líbano, fechado en los milenios cuarto y tercero. Como un fenómeno importado desde el Atlántico, por los navegantes de Biblos -o de sus proximidades-.
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ARRIBA: Foto compuesta con ídolos oculados en piedra caliza y de placa hechos en pizarra, procedentes de dólmenes extremeños; tal como los exhiben en vitrinas del Museo Arqueológico de Badajoz (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Observemos que estas figuras de pizarra semejan personajes con ojos, vestidos con tejidos triangulares (probablemente con protectores de esparto). Asimismo, es de destacar que parecen lucir placas que recubren su vestimenta, lo que pudieran ser láminas de armadura (en madera, hueso o concha). Algo que quizás nos hable de las corazas de esta época; en la que no existían los metales. "Armaduras" que pudieron fabricarse cociendo cuero y moldeándolo sobre el cuerpo; recubriéndolo luego de esparto y “blindándolos” con placas de conchas o huesos. De ello a mi juicio la importancia de estos tejidos con formas trenzadas y parecidos al esparto. Un diseño que no solo vemos como motivo exvoto en el caso de la sandalia sagrada hallada en Almirazaque o en Valencina (que más abajo comentaremos). Sino también en el enterramiento de Albuñol, donde recordaremos que todos sus miembros iban cubiertos enteramente de esparto y lucían hasta pulseras y cascos de este material (junto a collares con conchas atados en ese cáñamo).
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En referencia a esos dibujos triangulares, hay que destacar que los dos triángulos del ídolo de Toledo -antes analizado-; no son propiamente vestimenta o posibles imágenes de esparto. Sino una figura geométrica perfectamente trazada, con un total de quince casillas por cada lado opuesto y unido de manera perfecta en sus dos extremos. Algo que habla de geometría y de valores de ciertos números; entre los que hay que destacar el cinco, que igualmente aparece repetidamente figurado en cinco triángulos que a menudo lucen muchos de los idolilos placa. Todo lo que expresaría una base para contar, partiendo de cinco y diez. La más sencilla, nacida desde los dedos de la mano y que ya manejaban los egipcios y mesopotamios desde comienzos del IV milenio a.C.
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Como hemos dicho, la fecha inicial para esta civilización de los megalitos, podemos obtenerla desde la Cueva de los Murciélagos (datada hacia el 5000 a.C.); donde se halló una reina rodeada de varios hombres, todos vestidos con cáñamo. Consideramos personalmente que aquellas gentes vestidas de esparto pertenecieran ya a una nueva Era: El Eneolítico. Una época donde la cuerda y el cáñamo serían fundamentales, para armarse, para vestirse y para fabricar utensilios. Pudiendo gracias al trenzado de fibras construir y crear con cierta facilidad una gran serie de objetos y hasta barcos o edificaciones. Llegándose así a las primeras fabricaciones en serie gracias a los recursos que las cuerdas y esos tejidos proporcionaban; logrando venderlos o intercambiarlos y generando una verdadera industria. Todo lo que supondría el avance del eneolítico, en el que influiría sobremanera el esparto, como material de utilidad. Un elemento que realizaría una función semejante a la que hoy tiene el plástico; permitiendo construir cuanto hasta entonces era mucho más costoso hacer: Levantar casas y empalizadas a toda prisa, fabricar armas de mayor precisión (como arcos o lanzaderas más perfectas), armar barcos con cuadernas trenzadas y hacer velas de navegación. Ello, unido a la capacidad de vestirse o calzarse sin necesitar abastecerse de pieles de animales y a la posibilidad de construir objetos de forma rápida (como cestas donde se podían trasportar mercancías). Concedió a esta etapa un sentido semejante al momento en que se inventó el plástico (hace apenas unas décadas). No habiendo otra época anterior en la Historia semejante -en lo que supone una revolución industrial y social- desde que se descubrió y difundió la cerámica o la agricultura (entre el 9000 y el 7000 a.C.). Por cuanto la expansión y cultura del esparto (o del cáñamo), a mi juicio, debió ser de una enorme prosperidad; tanta como para generar el megalitismo en Europa.
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JUNTO ESTAS LÍNEAS: 
Vitrinas del Museo de Zuheros (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). En ellas podemos ver algunos enseres hallados en la famosa Cueva de los Muciélagos; enterramiento en caverna, donde se fecha el origen del dolmenismo entorno al 5000 a.C..
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BAJO ESTAS LÍNEAS: Vitrina del Museo Arqueológico Nacional con una alpargata exvota de hueso (agradecemos al MAN nos permita divulgar la imagen. Esta sandalia votiva procedente de Almiranzaque fue comentada por el sabio profesor Almagro Basch, quien nos dice que ya contiene las mismas características que las lúnulas irlandesas y los idolillos megalíticos. Fue hallada en ese enterramiento dolménico de Almería, en la localidad de Cuevas de Almazor, cercana a Los Millares. Sus dibujos son iguales a los del campaniforme y su significado votivo sobre el esparto a mi juicio deja bien clara la sacralización de este material. Un tejido que no solo les permitía vestir y crear instrumentos de manera sencilla; sino también armarse y protegerse (pues los escudos y corazas recubiertos de esparto, serían francamente seguros en una época en que no existían los metales). Ello explicaría por qué en la Cueva de los Murciélagos (fechada hacia el 5000 a.C. tal como antes mencionamos), algunos de los difuntos allí inhumados tenían un "casco" de este tejido. Por lo demás, otros tipos de cáñamo también concedían una aplicación médica y bélica. Proporcionando la adormidera una droga que permitía parir y "operar" sin dolor, aunque también batallar sin sufrir miedos, ni angustias. Siendo mi teoría que los ejércitos antiguos proporcionaban este tipo de drogas a sus soldados antes de entrar en confrontación, todo lo que actuaba como "una poción mágica" normalmente realizada con adormideras.
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Tras las afirmaciones anteriores a las imágenes, concluimos tres lugares en el Mediterráneo que establecieron contacto con la Península Ibérica, entre el 5000 y el 2700 a.C.. Pareciendo obvio que hubo intercambios culturales entre nuestras costas con Malta, Tell Brak y Biblos. Siendo un primer punto de influencia Malta; lugar probable de paso para aquellos marineros -pescadores o canoeros-; que buscaban desde el 5000 a.C. ámbar (gemas y pepitas de oro), con el fin de trocarlas en las playas de Oriente Medio o de Egipto. Así pues, hemos visto diferentes etapas paralelas en la construcción de templos megalíticos en Malta y en la Península Ibérica. Fases que se pueden sintetizar en una primera de levantamiento de edificios ciclópeos desde el 4100 a.C., llegándose luego a la de templos como Ggantija (hacia el 3600 a.C.) y más tarde a los de Tarxien (entorno al 3000 a.C.). Todo lo que concuerda con nuestros periodos de megalitos, que entre el 5000 y el 4500 a.C. están en etapa inicial, extendiéndose. Pero que tras el 4300 a.C. los veremos con profusión en Portugal y Galicia (túmulos sobre cámara simple, fosa o simple deposición); siendo esta la época de máxima concentración de megalitos. Seguidamente y desde el 3800-3700 a.C., se da la segunda concentración de monumentos del tipo anterior, habiendo otra expansión de túmulos sobre monumento de corredor. Mientras a su vez, desde el 3700 a.C. se produce la plena difusión del fenómeno dolménico por Este de Francia, Sur de Irlanda y Gran Bretaña, o por zonas cercanas al mar en Holanda, Alemania y Jutlandia.
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El problema al observar estos paralelismos entre Malta y la Península Ibérica es determinar si la influencia constructiva vino desde Malta a Occidente. Algo que no concuerda con las dataciones; por cuanto los megalitos elevados en esta isla -sita en medio del Mediterráneo- probablemente se hicieron a imagen y semejanza de los que vieron en el Atlántico. Pese a ello, no podemos afirmar que aquellos que inician la civilización maltesa de los templos ciclópeos, fueron gentes llegadas desde el Occidente. Siendo más probable que fueran navegantes venidos desde Oriente Medio o de Egipto, siguiendo rutas expedicionarias y que dieron con la isla viajando por el Norte de África o las costas del Sur de Italia. Aunque parece indiscutible que quienes levantaron esos enormes edificios en Malta desde el 4100 a.C., lo hicieron inspirándose en los que ya existían en Occidente. Es decir: Que a mi juicio, los templos malteses siguen la tradición megalítica iniciada aproximadamente un milenio antes, en las costas del Sur de Portugal y de Galicia. Siendo esos primeros templos ciclópeos de la isla (datados hacia el 4100 a.C.) una versión de los cromlechs, menhires y dólmenes atlánticos. Todo lo que explica que además de construirse como recintos sagrados, fueran observatorios astronómicos. Por lo demás, este hecho no es extraño en la Prehistoria; pues también durante el IV y III milenio a.C. asimismo aparecen en Oriente Medio megalitos idénticos a los del Atlántico. Al igual que sucede durante el segundo milenio a.C. en el Egeo e islas mediterráneas; cuando los enterramientos en túmulos y cámaras circulares mediterráneos (de Italia o el Egeo) copian modelos que ya existían siglos antes en el megalitismo atlántico.
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Sobre la hipótesis de una posible migración llegada del Atlántico hacia las costas maltesas; varias razones nos llevan a considerar Malta una fundación oriental y no occidental, ni megalítica (pese a que “copiaran” los edificios sagrados de grandes moles pétreas). Haciendo deducir que esta isla fue colonizada por navegantes orientales la perfección de sus construcciones; levantadas con sillares trabajados, dispuestos de un modo más racional y menos natural que el dolménico. Asimismo, la calidad de esos templos malteses, habla de un cultura mucho más relacionada con Oriente Medio o con Egipto; donde las orientaciones son las que marcan el modo de levantar el edificio. Mientras en el megalitismo, es la construcción lo que permite conocer la orientación y el estudio de los astros -como un observatorio o un calendario y no tanto como un templo-. A ello ha de sumarse el refinamiento y perfección de la escultura maltesa, que aparece profusamente desde fines del IV milenio a.C. en toda la isla; lo que también habla de contactos con Oriente o bien con El Egeo. Bastando observar sus “damas” para considerar una unión entre esa isla y el Egipto de Nagadda o bien con las ciudades satélite de Mesopotamia, asentadas en las cercanías del Mediterráneo. Aunque a los mayores paralelos de la estatuaria maltesa, durante los milenios IV al III a.C.; están en el arte cicládico -de igual y posterior época-. Pero no sabemos si es el cicládico el que se inspiró en el maltés o viceversa; para lo que debemos tener en cuenta que la civilización del Egeo es posterior a la de esta isla. Por cuanto parece evidente que fueron anteriores los modelos de la estatuaria maltesa y que luego copiaron en las Cícladas.
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Finalmente, es de destacar que Malta queda en estado de “vacío” arqueológico entre el 2.500 y el 2.400 a.C.; con un posible el despoblamiento y un cambio de civilización en estas fechas. Pues hasta el 2500 a. C. las aldeas de la isla carecían de murallas y de defensas, aunque al aparecer el Bronce comienzan a verse pertrechos; todo lo que manifiesta ataques de extraños o bien la invasión de culturas ajenas. Unos hechos que no solo refieren la entrada del nuevo metal en Malta, sino posiblemente la llegada de gentes extrañas y a mi juicio afines a Egipto (cretenses y gibliotas -de Biblos-). Pues hemos de recordar que estas son las fechas de expansión y comienzo de decadencia en el Imperio Antiguo; donde los nilotas necesitarán buscar rutas y realizar expediciones, con fines económicos. Destacando entre ellos figuras como el faraón Userkaf, que creará una gran flota para viajar por el Mar Rojo y por el Mediterráneo, en busca de cobre, estaño, oro, plata, mirra y maderas. Todo ello en un momento en que Sumer entraría en crisis y Mesopotamia perdería parte de su fuerza en sus bases de Asia menor (en ciudades tales como la ya mencionada Tell Brak).
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A su vez, se inicia por entonces el Minoico Antiguo II; donde ya Creta comienza a ser una potencia marítima. El primer florecimiento del reino de Minos -a nuestro juicio- se relaciona plenamente con el Egipto Dinástico; pero sobre todo con las fases y crisis del Imperio Antiguo. Un imponente estado faraónico que "surge" desde el 2800 a.C., en plena era del Bronce; extendiendo este nuevo metal por todos sus lugares de influencia y acabando en gran parte con la enorme expansión que hasta entonces tuvo Mesopotamia. Cuyas colonias no solo se situaban en Oriente Medio o en Asia Menor; sino llegaban en cierto modo hasta las proximidades de Egipto. Pues las tierras Canáan estaba en dominadas por gentes de su "orbita"; tanto que su pincipal ciudad -Jericó- había sido fundada en el 5000 a.C. como un gran centro de agricultura y una enorme urbe comercial donde se vendían mercancías de Mesopotamia. Logrando que Jericó fuera el centro principal, donde durante ese V milenio a.C. se intercambiaron objetos llevados desde el Tigris y Éufrates al Nilo (y viceversa). Propiciando ello que desde el 4500 al 3000 a.C. se iniciase ya la Edad el Cobre en la zona del Sinaí y mil quinientos años después, la del Bronce (hacia el 3000 a.C., coincidiendo con el comienzo del periodo dinástico en Egipto). Todo lo que confirma la influencia de Mesopotamia en la zona de Oriente Medio y Canaán, hasta la expansión de El Bronce y la del Imperio Antiguo (entorno al 2800 a.C.).
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SOBRE Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Arriba, dos esculturas maltesas representando “damas” o “maternidades” fechadas en el 3300 y el 3000 a.C.. Abajo, dos idolillos peninsulares fechados en el III y II milenio a.C., tal como los muestra el museo Arqueológico de Cáceres (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). En los de Cáceres, tenemos a nuestra derecha, una pieza hallada en Caminomorisco, toscamente tallada representando una figura diademada; a la izquierda, otra más alargada, con igual representación y procedente de Salvatierra de Santiago. Tras observar los ídolos oculados de Los Millares, junto a estas figuras de época cercana a la estatuaria de Malta; parece obvio que las estatuas de la isla mediterránea nada tuvo que ver con la dolménica occidental. Siendo muy superior la técnica escultórica de Malta, que tan solo puede tener paralelos con otras coetáneas, como las de El Egeo, Oriente Medio o Egipto.
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JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Esculturas y piezas de arte cicládico fechadas en los milenios III y II a.C.; en una vitrina del Museo Arqueológico de Florencia (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Como podemos observar, estas figuras antropomorfas se relacionan con el tipo maltés. Aunque las de Malta sean un tanto anteriores a las del Egeo; dado que los primeros ejemplares se datan hacia el 3300 a.C. y desaparecen entorno al 2500 a.C.. Mientras el arte cicládico se desarrolla entre el 3000 y el 2000 a.C.. Lo que nos lleva a pensar que quizás la estatuaria de El Egeo surge bajo la influencia del arte maltés.
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AL LADO: Dibujo mío de una escultura que guarda el Museo de Brookling, representando una bailarina egipcia del periodo Nagadda II. Pieza hallada en Ma´mariya y fechada entorno al 3300 a.C.; que nos puede mostrar quizás, el lugar de procedencia de los modelos realizados en Malta en igual época.
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C- COMENTARIO CRONOLÓGICO, 2700 a.C. - 2200 a.C. (del la aparición de Vaso Campaniforme; al nacimiento de El Argar y el final de Los Millares):
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Decíamos en nuestra cronología anterior que durante el III Milenio a.C. y en pleno Imperio Antiguo egipcio -cuando nace verdaderamente la Creta Minóica- ha de suponerse que expedicionarios llegasen a nuestras tierras. Navegantes venidos desde zonas cretenses, maltesas y giblitas -de Biblos-, buscando los metales que aquellos constructores de las Pirámides necesitarían. Debiendo reflexionarse acerca de las cantidades mineral preciado que necesitó un imperio como el egipcio; donde comerciaban con aros de oro, además de adornar a todos sus nobles, dioses y enterramientos, con aquel metal precioso. Todo o que nos lleva a concluir que las expediciones faraónicas al reino de Punt (por el Mar Rojo) no eran suficientes para abastecer su reino -tan solo con el oro y plata importados desde Somalia y de tierras próximas a Saba-. Necesitando los metales que otras grandes armadas les facilitarían; principalmente la de Creta y la de Biblos, quienes sabrían llegar hasta las minas del extremo Occidente mediterráneo.
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Debido a ello, comenzaría por entonces la explotación ordenada de yacimientos peninsulares, como los de Almería y los de Rio Tinto en Huelva; cuyos inicios se fechan antes del 2700 a.C. (considerándose fueron trabajados desde esta época por navegantes extranjeros). Aunque las minas de estaño y plata almerienses, habrían sido explotadas antes de la Edad del Bronce; por mano directa de los indígenas y desde los inicios de la Cultura de los Millares (entorno al 3500 a.C.). Estas últimas, durante la aparición de gentes venidas de Oriente (desde Tell Brak o de colonias sumerias asentadas junto al Mediterráneo), que tomarían contacto con megalitistas ibéricos. Generando así la civilización de Los Millares, que desde el 3500 a.C. se expande desde Almería -con sus ídolos oculados y sus dibujos en forma de astros-. Caracterizada también por conservar un tipo de megalitismo mas constructivo y “menos ciclópeo” -del existente hasta entonces-. Manteniéndose en crecimiento Los Millares durante este periodo en que finalmente dará comienzo el Calcolítico Ibérico, y que podemos fechar iniciado entorno al 3000 a.C..
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Aunque desde el 2700 a.C., la Península entra en una nueva fase; precisamente en fechas que coinciden con el inicio de la Era de las Pirámides. Todo lo que nos hablaría de esa necesidad de metales que debieron tener los faraones. No solo del oro y plata que utilizaban para comerciar o en sus ornamentos y ritos; sino principalmente del bronce (necesario para toda herramienta y armamento). Pues por entonces, fueron imprescindibles para subsistir el cobre y el estaño; cuyas minas eran tan abundantes en tierras del Atlántico, como escasas en el Mediterráneo. Un motivo suficiente como para que aquellos que supieron levantar enormes pirámides de piedra, solo valiéndose del bronce; dieran órdenes a sus súbditos y aliados, para que les hicieran llegar enormes cantidades de metales preciados. Pudiendo preguntarnos por qué no fue Egipto directamente quien inició esas expediciones mediterráneas, dejando a otros -como los giblitas o los cretenses- el comercio y transporte de minerales preciosos desde el Occidente. La respuesta es obvia y se halla en el ADN propio del reino del Nilo: En primer lugar porque no tenían bosques y usaban sus barcos para navegar por el Nilo o defender sus costas. Pero principalmente, porque su sistema teocrático era reacio al envío de expediciones, sobre todo a tierras desconocidas. Pues en esos viajes por mar a tierras lejanas, se obtenían conclusiones astronómicas y geodésicas, con las que un simple piloto de nave podía saber tanto como un sacerdote egipcio. Algo que vemos en las rutas abiertas por el faraón Nekao; quien es aconsejado por el clero para no hacerlas, pero las lleva a cabo. Viéndose luego obligado a ejecutar a los marineros que viajaron, cuando estos regresan con sus barcos. Pues, tras haber zarpado en un puerto del Mar Rojo y recorrido África -pasando el Cabo de Buena Esperanza-; llegando finalmente hasta Gibraltar y el Mediterráneo, para regresar al Nilo. Expresaron que la Tierra posiblemente era redonda; porque al viajar por su zona central (el Ecuador) las estrellas comenzaban a ser distintas y el Sol -además- salía por el lado contrario (de derecha a izquierda, si miramos a su cenit).
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Cuanto explicamos, enseña por qué Egipto era contrario a enviar expediciones a tierras lejanas, porque además se trataba de un imperio cerrado y hasta xenófobo. Tal como sucedía con China y en otros tantos grandes Estados, donde el extranjero era admitido solo para comerciar; establecido en colonias o ciudadelas (cerca del mar y apartados de la población). Algo que se muestra en el Nilo principalmente tras la llegada y caída de los reyes Hicsos (entre el 1680 y después del 1560 a.C.). Siendo por entonces cuando Egipto cierra sus puertas a todo extranjero, negándose a viajar en barco para comerciar; permitiendo establecerse en el Delta del Nilo a marineros extranjeros, viviendo en ciertas urbes portuarias -fundamentalmente gigblitas y fenicios que actuaban de mercaderes para ellos-. Consecuentemente, se entiende que en plena Era de las Pirámides, quienes se acercasen hasta nuestras tierras no fueran propiamente gentes del Nilo; sino cretenses y viajeros de Biblos, que realizaban esa labor de mercado y transporte por mar para los faraones.
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JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, flores secas de opio. El cáñamo y el esparto proporcionaría durante la Antigüedad un trenzado con el que fabricaban cuerdas, cestas y todo tipo de utensilios (hasta vestimentas). Con las semillas del opio preparaban infusiones para adormecer durante las intervenciones quirúrgicas. Pero también daban otros usos al opio; entre ellos, el bélico y el religioso. Haciendo trascender por medio de la ingesta de sus aceites, a quienes deseaban un efecto enteógeno (para comunicarse con el Mas Allá o con los dioses). De igual forma, mucho ejércitos proporcionaban drogas como esta a los soldados antes de entrar en batalla. Tanto fue así que mi teoría etimológica sobre la voz Micenas (que sabemos procede de la palabra helena “mico” = “seta”); se fundaría por haber hallado alguna seta alucinógena los micenios, que les permitía combatir sin sufrir dolor tras ser heridos. Por cuanto se entiende que “micena” también signifique en griego “contera” o punta metálica que se cose a una vaina de espada; para que el arma no haga daño, ni atraviese la funda.
Abajo: Mi sobrino japonés Tomoki -en primer término y con once años-, fotografiando las tres pirámides de Giza. Hemos de pensar que durante el Imperio Antiguo (aprox. desde el 2800 al 2200 a.C.), Egipto necesitó millones de kilos de cobre, estaño, plata y oro. Evidentemente, estos metales no se obtuvieron tan solo de Somalia (incapaz de abastecer ese mercado por entonces); sino que en gran parte procedieron de las costas de la Europa Atlántica (Bajo Guadalquivir, Portugal, Galicia, el Cantábrico, Francia, Bretaña e Islas Británicas).
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Así pues, mientras en Egipto reinaba la III dinastía y se iniciaba la Era de las Pirámides, con el faraón Djoser (a mediados del siglo XVIII a.C.), en la Penínsua Ibérica comienza la Edad del Bronce y el Vaso Campaniforme; junto a numerosos cambios que ya señalábamos en nuestra cronología. Explicando como entorno al 2700/2500 se inicia la cultura del Vaso Campaniforme, que comienza en el Sur (cerca de Los Millares) y va extendiéndose pronto por gran parte de Europa Atlántica. Estas tribus peninsulares que usan el Campaniforme, también reutilizarán los megalitos; haciéndolos suyos después del 2500 a.C., con cierto vandalismo. A su vez, en la Península el Calcolítico será superado y esta etapa nos lleva a los albores del primer Bronce. Aunque hacia el 2250 a.C. aparecerá otra cultura paralela peninsular, y también del Bronce, como es la de El Argar (desapareciendo con ella definitivamente Los Millares). El Argar y el Vaso Campaniforme permanecerán conviviendo, hasta que se extingue la campaniforme entorno al 1800 a.C. De tal manera, podemos considerar Bronce Antiguo desde el 2700/2500 al 2250 a.C. y Bronce Pleno desde esta fecha hasta el final del Campaniforme (del 2250 al 1800/1600 a.C.)-. Por su parte, el Argar se divide también en tres fases: ARGAR I (2200 a 1950 a.C.); ARGAR II (1950 a 1750 a.C.); ARGAR III (1750 a 1550 a.C.).
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En lo que se refiere al mundo dolménico, volveremos a incidir en el modo en que se producen sus etapas; pues a partir de mediados del IV milenio a.C. (desde el 3500 a.C.) en Portugal y Galicia, desaparecen las dataciones de túmulos sobre cámara simple, fosa o simple deposición; pasando a ser sustituidos por los túmulos sobre monumento de corredor, cuya cronología se extiende hasta finales del III milenio (2200 a.C.). La siguiente vez que detectemos actividad en los monumentos de corredor será para encontrarnos con reutilizaciones durante la segunda mitad del III milenio a.C., por parte de los portadores de vasos campaniformes, que actuan con un cierto componente vandálico hacia los megalitos. Así pues las fases desde el 2200 a.C. (apox) finalizan los túmulos de corredor, mientras en Almería aparece El Argar, llegándose ya a un Bronce Pleno.
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Debido a todo ello, comentábamos en nuestra cronología que para comprender esta nueva cultura del Vaso Campaniforme -nacida en nuestra zona Sur hacia el 2700 a.C. y que se expande por toda Europa-. Hemos de pensar que por entonces nos encontramos en los inicios del Imperio Antiguo; durante el florecimiento de Biblos y en los comienzos del mundo Minóico. Debiendo suponerse que desde Biblos y desde Creta llevarían a cabo las navegaciones y expediciones hacia el remoto Occidente Mediterráneo; en busca de metales (para abastecer a Egipto). Con la llegada a la Península de estas gentes venidas desde el Oriente cercano al Nilo, creemos se marca el fin del Neolítico y el comienzo del Calcolítico pleno en Iberia. Pues de modo coetáneo al progresivo nacimiento y eclosión del Egipto Dinástico, en nuestros yacimientos encontraremos numerosos utensilios y armas de cobre. Por cuanto parece lógico pensar que los buscadores de metales (minoicos, giblitas o chipriotas), arribaron primero a las zonas de Almería (donde abundaba entonces la plata, el estaño y el plomo). De estas expediciones hay múltiples testimonios arqueológicos; como los marfiles aparecidos en los dólmenes de procedencia asiática y fechados antes del 2000 a.C.. Pero el comercio marítimo entre las zonas orientales y el Occidente mediterráneo se documenta desde el Neolítico; existiendo en el Sur de Francia hachas talladas en tipos de piedra, que solo existen en algunas zonas de las Islas griegas (concretamente de las Cícladas).
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Consecuentemente, afirmamos (en nuestro modo de ver la Protohistoria) que desde el 2700 a.C. se produciría la primera colonización de metalurgios venidos desde Oriente (Biblos, Chipre, Creta), generando el Bronce Inicial en Iberia; del cual surgiría la cultura del Vaso Campaniforme. Ello sucede en tiempos de las Pirámides y con el fin de buscar metales; aunque los expedicionarios que visitaban la Península abrirían también comercio de cobre y el estaño hacia Oriente Medio (Asia Menor y Mesopotamia). De tal manera, sabiendo que los egipcios apenas navegaban, dejando esta función a su colonia llamada Biblos. Solo cabrían dos hipótesis para el Origen del calcolítico y el Bronce ibérico: La primera sería deducir que esta cultura de Los Millares se produce en el Sur peninsular por influencia del Norte de África, llegando desde Tassili (Argelia). La segunda -la más realista- sería pensar que nace del “comercio” y llegada a nuestras tierras de los primeros Minoicos y giblitas (cretenses y gentes de Biblos que entonces comerciaban para su gran civilización: Egipto). Pues Creta, desde el 2900 al 2300 a.C. vive el periodo Minóico prepalacial (fase I y II; anteriores a la construcción de palacios) y hasta el 1900-1800 a.e.v Minoico Medio IB Proto-palaciego (etapa de palacios más antiguos). Mientras Biblos en iguales épocas, gozaba de un enorme florecimiento gracias a la confianza plena del reino faraónico; que concebía aquel puerto como una base o colonia del Nilo, situada en Oriente Medio.
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JUNTO A ESTAS LINEAS: Nuevamente publicamos el ajuar “campaniforme” de Fuente Olmedo. Al lado cinta de oro, el puñal, el brazal de arquero y una punta de flecha lítica; halladas por Delibes de Castro y Martín Valls en esa inhumación de Fuente Olmedo -agradecemos al Museo Provincial de Valladolid (arqueológico Fabio Nelli) nos permita divulgar nuestra imagen de estas piezas que exhibe en sus vitrinas-. La calidad de cobre del puñal que portaba el príncipe y el de las “palmelas” para venablos, es muy baja. Siendo metal muy pobre y arsenicado, todo lo que hace pensar en técnicas del calcolítico. Pese a ello, hemos de observar que también se encontró una punta de flecha hecha en silex, tal como se fabricaban en el Neolítico -en imagen, junto a un brazal también de piedra-. Todo lo que obliga a pensar que las formas de fabricación de armas sobrevivieron durante milenios. Seguramente debido a que esos objetos (como las saetas) no eran recuperables, ni serían piezas de importancia. Lo mismo pudo suceder con el cuchillo aparecido junto al inhumado en Fuente Olmedo; una “arma” que por su tamaño y características parece un utensilio “menor”. Todo lo que explicaría su baja calidad cúprea; cuya tipología y composición de la hoja (a nuestra izquierda, en imagen) es parecida a muchas otras armas de filo de misma época, encontradas en la meseta. Siendo cobre muy arsenicado, superando en muchos casos hasta el 2,5% de AS. Este mineral cúpreo tan impuro parece que hacía más duro el metal y por ello más sencillo para afilar; lo que proporcionaría una mejor facultad de uso en el caso de estos pequeños cuchillos, tanto como en las puntas de flecha (Palmelas).
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AL LADO: Las once puntas de flecha que acompañaban al cadáver de Fuente Olmedo, tal como las exhibe el Museo Provincial de Valladolid -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Estas piezas llamadas comúnmente “palmelas” (por haber sido estudiadas por primera vez en esta población lusa cercana a Lisboa) son de baja calidad metalúrgica. Con una composición cercana a la del puñal antes mencionado (cobre muy arsenicado) y también muy parecida a otras “palmelas” halladas en la Meseta. Por este motivo, los profesores Delibes y Martín Valls mencionan que sus fabricantes -probablemente- aprovecharon aquella enorme cantidad de arsénico en el mineral cúpreo, para configurar un filo fácil de trabajar, con unas características muy especiales de dureza (diferente a uno de metal más puro; que no tendría tanta facilidad de corte y afilado). Llama la atención el número de flechas que acompañaban a este “principe” campaniforme; que suman un total de once. Una cifra extraña y ajena a otras culturas del momento. Como la mesopotámica o la egipcia; cuyas bases de contabilidad eran duodecimal (en el caso de Mesopotamia) y decimal, en la del Nilo. De ello, el número de venablos quizás nos indicaría que el ajuar no contiene un valor predeterminado, ni un carácter tan mágico; siendo probablemente un enterramiento ocasional sucedido tras una batalla. Después de un enfrentamiento bélico en el que moriría aquel guerrero, que por ello hubo de ser inhumado en este lugar. Todo lo que se corroboraría por la ausencia de otras tumbas en los alrededores y por la inexistencia de hallazgos o de asentamientos campaniformes cercanos (sin otros poblados o restos de la época en esos pagos de Fuente Olmedo).
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ABAJO: De nuevo publicamos la reconstrucción de la tumba de Fuente Olmedo, tal como la exhibe actualmente el Museo Arqueológico Nacional -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. En la fotografía podemos ver el modo en que estaba situado este “reyezuelo” del Bronce Pleno: Depositado en su cenotafio de lado, luciendo una cinta de oro en su frente, junto a puntas de flecha, portando un pequeño puñal de lengüeta y acompañado de algunas cerámicas campaniformes (en las que pudo saberse había restos de “cerveza” -bebida de cereales fermentados-).
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ABAJO: Foto compuesta con piezas argáricas. A la izquierda, una diadema de oro, procedente de Caravaca; tal como la expone el Museo Arqueológico Nacional (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). A nuestra derecha, una copa argárica donada por la familia Borja-Berenguer al Museo Arqueológico de Alicante (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Ambas piezas se datan entre el 2200 y el 1600 a.C..
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ABAJO: Diversos vasos campaniformes, tal como los expone el Museo Arqueológico Nacional (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen)
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D- COMENTARIO CRONOLÓGICO, 2700 a.C. - 2200 a.C. (Oriente Medio, Egipto y el Mediterráneo):
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Habíamos explicado repetidamente que desde el 3100 al 2800 a.C., Egipto entraba en Periodo Tinita; fase donde se unifican los reinos del Alto y Bajo Egipto con capital en Tinis. Pasando más tarde Imperio Antiguo del 2800 a 2200 a.C., en la que trasladas la ciudad principal a Menfis; siendo el rey símbolo de díos y del poder central, comezando la etapa de grandes obras faraónicas. Por su parte, en Oriente Medio. Mesopotamia había perdido muchas de sus ciudades satélites en Asia Menor, que iban cayendo en manos de nuevos pueblos semitas nacidos en la zona; tal como eran los Amorritas y los Hurritas. Quienes desde el 2700 a.C. van extendiendo su poder hasta hacerse con Canaán y las proximidades de Egipto; tanto que hacia el 2750 a.C. Biblos se ve sometida a esas invasiones amorritas. Tribus que se fueron fortaleciendo en El Creciente Fértil, y que desde el 2300 al 2000 a.C. -buscando las vías de comercio de los cedros- emigraron de la actual Península Arábiga en dos direcciones: Los primeros hacia Mesopotamia, fundando luego Babilonia; los segundos hacia Palestina-Fenicia, invadiendo y creando un nuevo Canaán.
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Es entonces, hacia el 2200 a.C., cuando entran estas nuevas hordas guerreras venidas del desértico Sureste, destruyendo y cambiando las antiguas ciudades de Canaán y Medio Oriente. Todo lo que repercutirá en el Egipto faraónico, que por entonces se tambaleaba debido a revueltas internas; estando tan debilitado, que tras este último golpe y con la aparición de los amorritas cae el Imperio Antiguo (1280 a.C. aprox.). En esta situación de crisis, los recientes dueños de Canaán vuelven a atacar Biblos, la urbe costera más importante del litoral y que por entonces tendría más de dos mil años de Historia. Así, sobre el 2200 a.C. -tras invadir el área- esas mismas tribus se alzan también contra Mesopotamia. Su nombre que era un apelativo sumerio; quienes llamaban “amurru” a estos “Occidentales”, ya que “amorrita” en lengua de Summer significaba “venido de Oeste”. Así hemos de pensar que los Amorritas fueron una unión de pueblos trashumantes, que se unificaron con el fin de liberarse del gran poder comercial y político de Egipto en la zona de Canaán. Consiguiendo primeramente y para ello, un gran apoyo de Mesopotamia. Pero más tarde sublevados contra sus protectores, tanto que al vencerlos crearían Babilonia. Por su parte, no hay que desestimar una teoría (propia), por la que estos Amorritas fueran siglos más tarde llamados “Apiru”, origen y primer nombre de los Hebreos.
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Durante estos momento y en plena caída del Imperio Antiguo faraónico (2200 a.C. aprox.), en la Península Ibérica ya vimos que aparecerá la tercera cultura del Bronce como fue El Argar. Desaparece por entonces Los Millares, que había surgido hacia el 3500 a.C. (en paralelo con la cultura de Nagadda II en Egipto); a la que había seguido la segunda cultura peninsular del Bronce: El Vaso Campaniforme, originado hacia el 2800 a.C., nacida también en paralelo con el Egipto Dinástico. En lo que se refiera a El Argar permanecerá conviviendo con el Campaniforme hasta el 1800 a.C.; por cuanto podemos considerar Bronce Antiguo peninsular desde el 2700/2500 al 2250 a.C. y Bronce Pleno desde esta fecha hasta el final del Campaniforme (del 2250 al 1800/1600 a.C.). En lo que se refiere a Malta, comienza la Edad del Bronce desde el 2500 a.C.; por cuanto desde el 2400 al 1500 a.C. se produce la Fase Cementerio de Tarxién con nuevos colonos, sin continuidad con las fases anteriores. Como ya hemos dicho, hasta el 2500 a. C. las aldeas maltesas carecían de murallas y defensas, pero al aparecer el bronce comienzan a verse pertrechos. Esa fase de Primer Bronce (llamada cementerio de Tarxien) durará unos mil años. Finalmente, entre el 1500 a. C. y el 725 a. C., muchos de los valles son abandonados y pasan a construcciones seguras en las colinas, fortificándolas; estos nuevos edificios recuerdan a los minóicos y por entonces aparecen las primeras fortalezas. Comparativamente con la Península Ibérica; la entrada del Bronce es mucho más tardía en Malta, con una diferencia de unos trescientos años de retraso. Todo lo que hace ver que la isla estaba menos comunicada con Oriente Medio, que nuestras tierras. Ya que las innovaciones y nuevas épocas (como fueron el cobre y el bronce) tardaron siglos en llegar a las playas maltesas; apareciendo varios siglos después que en las costas españolas.
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Por su parte, Cerdeña había permanecido en el Neolítico hasta el 3000 a.C. (como la mayor parte del Mundo Antiguo). Aunque en su caso no llegarán allí los primeros metales hasta ese siglo XXX a.C.. De tal manera los periodos de este neolítico final sardo son: Desde el 5300 al 3000 a.C. // 5300 a.C. al 4000 a.C , Cerámica impresa y cardial // 4000 a.C. al 3240 a.C: Cultura de Bonu Ighinu // 3240 a.C. al 2700 a.C.: Cultura de San Ciriaco. Por su parte, el Eneolítico sardo (2700 al 2300 a.C.) tiene las siguientes fases: Del 2700 a.C. al 2500 a.C: Ozieri Clásico // del 2500 a.C. al 2300 a.C.: Ozieri Pintado. Finalmente la Edad del Bronce en Cerdeña (2300 al 1000) se fija con los siguientes periodos: Del 2300 al 2250 a.C: Filigosa // del 2250 al 2100 a.C.: Abealzu // del 2200 al 2100 a.C.: Montecaro // del 2100 al 1600 a.C.: Campaniforme // del 1600 al 1500 a.C.: Bonnano // . Las dos últimas etapas son ya plenamente campaniformes y por lo tanto están en relación con la expansión de culturas peninsulares ibéricas. Finalmente diremos que el Bronce Antiguo sardo se distingue en dos fases: Del 2300 al 2000 a.C.: BRONCE ANTIGUO I , Bonanno // del 2000 al 1700 a.C.: BRONCE ANTIGUO II, S. Iroxi //.
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ARRIBA: Mapa de la expansión del Vaso Campaniforme, desde sus orígenes en Almería (2800 a.C) hasta su periodo final (entorno al 1800/1600 a.C.). En este plano que he trazado, podemos comprender fácilmente su divulgación por mar y tierra (siguiendo ríos o rutas costeras), avanzando hacia zonas de minas (preferentemente con yacimientos de estaño y cobre). Debido ello, el Campaniforme llega hasta Cerdeña y Córcega, donde existían filones de casiterita y minas cúpreas. En aquellos otros lugares de Europa que aparece el Vaso Campaniforme y que carecían de estaño o de cobre, existían grandes fondos de ámbar (Jutlandia, litoral de Países Bajos y Norte de Alemania); tanto como de oro y plata (Sur de Portugal, Norte de España y en las costas de Francia e Inglaterra).
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ABAJO: Mapa nuestro del megalitismo; sus fases y expansión. Tal como hemos dicho, las primeras manifestaciones de esta arquitectura ciclópea, aparece hacia el 5000 a.C. en el Sur de Portugal, Galicia, Bretaña y sur de Irlanda. Todas ellas, tierras riquísimas en oro o en ámbar. Asimismo, se producen construcciones ciclópeas, en Malta (isla de paso entre Oriente y el Atlántico); donde ya en el 4100 a.C. veremos las primeras manifestaciones de ese tipo. Posteriormente, entre el 4000 y el 3000 a.C. el fenómeno dolménico occidental se extiende, desde los puntos originarios y hacia: La costa atlántica y el Suroeste de la Península (Extremadura y Andalucía), el Cantánbrico, el litoral atlántico francés, el Sureste de Gran Bretaña, el Sur de Irlanda, Norte de Europa (llegando a Jutlandia). A su vez, en los mismos años se divulga ese megalitismo hacia el Mediterráneo, por todo el litoral Norte de África cercano a la Península, llegando a la actual Túnez y pasando de nuevo a Malta, donde se genera una nueva etapa de construcciones ciclópeas. Finalmente, entre el 3000 y el 2000 a.C., el megalitsmo ya se extiende hacia el centro peninsular, alcanzando zonas como Toledo, Burgos o Valladolid. De igual forma veremos ya megalitos en todos los lugares de Europa, por entonces ricos en minas de cobre y estaño; en especial al Este de Francia, Centro Europa, Alemania y el Báltico; donde no había llegado hasta entonces este fenómeno. De manera paralela, por el Mediterráneo avanzó el megalitismo durante ese tercer milenio a.C. hacia las minas de estaño y cobre; llegando a Córcega, Cerdeña, Sicilia (que junto al litoral catalán y las Baleares, eran punto de paso o bien tierras ricas en yacimientos cúpreos o de casiterita).
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Para terminar diremos que en lugares de Canáan y Oriente Medio, aparecen megalitos que algunos pretenden fechar antes que los occidentales -sugiriendo que son el punto de nacimiento del dolmenismo atlántico-. Esta última hipótesis es absurda, pues si el origen de la arquitectura ciclópea estuviera en Oriente Medio, esta no se observaría tan solo en unos focos muy concretos (de Líbano, Jordania o Palestina); sino se extendería por gran arte del área. Además, las altas dataciones que teóricamente presentan esos dólmenes orientales, no han sido nunca confirmadas; pudiéndose determinar tan solo que fueran del cuarto y tercer milenio a.C.. Todo lo que lleva a pensar en una moda importada desde Occidente a las cercanías de Biblos, traída por navegantes del calcolítico y la Edad de Bronce. Tal como sucede en El Egeo durante la etapa micénica, donde se construyen tumbas de corredor y cúpula con formas y técnicas casi iguales a las usadas decenas de siglos antes en el Atlánico, para levantar túmulos de corredor.
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E- CONCLUSIONES:
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Observando los periodos de Cerdeña, pronto hallamos paralelismos con la Península Ibérica, no solo por la llegada del Vaso Capaniforme a la isla desde el 2100 a.C. (al igual que sucede en Sicilia). Sino, además, por sus fechas y fases durante la Edad del Bronce. Así pues, mientras en nuestras tierras aparece el Bronce entorno al 2700 a.C. (tras haber llegado el calcolítico sobre el 3000 a.C.); en Cerdeña es el eneolítico lo que comienza en ese 2700 a.C.; señalándonos que el mundo vinculado con los metales -el de Egipto, Mesopotamia y Oriente Medio- hasta esa fecha no visitaba Cerdeña,pero había llegado a nuestras costas. Ello, pese a que en esta isla existían numerosas minas de cobre y de estaño; aunque quizás el motivo esté en que estas últimas proporcionan una casiterita muy pobre y plúmbea, que daría un bronce débil y quebradizo. Sea como fuere, parece innegable que Cerdeña en el 2700 a.C. estaba prácticamente fuera de las rutas del metal orientales, mientras Iberia (mucho más lejana) ya se incorporaba al mundo del bronce. Una nueva tecnología que -a mi modo de ver-, expandiría el famoso Vaso Campaniforme desde la Península. Creando a un mundo de buscadores y forjadores de bronce, que desde esa fecha (2700 a.C.) florece primero en nuestras tierras y luego por Europa atlántica; llegando hasta la Europa del Norte, a Centro Europa y alcanzando islas como Córcega, Cerdeña y Sicilia.
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Todo lo que nos habla de una civilización occidental y minera, originada en las inmediaciones de Almería, entorno al 2800 a.C. -cuando nace el Egipto Dinástico- y que llega a difundirse prácticamente por toda Europa, incluyendo sus islas (ver mapa arriba, con difusión del Campaniforme). A esta civilización de las cerámicas en forma de campana, hemos de sumar la otra gran cultura procedente del remoto atlántico peninsular, como fue la dolménica. Cuya dispersión de construcciones megaliticas durante el tercer milenio a.C., nos ayuda a comprender muy pronto cómo a partir de esa fecha (el 2800 a.C.) aparece una nueva civilización de buscadores de metal. Gentes del Mundo Campaniforme, que van avanzando sobre Europa atlántica y el Mediterráneo del Oeste. Promoviendo la creación de dólmenes, menhires y cromlechs; ya con diferentes formas y de “tipo irlandés”: Tumbas de corredor, con cúpula y levantados con lajas (sin grandes piedras ciclópeas en las paredes). Una nueva cultura unida al dolmenismo y al Campaniforme, en la que podremos ver construir cenotafios y observatorios astronómicos, con iguales técnicas en el Norte de Europa o en medio del Mediterráneo -tanto en las Islas Británicas como en Jutlandia, en Almendralejo y hasta en Cerdeña o Sicilia-. Algo que nos habla claramente de un comercio de metales que transitaba desde el 2700 a.C.; viajando desde el Norte Atlántico, las costas de Francia y las de España, llegando hasta Oriente Medio y Egipto (pasando por islas como Malta, Cerdeña o Sicilia).
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Esta cultura metalúrgica del Bronce, que hubo de expandirse en busca del cobre y del estaño (imprescindibles en la época, pero escasísimos en el Mediterráneo), sería protagonizada por aquellos hombres del Vaso Campaniforme. A quienes debemos la llegada paulatina de la Edad del Bronce por todo el Occidente continental (desde Jutlandia a las Islas Británicas). Tratándose de la segunda gran cultura nacida en Europa, por ser heredera de Los Millares; su civilización antecesora surgida también en Almería unos ochocientos años antes -probablemente a través de expediciones llegadas desde Tell Brak o de Tell al Hallaf (promovidas por los sumerios, que precisarían de oro, gemas y ámbar)-. Así pues, la primera gran cultura de la Europa Occidental -conocida como tal- fueron Los Millares; que desde el 3500 a.C. al 2200 a.C. expandió el eneolítico y posteriormente el calcolítico (con la llegada del cobre a la Península Ibérica cientos de años antes que a otros lugares más cercanos a Oriente Medio o Egipto). La segunda gran cultura occidental sería esta del Campaniforme, nacida hacia el 2800 a.C. y que desaparece entorno al 1800/1600 a.C. (probablemente debido a la caída del Imperio Minoico con la explosión del Tera-Santorini). Mientras la tercera civilización del Bronce fue El Argar (2200 al 1550 a.C.); que sustituye a Los Millares y surge en paralelo a la caída del Imperio Antiguo egipcio; para terminar en fechas iguales al nacimiento del Nuevo Imperio faraónico (tras la caída del reino Hicso).
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Consecuentemente, si realizamos paralelamente cronologías con Malta y el mundo sardo; hemos visto que en Cerdeña el Eneolítico comprende desde el 2700 al 2300 a.C., mientras su Edad del Bronce se data del 2300 al 1000 a.C.. Al igual que en Malta no llega al Bronce hasta el 2400, permaneciendo la Isla en esta fase al menos hasta el 1000-750 a.C.. Lo que indica que los primeros expedicionarios llegados desde Oriente Medio o de Egipto; tuvieron contacto pleno mucho antes con la Península Ibérica, que con esas islas centrales del Mediterráneo. Por lo que en Iberia el calcolítico comienza antes del 3000 a.C. y el Bronce Inicial entorno al 2700 a.C.. Mientras Cerdeña durante la fase del 2700 al 2300 a.C. aún permanecía en el eneolítico y a Malta hasta el 2400 no conocerá el Bronce.
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Todo ello nos muestra unos expedicionarios venidos desde Oriente Medio o del Levante Mediterráneo, llegando primero a nuestras tierras -para trocar ámbar y pepitas de oro-. Viajeros que ya desde el 3000 a.C. procederán de un mundo inmerso en la Edad de los Metales; procurando la búsqueda de yacimientos de mineral precioso (oro, plata, cobre y estaño). Hechos que irán generando paso a paso las distintas fases del Atlántico; donde el megalitismo se expande conforme crece esa trashumancia marinera que transportaría gemas y metales de Norte a Sur, para hacerlas llegar al Mediterráneo. De este modo, aquellas gentes de Oriente medio llegadas durante los veranos buscando en nuestras costas ámbar, minerales y metales; en su unión y contacto con el megalitismo, fructificarían como esas nuevas culturas -explicadas-. Generando unas civilizaciones mineras y metalúrgicas que se expandirían por toda la Europa Occidental y sus islas. Naciendo de esa fusión entre el dolmenismo y los llegados del Levante mediterráneo, primeramente Los Millares (3500-2200 a.C.) más tarde el Vaso Campaniforme (2800-1800 a.C.) y El Argar (2200-1600 a.C.). Culturas que se originan y desaparecen de modo coetáneo con diversas fases de Oriente Medio, del Egeo o de Egipto; pero que en su entorno europeo difundirán nuevos estilos y formas constructivas. Expandiéndose desde nuestra Península a Francia, las Islas Británicas, costas de Holanda, Alemania, Jutlandia y centro Europa; aunque asimismo lo hicieron por el Mediterráneo, aculturando hasta Cedeña y Sicilia.
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AL LADO Y ABAJO: Megalitismo en Japón. Al lado: Maquetas de dos dólmenes de Kannon Yama excavados en la prefectura de Gunma (Japón) tal como las muestra el Museo Arqueológico de Gunma -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Desde el 250 de nuestra Era y hasta el 750, se desarrolla en tierras nipponas el periodo llamado Kofun (de “dólmenes”). Estos enterramientos fueron promovidos por las grandes influencias importadas desde la cercana península de Corea, donde se hallan algunos de los yacimientos con más megalitos del Mundo. Estableciéndose desde entonces la inhumación en dólmenes, como un sistema que antaño practicaban las clases más altas japonesas -aunque actualmente solo la siguen manteniendo en la familia del emperador-. La proliferación de dólmenes (kofun) en zonas como Gunma (a unos cien kilómetros al Norte de Tokio), se debió a que por aquel entonces esta prefectura fue el centro “capital” nippón -unos mil quinientos años atrás-.
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Abajo: Cartel de entrada al dolmen de tipo “ojo de cerradura”, donde vemos el plano del cenotafio y asimismo el lugar en que fueron halladas las “Hanniwas” -figuras de terracota enterradas-. Ya que de manera similar al túmulo del emperador Quin Shi Huang (creador de la China); que se inhumó junto a centenares de guerreros en figuras de terracota. Los antiguos japoneses de enterraban en túmulos (simples o de corredor) donde asimismo guardaban figuras de cerámica. Hemos de pensar que estas piezas de barro llamadas Hanniwas (algunas de ellas de gran tamaño, superando el metro y medio de altura) se situaban en la tumba del señor, como exvotos. Seguramente cambiando la costumbre de ofrecer al fallecido vidas humanas, sustituyéndolas por piezas de cerámica. Cambiando así parte del antiguo y terrible rito de matar a los súbditos y viudas del finado. Mujeres del harén, junto a los servidores más próximos y algunos de los más importantes guerreros; que solían ser ejecutados cuando moría el señor. Seguramente como un modo de “devotio”, para asegurar al gran noble que todos procurarían darle larga vida y nadie de su entorno le traicionaría; al saber que cuando aquel señor fallecía, ellos morían también. Posiblemente fue este el sentido de las Hanniwas e incluso de aquellos guerreros y caballos que se cuentan por miles en la tumba del famoso emperador Quin Shi Huang. Y seguramente también tuvieron un significado muy semejante con ritos parecidos llevados a cabo en el Mediterráneo Antiguo (como las terracotas de Mirina y Tanagra, que introducían los helenos en los cenotafios).
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AL LADO Y ABAJO: Dolmenismo en Japón. Al lado: Entrada al dolmen de Kannon Yama, en Gunma (mi mujer y mi sobrina frente a su “puerta”; actualmente abierta y con una reja). Una teoría tan extendida como admitida sobre el megalitismo, afirma que fue un movimiento constructivo cuyo comienzo se fecha hacia el 5000 a.C. (en el extremo occidente Europeo -Sur de Portugal, Galicia, Irlanda y Bretaña); pero que desde entonces se ha ido extendiendo hacia el Este. Así sucedió durante los dos primeros milenios, en que se construyeron estas formas de cenotafios y de observatorios astronómicos por toda Europa (llegando a Oriente Medio). Más tarde, el fenómeno megalítico se extendería por el Sur de Italia y saltaría a las islas cercanas (Córcega, Cerdeña y Sicilia), llegando posteriormente al Egeo; donde los cenotafios micénicos tuvieron un diseño similar al de las tumbas de corredor dolménicas que se levantaban en nuestras tierras mil años antes. Seguiría aquel viaje del megalitismo hacia el Oriente, convertido en cenotafios de los pueblos esteparios y de los indoeuropeos caucásicos. Destacando los escitas, que se enterraban en túmulos a mediados del primer milenio a.C.; y los túmulos de Aguidea, contemporáneos a Alejandro Magno. En lo que se refiere a China, tenemos como ejemplo más destacado de este tipo de enterramiento, el caso -ya citado- del primer emperador Quin Shi Huang; inhumado en un enorme túmulo junto a miles de guerreros. En el caso de Japón, la etapa de los enterramientos en megalitos (kofún) se inicia entorno al 250 d.C. y es cuando se inicia el sistema y el reino nación del Sol Naciente. Cuya creación podemos fechar en la tercera etapa de “kofún”, a comienzos del siglo VI d.C., cuando los emperadores y grandes señores del Japón comienzan a enterrarse en dólmenes con forma de ojo de llave (tal como el que vemos). Actualmente, la familia real nippona sigue inhumándose en este tipo de tumbas; por lo que muchas no han podido ser aún excavadas, debido a que siguen en uso como cementerios de los emperadores y sus antepasados.
Abajo: Interior del dolmen de Gunma, en el que se observa que se trata de un enterramiento de corredor, hecho con paredes de piedras y con una gran losa encima. Su tipología es igual que la que observamos en muchos cenotafios de Irlanda o de España entorno al 2700 a.C. (como en el caso de la tumba de Almendralejo -Huerto Hornina-).
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ABAJO: Exterior del dolmen Kannon Yama de Gunma; al lado, mi mujer junto a mi sobrina (lo que puede darnos idea del tamaño del cenotafio). Se cuentan por decenas de miles, las tumbas megalíticas halladas en las islas japonesas. Durante una primera fase fueron más sencillas, pero desde el año 400 d.C. se comienzan a construir en forma de ojo de llave; como grandes túmulos con montañas. Desde el 475 al 710 se da la fase “kofún final”; donde ya las cámaras son de corredor; usando grandes megalitos en sus techos (tal como el que vemos). Durante este último periodo se generaliza la transmisión de poder relacionada con el enterramiento; siendo el derecho a la tumba lo que hace que se herede el gobierno de una zona. A esta cultura y época pertenece la familia real de Japón; originada en el sigo VI d.C. y cuyo rito de inhumación permanece aún en el megalitismo. Pues de algún modo, el derecho al trono de Japón se relaciona con la norma heredada que concede el derecho a ser enterrado en un dolmen.
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ESTE ARTÍCULO TIENE UNA SEGUNDA PARTE, TITULADA:
COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE II: DESDE EL 2200 HASTA EL 1000 a.C. 
PARA LLEGAR A ELLA, PULSE SOBRE EL SIGUIENTE ENLACE.
https://loinvisibleenelarte.blogspot.com/2019/02/comentario-las-cronologias-parte-ii.html
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CITAS:
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(1): A LOS INTERESADOS EN LAS CULTURAS CANOERAS, COMO LAS QUE PUDIERON EXISTIR EN LA EUROPA ATLÁNTICA DURANTE EL MEGALITISMO Y LA EDAD DEL BRONCE, RECOMENDAMOS LEER:
LOS PRIMITIVOS MORADORES DEL "FIN DEL MUNDO" -en Chile- COMO HIPÓTESIS ARQUEOLÓGICA PARA LA COMPRENSIÓN DEL MEGALITISMO EN EUROPA (Capítulo 115 de: "Los bueyes de Gerión en el Tesoro de El Carambolo".
PARA LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR ENLACE:
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(2): HABÍAMOS DEDICADO VARIOS ARTÍCULOS A ESTUDIAR LA CITA SOBRE ESTOS ESTAÑOS NEGRO Y BLANCO QUE SE DICE, MIDAS COMPRABA EN EL ATLÁNTICO. LO QUE MENCIONAN:
Higino, Fábula 274 "Midas rex, Cibeles filius, Phryx plumbum album et nigrum primus invenit" (que tambien se encuentra mencionado en Casiodoro Var. 3,31). Y la mención que del rey hace Plinio en HISTORIA NATURAL, 7, 197 "Plumbum (album) ex Cassiteride insula primus adportavit Midacritus" (Midácritus se lee para los investigadores como: "Midas, Cibeles filius, Rex Phryxus" y se corresponde con la cita de Higinio que afirma que este rey importaba estaño de las Cassitérides -Galicia, costa Atlántica o Islas Británicas).
IGUALMENTE, SCHULTEN EN SU LIBRO TARTESSOS (Austral 1972) en su cita -1- de la página 83, rebate la posible teoría de que Midashubiera podido ser el primero en importar hasta Grecia plomo (estaño) desde Tartessos. Exponiendo que es errónea la interpretación que así hacen y la afirmacíon en este sentido de: Kirchner en PROSOP. ATTICA (s.V); Bechtel en GRIECHISCHE PERSOSSENAMEN ( I, 1 ); Knaak en HERMES (1881, 587) y Salomón Reinach en L´ANTHROPOLOGIE y en CULTES MYTHES ETS RELIGIONS (III,29). Afuirmando el alemán que Midas no pudo ser el primero y que aquella frase solo contiene el nombre de un marinero, que había de llamarse Midocritus y no Midácritus. Corrigiendo hasta el taxto de Plinio, pues consideraba que Midas no pudo haber tenido contacto con Tartessos (seguramente por desconocerse entonces el significado y la importancia de los neohititas y sobre todo, del reino de Midas).
Según la cita de Higinio, Fábula 274. Lo que dicta Schulen tambien para rebatir la idea de que Midas pudiera comerciar con Tartessos, exponiendo que a su parecer nada hay que tener de cierto en estos que nos afirman que Midas comerciaba con plomo (estaño y "negro). Algo que unido a la frase de Plinio deja en evidencia que el rey de Frigia importaba estaño y plomo de las Cassitérides -islas del Atlántico-, via Tartessos (pese a la negativa que -sin argumentos- presenta Schulten).
FINALMENTE VIMOS COMO MIDAS ERA EL ÚLTIMO REY NEOHITITA, EXPULSADO O MATADO EN GORDION. TODO ELLO, Y LA APARICIÓN DE ESTATUARIA Y DE RASGOS IDIOMÁTICOS NEOHITITAS EN EL MUNDO DE TARTESSOS, NOS OBLIGA A PENSAR QUE LOS SÚBDITOS DE MIDAS PUDIERON LLEGAR HASTA NUESTRAS TIERRAS EN BUSCA DE METALES. HASTA DEBEMOS SUPONER QUE EL ENTERRAMIENTO DE POZO MORO PUDIERA SER UNA TUMBA DE "FAMILIARES" DE MIDAS (REYES NEOHITITAS EXPULSADOS DE ANATOLIA ENTORNO AL SIGLO VII A.C.).
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LOS ARTÍCULOS EN LOS QUE TRATÁBAMOS DEL ESTAÑO DE MIDAS, COMPRADO EN EL REMOTO OCCIDENTE ERAN:
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X: Los descendientes del rey Midas y su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón -el monumento neohitita de Pozo Moro-). -RELACIONES ENTRE EL MUNDO NEOHITITA (FRIGIO) Y TARTESSOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-9-y.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X : Los descendientes del rey Midas y su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón. El monumento neohitita de Pozo Moro -Continuación-). VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-8.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte XI: Arganthonios y Midas. ¿Era de origen escita el monarca del oro?.). -DE NUEVO, LA RELACIÓN ENTRE EL MUNDO ANATOLIO DEL SIGLO VIII AL VI A.C. Y EL SUDOESTE PENINSULAR- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1_28.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte XII: Midas. El rey de origen escita y los adoradores del oro que comerciaron con Tartessos.). - DESCUBRIMOS CITAS HISTÓRICAS QUE MENCIONAN EL COMERCIO ENTRE MIDAS (REY DEL ORO NEOHITITA QUE GOBERNABA GORDION) Y TARTESSOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/07/1.html
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(3): HISPANIA (GEOGRAFÍA, ETNOLOGÍA., HISTORIA) por Adolf Schulten.
Traducción y edición de Pedro Bosch Gimpera y Miguel Artigas Ferrando
CON UN APÉNDICE SOBRE LA ARQUEOLOGÍA PRERROMANA HISPÁNICA por Pedro Bosch Gimpera
REEDICIÓN DE SEVILLA 2004
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(4): ADOLF SCHULTEN: TARTESSOS (1921) Pag 56.
-CONTRIBUCIÓN A LA HISTORIA MAS ANTIGUA DE OCCIDENTE -
ED. RENACIMIENTO, reedición Sevilla 2004
Traducción de Manuel García Morente - Prólogo de Michael Blech
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(5): Idem cita anterior; Tartessos de Shulten 2004; pag 43.
En este caso, las citas que contiene el texto a su vez, son las siguientes:
(III)La reproducción, en Bent, The ruined cities 01 Mashona.Land (1902),219; debo el dato a León Frobenius.
(IV)Reproducciones: Fimmen, Kret. myken. Kultur (1921), 122-123 // Forrer,Urgesch. des Europáers, 361; Rev. Itn. d'archéol., núm. 9.
(V)Sobre este punto me escribe Hub. Schmidt: "Barras de estaño en la forma de las barras de cobre cretenses atestiguarían, seguramente, relaciones entre Cornualles y Creta”.
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(6): Acerca de los lingotes en forma de “hacha doble”, su relación con los pectorales de El Carambolo y su significado, recomendamos leer:
- LABRYS, BIPENNA, PELEKUS, BIFAZ, SAGARIS, LABRAUNDA O HACHA DOBLE: (Capítulo 109 de: "Los bueyes de Gerión en el Tesoro de El Carambolo"): Explica el significado de la Bipenna, comenzando por el simbolismo del Júpiter Lápidus o Zeus Labrandeus. Asimismo el del nacimiento de Atenea desde la cabeza de Zeus con un golpe de hacha doble (como símbolo de iniciación masculino hacia el mundo femenil). Tanto como el significado de la bipenna como signo de inteligencia y de superación en el laberinto astral y terrenal (indicando la capacidad de guiarse en el mar o en los desiertos). PARA LLEGAR AL ARTÍCULO; PULSAR: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2015/11/articulo-nuevo.html
- ORÍGENES DEL SENTIDO APOTROPÁICO EN EL LABRYS Y EL LINGOTE PIEL DE BUEY (Capítulo 110 de: "Los bueyes de Gerión en el Tesoro de El Carambolo"): Explica el significado apotropáico de esas dobles hachas, usadas desde la Edad del Bronce como "moneda" de cambio y amuletos (además de ser armas y herramientas). Un signo nacido desde la bipenna que llegó al posterior lingote del bronce , también inspirado en su diseño por el cuero (que igualmente servía para comerciar, medir riquezas y para protegerse -ya que las armaduras se hacían como corazas de piel y cobre-. Siendo el símbolo de los pueblos metalúrgicos, sobre todo de quienes comerciaban el bronce, cuya divulgación se debió a las bipennas de ese metal. Una aleación de cobre y estaño que tuvo su origen en gran parte desde las gentes del Atlántico. Ya que las minas cúpreas y las de casiterita estaban principalmente en el litoral Oeste de la Península Ibérica, en las costas de Bretaña y en las Islas Británicas. PARA LLEGAR A ESTE, PULSAR: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2016/01/labrys-bipenna-pelekus-bifaz-sagaris.html
- PROCEDENCIA, DESCUBRIMIENTO Y VALOR DE LOS TALENTOS OXHIDE -PIEL DE BUEY- (Capítulo 111 de: "Los bueyes de Gerión en el Tesoro de El Carambolo"). Vemos en este artículo como el origen del bronce mediterráneo, durante la Edad Antigua, estuvo en el Atlántico (donde las minas de cobre y estaño abundan). Debido a ello, hubo de existir un comercio perfectamente organizado ya desde comienzos del tercer milenio a.C. (inicio de la época dinástica egipcia); donde se establecieron medios para llegar hasta nuestras costas y abastecerse en ellas de metales preciosos (procedentes de Iberia y las Islas Británicas). Algo que creó una industria que fundía esos minerales en lingotes (piel de buey) con igual forma a los pectorales del Tesoro de El Carambolo. Talentos cuyo peso y tasación estudiamos en este artículo, analizando los pecios de Uluburun y Cabo Calidonya. PARA LLEGAR AL ARTÍCULO PULSAR: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2016/05/articulo-nuevo-incluido-origenes-del.html
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(7): Hemos dedicado artículos en nuestro blog "Megalitismo Atlántico", a exponer los trabajos realizados en dicho yacimiento por parte del Profesor Escacena y los posibles contactos entre las culturas del Valle del Guadalquivir y el mundo Badariense. Por Carlos Manuel Lorenzo
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(8): VER MI LIBRO
"HIGA, HIGO, HÍGADO Y AOJO (magia, religión y medicina)
"El cuerpo en la tradición",Valladolid 2007 (ed. fundación Joaquín Díaz).

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