(Este estudio está dedicado a la ciudad de Tarazona, de donde fué originaria mi familia materna -los Santafé, que hasta 1414 se apellidaron Azamel y habían sido rabinos de su aljama-. Con el agradecimiento y el cariño a los turiasonenses, por el respeto y el recuerdo que aun guardan hacia los judíos y los conversos, que entre ellos habitaron. Y con la mayor admiración, por la maravillosa restauración que han logrado en su preciosa villa.)
VIENE DE LA ENTRADA ANTERIOR; ES UNA SEGUNDA PARTE, DIVIDIDA POR LA EXTENSIÓN DE SU DOCUMENTACIÓN.
LEER ANTES LA ENTRADA PREVIA.
Habíamos dejado el estudio con la conclusión y certeza en que el panel primero narraba la captura de Cerbero por Heracles -o lo que es lo mismo: El Trabajo décimo primero (aunque entre algunos autores clásicos se considere este, el número diez)-. De ello, la lógica nos obliga a pensar que los dos siguientes bajorrelieves son las otras restantes labores que Heracles realiza en nuestras tierras (El Robo de los bueyes de Gerión y de Las Manzanas de la Hespérides). De tal manera, si las observamos de nuevo, no hay que pensar mucho para darse cuenta, de que coinciden iconográficamente. Pues en la escena siguiente, vemos a un hombre cargando con un buey, y en la última, a otro bajo unos árboles. De lo que concluimos que los tres bajorelieves (firmados en 1571 y que parecen deberse a la mano del escultor Bernal del Fuego) representan Las Labores X, XI y XII, del héroe heleno. Ello, como hemos dicho, coincide plenamente con el carácter de Carlos V, quien gustaba verse representado en su reino, como Hércules en sus Trabajos. Por considerar que su labor de Emperador se relacionaba con la colonizadora y civiloizadora, que Heracles representa. Por lo que esa pared del Ayuntamiento turiasonense -ya dijimos-, que mucho nos recuerda a un Arco de Triunfo romano e imperial, en memoria de una coronación (su friso representa a Carlos V proclamado Imperator del Sacro Imperio Romano y Germánico y el resto Los Trabajos hercúleos en Iberia).
BAJO ESTAS LINEAS: FACHADA DEL AYUNTAMIENTO DE TARAZONA. (Aumentar para ver detalles)
De tal manera, una vez explicado el significado de las esculturas, vamos a analizarlas. Comenzando por su segundo panel, que muchos consideran se trata de Caco, robando los ganados a Heracles. En primer lugar, observemos que en este caso, se ve claramente como al poner las terrazas sobre el edificio, han "quitado" o tapado la cabeza del toro -que llevaba cargado el personaje-. Lo que nos obliga a imaginar que al abrir estos balcones, hubo una serie de amputaciones en sus bajorrelieves, entre las que estaría -como hemos dicho-, probablemente la del lema de la ciudad (bajo su escudo) y la de una figura mas abajo. Pero siguiendo con el tema, mucho nos extraña que sea Caco el allí "iconografiado", porque vemos que aquel que lleva a cuestas el toro, luce una clava. Garrote, maza o "basto" atributo indiscutible de Heracles y con el que precisamente el heleno combate a Caco, para derrotarle y recuperar el ganado (que este dios de los ladrones le había quitado). Pero para comprenderlo todo, veamos quíen era el mencionado Caco, tanto como su iconografía, para comprobar que su identificación no coincide con la del segundo bajorrelieve:
EN LA IMAGEN: Heracles cargando con los bueyes, tras matar a Ortro y robáselos al rey del Occidente (de la Península Ibérica) Geriones. Tras ello acaba con este monarca de las proximidades de Tartessos, que al morir se convierte en árbol (que se observa en la parte del fondo, con un toro sobre sus ramas).
Como vemos, el de los hurtadores, era una deidad muy antigua y relacionada con los cultos a los volcanes y al fuego; cercanos al dios Moloc o Baal (entre los fenicios). De ello que se le relacione con Tarchon -un rey muy próximo al Tarquinio romano-, cuya hija le proporciona un heredero del reino, gracias a ser preñada por "chorros" de fuego que manaban de la tierra en forma de pene (evocación clara a los volcanes y a los gases interiores; tanto como al magma, surgido del inframundo -para los etruscos-). Así este dios del mal, del volcán y del fuego (lógicamente también del terremoto, que va unido a la erupción) personificado en Caco, engaña al héroe tebano. Para ello, aprovecha su descanso en las cercanías de Roma, mientras viajaba Heracles con los toros de Gerión, para robárselos. Concretamente se dice que los hurta tomándolos por el rabo, para hacerlos andar al revés y que aí el heleno, no sepa donde los han llevado (ello concuerda con la iconografía del toro agarrado por el rabo, pero no con la res colgando que porta sobre sí el representado en el bajorrelieve que analizamos) (2).
Escondió Caco aquellos bueyes hurtados, en una cueva junto al lugar que habitaba, pero le delataron sus mugidos. Por lo que al entender Heracles donde estaban se acercó hasta la caverna, que encontró cerrada con rocas. Al abrirla, apareció en su interior el terrible ladrón, que se enfrentó a el tebano echando llamas por sus bocas, tras lo que aquel sacó la clava y le machacó la cabeza a mazazos. Tras recuperar sus bueyes, los sacrificó a su dios, erigiendo un altar en aquel lugar de Roma, donde fué ayudado por el rey Evandro, para levantar allí un templo a Zeus. Esta que narramos es en resumen la historia de Caco y Heracles, en cuyo final vemos que se advierte claramente como se impone en Roma, y gracias al griego, el culto del dios Zeus, al que se sacrificaban bueyes. Frente a una horrible deidad del fuego (ancestral, cruel y terrible) que decoraba el lugar que habitaba, con restos humanos. Lo que indica que aquel malvado Caco, robaba los bueyes como objeto de sacrificio, para que continuaran inmolándose víctimas humanas en su nombre (para el dios del fuego o del volcán). Ritos estos últimos, muy comunes en las religiones de la Edad del Bronce, en los que se quemaban personas para favorecer la paz del volcán o del movimiento telúrico.
Aunque, por su parte, los romanos narraban que no fué Heracles quien consigue matar a Caco; sinó que lo hizo un tremendo pastor que habitaba aquella zona; lamado Gárano o Recárano, quien era amigo de Heracles (3). Debido a este Garano o Recárano, se sitúa posteriormente la leyenda de Heracles en las cercanías de Pirene (entre el Pirineo y los Alpes, fuera de las inmediaciones de Roma). Identíficándose aquel pastor, con el nacimiento del Ródano y del Garona; del que parece homónimo (en las zonas del Valle de Arán o del Ampurdán). Debiendo pensarse que se transmuta el mito hacia nuestras tierras, en épocas romanas. Considerándose por muchos que se trata de un culto a los volcanes que aún en aquellos tiempos estaban en actividad, en las cercanías de Gerona (de allí el nombre de Garanos). Justo muy cerca donde se asentaron los primeros griegos, a los que recuerda y rememora Heracles: Junto al Cabo de Rosas (en Emporiom = Ampurias).
De todo ello, consideramos que el mito de Caco y Hércules, pudo reaptarse en épocas tardo-romanas (o más bien en las bajo-medievales); "traduciéndose" o transportándose desde Gerona hacia el Monte de Cayo. Habida cuenta de que aquel Moncayo fué así denominado en tiempos romanos (con el nombre del emperador), aunque fué antes el monte Chaunos, cuyo nombre nos recuerda a Mons-Cacus. Cuya etimología la entendemos posible como Monte del "Calcos" ( , que en griego significaría del bronce; dado que en aquel pico abundaban las minas de este metal. Por lo que si consideramos que Caco fuera una deidad del fuego, típica de la ancestral Edad del Bronce; este monte que hay junto a Tarazona explica la aparición allí del dios de los ladrones y de los volcanes (de la fragua). Tanto como la posterior venida de Heracles para rescatar lo robado, que explica una refundación de la ciudad en la Edad del Hierro por los griegos (habiendo sido creada Tarazona antes por las civilizaciones del Bronce, famosas entre los helenos por sus ritos ancestrales y crueles). Pese a lo que en todo lo antes descrito, hay que tener muy en cuenta que cuanto narramos de Caco (y el tebano junto al Moncayo), son histórias apócrifas y medievales, sin fundamento en los textos clásicos. Por lo que regresaremos a las representaciones de una iconografía clasica referentes a Heracles (conforme admitirían los reyes y las personas cultas en el Renacimiento). Pues en una fachada oficial como la del Ayuntamiento turiasonense, siempre habría de seguirse lo escrito en textos y en época grecorromana (4).
Volviendo a ello, los historiadores romanos, por su parte, opinaban que este Caco era un compañero de Marsias (el rey-dios derrotado por Apolo), quien llegó desde Frigia a invadir la Italia etrusca, por orden de su monarca. Al saberlo el rey etrusco Tarchón (el primero de la dinastía) lo habría hecho prisionero, aunque consiguió huir. Tras volver a Frigia, regresó junto a Marsias para atacar la región de Roma; que gracias a Heracles fué liberada del yugo de aquellos que la habían asediado. En cuanto a lo que se refiere al robo de los bueyes por Caco, todas las versiones son muy similares, e incluoso en su iconografía, llegando a haber un autor (Albrico, 22 que cita Graves en los Mitos griegos -135,8-) que considera uno de los doce Trabajos hercúleos la muerte de Caco . Por su parte, Diodoro Sículo, dice que este "Kakios" (era un hombre de fuerza terrible que vivía en el Palatino y acogió a Heracles de manera hospitalaria, por lo que la escalera palatina aín se llama "Scalae Caci"(5).
Finalmente, tan solo deseamos añadir de nuevo, que a nuestro juicio se tataría de una personificación del dios del fuego y los metales, con un nombre cercano al que dijimos, del cobre (Kalkos= ) . Considerando personalmente a Caco como un culto ancestral de la Edad del Bronce, época en la que se inmolaban en los templos víctimas humanas al fuego y al metal -para evitar las guerras, o bien para apaciguar al dios volcán (que movía la tierra)-. De allí su representación como un monstruo gigante que echaba fuego por las tres bocas (cual un volcán); tanto como su habitat en la cueva de la montaña y en su gruta, de la que colgaban miembros humanos como exvotos. Siendo ello todo un recuerdo a cultos de las religiones del Bronce cuyos dioses de la guerra y del fuego fueron muy conocidos horribles; de los que quizás el más famoso fué el Baal de Babilonia-Fenicia y los Melkartes (o Moloc) de Cartago. Entre ellos creo que podemos incluir a este Caco, que consideramos fué el que quizá dió nombre al Monte-Caco (luego Cayo), por las minas de metales allí existentes. Y de cuanto hemos expuesto creemos que entendemos los motivos y razones del robo, para guardar en su gruta los toros de Heracles, en nombre del fuego (para apaciguar los volcanes); evitando así que se extediera el culto a Zeus -al que se inmolaban los bueyes, nunca hombres como hicieron las religiones más primitivas-
Por todo ello, consideramos que ni la iconografía, ni la escena del panel que analizamos en el Ayuntamiento de Tarazona (volvamos a mirarlo arriba), en nada concuerdan con Caco robando los ganados a Heracles. Pues ni se ve el monte, ni el bosque que habitaba, ni las tres cabezas o tres bocas de Caco (escupiendo fuego), ni menos la caverna donde esconde las reses. Para colmo, quien carga con el buey es un apuesto jóven (muy parecido a del anterior bajorrelieve, que luchaba contra Cerbero) y que lleva la Clava -o maza-, atributo de Heracles, por antonomasia. Además, hemos de "advertir" que en mitología, cuando observemos un joven fuerte y barbado, con una clava; siempre habremos de pensar primero en Hércules y tras ello intentar buscar la escena entre las hercúleas Así en la que analizamos, al mirar como carga con un buey, nos damos cuenta de que se trata de su décimo (o undécimo) Trabajo: El robo del ganado de Gerión. Algo que se completa con la escena que en el fondo vemos (con una res colgada de un árbol). Pues ello responde seguro al legendario árbol de Geriones -con uno de sus bueyes allí puesto, como si de un fruto de sus ramas, nos hablara-.
Por cuanto decimos, a nuestro juicio, el mito contenido en este bajorrelieve, narra cómo tras llegar el héroe griego a tierras cercanas a Tartessos (Iberia), se dirige a robar el ganado que tenía el mas rico rey de aquellas tierras (Gerión). Lo que hace en la isla en la que habitaba ese monarca, llamada Euritia, que se asimila al nombre dado a la desembocadura del Guadalquivir por algunos cásicos (a la que denominaban Erytheia, tanto como el pastór de Gerión era homónimo: Euritión). Como dijimos, al ver allí a Heracles, Orto -el monstruoso perro del boyero- se le enfrenta y el tebano le mata de un mazazo. Luego acaba con en Boyero Euritión y finalmente, cuando aparece Gerión (con tres cabezas, seis brazos y tres cuerpos, también monarca monstruoso y de figura horrible), también le aniquila. De la sangre del rey nace el famoso árbol de Geriones (6). Tras aquello, roba los bueyes y se encamina hacia Grecia, donde ya sabemos que en las cercanías de Roma, es robado por Caco (7) (imagen que no se corresponde a lo que contiene el bajorrelieve). Pues creemos que la iconografía expresada es la correcta y que en este panel analizado se contiene el Trabajo de los bueyes de Geriones (el décimo, o úndécimo, segun las versiones) del tebano.
BAJO ESTAS LINEAS: Tercer bajorrelieve de la fachada del Ayuntamiento turiasonense. A nuestro juicio, representa el robo de las manzanas de las Hespérides (el último trabajo de Hércules -o el úndécimo, según las versiones).
BAJO ESTAS LINEAS: Vista general de la portada, donde si aumentamos, se observan los dos árboles. El que contenía las manzanas de las Hespérides, puede ser el del otro lado de la ventana (que seguramente habla del Jardín y del robo llevado a cabo por Atlante, sin la presencia del héroe tebano). Por su parte, Hércules se sienta a descansar bajo otro árbol de podadas ramas, del que mas abajo analizamos su significado.
En esta última escena, de nuevo nos encontramos con un hombre que porta una maza, distintivo indiscutible de Hércules. Pero esta vez está vestido de pastor y sentado bajo un árbol (aunque quizás en las imágenes, apenas lo podamos ver bien por lo que incluimos la segunda foto, para que se aprecie mejor). Por su parte, del otro lado de la ventana tiene un segundo tronco florido y con ramas. Sin duda alguna, creemos que todo ello trata del robo de las manzanas de las Hespérides, que tal como narra el mito se sucede del siguiente modo: Aquel Jardín de las Hespérides, también se situaba en el extremo Occidente, en tierras cercanas a Gadir (o al monte Atlas). Las hijas de este Atlas o Atlante (rey de los confines del Mundo) eran las tres mencionadas, que guardaban en su vergel el manzano de oro, que otorgaba la vida eterna y custodiaba el dragón Ladón (también hermano de Ortro y de Cerbero). Así, hasta nuestras tierras vuelve Heracles con su "última misión", que era la de robar aquellas preciadas manzanas. Un trabajo complejo, pues antes Prometeo (a quien había liberado el griego) le advierte de que aquellos frutos no puede tomarlos él por su mano, y ha de mandar de cogerlos a Atlante (rey de los confines y padre de las Hespérides).
De tal manera, llegado el tebano al extremo Occidente (en las cercanías del Atlas), donde vivía condenado el monarca de aquellos lugares a soportar la boveda celeste. Invitó a ese gigante homónimo (Atlante) y que sostenía la cúpula del cielo, a que fuera por aquellas manzanas en el vergel de sus hijas; mientras él soportaría el peso del cielo. Atlante temía al dragón Ladón, que custodiaba los frutos del manzano, por lo que pide al tebano que lo mate (algo que Heracles facilmente realiza, lanzando una flecha sobre la muralla de aquel jardín que el monstruo guardaba). Tras ello, el Titán al verse liberado del peso del Cielo, deja a Heracles su sitio para que lo sostenga y se encamina hacia el árbol áureo, para tomar las manzanas de la vida eterna (por su parte añadimos que la carga de la cúpula celeste, simbolizaba el monte -cordillera- Atlas, situado donde pensaban que se acababa el Mundo y por tanto aquel punto, era el que "sotenía el cielo". Aunque ello tiene igualmente un sentido mítico sobre el "peso del Paraiso").
Regresó Atlante con los frutos del jardín amurallado, pero ya no quería soportar más el cielo, por lo que le dijo al griego que continuara bajo la bóveda celeste, que él mismo llevaría las manzanas hasta Grecia. Viendo Heracles que le iba a abandonar en este tesitura, le pide que para continuar soportando "aquello", le deje ponerse una almohada sobre los hombros y que en el intervalo le sostenga un momento el horrible peso. Instante que aprovecha el tebano para huir, dejar allí a Atlante en su castigo e irse con las manzanas, para llevarlas hasta Euristeo (terminando así sus Trabajos). Tras ello, se narra que las Hespérides desesperadas ante el robo, murieron y se conviertieron en tres árboles (un sauce, una álamo y un olmo) (8).
Como vemos, la iconografía de la leyenda encaja perfectamente con lo representado en la fachada (escena tercera); tanto que en toda ella hay varios árboles (uno al menos en cada escena que pueden simbolizar a las Hespérides muertas). Aquel bajo el que descansa Heracles, sentado, parece el de el engaño; pues creemos ver que sobre sus hombros se está colocando un trozo de tronco (o leño), que quizás sería el almohadón que dice se va acolocar, para seguir soportando el peso de la cúpula. La escena, aunque no lo creamos, tiene un simbología relacionada con la maza (la clava), las Hespérides, los maderos y este árbol podado; bajo el que vemos sentándose a Heracles. Por su parte, el traje de pastor que luce el héroe puede responder a algunas partes del mito en que se relata que para engañar a sus rivales y llegar hasta las cercanías de las Hespérides, se disfrazó con las ropas del boyero Euritión (al que había matado en Eriteia en el trabajo anterior). Pero los más destacado toda la iconografía de eta fachada, es que contiene un sentido totalmente relacionado con la ciudad de Tarazona (que debió ser un vergel en la época en la que se construye el ayuntamiento). Puesto que el escudo de la urbe precisamente representa una villa amurallada con una gran vid (un árbol de la vid) en su interior.
Todo ello, nos lleva a concluir -sin lugar a dudas- que la portada que analizamos, identifica a la ciudad de Turiaso (Tarazona), con el Jardín de las Hespérides. Pues tal como dice la mitología, este de las hijas de Atlas, era un gran vergel amurallado. De modo my similar y coincidente, vemos en el escudo turiasonenese una enorme vid (o viñedo) al que rodea una gran muralla. Ello unido al hecho de que Turiasu se parezca mucho a Tartessos (donde se situaba el aquel mágico Jardín) y su coincidencia en el escudo, de seguro hizo soñar a algún hombre culto del Renacimiento, para identificar esta ciudad con aquella en la que se desarrolla el último Trabajo de Hércules. A todo aquello debió unirse el curioso lema de la urbe, que dice "Tubalcaín me construyó y Heracles me reconstruyó". Lo que seguramente hizo recrear y pensar a los estudiosos de mitología en el Renacimiento, que posiblemente cerca de Turiasu estuvo aquel mítico Tartessos y el Jardín de las Hespérides (donde vino Heracles a robar las manzanas).
Algo que pudo deberse también a la proximidad de Tarazona con el rio Ebro (Hiberus), en cuya desembocadura está la ciudad de Tortosa, a la que algunos vieron en el siglo XVI, como posible Tartessos. Un hecho que parte de un error lingüistico, puesto que la ciudad ibérica que hubo junto al delta del Ebro no fué Dertosa (la porterior Tortosa), sinó Ibera (homónima del rio). Esta Ibera, fué destruida durante las Guerras Púnicas, para ser recosntruida por los romanos como Deltosa (ciudad del delta) y que luego "derivó" en Dertosa, para terminar en Tortosa. Sea como fuere, los italianos que llegaron hasta Tarazona para constuir sus maravillosos edificios renacentistas; de seguro, subieron en barco por el Ebro, tras haber tocado tierra en aquella urbe llamada Tortosa. Ciudades y nombres que pudieron hacer soñar o pensar, a muchos artistas (o mitógrafos) en Tartessos. Y que quizás hizo también "intuir" que en las cercanías de Tarazona (vieja, Turiasu, también de nombre parecido a Tartessos); quizás estuvo también la ciudad perdida. Algo que pudo pensarse cuando comenzaron las obras renacentistas y aparecieron en los cimientos de la villa centenares de monedas hispanoromanas, con la inscripción TVRIASO (que seguro a muchos les recordó a Tartessos)
BAJO ESTAS LINEAS: Escudo de la ciudad de Tarazona. Creemos que quien ideó la preciosa fachada del Ayuntamiento, aprovechó para identificar el Jardín de las Hespérides con esta urbe. No solo por el parecido entre Turiaso y Tartessos, sinó también, porque -tal como la mitología narra- aquel Jardín de las Hespérides donde estaba el árbol de las manzanas áureas, era un vergel amurallado (tal como este escudo muestra).
SOBRE ESTAS LINEAS: Las virtudes, musas (o cariátides) que sujetan los escudos. Cuya identificación como La Justicia y La Prudencia parece indiscutible. Pero que además creemos que simbolizan las tres Hespérides (faltaría una, que seguramente se quitó bajo el escudo de la ciudad de Tarazona)
Pero no finalizaremos este estudio, sin tener en cuenta el posible significado de los árboles que hay en su fachada y su relación con las virtudes, "musas" o caríatides (quienes sujetan los escudos). Como dijimos, estas debieron de ser tres, de las que solo quedan dos. Evidentemente, ellas, son la personificación del buen gobierno con La Justicia, La Sabiduría y La Prudencia (o La Fortaleza) -última que falta y que habría sido arrancada bajo el escudo de Tarazona-. Pese a todo hemos tenido la gran suerte de que la principal (La Justicia) haya permanecido en su lugar, puesto que su simbología, completa mucho la de la fachada. Debido a que La Justicia, representa a la diosa griega Temis (), quien pertenecía a la raza de los titanes, como Atlante. Es ella quien engendra a las tres horas, tanto como en algunos textos se le hace madre de las Tres Hespérides (y a las tres Parcas). Por lo que Temis está plenamente unida a la leyenda de las tres mujeres que habría en la fachada y a la de Heracles y las Hespérides. Tanto, que sus hijas (las Ninfas del Eridano), fueron las que enseñaron a Hércules el camino para llegar al Jardín de las de Atlante. En otras versiones, es incluso tenida la misma Temis, junto a sus hermanas, como las Hespérides. De lo que podemos concluir que aquellas que sujetan los escudos en la fachada del Ayuntamiento y que ciertamente son las personificaciones del buen gobierno; también se corresponden con las tres Hespérides (a las que Hércules robó las manzanas de oro) (9).
Con cuanto exponemos, no deberíamos dejar de planearnos si aquellas manzanas áureas, a las que se refiere el mito, quizás estén simbolizadas (en la portada) por los escudos que con sus manos esas tres Hespérides sujetan... . Puesto que aquellas armas de la nobleza, en verdad son un atributo muy cercano a la "vida eterna": Siendo la eternidad lo que regalaba el fruto del Jardín de las Hespérides. Pero aún más, la alusión a múltiples árboles en toda las esculturas y en cada una de las escenas, creemos que también hace referencia al "árbol genealógico". Ello porque se suponía, decía o se imaginaba en El Renacimiento, que El Emperador, descendía del mismo Hércules. Por lo que quizás en esta portada, se halla la respuesta a un árbol familiar que intentaba unir a los Habsburgo, con el héroe tebano. Pero a su vez, en ello existía la posibilidad de enlazar a Carlos V con los primeros reyes de la Península Ibérica (Geriones, Atlante, Hades y las Hespérides).
Aunque, como ya hemos visto, aquellos primeros monarcas fueron derrotados por el griego; tras lo que ha de suponerse, debieron nacer unas nuevas dinastías en Iberia, unidas a las de los colonizadores (helenos). A ello, quizás haga alusión el último árbol (bajo el que descansa Hércules, sentado), cuyas ramas están podadas. Hecho este que puede significar que el tebano ha cortado la linea dinástica original y ha impuesto la suya. Quizás por ello, esté Heracles en esta actitud tan "ordinaria" en la que sujeta su clava (maza) como si fuera un pene (observémoslo). Indicando posiblemente que de "aquella nueva rama", nacerá una nueva dinastía. Exactamente tal y como hizo Carlos V a su llegada, trayendo a los Habsburgo... . Descendientes de Heracles... . Por lo demás el resto de identificaciones de los tres árboles que vemos, con las tres Hespeídes y el último con el de las manzanas áureas, creemos que es indiscutible. Pudiendo entenderse como hemos afirmado, que los escudos son aquello que dá la vida eterna (los frutos del árbol de la nobleza).
Como final, deseamos tan solo incluir una frase que el genial Robert Graves menciona en sus Mitos Griegos, citando a los clásicos y hablando de Atlante. Para que veamos que su mito y el de las Hespérides se relaciona planemente con la escena que hay representada en el ayuntamiento de Tarazona. Así, escribo en su libro (textualmente): "Aunque las manzanas pertenecían a Hera, Atlante sentía por ellas un orgullo de jardinero, y cuando Temis le advirtió `Un dia. dentro de mucho tiempo, Titán, tu árbol será despojado de su oro por un hijo de Zeus´; Atlante, que todavía no había sido castigado con el terrible trabajo de soportar el globo celeste sobre sus hombros, construyó sólidas murallas alrededor del huerto" (10).
(1) SOBRE CACO EN: Diodoro Sículo: IV, 21 // Ovidio, Fastos: V, 545 // Livio: I , 7
(2) SOBRE EL ROBO DE LOS BUEYES: Propercio: Elegias IV, 9, 10 // Ovidio: Fastos, I, 545 y ss // Livio I, 7 // Virgilio: Eneida, VIII, 207-208
(3) SOBRE MUERTE DE CACO Y GARGANO: Plutarco Cuestiones Romanas: 18 // Verrio Flaco: en Servio, Sobre la Eneida de Virgilio VIII, 203 // Aurelio Victor: Sobre los orígenes de la raza romana, 6, 8 // Livio, I, 7 // Virgilio: Eneida VIII 217 y 233 // Ovidio Fastos, I, 545 // Propecio. IV, 19, 41
(4) GÄRANO O RECÁRANO: Servio a Virgilio en la Eneida: VIII, 203 // Aurelio Victor: Sobre los Orígenes de la raza romana, 6, 8
(5) CACO, otros: Virgilio , Eneida 190 // Tito Livio, 1, 7, 3 // Dionisio de Halicarnaso. Antigüedades Romanas, I, 39 // Solino: I, 8 // Diodoro Sículo, IV, 21
(6) ÁRBOL Y MUERTE DE GERIÓN: Apolodoro II, 5, 10 // Píndaro, Fragmento 169 // Higinio Fábula 30 // Eurípides, Heracles, 423 // Servio sobre la Eneida de Virgilio, VIII, 622 // Pausanias, X, 17, 4 //
(7) HERACLES robo de los bueyes, hasta su regreso: Higinio, Fabula 30 // Macrobio, Saturnalia; V, 21 // Hesiodo Teogonía, 287 y 979 a 983 // Diodoro Sículo IV, 17 y ss // Heródoto Libros de la Historia IV, 8 // Pausanias III, 18, 13 // Plinio, Historia Natural IV, 20 // Homero, Odisea II, 14, 7 ss // Eúripides, Hercules 423 // Virgilio, Eneida VI, 289 // Ovidio, Metamorfosis, IX, 184 y ss.
(8) ROBO DE LAS MANZANAS: Diodoro Sículo, IV, 26 // Apolodoro Libro II, 5, 11 // Higinio Fábula 30 // Eurípides Heracles // Ferécides, Matrimonio de Hera, II // escoliasta sobre Apolonio de Rodas, Argonáutica IV, 1396 // Eratórtenes Catasterismoi III // Higinio Astronomía Poética II, 3 // Hesiodo Teogonía, 215; 333 y ss // escoliasta sobre la Eneida de Virgilio IV, 483 // Eurípides Hipólita 741 // Ovidio, Metamorfosis IV, 637 // Séneca, Hércules, 530 // Servio a Virgilio, (s. Eneid), IV, 246 y 484.
(9) TEMIS Y LAS HESPÉRIDES: Dionisio de Halicarnasos, I, 31 // Iliada XV, 299 // Pausanias V, 18 // Apolonio de Rodas, Argonáuticas, IV, 1396 y 1399 // Hesiodo. Teogonía, 135 y 215 // Diodoro Sículo V, 66 // Higinio Fábula 30 // Higinio, Astronomía Poética II, 3 // Eurípides, Hipólita, 742 // Esquilo, Prometeo Lib., 193 //
(10) Robert Graves. Los Mitos Griegos -133, C- (Madrid 2005). Citando a: Apolodoro, II, 5, 11 // Sobre Eneida de Virgilio, IB, 483 // Hesiodo, Teogonía, 215 // Plinio Historia Natural, VI, 35-36 // Ovidio, Metamorfosis, IV, 637
-Desde el pasado terremoto de Japón, dedicaremos en cada entrada de nuestro blog un recuerdo a los damnificados de este trágico suceso; tanto como a los que hace muy poco, se han visto azotados por un seismo en Lorca. Solicitando ayuda para ellos. Hay múltiples formas de colaborar con la Cruz Roja o UNICEF, para enviar ayuda a los damnificados por terremotos. Del mismo modo, recuerden que una de las mejores maneras de ayudar a las zonas dañadas por catástrofes naturales, es consumir y potenciar sus productos (en especial la maquinaria y tecnología japonesa, que es inmejorable). Muchas gracias a quienes así lo hagan.-
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